Arielito; el mejor amigo de mi hermano pt 2

Arielito se había vuelto mi nueva obsesión, No comprendía porque al ver su cara pícara y sus ojos color miel, tenía ganas de hacerlo mío,.
Desde aquella gloriosa mamada, Arielito se había vuelto mi nueva obsesión, No comprendía porque al ver su cara pícara y sus ojos color miel, tenía ganas de hacerlo mío,

Como había dicho con anterioridad Arielito era un nene de solo 10 años, con unas nalgas grandes, redondas y muy firmes, tenía unas piernas hermosas y por su corta edad no tenia vellos en sus piernas o en su cuerpo, y aun con un culito virgen esperando por mi, que era algo que me excitaba aun más, 

Eran pocas las ocasiones que tenia para verme con Arielito, solo se podía los fines de semana cuando el iba a casa, yo aprovechaba y para encerrarlo en mi cuarto para que mamara lavierga hasta que me corria en su boca y hacía que me limpiara con sus hermosos labios, algunas veces sentía remordimiento pero él siempre me decía que le encantaba el sabor de mi leche, lo cual provocaba otra erección en mi e íbamos por la segunda corrida,

Yo casi al borde de perder mi cordura por los orales de Arielito y con ganas de hacerlo mío, fue hasta que por fin llegaron las vacaciones y aun cuando sabia que estaria mi hermano estaba decidido a ser el primer hombre de Arielito,

Una mañana Arielito llego a casa pero mi hermano aun dormia, yo lo invite a seguir y lo lleve a mi cuarto.

Todo transcurría normal, pero yo sabía que quería de él y cómo conseguirlo.

El nene muy pícaro se acercó y bajó mi pantaloneta de fútbol para oler mis boxer y lamerlos, luego bajo mis boxers y sin decir palabras introdujo mi verga en su boca y mientras chupaba me miraba, él sabía que eso me volvía loco (de hecho aun me vuelve loco) y le encantaba hacerlo.

Así estuvimos un rato hasta que le pedí que se desvistiera, él muy obediente lo hizo, y se arrodillo nuevamente para seguir con su labor en mi verga, yo estaba en el cielo pero pensaba en sus grandes nalgas lo cual me hizo detenerlo, y pedirle que subiera a la cama, me dirigí a la puerta y pase seguro, no quería que se fuera, y busque crema.

Me acerque y lo besaba, mientras con un poco de crema sobaba su culito virgen, dejer ir un dedo lo cual hizo que Arielito dejara escapar un pequeño gemido y se aferrara más a mis labios, y luego deje ir el segundo, Arielito movía sus pequeñas caderas al compás de los movimientos de mis dedos.

Ya estaba dilatado y al parecer no tendría problema en romper su culito, mientras mi verga estaba a estallar la acerque a la entrada de su culito, él tratando de incorporarse para rogarme que no lo hiciera, que tiene miedo por el tamaño, yo solo lo miro y le digo que no se preocupe que yo nunca le haría daño, y lo pongo boca abajo, y con mi verga llena de mucha crema empujo poco a poco pero no entraba, lo cual vuelvo a trabajar con mis dedos y vuelvo a intentar con mi verga, y con fuerza entra mi cabeza, lo que hace que Arielito grite y quiera zafarse pero por mi peso no lo lograba mientras tapo su boca con mi mano, y trató de tranquilizarlo, y sin moverme besaba sus orejas.

Luego de un rato, veía como Arielito estaba más tranquilo, poco a poco dejo ir mi verga hasta tocar sus duras nalgas con mi pelvis, y muy despacio lo iba follando, escucho como Arielito comienza a gemir y mueve sus caderas tratando de ensartarse él solito, lo cual hace que lo folle con mucha fuerza, quería probar muchas poses pero supe que en ese momento solo seria de esa forma.

Folle a Arielito por unos 15 minutos y casi al final, le pregunto que si quiere mi leche en su culito o en la boca, lo cual solo dice que no la saque y siga cogiendolo.

Con mucha fuerza le daba verga a tope y a la vez contento de ser su primer hombre hasta que no aguante más y me corrí en su interior llenándolo de leche, él estaba muy feliz y yo lo estaba aún más.

Luego saque mi verga y vi un poco de sangre en las sabanas, y mi leche que corría por su culito de Arielito que bajaba por sus guevitos de niño

Lo limpie y le pregunte si le había gustado, me dijo que sí y que quería hacerlo nuevamente, no quería hacerle daño y le dije que esperaramos hasta que su culito sanará; mientras volveríamos a sus mamadas gloriosas

Espero les haya gustado!