AQUEL VERANO
Séptima Parte .
AQUEL VERANO
Antes de continuar quiero agradecer la buena recepción que ha tenido esta historia, y los mensajes que me han hecho llegar por mi cuenta de Telegram: @eadepaceb, recuerden que esta situación no la he vivido yo, es una experiencia que me ha contado un amigo al que conozco desde hace años.
Su nombre es Rubén, y me pidió que contara su historia, con lujo de detalles, incluyendo los nombres, lo único que omitiré son los apellidos y la ubicación
SÉPTIMA PARTE
Salimos de la casa, los tres sin camiseta y sólo usando shorts, yo no me había fijado, pero Tomás tiene unas tremendas piernotas… Ufff… y una espalda que hasta el más hetero querría lamer… Jajaja…
Apenas papá arrancó el motor del auto, llegó el señor Alfonso, el «papá» de Tomás.
Que bueno que los encuentro, dijo el viejo. ¿Será que puedo pedirles que lleven esto para la hacienda de Don Aldo?
El viejo tenía un paquete grande en las manos envuelto en papel marrón.
Claro que sí Don Alfonso, pero… ¿Qué contiene? Preguntó papá.
Pues, es el recaudo de los locales que tiene Don Aldo en el pueblo, y… ¿Tomás va con ustedes? Ay Dios… Que no se vaya a armar una trifulca como la de la otra vez… Mucho cuidado.
Tranquilo, yo lo vigilo, jajaja… Dijo papá.
Nooooo a Tomás no es a quien hay que vigilar, no señor, es a Patricia…
Jajaja jajaja reímos todos, porque ya sabíamos a lo que se refería el viejo.
Bueno, ahora si, que vayan con bien.
Papá… Le dijo Tomás, ¿los caballos están listos?
Uffff desde que amaneció.
Ok, ¿y el paso está habilitado?
Desde anoche… Pueden dejar el auto aquí, e ir caminando hasta los potreros, o lo dejan allá. Uds ven. Yo me voy a seguir con lo mío.
Que esté bien Don Alfonso, le dijimos papá y yo.
Cuando el viejo se fue, papá dijo que mejor iba a dar una vuelta por el pueblo caminando y que iba a aprovechar de hacer un poco de ejercicio, haciendo que yo cayera en cuenta en que no habíamos hecho nada de entrenamiento desde que salimos de casa. Bueno… Jajaja… Habíamos entrenado, pero no con los equipos… Jajaja.
Tomás se ofreció a quedarse conmigo, y dijo que él me iba a poner a entrenar…
Papá sonrió agarrándose el paquete y dijo:
Disfruten, Tomás es buen instructor, y Rubén Alejandro es excelente discípulo, aprende rápido… Jajaja… Nos vemos en 90 minutos, dijo papá alejándose al trote.
Nosotros nos miramos, nos reímos de las insinuaciones de papá y entramos a la casa.
Apenas estuvimos dentro, Tomás me abrazó y me besó… Por fin estamos solos, me dijo. No sabes cuánto he deseado poder estar contigo a solas desde que te vi en el local. Me dijo mientras iba estrechando mi cuerpo junto al suyo y recorriéndome con besos.
Yo sentí que estaba haciendo algo así como a escondidas, como que era algo indebido, como si… Como si le estuviera siendo infiel a mi papá… Pero eso, en vez de apagarme, me encendió más… Jajaja…
Tomás cargaba puesto un short de esos que se usan para trotar, suelto en las piernas, con una malla interna y elástica en la cintura, se lo bajé poco a poco y fui agarrando su verga…
Ufff… Que rico… Mira como se pone dura y como babea por ti príncipe, ahhh.. ¿Sientes como está de caliente y dura? Me dijo Tomás ya loco de la excitación.
Siiii… Me encanta como está… Quiero tener dentro todo esto, dije mientras descorría su prepucio hasta liberar su cabezota que tenía bastante presemen acumulado y llevando mi mano hacia la base para luego jugar con sus grandes bolas lampiñas…
Dame una mamada, anda… Quiero que me la comas todita como hace rato… Anda… Ahhh…
Yo, obedientemente me senté en el sofá de la sala y halé a Tomás hacia mi, en seguida comencé a darle una mamada como hasta el momento no había dado alguna, me metía su verga moviendo mi cabeza de lado a lado, usando mi lengua para recorrer todo.
Uffff… Quítate el short y ponte boca arriba con las piernas dobladas bebé… Anda, deja que tu tío te meta su barra de chocolate… Ufff…
En seguida asumí la posición y Tomás de una vez me metió la cabeza…
AHHH… QUE RICOO… Grité yo… Tomás en un solo empujón me clavó sus 23 centímetros de deliciosa verga gruesa y venosa. En seguida comenzó a moverse, sin darme tiempo de nada.
Ahhh… Como deseaba cogerte nené… Desde que te vi en el local, me tenias loco… Ufff… Ahora te ten…. gooo… Ufff… Ahhh… No voy a aguantar más… Te voy aaaa preñaaaaaar… Aaaahhh… Ufff… Aaaahhh…
Después de acabar Tomás se desplomó encima de mi, besándome y abrazándome, sin dejar de mover su verga dentro de mi culo, aún estaba dura y caliente.
Eres el mejor con quien he estado Rubén Alejandro, de verdad que no hay comparación con nadie… Me tienes loco de deseo… Quiero volver a llenarte el culito de leche… Aaaahhh… COÑOOOOO, QUE CULOOO… AHHH…
Dame duro tío, dame bien durooooo… Ahhh… Ufff… Así… Ufff… QUE DIVINO COGEEEEEEES… AAAAHHH…
Las grandes bolas de Tomás golpeaban mis nalgas una y otra vez. Yo no supe cómo, ni cuando, pero de un momento a otro me vi encima de él, cabalgando su enorme barra de chocolate…
¿Te gusta mi niño? ¿Te gusta cabalgar al tío? Ahhh… Que rico…
Sí tío, me encanta… Ahhh… Aaaahhh…
Dale duro mi vida, dame ese culito hermoso y caliente, asiii… Asiiiii… Aaaahhh…
Quiero tu leche tíoooo… Dámelaaaa…
Pidela bebé, mi sobrino hermoso, dime: Tío Tommy, dame lecheeee…
Aaaahhh… Tío Tommy… Ufff…
Dime bebé… ¿Qué quieres mi niño?
Tíoooo Tommy… Ufff… Dame leeeeecheeee…. En ese momento me pasó algo que jamás me había pasado, acabé a chorros sin tocarme la verga, llené el pecho y la cara de Tomás de mi leche y él, al sentir mis contracciones en el culo, me dijo:
¡AHÍ TE VA CABRÓN! ¡TODA MI LECHE MI PRÍNCIPE! AAAAHHH… TOMAAAA… AAAAHHH… UFFF…
No acababa Tomás de volver a llenarme el culo de leche, cuando lo coloqué a él boca arriba y comencé a lamer el suyo… Ufff… Que culo para saber delicioso… Se abría por sí mismo, y se volvía a cerrar… Tomás gemía y jadeaba, mientras con la mano derecha yo iba haciéndole una paja y con la izquierda iba metiendo mis dedos en sus entrañas calientes… Ahhh… Lo escuché decir más de una vez. Aaaahhh… Uffff… Vi sus bolas grandes subir y bajar como desesperadas.
Dame verga príncipe, cógeme, dale verga a tu tío… Dale…
De una sola estocada le enterré toda mi verga…
AHHH… CABRÓN… DUELE… UFFF… NO PARES… DAME DUROOOO… AHHH… Gritaba Tomás. Mierda… De haber sabido que cogías tan… Ahhh… rico… Ufff… Hace raaaa ahhh toooo te habría dado cuuulooo aaaaahhh que ricoooo… Dame más… Soy tuyo Rubén Alejandro… Todo ooooh… Tuyooo…
¿Te gusta? ¿Verdad? Te vuelves loco con una verga dentro… Ufff… Mírate… Ahhh… Toma verga pues… Ufff…
DAME MÁS… MÁS… MÁAAASSS… AHHH… Dame duro mi macho, dame más duro…
TOMA… TOMA MI VERGA… AHHH…
TIOOO…
Dime mi cielo, dime…
TE PREÑOOOO… UFFF… AHHH…
Dame tu leche MI MACHOOOO…
AHÍ VAAAAA… AAAAAHHH…
Ufff… Que rico acabas… Dijo Tomás sintiendo mi leche cuando lo estaba llenando. Quiero más… No lo saques…
Y así hice… Seguí pegado en el segundo round… Más o menos unos 40 minutos después, volví a llenarlo de mi salsa de ajo… Jajaja…
Cuando acabamos nos besamos, limpié su pecho y su cara con mi lengua, de mi corrida espontánea mientras él me cogía la segunda vez, y se la daba a comer, nos quedamos abrazados, yo encima de él y él abrazando aún con fuerzas mi cuerpo. Cuando su verga salió ya flácida, Tomás me colocó boca arriba en el sofá y comenzó a lamer su leche desde mi culo. Yo no pude evitar reír.
¿Te hago cosquillas? Preguntó extrañado.
Jajaja… No, sino que eso lo hace también Ruda… Jajaja…
Pues… ¿Qué te puedo decir? Ese es el sello de fábrica… Jajaja.
Yo hice lo mismo, en un 69 donde cada uno lamia la leche propia del culo del otro… Eso es lo MÁS SABROSO QUE HAY.
Después nos acomodamos los dos sobre el sofá abrazados. ¿Sabes algo Ale?
¿Qué cosa?
Cuando yo tenía tu edad, fue mi primera experiencia sexual, y también fue con mi papá, tu abuelo Aldo. Cuando mi papá Alfonso se enteró, faltó poco para que matara a tu abuelo.
¿Por qué pues? ¿Y cómo se enteró?
Porque me oyó hablando en sueños, y conté todo, todo lo que pasó.
Mieeeer… ¿En serio?
En serio.. Recuerdo que Doru se interpuso para que dejaran de joder, y papá Alfonso le dio un golpe que del impacto cayó al suelo desmayado. Tú no has visto hombre molesto hasta que veas a tu abuelo cuando se meta alguien con alguno de los suyos.
No, jamás lo he visto bravo. Siempre es pura risa y abrazos.
Tu abuelo se le fue encima y le partió la mandíbula, por supuesto, luego le pagó el tratamiento para que volviera a quedar bien.
Que locura…
Bueno, cosas que pasan… Lo bueno es que ellos se arreglaron y quedaron en buenos términos.
Tío Tommy…
Jajaja… ¿Quieres que te vuelva a coger?
Nooo… No es eso… Jajaja…
Ahhh… ¿No quieres?
Jajaja… Claro que quiero, pero no es eso lo que te iba a decir…
Ah.. Ok… Dime entonces, mi sobrino bello, ¿qué deseas saber? Me dijo Tomás mientras me rodeaba con su pierna derecha y me besaba.
Es que… Yo no tengo recuerdos de mi mamá… ¿Tú la conoces o conociste?
Uy… No me esperaba eso… ¿Ruda no te ha hablado de lo que pasó?
No, nunca da detalles.
Entiendo, mira papito, esas cosas, no me corresponden a mi, ni a nadie que no sea tu papá. ¿Ok? Lo que te puedo decir es que tú eres muy parecido a tu mamá, eres muy sangre liviana, caes bien desde el inicio y no intentas ser agradable, sino que lo eres, también eres celoso y territorial, lo tuyo es tuyo. Eso es lo que vi en tu madre y es lo que veo en ti, pero físicamente eres la copia exacta de tu padre. Pero las razones por las que ella no está en tu vida, esas no las sé, y si las supiera, no sería el indicado para contarte al respecto. Espero que no te sientas mal por eso, pero son cosas de pareja, y sólo a ellos les concierne. ¿Me explico?
Perfectamente. Mejor dejar quieto lo que está quieto.
Exacto. Aunque… Dijo Tomás haciendo pulsar su verga dura y lista para la acción entre nuestros abdómenes…
Jajaja… ¿Ya estás caliente otra vez?
¿Y cómo no estarlo contigo muchacho loco?
Jajaja eso mismo debe preguntarse mi papá…
Hablando de Ruda… Ya debe estar por llegar, ¿te parece si nos damos un baño y lo esperamos para ver qué averiguó?
En eso se abrió la puerta de la casa y entró papá.
Uffff que calor tan horrible hace… Ahhh… Por fin en… ¿Qué pasó aquí?
¡HOLA! Dijimos Tomás y yo, aún abrazados en el sofá…
Jajaja… ¿Estaban entrenando también? Dijo papá haciendo «bailar» sus pectorales y agarrándose la verga por encima del short mientras sonreía.
Ehhh… Algo así, dijo Tomás riendo. Tuvimos dos combates cuerpo a cuerpo, cada uno tuvo 2 rounds y quedamos empatados… Jajaja…
Ufff… Que rico suena eso… Por cierto, dijo papá subiendo su codo y oliendo su axila izquierda… Ven acá mi Ale… señalándome su axila peluda y sudada. En seguida fui… ¡WOW! Ese aroma es un gatillo que dispara un montón de cosas en mi cuerpo y mente que no logro explicar… Ufff… Me encanta el olor de sus sobacos sudados. Comencé a lamer y olfatear, y mi verga se puso dura y a lubricar. En eso siento que Tomás comenzó a darme una mamada, pero también le comía la verga a mi papá, a su hermano…
Después, pasé a las tetillas de mi papá, él bufaba y gruñía… Ufff… Como me gusta cuando hace eso. Pasé a la otra axila y cuando terminé, me fui a lamer su culo sudado. Que experiencia tan maravillosa, esos olores y sabores atrapados en esa maraña de pelos rojizos…
Comencé a dilatar su culo y cuando estaba ya entrando en él, sentí cómo contrajo, estaba acabando sin decir nada el loco en la boca de mi tío Tomás. Quien no lo vio venir y casi se ahoga con el lechero… Jajaja. Yo seguí clavando mi verga en el culo rico y apretado de papá, de mi macho, mi esposo, mi cabrón.
Uffff… Dame mi Ale… Ahhh… Dame verga papi… Necesitaba eso… AAAAAHHH… Decía papá mientras yo le retorcía los pezones y Tomás hablaba sus bolas hacia abajo mientras le mamaba la verga todavía.
Cuando estuve a punto de acabar, le pregunté:
¿Quieres mi leche?
Claro que… Ahhh… Siiii… Ahhh…
¡Pídela entonces!
Por fa… Ahhhh… Vooo… Ooooh.. Rrrr, dame leeeeeecheee…
¡TOMA MI LECHE! Uffff… Ahí va… Ufff… Ahhh…
Papá se vacío nuevamente en la boca de Tomás, su hermano, mi tío… Y yo le llené nuevamente el culo de leche, apenas acabé, me fui de rodillas detrás de él y separé sus hermosas nalgas coloradas para comenzar a lamer mi leche desde su culo… AAAAAHHH… Que delicia…
Ya después de ese nuevo round nos fuimos a la cama a dormir un rato, estábamos cansados, pero con ganas de seguir teniendo sexo.
Cuando despertamos estaba oscuro.
¡Mierda! Dijo papá. Nos quedamos profundos. Despierta mi Ale… Tomás… Despierta…
Cuando despertamos papá dijo eran la 22h00.
¿Y desde qué hora nos dormimos? Preguntó Tomás.
Pues, como desde las 11h30.
Jajaja… ¿Una cura de sueño de casi 12 horas? Pregunté.
Pues sí, dijo papá. Y hay hambre… Jajaja. Tomás se ofreció a cocinar nuevamente, mientras papá echaba todo lo que habíamos usado de ropa en la lavadora. Después de comer, salimos desnudos al patio de la casa a colgar la ropa, para no prender la secadora. Nos sentamos un rato afuera, a disfrutar de la brisa cálida y constante, completamente desnudos.
Papá se quedó callado y con un poco de tristeza en su rostro. ¿Pasa algo Ruda? Le preguntó Tomás.
Pensaba en mamá. Ella te quería mucho Tommy. De verdad.
Lo sé, y habría querido mucho a este mocoso loco que tienes por hijo.
Bueno, eso no lo sé… Mamá no era de pensar en ser abuela, por lo que cuenta papá. Lástima que murió tan joven.
Tomás y yo abrazamos a papá, quien comenzó a llorar y se mantuvo así mucho rato, hasta que se calmó. Luego Tomás preguntó:
¿Alguno de ustedes quiere cerveza?
Papá dijo que él sí, y me volteó a ver. Yo dije que también. Ambos adultos sonrieron, yo estaba entrando en su mundo y no me estaba dando cuenta… O eso creían ellos… Jajaja.
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