ASI EMPIEZA MI VIDA SEXUAL V
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por fuegoactivo.
Caminábamos por la calle hacia la casa de mi amigo. El me abrazaba, con mis 8 añitos eso me agradaba, me sentía protegido.
Que dolor en mi culo que tengo, me decía.
Ya se te va a pasar.
Tu ya lo habías hecho con él? Preguntó
Si, y me dolió más que a ti. Porque tu eres más grande que yo
No es tanto un dolor, es como si tuviera algo grande en el culo, lo ciento muy abierto.
Pero te gustó, verdad?
Si, me gustó, sobre todo cuando me cogió, ese roce en mis tripas me encantó, y sentía algo abajo detrás de mis huevos que hizo que hizo que mi pito se parara y quedara bien duro, tu lo gozaste. a ti también te gustó, Verdad?
Si. Me gusta porque estoy aprendiendo mucho con el, y como nadie sabe no se nos va a armar ningún lio.
Si. Es verdad, si mis padres se enteran, me matan.
A ti que tienes 14 y a mi que tengo 8, cuando volveremos junto a él?
Si tu quieres, mañana mismo, es domingo, después de la misa nos vamos, te parece bien, tus padres no van a misa y los míos tampoco.
Entonces, para que ir a misa, vamos directo a la estación en la mañana
Así pasó el día. El me dejó en casa, y se fue. Caminando raro, me dijo mi mamá, que le pasa a tu compañero que camina así.
Parece que tiene diarrea le dije, y sonriendo me dijo, pobre un pedito húmedo, nos reímos los dos y entramos a la casa, mi caminar era más normal, con tres días seguidos recibiendo adiestramiento, ya me sentía acostumbrado.
En la noche me dormí agarrándome el pitito y metiéndome un dedo en mi culito, así me dormí.
A la mañana, me levante temprano, me bañe y me apronté como para ir a misa, mi mamá me dio el desayuno y al rato apareció Jorge, mi amigo,
Que tal señora, nos vamos a misa, luego le permite a Daniel ir conmigo al río, no nos vamos a bañar, solo caminar y jugar con otros amigos de la escuela.
Si, no hay problema respondió mi madre, pero a las 12 en casa.
Está bien Sra. Gracias. Vamos Daniel,
Si Jorge, me lavo la boca y salimos.
Salimos y a las dos cuadras desviamos nuestros pasos hacia la estación
Cuando llegamos, no vimos al señor, estaba la puerta abierta y entramos en silencio, calladitos los dos,
Llegamos al cuarto, y lo que vimos nos impactó, estaban el y otro señor canoso saliendo de la ducha, se besaban apasionadamente, el canoso nos hizo con el dedo una señal de silencio y le habló al oído al otro más joven, nuestro amigo, se dio vuelta y le dijo ya en voz alta, son mis alumnos de sexo, pasen nos dijo
Los dos estaban, al igual que nosotros recién bañados, olían muy agradable, nos acercamos y el canoso me toma de la mano y me alza en sus brazos y me besa, metía su lengua bien adentro de mi boca, y yo trataba de hacer lo mismo con él.
Comencé a sacarme la ropa viendo a Jorge como se besaba con el más joven, el pitito de los dos estaba muy crecido, pero el pitito del señor canoso era casi el doble de grande del otro.
Mientras nos desvestíamos, cada uno de ellos acomodaba nuestra ropa muy prolija sobre una mesa.
Cuando quedé desnudo el canoso me tomo, me puso de espaldas a él, me dio vuelta y quede colgado de cabeza, me hizo flexionar mis piernas sobre sus hombros y comenzó a chuparme mi pitito, y luego mi culito, me metía la lengua bien adentro , yo comencé a jadear, el se sentó en la cama, eso fue un poco más cómodo para mi que sentía toda mi sangre en la cabeza, jadeaba y movía mi colita de un lado a otro, verdaderamente estaba gozando de eso, sentía su pitito detrás de mi cabeza, quería devolverle todo el placer que me estaba dando, giré mi cabeza y se lo besaba, hasta que en un momento ya de locura, no sabía que hacer, estaba enloquecido y grite, méteme tu pitito por favor, por favor, lloraba de felicidad, la felicidad que me estaba dando.
El me tomó de bajo de mis brazos me alzó liberando mis piernas de sus hombros, me puso las piernas alrededor de su cintura, me besó en un beso largo y poco a poco me fue metiendo su pitito en mi culito, no tenía de donde agarrarme, el dolor era terrible, comencé a llorar en silencio, era algo enorme que me desgarraba por dentro
En el intento de alejarme de él, quede sin ningún apoyo y su pito entro todo de una, mi llanto era inconsolable, que grueso era el pitito de aquel hombre.
Jorge a pedido del otro hombre, el que ya conocíamos comenzó a mamarme el culito y escupía en el palo de aquel ser que unos segundos antes me había dado tanto placer, mientras al el le estaban metiendo el pitito por el culito, me miraban y sonreían.
Yo abrasé al señor y me quedé quieto, el tampoco se movía.
Me dijo al oído, tu lo pediste mi amor, cálmate y relájate, cuando pase el dolor me avisas.
Sentía el calor y el pulsar de su pitito dentro de mi. El dolor fue cesando y en cierto momento no sentí ningún dolor. Lo besé y le dije. Ahora si señor.
El la sacó, se puso una grasa que había en la mesa de noche y la volvió a meter, entró todita, cuando entró sentí que rozaba en algo dentro y mi pito se puso duro, muy duro,
Te gusta mi amor, mira como te pusiste, el ir y venir de aquella mole que aunque corta era súper gruesa, comenzó hacerme sentir en el aire, parecía que flotaba, nos besábamos, y comencé a gozar,
Al rato de estar así el canoso le dijo al otro. Te cambio esta ricura por la tuya. Bueno dijo.
Cuando me la sacó saltó un coagulo de sangre, me asuste, mucho, me dijo nuestro amigo, chúpale el pito a tu amiguito mientras el se lo coge bien, mientras yo te voy a curar tu culito,
No se que me puso, me ardía un poco y se lo dije, luego me llevo al baño estaba entrando cuando siento el grito de Jorge, pobre estaba pasando lo que yo.
Luego de curarme y ponerme una pomada que me calmó el dolor, tomó un hielo de la heladera y dentro de un paño me lo puso en mi culito, fue algo tan agradable, se calmo todo mi dolor, sentía que mi culito volvía a la normalidad, mientras veía a Jorge llorando pero se calmó enseguida, y comenzó a gozar, nuestro amigo me dijo. Toma la lechita,
Se la chupe hasta que le saque todo, el besaba al canoso y el canoso se derrama dentro de Jorge.
Nos bañamos, a Jorge le aplicaron el mismo tratamiento que a mi.
Salimos y nos fuimos al monte a rememorar todo.
Te gustó me preguntó, si. Y a ti
También me gustó, volveremos?
Volveremos, le dije yo, pero quiero hacerlo contigo también.
A mi me tienes siempre, le voy a pedir a tu mama que te deje dormir en casa.. te gusta la idea
Si. Me gusta mucho,
Entre el monte nos bajamos los pantalones y nos vimos el uno al otro nuestros culitos
Estaba todo bien, y volvimos a casa, ya eran las 11 de la mañana.
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