Arielito; el mejor amigo de mi hermano pt 3

No quería estar con ninguna otra chica, solo pensaba en él a cada momento y en las posibilidades de volver a estar juntos.
Después de aquel maravilloso día en que Arielito se entrego a mi, sentí muchos deseos de hacerlo solo mio

No quería estar con ninguna otra chica, solo pensaba en él a cada momento y en las posibilidades de volver a estar juntos

Un fin de semana normal, en mi barrio (colonial) realizaron un campeonato de futbol, no soy el mejor jugador pero se me da bien, incluso mi equipo quedo de segundo lugar, recuerdo ese dia, al terminar el partido Arielito me esperaba junto a todas las personas que nos veían jugar,

Al terminar se acerco a mi, me felicitó y me pregunto si podríamos ir a mi casa, mi madre no estaba en la ciudad y mi padre estaría en algún lugar del barrio tomando cervezas con sus amigo.

Fue una de esas pequeñas oportunidades que no quieres dejar pasar, al llegar a casa, corrimos a mi habitación y nos besamos, yo le manoseaba ese culo perfecto y metia mis manos entre su pantaloneta, él mientra pasaba su mano por mi bulto; aun sudado por el partido pero con ganas de salir y romper una vez más el culito de Ariel, cuando él deja de besarme, bajó mi short de futbol y comienzo a oler mis huevos, me daba mucho morbo verlo de rodillas con ganas de comer verga como si no hubiera un mañana.

Pero le digo que paremos un momento para tomar una pequeña ducha pero él me dijo que no, que siempre ha querido lamerlos así, sudados y con olor a macho

Bajo mi boxer y sin decir nada tragó todo mi miembro, pegando su nariz a mis vellos, sentía como su garganta apretaba la cabeza de mi pene, era fabuloso, por momentos dejaba que él se moviera a su ritmo pero en otros era yo quien presionaba, follando su garganta causando arcas, que parecía iba a vomitar, pero aun así, nunca soltaba mi verga

De repente se saca mi verga de la boca y me pide que lo folle, que lo haga mío.

ya lo habíamos hecho algunas veces desde la la primera vez que lo hicimos, ya su culito era mio pero siempre le costaba la primera entrada, le dije que se pusiera en cuatro en la cama, pasé lubricante por culito mientras él abría sus nalgas con ambas manos deseoso por tener mi verga en su culo, poco a poco voy entrando y luego de tener la cabeza dentro, de un solo golpe deje ir el resto de mi verga, me encantaba hacerle esto.

él ahogaba el dolor con un pequeño grito entre las almohadas

Yo lo bombeaba y le daba duro, a él le encantaba, recuerdo ese dia, me pidio que me acostara para él cabalgarme, nunca lo habíamos hecho y me excite aun más, él se subió y se movía como todo un experto, decía que le gustaba mi verga, yo lo detuve y levantaba mi pelvis para darle con mas ritmo, él volteaba los ojos y gemía, luego en posición de misionero y cuando estábamos casi para acabar escuchamos que alguien llamaba a la puerta, aun así no paramos, pero todo cambió cuando escuchamos nuevamente un grito, era el padre de Arielito quien lo llamaba,

Yo quede frio, casi inmóvil a lo que Arielito me pregunta, «ya te corriste?» yo lo mire y con cara de susto le dije «No», él con una sonrisa picara me dice «sigue, dame duro hasta que acabes, rápido» no sé pero la sensación de estar con él y su padre afuera me prendió y lo hice, Le di lo más duro que pude y me corrí en sus entrañas él me beso, si levanto y sin limpiarse ni nada se comenzó a vestir, su padre seguía llamándolo, antes de salir de mi habitación, me volvio a besar y me dijo que le había encantado

Salí con él pero solo lo acompañe hasta la puerta de entrada sin que su padre se diera cuenta.

Escuche como le decía a su padre que estaba en la segunda planta y no se había dado cuenta