Aventuras en la escuela primaria
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Bueno, para empezar contare que yo iba a una de las escuelas más "prestigiosas" de mi ciudad, mi interes sobre el sexo empezo en segundo grado, alrededor de los 7 años por el año 1995, esto empezo un dia que en el recreo vario compañeritos nos quedamos a comer en el recreo, yo estaba comiendo en mi banca y llego un momento en el que oí unas risas algo nerviosas en la banca dos banca atras, por lo que gire mi cuerpo para ver la razón, cuando veo que tres compañeros tenian su bragueta abierta y se enseñaban sus pequeños penes de fuera los cuales estaban paraditos, al darse cuenta que los vi, me dijeron que les enseñara el mio a lo que accedí ya que lo que vi me habia gustado.
Al sacar mi pene este se empezo a poner duro y caliente, ya que a esa edad no tenia idea ni habia experimentado una erección, al parecer a todos nos gustaba vernos nuestros penes por que pasamos asi como 5 minutos hasta que sonó el timbre para regresar a clases y todos nos guardamos nuestras partes rapidamentes. Despues como nadie mencionaba nada ni volvimos a hacer nada ya que al terminar el año cambiamos de compañeros.
Ya en tercer grado me toco la suerte de tener a un amigo de la misma edad llamado Manuel que al parecer ya habia visto algunas peliculas o revistas porno, ya que lo que haciamos era más placentero. Con el, como nos sentabamos hasta atras del aula casi nadie veia lo que haciamos, empezamos de relajo a sobarnos nuestros penes por fuera del pants que usabamos cuando tocaba la clase de deportes y al mismo tiempo el susurraba hooo hooo como gemidos, lo que yo no entendia je je, aunque como los dos nos dimos cuenta que se sentia muy rico empezamos a sobarnos por dentro, tocandonos el uno al otro los penes y sobandonos nuestros testiculos (aclarando que a esa edad ninguno eyaculaba), cosa que haciamos cada que podiamos, lo más caliente que hicimos con Manuel fue masturbarnos en los baños una vez que fuimos juntos, cuando llegamos a los mingitorios, al vernos inmediatamente se pararon nuestros penes formando un bulto en los pantalones.
El hizo algo que yo no esperaba, me metió al ultimo cubiculo del w.c. cerro rapidamente la puerta, me bajo el pantalon, me giró y yo quedé parado con las piernas abiertas por encima de retrete y recargandome con las manos en la pared. Comenzó a agarrarme las nalgas y sobarlas tan rico que por primera vez yo comenze a gemir de lo caliente que me hacia sentir estuvimos asi como 10 minutos hasta que por azares del destino de nuevo el timbre acabo con mi placer. Despues no paso nada más ya que al parecer alguien le dijo a la maestra que nos tocabamos y por suerte solo nos cambiaron de lugares, cada uno con mujeres (por que será? je je).
Y bueno, ya con algo de experiencia, así llego cuarto grado, compañeros nuevos, y experiencias nuevas. Aquí conoci a otro amigo llamado Alberto el cual si tenia pinta de gay, con el dentro del salón tambien en el recreo el se arrodillaba delante de mi butaca, ponia su cara a la altura de mi pantalon y por encima de empezaba a morder suavemente mi pene dejando su saliva en mi pantalon. Esto paso unas tres veces ya que una amiga nos vio y me dio pena volverlo a hacer en el salon, por lo que despues solo nos limitabamos al baño. En el baño por su puesto volvio a hacer lo mismo, pero ya sin pantalon, esas fueron las primeras mamadas que me dieron. A mi en esos momentos no me llamaba la atención hacer lo mismo y nunca me lo pidio, ahora me arrepiento ya que me hubiera gustado probar una verga de niño.
Despuesde como tres minutos de dejar mi pene bañado en saliba el me daba la espalda para que le talle mi pene en su rajada sin llegar a más por nuestra falta de experiencia y despues de otras 4 veces de repetirlo decidí acabar con mis aventuras ya que baje mucho de promedio, mis papás me regañaron por lo que decidí enfocarme a los estudios y ser un niño "disciplinado". Así acabo mi periodo en la primaria, aunque despues volveria a despertar mi naturaleza sexual ya que es algo que no podemos reprimir por mucho tiempo aunque será en otro relato.
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