Arturo, mi delirio
Esta es la historia de cómo conocí en la adolescencia al macho con el que me enculé por varios años.
Esta historia es completamente verídica.
Cuando estaba en la prepa me gustaba ir a los baños públicos para buscar algo de acción. Luego contaré cómo me di cuenta de lo que sucedía en esos baños públicos. El punto es que en uno de esos baños conocí a un señor joven de unos 30 y algo de años con el que tuve sexo varías veces ( ni recuerdo su nombre pero le pondremos Javier) Uno de esos días que cogimos me comentó que tenía un amigo que era maestro y que le gustaban los tríos, que si quería conocerlo, no me mostró foto de nada como para saber si me gustaría pero la calentura me hizo decir que sí.
Un día por la tarde, estando en casa de un amigo, Javier me manda mensaje y me dice que este maestro andaba desocupado y que irían a una segunda casa que tenía donde no vivía que si quería ir, que ya iban para allá, a esa edad uno siempre anda caliente y la idea me puso al cien. Así como estaba tomé mis cosas y me dirigí a la dirección que me dieron y llegué. Toque y me abrió Javier invitándome a pasar y señalando una habitación, se notaba que no vivía nadie ahí porque no tenía muebles ni nada, me dirigí a la habitación y ahí estaba el mentado maestro parado y desnudo (señal de que por lo menos ya se la estaba mamando), entre a la habitación alentando mis pasos mientras escaneaba al manjar que tenía enfrente. Era un señor ya maduro bien entrado en los 40, como de 1.80 de tez clara, muy robusto y panzón pero se notaba que era de esos que hacen ejercicio a menudo pero que su cuerpo no dejará de ser ancho y grueso. El cuerpo lo tenía cubierto de pelo por todas partes pero traía la barba rasurada. Cuando dirigí mi mirada a su pene sentí un calor en todo mi cuerpo. Tenia el pene semi erecto y babeado de que ya estaba recibiendo oral en lo que llegaba.
Javier que me siguió detrás tras haber cerrado la puerta, me tomó de la espalda y nos presentó. Me dijo que se llamaba Arturo y empezó a desnudarse e hice lo mismo, me acerqué a Arturo y Javier también.
Javier- ¿te gusta? – dirigiéndose a Arturo
Arturo – Sí, está bien rico el nene
Yo estaba en trance por lo que tenía enfrente. Nos quedamos los tres haciendo un triángulo, pase mi brazo izquierdo por la nuca y mi mano derecha la lleve a al pene de Arturo. Cuando tuve en mi mano su pené sentí una descarga eléctrica recorriendo mi cuerpo. Debo decir que Javier no la tenía grande, le media unos 15 de decente grosor, con curvatura hacia arriba, una verga normal como las que ya había visto antes, en cambio la de Arturo tenía mucho grosor como sus huevos, los cuales le colgaban bastante por el peso, y tenían mucho escroto que también era grueso y rosado como su pene, cubierto de un grueso prepucio.
Mientras pasaba esto Arturo pasaba un mano por mi culo, haciendo mucho énfasis en la entrada de mi ano, mientras masturbaba a Javier, que con una mano me masturba y la otra la pasaba por la espalda de Arturo. Los dos me besaban en la boca y se turnaban hasta que terminamos en un beso de tres, el bigote de Arturo me tenía al cien así como el abundante pelo en su espalda que sentía con mi mano, para esto ya todos estábamos erectos al 100 y la verga de Arturo ya estaba en su máximo esplendor, sentí con mi mano como esa verga gruesa a pesar de estar semiflacida , se había convertido en un un falo digno de un macho de aproximadamente 20 cm, blanco, imponente, con una cabeza gorda, rosada y brillanté como solo una verga a punto de reventar es. No había ninguna cama pero había una gruesa colchoneta en el piso.
Javier – Acuéstate – le dijo a Arturo
Arturo se acostó y también lo hizo Javier. Ambos quedaron encontrando sus pierna como dos tijeras abiertas encontradas, sus penes quedaron juntos y sus huevos chocando.
Javier – Ven, mamalas – me dijo
Yo intenté meterme las dos a la boca de la excitación pero era imposible, estaba seguro que mis dientes molestarían así que las mamaba alternadamente, un rato a Javier y otro buen rato a Arturo.
Javier – Parece que también le gustaste al chamaco – le dijo a Arturo mientras se reía y comprendió que no sería completamente un trio así que se hizo a un lado y me dejo mamando la verga de Arturo
Arturo – Vaya que le gusta mamar verga al cabrón – le dijo a Javier
Como Javier se hizo a un lado me coloqué de frente al cuerpo acostado de Arturo y procedí a concentrarme en su verga y en cuerpo y mi manos no sabía donde tocar, ya le tomaba el tronco de su verga con una mano y sus huevos con otra, luego tocaba sus hermosas piernas bien gruesas y peludas, luego su pecho, su abdomen mientras Javier me ponía en 4 y chupaba mi ano y me acariciaba todo el cuerpo.
Arturo – Ahhh qué rico – decía mientras sostenía mi cabeza con sus manos y cerraba los ojos
Mientras pasaba esto, Javier me untaba lubricante en el ano y se untaba en la verga. Yo me detenía un pocos segundos a admirar la verga de Arturo, completamente erecta pero suave por sus grueso prepucio que dejaba ver sus venas bien resaltadas. Desde ese momento me di cuenta que tengo un fetiche con los huevos grandes que me excitan bastante y los de Arturo eran los más grandes que había visto, así que esto me tenía al 100.
Javier se puso detrás de mí y empezó a penetrarme despacio, metiendo poco a poco su verga.
Javier – uuuy, aprieta bien rico.
para ese entonces yo no llevaba ni el año de haber sido desvirginado y había estado con pocos y de vergas normales, así que seguía relativamente estrecho. Javier estuvo poco tiempo penetrandome hasta que dio la señal que estaba esperando.
Javier – ahora móntate en él- refiriéndosela a Arturo
Yo temblaba de la excitación y el nervio y me monte en Arturo pero sin que me penetrara, quedando sentado con las rodillas al lado de su estómago, en su pubis y parte de su abdomen sintiendo su verga en toda la raja de mis nalgas.En ese momento supe el tipo de hombre que preferiría siempre: maduro , peludo y robusto. Yo acaricia el pecho de Arturo mientas nos veíamos a la ojos y vaya que era guapo y no tenía esa mirada labiosa de muchos hombres, su mirada era tierna y hasta cierto punto inocente y nerviosa, me acoste de frente en su pecho y nos empezamos a besar intensamente, mis manos en su cabeza y pelo y sus manos en mi espalda y nalgas.
Javier mientras tanto lubricaba el pene de Arturo preparándolo para lo que seguía.
Javier- metetela – me dijo, y me incorporé quedando otra vez sentado en Arturo, Javier pasa el pene de Arturo por toda mi raja así que lleve mi mano hacia atrás y tome ese falo enorme con mi mano que no alcanzaba a abrazar tal grosor. Lo coloqué entre mis nalgas y lleve su glande a la entrada de mi ano que ya estaba también bien lubricado por Javier y comencé a empujar el peso de mi cuerpo hacia abajo, su verga empezó a entrar relativamente fácil pero apenas su glande empezó a atravesar mi esfínter empezó a desgarrarme y me dolió, solté un leve quejido y me safé.
– mmmm – se escucho de Arturo
le pedí mas lubricante a Javier y me puse bastante en mi ano, metiendo con mis dedos un poco y lubriqué también bastante la verga de Arturo, me incorporé un poco quedando de cuclillas con mis pies en el suelo, pase mi mano por delante de mí y agarré de nuevo su verga y colocándole de nuevo en la entrada de mi ano. Empecé a sentarme nuevamente y comenzó a entrar dentro de mi, volví a sentir como me desgarraba mi esfínter pero la excitacion que sentía no me hizo titubear en seguir mientras sentía como me inundaba por dentro lentamente hasta que estuvo completamente su verga dentro
– Aaaahhhhhhhh- solté un alarido mudo con la cara al cielo y mis ojos cerrados.
Mis piernas flanquearon y volví a poner mis rodillas en el piso con su verga dentro de mi. Lleve mi mano a mi ano por detrás de mí y sentí como estaba completamente dilatado y con las yemas de mi dedo tocaba mi ano y podría jurar que en ese momento no cabría ni una aguja entre su verga y mi esfínter que estaba tenso como nunca olvidaré, me rodeaba una sensación de dolor pero era aminorada por el extremo placer que estaba recibiendo al mismo tiempo.
Comencé a cabalgar lentamente , sacando casi toda su verga y volviendo a meterla muy lentamente, hasta que poco a poco cedió el dolor y aumenté la velocidad.
Arturo – hayyy papiii, qué rico aprietas
Como si no fuera suficiente lo que estaba sintiendo, sus palabras me hundían más en mi trance de placer mientras cabalgaba a ese macho bien hecho que ayudaba en el sube y baja con sus manos en mi cintura.
Javier – te dije que te iba a gustar
Arturo- está bien rico este putito!
Así estuvimos un rato hasta que Arturo me dijo:
”ponte en 4 cabrón!”
Obedecí como si de eso dependiera mi vida, me hice a un lado y me puse de perrito, con mis manos y mis rodillas en el piso.
Arturo se paró imponentemente – párame bien ese culo!- y con sus manos se apoyó en mi espalda lo que hizo que bajara mi cabeza hasta el piso junto con parte de mi pecho. No podía creer como ese señor se había convertido en un macho alfa dominante y yo estaba que no cambia en mi del placer y la excitación. Javier solo miraba el show junto a nosotros.
Arturo tomó un poco más de lubricante que puso en su verga solamente, se puso parado detrás de mí con sus pantorrillas a los lados de mi cadera, se inclinó hacia mi, me tomó de la cintura y colocando su glande en la entrada de mi ano, me la metió toda de un solo movimiento
Arturo: – uffff…
Yo en este punto no sabía de mí y estaba a merced de lo que estaba sintiendo, soltando los gemidos involuntarios correspondiéntes.
…trágatela toda cabron! – y procedió a penetrarme como loco. Yo sentía todo su peso sobre mi y escuchaba sus huevos rebotando entre mi ano y mis huevos. Yo creo que estuvo así unos 10 minutos sin parar, alternándote la velocidad, cogiendome como una bestia, yo traba de masturbarme pero solo alcanzaba a acariciarme la verga por la posición en la que estaba hasta que desistí, y poco antes de que terminara, me vine sin tocarme con todo y ese dolor en la prostata en cada metida y yo creo que mi esfínter contrayéndose hizo que se viniera porque a los pocos segundos sentí su miembro pulsar dentro de mi, seguido de un calor interno producido por su semen.
….arrggggh!!! – gritó mientras apenas me recuperaba de mi ese orgasmo que nunca olvidaré. Se quedó un instante con la verga dentro mientras jadeaba rápidamente, para luego sacarla y darme una nalgada. Yo me acosté de acostado mientras volvía en mi mismo.
Javier- qué tal?
Arturo- rico, rico rico!
Javier- jajajaja
Arturo tomó su ropa, salió del cuarto dirigiéndose al baño, y se escuchaba que se estaba lavando la verga, en el lavamanos, salió vestido y dijo que ya se iba, que luego se veían.
yo seguía acostado con la cola llena de semen cuando Arturo se fue, Javier y yo comenzamos a platicar y ya no cogimos, me dijo que Arturo era casado y tenía hijos , que si me había gustado luego armábamos otra vez el trio.
Hubo una segunda vez el trio, antes de que Arturo y yo nos pasáramos los numero y empezáramos a vernos solos él y yo.
bufff que cogida más rica, Dios que envidia.