Atrapados. Capítulo 0: Introducción.
•Historia Ficticia• Dos hermanos enamorados el uno del otro son separados a la fuerza luego de algunos candentes acontecimientos….
Mi nombre es Gabe. Tengo 19 años y ahora mismo me encuentro en un hotel luego de que me echaran de casa hace unas horas. Conozco esta página desde hace mucho tiempo, así que vine para acá a tratar de desahogarme ya que no puedo hablar de esto con más nadie… Antes de contarte el trasfondo de toda esta situación. Quiero describir un poco mi vida:
Vivía con mis padres y mi hermano menor de 17 años <el coprotagonista de esta historia>, en las afueras de la ciudad. Mi padre: Gabriel Montesinos, es un empresario industrial que se la pasa más en el trabajo que en casa. Por alguna razón, papá y yo nunca hemos llegado a compaginar bien… Mi madre: Meredith, siempre tenía más prioridad hacia mi hermano que hacia mí. Que soy una especie de oveja negra en la familia vaya.
Aprendí a sobrellevar desde muy chico que Landon siempre sería el favorito de la casa. A él que le aplaudirían hasta el más mínimo logro. Para el que siempre estarían ahí. Y aunque fue duro, al menos en mi niñez. No crecí con ningún rencor hacia él. Ese chico era la única luz en esa casa. Lo que me mantenía allí.
Landon es un chico amable, carismático, bueno y sobretodo guapo. Piel blanca como la nieve. Ojos verdes que te transportan a una pradera llena de pasto y un ligero aroma a tierra mojada. Su cabello largo, castaño con reflejos rubios y de un estilo texturizado con flequillo. Sus mejillas están la mayor parte del tiempo rojizas, siendo éstas cubiertas por sus pecas. Sus labios… Esos labios raspados, carnosos y de textura suave al tacto. Su cuerpo definido gracias a que solíamos ir juntos al gym antes de todo esto… Su abdomen plano y definido. Su pecho ligeramente trabajado, haciéndolos fuertes sin llegar a incrementar su tamaño… Haciéndolo perfecto. Sus piernas trabajadas, gruesas sin exagerar. Sus brazos definidos, no llegando a tenerlos gruesos, pero tampoco spaghetti. Sus nalgas pálidas y paraditas qué me encantaba tanto nalguear hasta dejarlas rojas y… “Mi nombre es Gabe. Tengo 19 años y ahora mismo me encuentro en un hotel luego de que me echaran de casa hace unas horas. Conozco esta página desde hace mucho tiempo, así que vine para acá a tratar de desahogarme ya que no puedo hablar de esto con más nadie… Antes de contarte el trasfondo de toda esta situación. Quiero describir un poco mi vida:
Vivía con mis padres y mi hermano menor de 17 años <el coprotagonista de esta historia>, en las afueras de la ciudad. Mi padre: Gabriel Montesinos, es un empresario industrial que se la pasa más en el trabajo que en casa. Por alguna razón, papá y yo nunca hemos llegado a compaginar bien… Mi madre: Meredith, siempre tenía más prioridad hacia mi hermano que hacia mí. Que soy una especie de oveja negra en la familia vaya.
Aprendí a sobrellevar desde muy chico que Landon siempre sería el favorito de la casa. A él que le aplaudirían hasta el más mínimo logro. Para el que siempre estarían ahí. Y aunque fue duro, al menos en mi niñez. No crecí con ningún rencor hacia él. Ese chico era la única luz en esa casa. Lo que me mantenía allí.
Landon es un chico amable, carismático, bueno y sobretodo guapo. Piel blanca como la nieve. Ojos verdes que te transportan a una pradera llena de pasto y un ligero aroma a tierra mojada. Su cabello largo, castaño con reflejos rubios y de un estilo texturizado con flequillo. Sus mejillas están la mayor parte del tiempo rojizas, siendo éstas cubiertas por sus pecas. Sus labios… Esos labios raspados, carnosos y de textura suave al tacto. Su cuerpo definido gracias a que solíamos ir juntos al gym antes de todo esto… Su abdomen plano y definido. Su pecho ligeramente trabajado, haciéndolos fuertes sin llegar a incrementar su tamaño… Haciéndolo perfecto. Sus piernas trabajadas, gruesas sin exagerar. Sus brazos definidos, no llegando a tenerlos gruesos, pero tampoco spaghetti. Sus nalgas pálidas y paraditas qué me encantaba tanto nalguear hasta dejarlas rojas y… “Joder, de recordarlo, mi polla se está poniendo cómo un roble. Mejor pasemos a otro punto.”
Yo soy más fornido, más grueso. Mi pecho es más grande y grueso. Al igual que mis bíceps. Mi abdomen no es mi enfoque principal a cómo lo es para Landon, estoy definido, pero moderadamente. Mis muslos y piernas son gruesos y fuertes, me agrada mantenerlos muy en forma. No me gusta que mi cuerpo esté lampiño. Solo podo mi polla, dejando una leve superficie de vellos, estos mismos suben como una carretera hasta la parte baja de mi ombligo. Y hago lo mismo con mi pecho. “A Landon le encanta.” Los únicos lugares que mantengo lampiño son mis axilas y mi rostro. Mi piel es blanca, no tan blanca como la de Landon. A mí si me dio el sol… mis ojos son más oscuros pero conservan ese verdor. Soy pelinegro y mis cejas son muy pobladas. Acentuando mi frecuente expresión de cara de culo.
Vivía en una gran casa moderna de pisos maderados dónde el azul y el lila protagonizaban la mayoría de las paredes (los colores favoritos de mi madre). Consiste en el recibidor, la cocina al lado, un comedor espacioso con una mesa de 10 plazas por las reuniones de mi padre con gente sumamente aburrida que no para de preguntar estupideces para tratar de impresionar a mi padre; la habitación de mis padres que está al final del pasillo que divide estas cuatro habitaciones y en dónde está la escalera al segundo piso, dónde se encuentran: mi habitación, qué convenientemente está al lado de la de Landon. Una sala de Cine qué antes era una sala de juegos cuando éramos niños y un balcón con vistas al jardín.
~🌸~
Nota de Autor: Holaa. Este es mi primer proyecto que me animo a publicar que algún lado. Sé que no trae ninguna escena candente. Pero quería hacer las cosas bien y tener un buen inicio. Esto no es un relato cualquiera. Es una historia que espero les guste y los ponga a mil por hora con lo que se viene 🥵. Por ahora, eso es todo. Los leo pronto.
Excelente relato, como sigue?
Muchas gracias! Me encuentro escribiendo el primer capítulo 😉
Como sigue?
Estoy escribiendo el siguiente capítulo amigo 😉