ASÍ ME DESVIRGARON

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
yo empece a trabajar desde joven, era en una casa de venta de zapatos para mujeres, el negocio estaba en la zona del barrio norte, más precisamente en callao y santa fe (hoy no está más ese local).
eramos cuatro empleados -yo el más joven de todos- y el dueño que se llamaba bruno, rondaba casi los 50 años, era corpulento y gran dote y salía con varias minas aparte de ser hincha fanático de river; yo había cumplido recién los 18 y era pura energía.
personalmente me gustaron los hombres mayores desde siempre.

al principio todo se desarrollo normalmente como en cualquier negocio, hablábamos de mujeres, de fútbol y esas cosas.
una tarde ya casi en la hora del cierre yo estaba con él en la oficina que estaba en el subsuelo y salio el tema de si alguna vez me había chupado la pija algún puto.
note enseguida un interés en el tema que escapaba a la mera charla sobre un tema que no se hablaba demasiado.
le comente que había tenido ciertos juegos eróticos cuando era más chico con compañeros del colegio, pero no ahonde en detalles.

eso le pico bastante y me dijo

-te gustaría ver una película porno más tarde cuando cerremos, tengo una maquina de super 8 y algunas pelis?-

yo dude un poco, era mi jefe, un tipo macizo y yo en ese entonces era bastante más delgado y chico que él; me insistió:
-no va a pasar nada que no quieras-

ahí mismo le comente – está bien, igual no tengo nada que hacer está noche- yo vivía con mis padres pero no me controlaban en absoluto.

hicimos tiempo en que se fueran los otros empleados y cerramos el negocio y bajamos al sótano.

preparo sobre el escritorio la super 8, puso la película y empezó a proyectarla sobre un pared blanca que había.
me sorprendí cuando descubrí que el porno no era de temática homosexual, como había intuido que podría ser, sino una cinta hetero.
estaba en camisa y pantalón a mi lado, ambos en cómodos sillones giratorios.
a mi no me excitaba demasiado la cosa, salvo que la mina le estaba haciendo una flor de mamada al tipo y eso me calentó.
enseguida puso su mano sobre mi bragueta y empezó a acariciarme la pija.
yo hice lo mismo cuando descubrí que su pedazo era bastante más grande de lo que había imaginado.

-la verdad es que tu poronga se siente bien grandota- le comente.

-porque no nos sacamos los pantalones y nos acariciamos mejor- dijo bruno.

nos desvestimos, yo quede desnudo y bruno se dejo el calzoncillo, me calentó ese detalle.
me agarró la pija y me masturbaba, yo empece a refregarle la pija y los huevos a través de la tela enseguida se puso al palo.

me pidió que me arrodillara, le bajara lentamente el calzoncillo y le pasara la lengua a lo que tenía entre las piernas, yo me resistí -aunque no me faltaban ganas- varias veces para que no creyera que era fácil a sus requerimientos.

finalmente accedí y cuando termine de sacarle los calzoncillos pude ver en su majestuosidad todo su miembro y las bolas que le colgaban a ambos lados.

-te gusta, me dijo zarandeando la pistola de un lado para el otro, si queres es toda tuya-
le empece a lamer los huevos y el miembro como si fuera un cucurucho.
todo era muy sabroso, su glande realmente hermoso, me lo metí en la boca y comencé a succionarlo, aunque no me entraba gran parte, ya que era la primera vez que chupaba una pija así.
intuí le gustaba mucho por los jadeos que daba.

a mis espaldas la hembra gritaba de placer ya que seguramente él la estaba penetrando de lo mejor.

lo seguí chupando un buen rato y le sobaba los testículos.

en un momento me refregué todo su sexo en mi cara y me pare y le pregunte agarrándole la pija

¿te gusta?
-me preguntas si me gusta, me encanta, lo haces mucho mejor que muchas minas que conozco-
me apoyo contra el escritorio y comenzó a chupármela de una manera impresionante.
yo tengo una pija normal y le cabía entera en su bocaza.
le dije que parara o me iba a hacer acabar.

me pidió que le llenara la boca de leche y así lo hice eyacule dentro de su boca, en su garganta y se tragó todo mi semen.

-yo no se si voy a poder hacerte gozar cómo me lo hiciste recién, tampoco tragarme la leche ya que nunca lo hice y tengo miedo a que me caiga mal y vomitar-

-lo haces muy bien y me gustaría que me hicieras acabar con la lengua, en cuanto a mi leche anda probandola de a poco y vas a ver que te va a gustar-

hice que se sentara en el borde del escritorio le abrí las piernas y comencé a chuparle los huevos y su glande alternativamente mientras masturbaba su poronga.

jadeaba y me decía -me encanta como me chupas las bolas, el pito, y tu lengua en mi glande, seguí!!! seguí!! no pares-
así estuvimos un buen rato hasta que de pronto sentí que escupía su semen en mi lengua -y pensé: porque no me trago su leche- en un instante agarre sus manos y las puse sobre mi nuca y lo force a que introdujera su pedazo en mi boca y empezó a bombear y meterla todo lo que pudo y me hizo tragar toda su leche en medio de arcadas.
cuando terminamos y logre tomar hasta la última gota dijo:

-aprendiste rápido, guacho, me parece que a vos te gusta mucho la pija, no; mira que esto yo lo hago porque me gusta la joda, cada tanto y acá en el trabajo todo tiene que ser muy serio-
-buenos, a vos no te gusta menos que a mí, por como te chupaste toda la pija-
-eso es verdad, pero también es cierto que me gustan mucho las mujeres-
-queres que te diga la verdad, eso me calienta, pensar como deben gozar las guachas con esa poronga en la concha, además me excitan los maduros que están en otra-
-y no te preocupes por la situación laboral, ya que voy a hacer muy discreto en todo-

nos vestimos y salimos a la calle, ya era de noche tarde y yo tenía que volver a mi casa en flores.
al día siguiente volví a mi trabajo como siempre y todo se desarrollo normalmente durante unas semanas hasta que un sábado al mediodía me comento si quería quedarme a la tarde e inmediatamente le dije que no tenía ningún inconveniente en hacerlo.

cuando terminé de cerrar el local baje al sótano y bruno hablaba por teléfono apoyado en una de las mesas grandes donde se seleccionaban los artículos de la zapatería, estaba totalmente desvestido con el calzoncillo puesto.
otra vez tenía toda esa pija para mí.

me puse a acariciarle la verga, él seguía hablando por el tubo, quizá con su novia, eso me ponía la cabeza a mil.
al poco rato ya su poronga rebosaba del pantaloncito blanco, se lo saque y me puse a chuparle las pelotas que eran largas, gordas y peludas, estuve con ese juego un buen rato; de pronto bruno corto la comunicación y me levanto por los brazos.

-pendejo, me pones al mango, ¿queres probarla en el culo?
-no!- dije asustado.

-soy virgen, aparte con ese pedazo me vas a destrozar- afirme.

-hagamos el intento, tengo una buena vaselina y te voy a abrir despacio con los dedos, ¿te parece? además te digo una cosa, yo también soy virgen del culo pero quiero que después me rompas el orto a mí, quiero probar esa sensación con la cual disfrutan tanto las mujeres –
-lo que pasa es que tengo mucho temor al dolor-
-si no lo intentamos no sabremos nunca si podes o no hacerlo- me contesto y me llevo hacia la oficina.
puso una manta sobre el escritorio y trajo un tarro con la vaselina.

-desnúdate-
y yo como un autómata lo hice.
cuando quede en bolas me di cuenta que estaba totalmente al palo; me hizo poner de espaldas sobre la manta, alzo mis piernas sobre sus hombros y comenzó a hacerme una felatio mientras me introducía uno de sus gordos dedos embadurnado de vaselina en mi culo, en un principio me molesto bastante, pero poco a poco se fue mezclando el placer de mi pija en su boca y el jugueteo doloroso en el orto.
en un momento le dije que parara o me iba a hacer acabar, se incorporo y con el pulgar apretó la base de los huevos e inmediatamente paro la sensación de eyaculación.

me incorpore sobre los codos para mirarlo y vi su miembro venoso y maduro entre mis piernas, me entró pánico y quede como petrificado.
volvió a colmar su dedo con vaselina y me lo introdujo haciendo presión sobre los laterales de mi ano.

ese mismo dedo se lo paso por su pene que ahora brillaba como alabastro y lentamente apoyo la cabeza pulida de su pija en el agujero e introdujo todo el glande de golpe y sentí un intenso dolor y me quería safar a toda costa de ese taladro que me estaba desvirgando.

no soportaba más esa carne dentro mío, pero lentamente se calmo el dolor, bruno no hacia movimiento alguno, solo se estaba quieto hasta que yo pudiera acostumbrarme a su trozo clavado en mi carne, lentamente se fue metiendo e iba gradualmente ocupando parte de mi intestino, se deslizaba muy despacio y tan amorosamente que no podía hacer nada contra esa invasión, más que soportar el dolor.
el movimiento acompasado que imprimió cuando comenzó a cogerme fue tan suave que sólo cuando su glande empezó a escupirme el semen dentro de mi culo empece a sentir el palpitar de su verga en el desvirgado anillo anal.

bruno comenzó a masturbarme hasta que mi leche salto sobre mi cuerpo y el orto apretó su poronga que aún estaba dura dentro mío.

después les voy a seguir comentando como sigue esta historia que duro más de dos años.