aunque había cambiado, reincidí despues de un tiempo….
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Esta historia empezò cuando yo tenía ocho o tal vez nueve años, un amigo de mi hermana y de mi familia, unos diez años mayor que yo era habitué de mi casa, vivía solo con su padre y eso hacia que pasara mucho tiempo en mi casa.
Siempre compartía mis juegos, a la pelota, a pelear, a espadear, a luchar, cuando boxeábamos o luchábamos, siempre terminaba, abrazándome por detrás y apoyándome su pene en mi cola.
Cuando nos quedábamos solos( a veces me cuidaba por que mis viejos trabajaban y mi hermana estudiaba)me decía " a ver, mostrame el pito, a ver si te creció, ah no todavia está chiquito, querés que te muestre el mio?, vas a ver que grande que es" y sacaba y me lo mostraba "tocalo, si querés, agarralo con las dos manitos, vas a ver que suave", "te gusta?" y así empezamos, "veni, sentate arriba, así lo sentís un poquito en tu cola, te gusta?", o me decía "queres ver como me salta la lechita?" y me llevaba al baño, me tocaba la cola con una mano y con la otra se masturbaba y me repetia siempre "esto no se lo cuentes a nadie, es nuestro secreto, mira que si se enteran nos matan eh", y así fue pasando el tiempo, a mi me encantaban esos jueguitos, me excitaba tocarle y verle la pija, sentirla en mi cola, aú a traves de la ropa.
Cuando ya fuì un poco mas grande, espiaba que su papá se fuera con el auto y con cualquier excusa me cruzaba a su casa, me abría, me hacia pasar, cerraba con llave y me preguntaba" te tenes que ir enseguida?", no, porque?, vamos a jugar un ratito?" bueno, respondía yo y ahi, me tomaba por atrás, me apoyaba su enorme pija negra y gruesa(para mi a esa edad era enorme) y me llevaba a su cuarto, donde me bajaba el pantalón, me hacía sentar arriba, o a veces me la ponía en al boca y me indicaba como mamársela.
Pasò el tiempo y cuando ya tenìa once o doce años, él ya vivía solo, esas escapadas, a la tarde, cuando el volvia de trabajar, se hicieron frecuentes, una o dos veces por semana, iba a su casa, nos desnudábamos me tiraba en la cama y me apoyaba la punta de su cabeza en mi culito, así hasta que acababa sobre mi entre mis nalgas, a mi me apasionaba todo eso, luego volvía a mi casa y me masturbaba como loco, otras veces se la chupaba, hasta que se corria en mi boca y me tragaba su leche espesa y caliente, así, hasta que un día, me lubrico bien, me penetró despacio, pero firmemente, me dolía mucho, me ardia la cola, senti como su pija grande se habría paso, le decía "para, por favor, me duele mucho!!!, paraaaaa or favor y el me respndió" bueno, aguantala un poco, siempre te va a doler cuando te entra, es hasta que se agrande bien el agujerito y se acostumbre a la pija, después no te va a doler mas, y te va a gustar cada vez mas!!!, "vas a gozar mucho, te voy a hacer que tengas mucho placer.
En esa època, mis viejos, se iban los fines de semana, al campo, con mi hermana y cuñado y entonces cogíamos sábado y domingo en mi casa, me rompia el culo como los dioses, me hacia sentar sobre su pijote y yo acababa con su pija dentro, era un placer enorme, me encantaba, sentir ese trozo duro adentro y aunque me doliera, gozaba como loco.
Cuando terminé el secundario me fui a vivir a la capital, empece a frecuentar mujeres y no volví a tener relaciones con un hombre, también dejé verlo.
Después de unos años, volví en vacaciones de invierno a mi casa y un día lo encontré ahí, me conto que lo habiann mandado a hacer un curso cerca de la capital y me dio un papel con su direccion y telefono, para que algún dia lo vaya a ver y salir a tomar algo.
Cuando volví, durante bastante tiempo miraba ese papel y me daban ganas de ir, pero ya tenía novia y no quería volver a hacerlo.
Un fin de semana, mi novia y sus padres se fueron a la costa, yo me quedé y entonces, acordándome de todo lo que hacíamos, me puse recaliente, así que lo llamè, arregle ir para su casa "venite" me dijo, dale, así salimos a yirar por ahí, inclusive, si querés te podés quedar a dormir, porque los findes, mis compañeros se van a sus pueblos y me quedo solo", así que el sabado fui, legue, me dió un abrazo, nos tomamos unos mates y cuando se hizo el mediodia, nos fuimos a comer.
, llegamos de vuelta como a las dos de la tarde, entonces me dice "que te parece si nos tiramos a apoliyar un rato, asì a la tardecita salimos por ahi a tomar algo.
poné tu ropa si querés sobre esa silla y acostate donde quieras, yo voy al baño", así que me desvestí, acomodé mi ropa en la silla, cuando el salió del baño, yo estaba de espaldas, me agarró de atras, me apoyo su pene duro en mi cola y me dijo" como me gusta tu cola, te acordás como cogíamos?, como te gustaba!!!, ni con mi novia siento tanta sastisfacción como con tu cola, vamos un ratito?.
sin moverme y sientiendo como mi pija se iba poniéndo dura le dije "no, para, no lo hago por la cola, desde que me fui del pueblo hace un montón, desde que lo hice con vos, antes de venirme", él sin soltarme y acariciándome la pija me dijo"dale, no seas tonto, si te encantaba mi pija, sentí como esta, lo hacemos despacito, con cuidado, no te va a doler, dale, vos también tenés ganas de sentirla adentro bien", asì como estábamos me llevo hasta la cama, me sentó sobre ella y me dijo"dale mamamela un poquito, así se moja bien y te duele menos", me puse su pijón en la boca, ya ahí no pensaba ni me importaba nada, solo queria comerme ese bruto pedazo, así que se la empecé a mamar todo a lo largo primero, despues metiéndome su cabezota en la boca, asi estuvimos, hasta que ya recalientes los dos, me tiró sobre la cama, me puso una almohada debajo de mi panza, me mojo el culo son su lengua y pasó, otra vez su pijote buscando entrar en mi agujerito, me dolía bastante, me ardia, le decia"para, para, me duele, dame mas despacio, me duele mucho, ahhhhhh, me duele, para!!!",
El lejos de parar siguió metiéndome la pija, palmo a palmo, hasta sentir como sus huevos golpeaban mis nalgas, me la metió toda y cada vez mas fuerte, hasta que sentí como su leche me inumdaba, se tumbo a mi lado, me bajo la cabeza hasta su pija para que la volviera a chupar y después se quedó casi dormido, a mí me dolía todo, sobre todo mi cola, así que fui a sentarme al bidet un rato, cuando volví, le miraba la pija y empecé a tocársela, me volvió loco ese pedazo, como cuando era pendejo, despues se despertó y me cogió sentado sobre su verga, esta vez pude acabar bien, de mas está deciros que nos quedamos cogiendo los dos dias, hasta el domingo a la tardecita, que me fuí, me dolia todo y tenia el culo inflamado y dolorido, pero me encantó volver a reincidir y comerme ese bruto pedazo, otra vez, que por supuesto y a pesar de que segui y sigo con mi novia, no fué la última escapada.
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