Aquel chico, llamado -Amor-
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Pasaron los días e Iván y yo hicimos amistad, ya nos divertíamos juntos con los demás amigos del vecindario. Luis tenía sus amigos de su edad y Amor, siempre estaba solo, no se juntaba con otros niños, pero sin embargo le gustaba mucho estar con mi sobrina de diez años, se la pasaban jugando. Nadie veía nada malo en eso. Ahora si recuerdo que los muchachos del barrio, cuando el pasaba por un grupo, le decían elogios a sus nalgas: Que rico culo tienes! o Que nalgas paraditas, si te cojo te echo dos o tres polvos! etc. etc., él se molestaba, contestandoles con malas palabras y les decía que se lo iba a decir a su papá. Yo les decía a los amigos que lo dejaran tranquilo, que no lo molestaran.
Muchas veces al masturbarme, típicamente a esa edad dos o tres veces al día, venía a mi mente el recuerdo de las paradas nalgas de amor, de como su pantalón corto en jersey, se metía entre los cachetes de su culo y eso me ponía ardiendo, fantaseando que yo me lo tiraba, pero de repente pensaba que eso estaba mal, por su corta edad y desechaba esos pensamientos. Dónde vivía había un paraje muy lindo, con mucha vegetación y un río con enormes piedras, cuando me sentía abrumado por las tareas de la escuela y la severidad de mi padre, me iba solo a bañarme en el rio, me llevaba mi bultito (mochila), con una toalla, un jabón, y una frazada. Pasé por casa de Iván, pero no vi a nadie, solo que al seguir vi a Amor, en su patio y me preguntó dónde iba. Yo le contesté que al río a bañarme y seguí mi camino.
Me entré al agua en boxer y cuando más entretenido estaba, siento que me llaman, Javi, Javi…era Amor que me había seguido. Me preguntó si podía entrar al agua conmigo y yo le dije: bueno luego que no vayas a decir que yo te mandé a hacerlo y me busques problemas con tu mamá; pero cuando vine a ver ya él se había quitado su pantaloncito, y tenía un minúsculo calzoncillo, blanco, con el que se metió al río. Comenzamos a jugar con el agua, a reirnos y sin querer rosé con mi verga su trasero, no se si él lo sintió o no, pero a mi se me paró, se me puso la verga como piedra. Me despegué de él rápido y me lo acomodé bajo el agua, disimulé como si nada y le dije a Amor, que ya me tenía que salir…aunque en mi interior, no quería irme de allí.
No te vayas por favor, Javi que el agua está deliciosa, pues eso fue música para mis oídos y me quedé con él. Pero no se me bajaba la erección y en una de esas, Amor como que se undió en el agua y se aferró a mi pene. No se si fue a propósito o un accidente, solo se que me la agarró y yo sentí bien rico. Lo tomé por la cintura y ya con su cuerpo fuera del agua, seguía agarrado a mi verga. Javi que grandota la tienes y que parada, me dijo. Yo ya perdiendo mis inibiciones, le contesté que era su culo quien la paraba así. Se rió y se me pegó más de espaldas a mi, me la soltó y acomodó su raja en mi verga. Se acabaron las palabras y seguimos ambos actuando por el instinto. Yo le bajé el calzoncillo y él se lo terminó de quitar agarrandolo en su mano, yo hize lo mismo y ya le restregaba mi verga entre las nalgas, suspirabamos, gemíamos y yo le comenzé a besar por las orejas, la nuca y hacer movimientos como si se la estuviera metiendo de atrás hacia adelante. Ay Javi, me gusta, me gusta….decía Amor todo exitado. Le pedí salirnos del río e internarnos en el monte, por si alguien venía no… nos fueran a ver.
Nos pusimos los calzoncillos, salimos del agua y con mis cosas y su ropa, nos adentramos al monte, en un lugar que yo sabía que nadie se metía. Ahí le dije que no fuera a decir a nadie, lo que pasara ahí y que me encantaba su culo, que me tenía loco. Amor me dijo que él, no diría nada, por que si no, le iban a decir "pato" como le dicen en mi barrio a los maricionsitos despectivamente, la gente mal intencionada, que se creen que solo ellos son perfectos y que nunca van a tener un familiar, hijo o sobrino gay. Saqué la frazada la acomodé en el suelo y nos acostamos en ella. Le indiqué como chuparmela, pero encima de mi en un 69, de manera que yo mamara su culo, mientras. Le indiqué como mamarmela para que sus dientes no me lastimaran…ufff aprendió rápido y cuando sentía mis lenguetazos en su hoyo, más rico me la chupaba. Luego le pregunté si me dejaba metersela y me dijo que si, pero suavecito que no le doliera.
Mi lengua asistida por mis dedos y su deseo de gozar aguantando todo y relajando su esfínter, hicieron que mi gruesa verga fuera entrando en su cuevita, sin mucha resistencia. Cuando se quejaba y me tocaba con su mano para que parara, yo me quedaba quieto y lo dejaba descansar sin sacarsela, así estuvimos hasta que mis bolas chocaron con sus nalgas. Fue cuando cemenzamos a gozar! Al su culo acostubrarse a mi verga, le comenzé a dar primero lentamente, luego fui aumentando, entrando y saliendo, entrando y saliendo…entonces duro, bien duro. A todo esto Amor tenía su culo bien parado, como pidiendo que no se quedara ni un ápice de mi verga afuera, gemía, gemía y gritaba que dolía pero le gustaba. En ocaciones tapé su boca, no fuera que alguien viniera por allí y nos descubriera metiendo (follando). Se le metí con las piernas arriba, de lado, y él cabalgándome. Pero cuando me senti venir, que ya no aguantaba más, lo puse con el culo bien para arriba y yo casi parado entrando y saliendo, estocazo va y estocazo viene, hasta que lo llené de leche, de mi semen que no paraba de salir. Nos dejamos caer al suelo pero sin sacarsela, y senguí con el mete y saca hasta votar la última gota de leche en su interior. Que delicia, me dijo mi chamaquito…yo estaba como desmayado y satifecho de placer.
Desde ese día siempre buscabamos el momento de estar juntos hasta dos veces en un día. Y como gozamos! Aprendió él y aprendí yo. Al cabo de tres años sus padres volvieron a mudarse. Pero nos la arreglabamos para encontrarnos. Fue uno de los cápitulos, más exitántes en mi juventud!
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