aqulla noche
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
En la primera parte de este relato verídico de mi infancia, narré de como ya pequeño, me fui dando cuenta de que era diferente, de que me gustaban los varones. Conté como conocí a un hermoso chico, nuevo en mi barrio, que fue el primero, en hacerme conocer, las delicias del sexo, penetrando mi cuerpo virginal, partiendo mis plieguez anales, llevándome a la plenitud, del goze sexual, a mis ocho añitos.
Primero que nada, mi agradecimiento a los pocos que se interesaron en mi ralato, principalmente a: chicharin, javi 0991, bruto,
barranquillero 0102, y mian. Muchas gracias, por sus amables comentarios y por ustedes, escribo esta segunda parte y conclusión de mi historia temprana. Quizás mi relato no les guste a algunos, por que esto no es un invento, no es una fantasía, no es un relato copiado de otro, ni es una narración pederasta prohíbida legalmente. Simplemente es mi vida, lo que me ocurrió de niño, y aun así me ayudó, a ser hoy día una mejor persona, sin importar mis preferencias sexuales.
Aquella noche, al salir de la quebrada en dónde tuve mi primera cita sexual, con aquel lindo chico llamado Jimmy, que me hizo suyo, haciéndome gozar del placer y por supuesto, sentir dolor, por que fue mi primera vez; me sorprendió mi hermano, pegándome y regañándome. Le supliqué que no dijera nada a mis papás, pues me iban a pegar. Y Carlos, como llamaré a mi hermano, me dijo que estaba bien, pero que tendría que hacer lo que él me pidiera, que se lo jurara, y así yo se lo prometí. Nos fuimos a casa y yo me fuí a la ducha, me bañé nuevamente, lavando bien mi adolorido culito, que ya lo sentía un poco aliviado. Como solo dormía en calzoncillos jockies blancos, me puse uno, y nada más, me tiré cansadísimo a la cama. Yo dormía en una litera abajo y mi hermano, Carlos arriba, el mayor Luis en una cama twin, al lado. De echo al ser el mayor, llegaba muy tarde en la noche, a veces ni llegaba, pues se iba de fiesta con amigos y mujeres.
Carlos tendría entonces unos 14 o 15 años, yo lo odiaba, por que me molestaba mucho, pero ahora me tenía en sus manos, al descubrirme saliendo de noche de esa quebrada.Carlos hizo lo que nunca había echo, delante de mi: Salió del baño en toalla pues se bañó luego de mi, y al llegar al cuarto se la quitó, una enorme verga saltó a la vista, y como yo no me había dormido, la vi, estaba parada como el acero, grande, gorda y bien cabezona, yo nunca se la había visto en ese estado de excitación! Traté de ignorarlo, pero él se fue a mi cama y se acostó al lado, antes al entrar, le puso el seguro a la puerta, que nunca hacíamos, para cuando Luis llegara, pudiera entrar. Le dije que se fuera arriba a su cama y me dijo que no.
Carlos- Mira mariconsito, yo vi cuando Jimmy salió de la quebrada, primero que tu, y yo se que estaban haciendo fresquerías en la casita de la quebeada.
Yo- No Carlos, no digas eso, no es verdad!
Carlos- Yo no soy pendejo, y prometistes hacer lo que yo quiera, a cambio no le diré nada a mami, ni a papi! Así que quitate el calzoncillo y ponte boca abajo.
Yo- Está bién, pero no digas nada. Y me saqué el calzoncillo quedando desnudito boca abajo, para que Carlos no dijera nada.
Carlos, me abrió las piernas con sus manos y como la luz aun estaba encendida, me comenzó a ver mi culito, separó mis nalgas y me pidió que me pusiera en cuatro. Yo no podía comprender, que él me estaba exáminado, a ver si me lo habían metido por el culo. Con su dedo, hacía circulos en mi hoyito, luego se lo chupó con su boca y me untó saliva, siguió con su juego y yo comenzé a sentir rico, ese masaje a mi culito. Cuando le dijé que me dejara ya, su dedo había entrado completo a mi hoyito.
Yo- Carlos deja, no por favor, sacámelo….ahhhhhayyyyyymmmmmmm!
Carlos- Yo sé que Jimmy te metió la verga, mira como se te fue el dedo, hermanito, que rico culito tienes, está bien rojo por la clavada que te dieron y pegajoso mi dedo, eso es de la leche que te queda adentro. Dime maricón: Ese cabrón se te vino adentro del culo? (Peleaba conmigo, pero no dejaba de meterme los dedos, que creo que ya me tenía dos adentro!)
Yo- Está bien Carlos, Jimmy me lo metió, pero fue por que yo también quize, él no me obligó y sí me echo la leche adentro, pero yo la expulsé.
A todo esto ya él no contestaba, solo se colocó detrás de mi y sentí su verga, pasearse por toda la raja de mi culo, de arriba a bajo, con la baba que botaba su verga, me fue dilatando, pero como había sido penetrado horas antes, mi culo se abrió, con una flor, recibiendo el enorme pene, más grande que el de Jimmy. Eché más mi culo para atrás, como dándole permiso a mi hermano que siguiera, que me gustaba. Carlos comenzó a penetrarme circularmente, despacio, con calma, como para no hacerme daño con aquella verga tan grande y gruesa que se gasta. Yo lo recibía, gemía casi en silencio, por miedo a que mis padres o alguien escuchara. Morbo o ignorancia, pero mi odioso hermano, me estaba llevando a los cielos celestiales. Esa verga que siempre vi de niño, inofensiva y flácida, se había convertido en una enorme boa, que me taladraba mi culito, recien desvirgado.
Carlos- Mi hermanito, que rico culo que tienes, que rico, ya no tendré que hacerme más pajas, este culo ahora es mio, y te lo voy a comer todos los días, cuando tu quieras. Que rico me lo aprietas, maricón, es tuya mi verga, asi, rico, así…
Yo- Ay Carlos, que rico me haces eso, que bueno se siente, me duele pero me gusta mucho, sigue, sigue..ahhhhh, mmmmm!!!
Carlos me cambió de posición de frente, puso mis piernas alzadas, que yo descansé en el colchón de la segunda cama litera que él dormía y me la enterró nuevamente hasta el fondo, si algún pliegue de mi culo quedaba intácto, ahí se rompió, grité fuerte y él me tapó la boca. Me dolía, pero suplicaba en mi mente, que eso nunca se acabara, que yo siguiera sintiendo lo que sentía. Carlos me la sacaba casi completa y la volvía a meter. Lo miraba, asi en la luz, y no lo creía, aquel chico que yo creí odiar, mi propio hermano, me estaba haciendo sentir el chico, más feliz de mi barrio, me hacía gozar como nunca, estaba descubriendo mucho más del placer, con él. No puede evitarlo y y cuando bajo mucho su rostro hacia el mio, lo besé en los labios, Carlos no me rechazó, y se apoderó de mi lengua, besándome con frenesí y pasión, yo por mi parte, lo rodeé con mis brazos por el cuello y me le entregaba todo, en cuerpo y alma, era yo como su hembra ahora.Sentí que me partía el culo, más fuerte, y era que se estaba viniendo, a la vez que me besaba la boca, y el cuello. Se derrumbó sobre mi y le pedí que no me la saque, que la quería tener mas adentro, sentir esa verga quieta en mi interior, sentirla solo mía! Carlos- Que caliente eres mi hermanito, que duro te gusta que te den, ya vas a ver, lo que te voy a hacer gozar.
Te amo chiquito, me siguió diciendo Carlos, y yo me sentí derretir, le dije que yo también lo quería mucho. Carlos me decía que nadie podía saber eso eso, absolutamente nadie. Le juré. Luego primero yo y luego él, fuimos al baño a limpiarnos, asearnos. Me toqué el culo, y lo tenía como brotado, hinchado, me latía, pero dice el refrán, -que sarna con gusto, no pica- Cuando regresó al cuarto, ya la traía parada nuevamente. Se paró al lado de la cama, sin mirarme y la verga quedó hacia adentro dónde yo me acuesto, me incorporé, la agarré con mi mano, y me la matí a la boca. La mamé, la chupé, la cabeza casi con me cabía en a la boca, mi hermano, gemía y gemía y no se le bajaba la erreción. Se acosto en el medio de la cama y yo le seguí mamando el guebo. Ya no decíamos nada, habíamos traspasado, el umbral, de sexo, sin tabúes. Dos machos uno adolescente , el otro un chicuelo, ambos varones, dándose placer. Aunque yo no me venía, ni nada de eso, gozaba lo que hacía y lo que él me hacía a mi. Carlos entonces me volvió a comer el culo a besos y lenguetazos y sin esperarlo, me la clavó nuevamente, sin misericordia, haciendome, gritar y gemir de placer. Aquella noche me echó como tres polvos y el que me había echado Jimmy, cuatro.
Cuando sentimos entrar a mi otro hermano a la casa, Carlos se subió a su cama, no sin antes besarme la boca, como si yo ya fuera su novia. Vi a Luis entrar en la penumbra, pues apagamos la luz, y solo trataba de ver su bulto. Se veía bien grande en sus apretados boxers blancos y ajustados, cuando se quitó los jeans. Se lo agarró y acomodó, mientras yo lo espíaba. Era como si mi malicia hubiera surgido, lo que nunca me llamó la atención de mis hermanos, ahora salía a flote. Muchas veces Luis me sentaba en su falda, entre sus piernas y yo la sentía, ponerse muy dura su verga, acomodaba más mi raja sobre esta, y lo sentía apretarme más contra él, luego de muchas veces moverse, sin decirme nada, se metía al baño. Pero en mi ignorancia, yo no entendía que pasaba. Ahora sabía que yo lo excitaba, al parecer, se encerraba a hacerse la paja, a mi salud. ja, ja, ja. Pues si me deseaba, yo tendría que buscar la forma, de hacerlo con él tambien, pero me daba mucho temor, miedo. Pensando todo eso me quedé dormido, hasta el otro día.
Seguí haciendo "fresquerías", con Jimmy y con Carlos mi hermano. Con mi hermano era casi a diario. Había veces que me cogía de día y de noche. Se volvió un encanto conmigo. Un día mi hermano mayor nos sorprendio clavados. Yo en cuatro, con mi culo bien erguido para arriba y mi hermano bombeandome hasta los cojones. No dijo nada, solo dijo sigan ahí, cabrones, que luego voy yo. Cuando Carlos se me vino adentro, yo asustaso y nerviosísimo casi no disfruté esa comida de culo que me daba, pero apreté fuerte mi hoyito cuando lo sentí suspirar, hondo y decir, me vengo, me vengo ahhhhhhhhhhhhh. Luis se quitó toda la ropa y ahora. sí vi la verga más grande que mis ojos hubieran visto nunca, más grande que la de Carlos. Luis ya tenía como 22 años. El cabrón me la metió a la boca y me dijo que se la mojara y cuando ya estaba llena de saliva, me la metió toda de un solo golpe! Grité, me traté de salir y más me la metía.
Luis- Hace mucho que deseaba este culito, por que quien no sabe que eres maricón, pero quería asi sorprenderte con alguien, y entonces yo clavarte. Ahora eres mio de y de Carlos, que parece que hace mucho te le está metiendo. Egoístas, no me dijeron nada y yo jalándome pajas, hijos de puta. Y con furia me la metía y me la sacaba. Me dolía pero me hacía sentir rico, un gusto, algo en mi cabidad anal, que no se explicar. Seguí y gimiendo y Carlos pajéandose nuevamente, me la metió a la boca y yo se la empezé a mamar. Mis dos hermanos, mis dos machos gozándome, dándome placer. Casi a la vez ambos me inudanron de leche, esta vez por primera vez, me tragué toda, toda la leche de Carlos, mientras le apretaba la verga a Luis, que me inundó mi culo de su rica leche. Puta, cabrona, como me haces gozar apretándome así, cojéla toda, es tuya, cojéla, me griataba mi hermano Luis.
Cuando terminamos, Carlos le explicó todo a Luis, no puede evitarlo y me puse a llorar, tenía miedo que luego de pasado la calentura, mi hermano mayor me delatara y me golpeara. Pero no fue así. Me abrazó y me juró que nadie sabría eso. Pero que a cambio yo no lo hiciera, con ningún otro hombre, si no solamente con ellos. Y así fue por muchos años. Aun ellos casados, cuando llegó su momento, simpre me han seguido cogiendo, cuando coincidimos. Pero…lo de otros hombres…lo juré con los dedos hacía atrás cruzados…
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