Atrapé el culito de mi Vecino de 9 años por atrapar pokémon
Quién diría que por jugar mi juego favorito empezaría una relación sexual inesperada.
Aún no me puedo creer lo que pasó, no pensé que pasaría porque solo me atraían las mujeres.. bueno hasta ahora.
Me presento, me llamo Miguel y tengo 23 años, mido 1.79 y se podría decir que tengo el cuerpo tonificado, no tan perfecto como los hombres en redes pero el ejercicio si ha marcado mi cuerpo, vivo en mi barrio desde que nací conozco a la mayoría de mis vecinos, tenemos un buen ambiente en general.
Todo ocurrió hace unas semanas, andaba aburrido en mi casa sin nada que hacer puesto que ando de vacaciones en la universidad hasta el mes que viene, mande un mensaje a unas amigas pero no estaban disponibles para decir verdad estaba con ganitas jajajajaj, para no desperdiciar el día decidí salir un rato a jugar Pokémon Go, era buena hora para que no me roben así que me puse una casaca que dejaba mi abdomen al descubierto y un short. Salí de casa y estuve jugando como por 20 minutos cuando vi a un grupo de chicos jugando, los reconocí a todos puesto que como dije conozco a todos mis vecinos, entre ellos vi a Cristian un niño de unos 9 años, mide mas o menos 1.40 y no está ni tan flaco ni tan gordo, vive a unos 8 minutos caminando desde mi casa, se me acercó porque el es igual de entusiasta por Pokémon como yo:
-Hey Miguel ¿estas jugando de nuevo?
+ Si Cris mira cuantos he capturado hoy
– Que bueno! ¿puedo ir a jugar contigo? tan solo déjame despedirme de los chicos
+ ¡Claro no hay problema!
No le vi nada de raro ya que me gustaba la compañía de alguien que le guste lo mismo que yo, estuvimos jugando por el barrio otros 30 min hasta que el sol ya nos bombardeaba de calor, decidimos buscar un lugar con sombra para detenernos un momento y relajarnos, encontré justo un árbol en una parte alejada de las casas que dejaba una sombra perfecta y el avisé a Cristian para sentarnos ahí, el accedió y fue corriendo a la sombra. Al sentarnos me reposé en la base del tronco mientras Cristian estaba al lado, nos pusimos a comparar Pokémon hasta que se nos pasó un poco la hora, como el sol se movía de dirección la sombra iba desapareciendo, a lo que Cristian dijo:
– Ay no! me voy a quedar sin sombra
+ Uy que pena, encima que viniste corriendo, pero yo aun tengo mucha jsajsajsaj
– Malo! muévete un poco para tener sombra
+ Lo siento la sombra es mía!
Cristian forcejeó conmigo un poco pero no me ganó puesto que obviamente soy mas fuerte, pero de una maniobra me dejó sorprendido, se sentó encima mío posicionando sus nalguitas encima de mi verga, me sobresalte un poco debido a que se sentía rico debió ser por lo que estaba con ganas antes, en sí no sabía que sentir, el pequeño me estaba excitando y no sabía que hacer, decidí dejarlo ahí para mi propio placer pero el desgraciado movía su colita de una forma que me ponía a mil y poco a poco se notó, mi pinga de 18cm empezó a despertarse y Cristian se dio cuenta y como que se asustó:
– Hey Miguel ¿Qué te pasa en los pantalones?
+ Hey loquillo pues es algo que sabrás en un futuro
– Pero dímelo tu! mira que bulto grande tienes ahí, que miedo
+ No hay de que asustarse, es mi pene
– ¿Y por que es tan grande? el mío es pequeño
+ Es porque yo ya soy mucho mayor que tu loco, ya te dije que pronto sabrás
Me dejó sorprendido como Cristian se quedó un poco embobado por el tamaño de mi bulto, sentía como si quisiera dominar a ese pequeño en ese momento sin importan quien nos viera, noté un poco de desilusión cuando le dije «en un futuro sabrás» entonces dije algo que no pensé que lo diría nunca:
+ Oye, ¿y quieres tocarlo?
Los ojos de Cristian se iluminaron, puso una sonrisa muy tierna que me derritió, entonces me puse atrás del árbol para evitar problemas con los vecinos y él me siguió, cuando estábamos cómodos Cris extiende su mano y empieza a tocarme el bulto por encima del pantalón, les juro que me sentía a mil por hora mi pinga iba a explotar, Cristian estaba hipnotizado, el pequeño no entendía que estaba sucediendo pero no podía dejar de tocarme, parecía que me deseaba. Luego de unos minutos de manosearme, despierto un poco de lo que estábamos haciendo y entro un poco en razón:
– Hey creo que es suficiente (digo yo todo colorado por la situación)
+ Fue todo un poco raro Miguel, pero me gustó como se siente ese bulto
– Es muy raro que digas eso (lo decía mientras tenía unas ganas de dejarlo al joven relleno de mi semen) los hombres no hacen eso entre ellos
+ ¿Y por que? ¿no te gustó lo que hice?
No podía mas con su inocencia, así que sucumbí y en ese momento decidí que ese culo iba a ser mío, claro que no en ese momento
– La verdad que si me gustó, pero no es el momento de continuar, me gustaría seguir enseñándote mas cosas sobre los hombres mayores, ¿a ti te gustaría?
+ Claro que si! que tal si en unos días vienes a mi casa y me enseñas, quiero saber mas sobre eso y sobre tí (la ultima frase la dijo muy tímido, pero sabía que ese tímido iba a gemir mi nombre)
– Esta bien Cris, en unos días voy a pasar por la acera donde te encontré y me dices que día nos vemos va?
+ Siii te estaré esperando
Después de nuestra conversación vi que se estaba haciendo tarde, acompañé a Cristian a su casa, llegué a la mía y cené con mi familia, subí a mi cuarto y antes de dormir decidí masturbarme pensando en ese niño, nunca me había pasado que alguien de su edad me excite demasiado, pero Cristian tiene algo que me derrite y me seduce, me masturbé pensando en como rellenaba ese culo con mi verga, expulsé demasiado semen, como si no me hubiera masturbado en días y me fui a descansar, esperando el día en que tenga a ese niño abierto de piernas y con el culo expuesto, listo para entregarse a mí….
CONTINUARÁ
Qué rica introducción. Ojalá pronto cuentes más sobre el asunto.
Buena introducción, me gustan los relatos donde los protagonistas se comportan de modo normal, donde las situaciones son más que creíbles, espero que tu historia siga ése estilo.
como continua
Delicioso relato. Me encantaria leer como sigue!
wow ke rico, estuvo delicioso bro, me gusto ¡, seguí contando.
Me encantó, quiero seguir leyendo