Aventura en el parque con desconocidos
Empecé haciéndole el oral a mi hombre en turno y acabe con tres mas ufff.
Esa tarde había conocido a un hombre mayor, no puedo explicarlo, pero me encanto desde el primer momento. Así que enseguida congeniamos. Estuvimos hablando puras bobadas, ya saben, yo lo escuchaba y nomas sonreía todo nervioso. Me imagino que a alguno les habrá pasado algo parecido.
El caso es que se hizo de noche y el hombre se ofreció a llevarme a casa en su auto. Yo acepte encantado de inmediato. Así que nos subimos a su auto y en el trayecto, la plática ya se volvió más directa, ya sin tanto rodeo, muy cachonda, yo estaba de lo más nervioso, no sabía en qué iba a parar todo esto.
Poco antes de llegar a mi casa, el hombre se estaciono en un parque semioscuro. Yo le decía que mejor fuéramos a otro lado, a mí me parecía algo peligroso estar ahí los dos solos.
De algún modo el hombre me convenció, ya que me decía que él había estado ahí varias veces con otros chicos y no había problema.
Yo, súper caliente como estaba, pues accedí como buena putita. Así al poco yo ya estaba de rodillas en el asiento del auto, con la cola parada dándole una rica mamada de verga.
Ufff que delicia, que rica verga se cargaba el hombre ese, grande, gruesa. Se sentía súper caliente dentro de mi boca y para mi sabia riquísimo. Así que me esmere en darle un buen servicio a mi macho en turno. Se notaba que el ya también estaba muy caliente, porque sentía como palpitaba su enorme verga dentro de mi boca.
Yo estaba como loca. Feliz mama y mama. Al poco el hombre me estaba dando tremenda cachondeada de nalgas, yo de pendeja, me desabroche el pantalón y deje que me manoseara las nalgas desnudas a su antojo.
Sentía mi pene a punto de estallar, trataba de aguantarme lo más posible para que ese momento fuera eterno.
Al poco ya me tenía todo el culo bien ensalivado y dos de sus enormes dedos exploraban el interior de mi culo, dándome una tremenda y muy rica dedeada. Estaba yo que me sentía en la gloria disfrutando eso que me hacía y yo mamándosela a placer ufff.
Al poco, una cosa llevo a la otra. Estaba yo en cuatro de a perrito recargado sobre la ventana, de espaldas a él, con el culo bien parado y el acomodado detrás de mí, jalándome de las caderas y dándome verga por detrás, tan rico, pero tan rico, que cuando me vine a dar cuenta, tres hombres nos habían rodeado.
Nos amenazaron y nos obligaron a que continuáramos, Yo agradecí en silencio, porque me estaba dando tremendo gusto con semejante verga dentro de mí.
A pesar del susto, a mí no me importo empezar a mover el culo para cogerme rico a mi macho. Los hombres estaban felices ante tremendo espectáculo. Notaron mi calentura y festejaban entre risas,
Mira nada mas esta putita caliente, como mueve el culo, se decían entre ellos muy animados. Yo la verdad, en ese momento no me importaba que nos estuvieran mirando, yo estaba gozando de lo lindo, me sentía en el paraíso, esa enorme verga me estaba provocando que me enamorara de prácticamente un desconocido. Lo único que sabía de él, era que cogía riquísimo, me encantaba su verga y la estaba disfrutando al máximo.
Los desconocidos se dieron cuenta de todo el placer que estaba yo sintiendo, y yo me di cuenta que ellos no pensaban hacernos daño, solo eran unos morbosos pervertidos, pasando un buen rato a nuestra costa.
Así que cuando uno de ellos se saca la verga y la mete por la ventana dándomela a chupar, yo, puta caliente, sin más se la agarre y me la metí en la boca.
El hombre se puso feliz, miren nomas a esta putita caliente, se ve que le encanta coger y mamar verga, pues no la vamos a desilusionar, se decían entre risas.
Mi macho en turno no tardo en venirse dentro de mí, creo que más por los nervios que por otra cosa, ya que me di cuenta que ese madurito era muy aguantador.
Otro de los hombres desconocidos tomo su lugar y me empezó a dar verga, aprovechando la posición en que me encontraba, en cuatro y con el culo al aire, mamándosela al otro.
Uno a uno me fue dando a mamar y uno a uno me fue dando verga, así que nuevamente, en silencio, agradecí por habérmelos encontrado ufff. Yo cada vez me sentía más y más caliente y no era para menos. Empecé con un macho y estaba disfrutando tres más.
Uno a uno me tiro todita su leche dentro del culo, hasta que cuando le toco cogerme al último, yo ya no me pude aguantar más y me vine en un tremendo orgasmo contenido primero, por el tremendo susto que nos pegaron los tres viejos, y luego por lo rico que estaban haciendo pasar.
Finalmente, los tres pervertidos se fueron no sin antes de que les diera mi numero por si acaso je je.
Mi macho en turno, por fin me llevo a casa y nos reíamos de todo lo que había pasado, así que, al despedirnos, quedamos en repetir en otra ocasión ahí en ese mismo lugar, por aquello de que algo así nos volviera a suceder.
En lectura aparte, déjenme decirles que, a partir de ese día, yo, al regresar a casa por la noche, me bajaba del camión ahí y pasaba por ese parque caminando muy despacito, moviendo las nalgas sugestivamente, dando a saber a quién estuviera interesado, que yo andaba en busca de macho.
Ya les contare en otra ocasión.
Si gustas escribirme [email protected]
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!