Así me inicie a las 12
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Volviendo al relato principal, todo inicio a mis 12 años, aunque pensándolo bien diría, como ya mencione, un par de años atrás.
durante unos años mi primo, su hermano y su mamá, vivieron en casa debido al divorcio de mi tía, desde que recuerdo ellos vivieron en la casa, hasta que tuve 9 años, en mi cuarto dormíamos mis 2 primos y yo, cuando ellos se mudan a su nueva casa, la relación que teníamos (y aún tenemos) era de mucha unidad, así que, cuando ellos se mudaron iba a visitarlos constantemente, cada 15 días me quedaba todo el fin de semana en su casa y jugábamos a muchas cosas, desde siempre Julio (mi primo en cuestión) y yo dormíamos juntos (creo que por eso siempre fuimos más unidos), estando ellos casi siempre solos, ya que mi tía trabajaba hasta tarde, siempre o casi estábamos solos en su casa, así que veíamos pelis, jugábamos nintendo y ya cuando se enteraron de que yo ya veía pelis porno, veíamos ese tipo de pelis en su casa…. Y como paso con mi amigo, veía a julio masturbarse y me llamaba demasiado la atención su pene, en ese entones de unos 15 o 16 cm, aunque a mí se me hacia enooorme, el tiempo paso hasta que un día que estábamos solos en su cuarto viendo una película porno (no recuerdo a donde fue mi otro primo y la verdad ni me importa, jajajaja) me le quede viendo al pene y le dije:
Yo: ¿te la puedo tocar? – se me quedo viendo un poco extrañado por la petición y después de unos segundo respondió.
Julio: Pues si quieres
Julio: Apoco te gusta
Yo: pues me llama la atención mucho, desde que veía a mi amigo masturbarse y siempre he querido tocar una
Julio: pos dale. Y me la ofreció
Al principio estaba nervioso, temeroso, pero la curiosidad fue más y la tome en mis mano, es difícil describir la sensación que eso me provoco, fue algo que de manera inmediata me gustó, y como ya sabía cómo masturbar, empezó con el movimiento de arriba-abajo, volteaba a ver y el cerraba sus ojos y solo dejaba escapar pequeños suspiros…así fue mi primer contacto, pero quería más´, por varios días solo lo masturbaba y cuando estaba el por terminar, me quitaba y él lo hacía, dejándome siempre con ganas de más….
A las 2 o 3 semanas, nuevamente en su casa estábamos solos, viendo porno en su cuarto (a esa edad es en lo único que pensábamos ver cuando estamos solos) le pregunte nuevamente (siempre iniciaba yo y siempre le preguntaba si se la podía jalar) si se la podía jalar, el como siempre me contesto que sí, así que me acomode en la cama recostando mi cabeza en su vientre (panza, estomago) dándole la espalda e inicie con la masturbación, pero el tenerla palpitante en mi mano, y con la idea de probarla me atreví a decirle:
Yo: ¿te la puedo mamar?
Julio: si quieres sí. Y me pregunta ¿ya los haz hecho antes?
Yo: Noo!! Nunca a nadie, sabes que esto solo lo hago contigo
Julio: estaba bien, lo sé, solo pregunto, pero, ¿porque me la quieres mamar?
Yo: No sé, siempre he querido saber a qué sabe
Julio: Ok, por mi esta bien… ¿y sabes cómo?
Yo: pues nada más lo que he visto en las pelis, pero debe ser como con una paleta ¿no?
Julio: sí. El ya había tenido relaciones sexuales con una novia que había tenido, me conto que fue cuando tenía 14 años.
Mi mente estaba maravillada, por fin iba a cumplir con mi gran fantasía de ese entonces, mamar un pene, el sentirlo vibrante, palpitante en mis manos era genial, pero cuando por primera vez la metí en mi boca… mmmmmm, algo delicioso, inicie con la mamada y su reacción fue inmediata, los jadeos y suspiros iniciaron y se iban incrementando, eso a decir verdad, me excitaba, tenía el pene piradísimo y la sensación en mi boca era algo de otro mundo, me hacía producir muchísima saliva y así la mamada era mucho mejor. Estuve así por algunos minutos (no sé cuántos, yo quería estar ahí por siempre) cuando me dice:
Julio: Ya voy a terminar.
Yo: mmmhhhmmm
Julio: déjame terminar en la ropa sucia
Y en eso me arrebato aquel hermoso caramelo de carne que estaba degustando, pero no alcanzo a llegar a cesto de la ropa sucia y termino en su mano, yo me le quede viendo y le dije:
Yo: ¿A qué sabrán?, a lo que contesto
Julio: no se nunca los he probado, y me dice: ¿quieres probarlos?
Yo: mmmm. No sé, me da como pena
Julio: como quieras, déjame me limpio
Yo: no espérate….
Tome un poco con el dedo y probé por primera ves el semen…. A decir verdad no fue de mi agrado, pero no me produjo asco, fue algo ni sí ni no, paso el tiempo y ya la rutina era, ver porno, masturbarlo y después darle una buena mamada, yo estaba más que complacido con eso, la había probado y me había encantado, hasta que después de varias semanas (tal vez un mes y medio o 2, recuerden que nos veíamos cada 15 días aunque a veces iba a mi casa entre semana) estábamos en la mamada cuando e die, estoy por terminar, recuerdo que dije: termina en mi boca, quiero probarlos pero directo de aquí, y esa sensación, ese palpitar del pene apunto de venirse, me gusto y sentir esa delicia (ahora lo es), al sentir como me llenaba la boca con su semen me gusto de sobremanera, así que empecé a ir ahora cada semana a su casa o el venía a la mía y con cualquier pretexto nos escondíamos para darle una mamada y saborear el semen…
Una vez más el tiempo pasó y al cabo de 6 o 7 meses desde que todo inició, intentamos la penetración…
Cabe mencionar que, nuestra relación fuera de eso era normal, como cualquiera, es más era una relación más de hermano que de primos, porque casi toda mi vida habíamos vivido juntos, así que era normal, el dormir juntos, el bañarnos juntos, salir a jugar futbol o videojuegos, et, así que, una vez estábamos por bañarnos, nos empezamos a desvestir, después nos metimos en la regadera y empecé a jugar con su pene, me hinque y la metí en mi boca, (tenía poco tiempo de hacer eso, metérmela flácida y que se parara en mi boca) e inicie a mamársela, recuerdo que me decía: la mamas bien rico y eso me excitaba demasiado e intensificaba la mamada, metiéndomela casi toda en la boca, para ese entonces ya le mamaba las bolas, jugaba con su pene, lo lamía de arriba a abajo, chupaba solo la cabeza, en pocas palabras me había vuelto un experto mamador y el, gozaba de lo lindo, me gustaba (y aun me gusta) cuando me tomaba de la cabeza y hacia el movimiento de penetración en mi boca, era algo muy rico y lo sigue siendo, estando a punto de terminar me dice:
Julio: te la quiero meter
Yo: me da miedo que me duela
Julio: podemos intentarlo si quieres…, lo hacemos muy despacio y si te duele le paramos.
Yo: mmmm está bien, pero si me duele no lo haces ¿ok?
Julio: si, está bien, claro que sí, no quiero lastimarte, quiero que goces y yo también te quiero gozar
Yo: ok
Nos salimos un momento de la regadera, se sentó en el inodoro con la verga apuntando al cielo y me dice: Siéntate despacito, yo lo hice, pero como nunca me había metido nada, estaba súper cerrado y no sabía controlar la penetración, así que me deje caer y me dolió hasta el alma…. aaaahhhhh.- grite y mi reacción fue parame, él se preocupó y me pregunto si estaba bien, yo le dije que sí pero que me había dolido mucho y que no quería hacerlo más, él me dijo que estaba bien que no me preocupara que no me iba a forzar ni a hacer algo que no quería, así pasaron los meses y solo fueron mamadas y él se venía en mi boca y yo gustoso de comerme el semen que mi primo Julio me daba cada vez que yo quería
Espero les haya gustado mi relato, después publicare cuando ya por fin, logró penetrarme, no sin antes pasar por un delicioso proceso de dilatación anal
como continua pro faovr