AVENTURAS EN LA FINCA DEL ABUELO DE MI AMIGO
Hola como están todos los lectores morbosos de la página. Soy Tito el de los zapatos con los Militares. Voy a relatar los hechos más morbosos y atrevidos en mi vida sexual, los cuales los viví a partir de los 14 años..
Hola como están todos los lectores morbosos de la página. Soy Tito el de los zapatos con los Militares. Voy a relatar los hechos más morbosos y atrevidos en mi vida sexual, los cuales los viví a partir de los 14 años.
Ya era como un hijo para la Familia de Rodri, aunque su papa sospechaba que tenía sexo con su hijo cada vez que iba a su casa y me encerraba con Rodri y a veces con Edy para follar, pero no decía nada, mientras la mama ni pendiente estaba de su hijo ni de su esposo, algo que más adelante aprovecharía mi instinto de putito, al complacer a tan maravilloso hombre.
Un día el papa de Rodri le dijo a su hijo que iba a visitar a su abuelo en Guárico, que, si quería ir con él, ya que la mama y su hermana no le gustaban ir porque había muchos mosquitos.
Rodri le dijo al papa que sí pero que si podía invitarnos a Edy y a mí; como recordaran cuando tuve sexo por primera vez con Rodri fue hace casi un año, él tenía 16 años al igual que Edy, yo tenía 14 años, casi 15. Ellos esperaban cupo para entrar a la Academia Militar y yo apenas estaba en tercer año.
Al principio dije que no sabía si Tío me daría permiso, por lo que el señor Cecilio dijo que hablaría con Tío. Algo que hizo y consiguió el permiso, dejándome que fuera.
Tío me aconsejó que me portara bien que no fuera a agarrar cosas que no fueran mías y me dio 100 bolívares para los gastos.
La salida era el viernes por lo que me quede a dormir con Rodrigo y Edy en su cuarto. Se imaginarán todo lo que pasó esa noche, le saque la leche dos veces a cada uno. Tuve que frenarlos, querían más, pero saldríamos a las 6 de la mañana para Elorza. Salimos en la camioneta del señor Cecilio y llegamos casi al mediodía a la finca del abuelo de Rodri.
Al llegar, me quedé asombrado de lo grande del terreno, lleno de ganado y muchas gallinas y gallos. Pero lo que más me quedé embobado fue cuando vi por primera vez al abuelo de Rodri, un hombre alto, blanco como su nieto, con pancita bien guapo, que rondaba los 65 años, todo un machote.
Rodri lo abrazó y su abuelo lo recibió, luego su hijo también le dio un abrazo y nos presentó a Edy y a Mi. Cuando el señor me dio la mano, estaba temblando quizás de la emoción, lo que el señor se dio cuenta y se sonrió.
Soy Serafín, hijos, bienvenidos a mi casa, espero que disfruten. El abuelo nos llevó a una habitación grande donde había una cama matrimonial y una individual. De inmediato Rodri me agarro y me llevo a la más grande dejándole la pequeña a Edy. Ambos querían tener sexo, pero les dije que estábamos sudados del viaje y teníamos que bañarnos, además que como siempre hago, desde que me enseño mi ex el policía, me hacía lavados anales para evitar accidentes en el sexo jejeje. Agarré mi bolso y saque el gotero que siempre cargo cuando me quedo en casa de alguien. Les dije que me dieran chance y me metí al baño solo, cerrando la puerta y comencé a lavarme. Cuando ya estaba listo, abrí la puerta del baño y le dije a mis dos amantes que entraran, los cuales ya estaban desnudos con sus vergas paradas.
Caminé delante de ellos a la ducha, mostrándole mi culito blanquito el cual lo tenía más nalgón.
bufff Tito, tienes el culito más gordito, debe ser de tanto pipe que te han dado, me soltó Edy a la vez que se echó a reír a carcajadas.
No le dije nada y comencé a lavarme con jabón mis nalgas, mientras el morbo se apoderaba de ambos machos. No se aguantaron y comenzaron a meterme mano.
Edy pidió su turno, me daba nalgadas, era su hembra, el culito y la boca era donde descargaban su esperma, la cual yo las recibía con placer.
De repente Edy dijo:
Tito, mámame el guevo como me gusta.
Sabía que le gustaba que me metiera de una su pene hasta la garganta, lo cual hice, poniendo mi culito hacia Rodri.
Con la mano me abrí una nalga mostrándole mi hoyito a Rodri quien de inmediato puso su pene en la entrada de mi culito y lo metió de una sola jalada, comenzando a follarme duro como me encanta.
Mientras que Rodri me tenía clavado, agarré las dos nalgotas de Edy; era culón; y comencé a mamar su pene sabroso. Ambos amantes gemían, yo feliz complaciendo una vez más a estos singones.
Me arriesgué y comencé a pasar la mano por la rajita a Edy, quien no dijo nada, por lo que con ambas manos le abría su culote. Era un morbo ver como este macho no decía nada porque le andaba en su culo, pero su guevo salía y entraba de mi boca. De repente apenas a los cinco minutos Rodri dijo:
Bufff Tito te voy a llenar el culito de leche, lo que hizo al momento, mientras yo seguía mamando el pene de Edy.
Rodri se salió y le dijo a su amigo_ Ahí te lo dejo amigo, rómpele el culo.
Edy metió un dedo en mi culito mojado por la leche de mi amigo. De repente me dijo, Tito te voy a decir algo pero que quede entre los dos, si me entero que me echas paja te caigo a puño.
No sabía que era lo que me iba a decir, cuando me pregunta, ¿Alguna vez has mamado culo? ¿alguno de los machos que te han cogido te pusieron a mamarles el culo?
Lo miré, quedé pensativo y el igual, le respondí:
Sí, cuatro hombres mayores me lo pidieron, y como me pagaron lo hice. Primero uno, luego dos y luego otro.
¿Y a ti te lo han mamado los machos que te han cogido? Me preguntaba Edy.
Bufff, sí, casi todos los maduros que me han follado. Es demasiado rico, me mata que me chupen el culito, ¿Por qué? Le pregunto, me tenía intrigado.
Edy trataba de decir, pero se cortaba, hasta que me dijo, ¿Me chuparías el culo Tito? Pero que no salga de aquí.
De verdad no me esperaba tal propuesta, pero ese culo merecía que se la dieran.
Sí, si tú quieres lo hago.
Ok, pero ni una palabra a Rodri ni a nadie.
Le prometí que no diría y hasta ahorita no dije nada.
Se volteó, paró el culito y le abrí las nalgotas negras, quería darle placer, metí la lengua en su hoyito oscuro y Edy gimió a la vez que se estremecía soltando:
¡Bufff Tito! Es cierto se siente muy rico eso. Seguí mamándole el culo, me arriesgué a meterle un dedo y se dejó, suspirando de placer. Largo rato pase mamando ese hermoso culo negro, pero era tanta la excitación que Edy se volteó y dijo, para ese culo que te voy a follar.
Me aguanté del lavamanos y Edy me metió su macana negra de una sola estocada haciéndome chillar, pero después fue todo placer.
Edy estaba tan excitado por la mamada de culo que le di, que no aguanto mucho y me lleno el agujerito de leche. Se quedó pegado a mi cuerpo diciéndome, bufff Tito, esta ha sido la mejor follada que te he dado, me tenías caliente. Me gustaría que estuviéramos los dos solos, me encanto lo que me hiciste, pero ya sabes muere callado.
A pesar de que me habían dado dos folladas, estaba insatisfecho, quería más, pero de hombres maduros. Ojalá el Abuelo le guste los de mi edad. El hombre estaba interesante, era lo que estaba pensando.
Salimos a afuera de la casa, Rodri se había ido con su papa a hacer compras para la casa. Cuando de repente el abuelo, salió de un cuarto de depósito y nos pidió ayuda, la cual le dimos de inmediato, notándole una mirada extraña del abuelo hacia mí que me hizo estremecer.
Nos dijo lo que teníamos que hacer, cargar unas tablas hacia la camioneta. Las llevábamos y Edy aprovechaba para apretarme las nalguitas, me decía que estaban ricas. En una de esas metidas de mano, justo venia el abuelo, pero no supimos si nos había visto algo que averigüe después. Cuando colocamos la última tabla en la camioneta, el abuelo le dijo a Edy: como eres más fuerte, lleva esos botellones de agua y dáselos a la señora Emma, mientras que tu amigo me acompaña a llevar la madera.
Nos montamos en la camioneta y les digo que no me esperaba lo que paso. Llegamos al final de la Finca la cual era enorme y estaban haciendo como un potrero, eran tres hombres dos de color y otro un poco más claro, me encantó el de más edad, casi 40 porque el otro era joven como 25 y el más claro debería tener 38. No eran muy guapos pero los tres estaban sin camisa lo que me dio mucho morbo.
El abuelo me los presentó a los tres, José el negro mayor, Carlos el negro más joven y Anselmo el más claro. Cuando les di la mano, sentí que me miraban con morbo, sobre todo porque el short que tenía puesto resaltaban mis nalgas paraditas.
El abuelo les dijo a los hombres, José, mi sobrino y sus amigos estarán hasta el lunes acá en la finca, les enseña a montar a caballo, Tito quiere aprender, si quieres mañana, les enseñas.
Me sorprendí porque no le comentara nada al abuelo que quería montar a caballo, pero no dije nada, debe ser una aventura maravillosa y más si me enseñaba José, que era el capataz.
Vámonos Tito, que me imagino tienes hambre, me dijo el abuelo. Subimos a la camioneta y el abuelo me dijo: Te voy a mostrar toda la finca sobre todo el manantial que tenemos.
En el camino, vi muchas matas de naranja, limón, mango, piña lo que me ponía feliz. De repente el abuelo me puso su mano en una pierna y comenzó a acariciármela, yo no dije nada, cuando de pronto me preguntó, ¿Quieres comer alguna fruta?
Si señor, me gusta mucho mango y piña.
Ok, contestó el abuelo, también llevaremos naranjas para que Emma haga jugo, las naranjas son muy dulcitas. ¿Quieres montarte en la mata de mango? Móntate en esa que es un mango dulce, me decía señalando con la mano.
Como no podía solo, el abuelo me cargó, puso ambas manos en mis nalgas y sentí que las apretó, algo que me gusto. Cuando recogimos mango, naranja, y cortamos las piñas, Subimos al carro y seguimos el trayecto. Entre unos arbustos paro la camioneta diciéndome:
Oye Tito eres un chamito bien lindo.
Me ruboricé porque nunca me imaginé que el abuelo me lanzaría un piropo, aunque lo deseaba.
Gracias, señor, usted es guapo también.
Gracias Tito. Antes vi cómo tu amigo te agarraba las nalgas y no decías nada, ¿Te gusta que te las agarren?
Bajé la cabeza por la pena y vergüenza, no dije nada, pero el abuelo comenzó a acariciarme la espalda y de repente me dijo:
Quítate la camisa bebe, quiero ver tu cuerpo.
Lo hice y mis pezones estaban erectos más grande de lo normal, lo que hizo decir al abuelo:
¡Bufff! Parecen pezones de niña, que ricos se ven, me decía comenzando a pasar su mano acariciándome mis tetillas.
YO estaba nervioso, el macho que me impresiono al llegar me estaba acariciando con su mano, quería hacerme suyo. De repente me dijo:
¿Me dejas que te chupe esos pezoncitos tan ricos que tienes, bebe? Se ven muy ricos y apetecibles.
No hablé nada, solo me encogí de hombros dándole a entender que bueno, que no me importaba.
El abuelo al poner sus labios sobre mi pezón me hizo gemir, sus chupadas eran ricas, lamía a la vez que mordisqueaba el pezoncitos. Luego paso al otro haciendo lo mismo a la vez que metía sus manos entre el short y comenzó a agarrarme las nalgas acariciándome el culito.
Estábamos calientes, yo entregado a ese hombre maduro, pensando que su nieto me daba caña desde hace más de un año y ahora probaría el semen de su abuelo.
Sabes, Tito, soy viudo y no mojo la brocha desde hace meses, ¿quieres hacer feliz a este viejo?
Sí señor, usted también me gustó cuando lo vi, me gustan los hombres maduros, son mejores cogiendo.
Que bien Tito, espero hacerte gozar hoy, quiero hacerte mío. Sin pedirme permiso, me agarro y comenzó a besarme, su lengua entraba a mi boca, a pesar de que su aliento olía a tabaco deje que siguiera besándome.
Bufff carajito que rico estás, ojalá pudieras quedarte aquí para disfrutarte todos los días.
No vi cuando se sacó su fierro, el cual no era muy grande 17 cm un poco grueso. Como ya estaba desnudo y para excitarlo más puse mis nalgas encima d su pene, lo abracé por el cuello y seguimos besándonos mientras movía mis nalgas encima de su guevo.
Bufff carajito me paraste el guevo, mámame la verga por favor.
Claro señor, pídame lo que usted quiera, usted es ahora mi macho quiero hacerlo feliz. De inmediato comencé mi faena mamatória al hombre que me impresionó cuando lo vi.
Bufff que rico carajito, tenía tiempo que no me daban una mamada tan rica sigue, me encanta.
Puse todo mi empeño en la mamada y el hombre no aguanto mucho, cuando sentí su manjar blanco en mi boca, un poco se me salió, pero lo demás me lo saboreé tragándomelo todo.
¡ohhh! Que rico mamas carajito, deberías quedarte a trabajar aquí así te tendría todos los días para mí. Pero de verdad que tenía tiempo que no tenía sexo y bufff eres un excelente mamador bebe.
Lo miré a la cara y vi a ese hombre apuesto muy triste: No puedo quedarme señor, tengo que irme. En vacaciones si usted me invita puedo quedarme más tiempo, siempre que tío me deje.
Lo único que lamento no haber probado ese culito paradito que tienes, me encantaría tenerte desnudito para mi bebe.
Iba a enseñarle el culito cuando me dijo, allí viene mi capataz ¿que pasara?
patrón, hay que llamar al veterinario, una de las vacas esta por parir.
Y porque no lo llamaste, después de mi tu eres el jefe. Vete a donde está la vaca y Espérame llevare al niño y luego iremos a buscar al Veterinario.
Se subió a la camioneta por el lado del chofer y me agarro y me abrazo, me daba besos en la frente y me decía que nunca esperaba cogerse a un niño tan lindo. Sabes bebe, mamaste mi verga, pero no pude follarte, me lo mamaste muy rico que no me aguante.
Si usted quiere lo hago ahorita señor, ¿lo complazco?
No bebe, ya no doy más, los años no pasan en vano. Mañana ya veremos.
Si usted quiere dígale al señor Cecil que le enseñe la ciudad a Rodri y a Edy, yo diré que me duele la cabeza y me quedare en el cuarto.
Está bien bebe quiero que te sientas bien en la finca.
Tomamos rumbo a la casa y al llegar estaba Rodri y Edy sentados en la churuata.
Le estaba enseñando la finca a tu amigo, prepárense que mañana en la tarde irán a pasear en caballo. El capataz y los peones le enseñaran.
Ambos comenzaron a preguntarme si me había gustado la finca, Rodri nunca la había recorrido completa, le dije que había muchas frutas pero que no fuimos al manantial porque era más lejos, pero tú abuelo me llevaría junto con ustedes.
Nos llamaron a comer, pero Edy estaba muy pícaro, ansioso. Almorzamos, los grandes conversaban sobre la tierra y mis amigos y yo sobre ir a montar a caballo. Yo pensaba que ojalá me tocara el capataz, esta como me gustan maduros, machotes, con pancita y con cara de morboso, ahora no se si le gustaran carajitos.
Notaba la mirada del abuelo sobre mí, me encantaba ese hombre, no me había cogido, pero me sentí cómodo con el cómo que teníamos tiempo conociéndonos.
Luego del almuerzo, salimos al fondo de la casa y nos pusimos a recorrerlo, había vacas, toros, terneros y varias clases de aves, el cual cuidaban 3 hombres y dos mujeres. Estaba uno musculoso, moreno, bajo como de 40 años, los otros dos eran jóvenes al igual que las mujeres, pero mi mirada estaba en el cuarentón.
Al estar sentado en el porche de la casa, llegó el capataz con su sombrero y su pantalón pegado, lo que me hizo mirarle su paquete que se veía grande-
El capataz nos vio y dijo: Mañana temprano el patrón nos dijo que viniéramos a buscarlos para enseñarlos a montar caballo. El señorito Rodrigo nos dice que a qué hora vendremos.
***
Si señor José venga a las 8:00 que estaremos preparados, le dijo Rodri.
Lancé miradas al capataz que cuando mis amigos voltearon, me guiño un ojo, sabía que pasaría algo con ese machote y yo feliz.
Nos fuimos a la casa y como siempre, Rodri tenía ganas de follarme, de inmediato me puso a mamarle su pinga al igual que a Edy. Luego ambos procedieron a follarme, lo cual hicieron dos veces cada uno incluidos una llegada en mi culito y boca.
En la tarde en el comedor cenando todos, el abuelo se sentó a mi lado y no me contuve mientras todos hablaban, le tocaba los muslos, no pude llegar a su rica mercancía porque se podían dar cuenta. Vimos TV, Edy, Rodri, el señor Cecil y yo nos sentamos en el porche, pasillo de la finca.
Como lo están pasando hijos, nos decía Cecil, ¿les gusta la finca? Mañana la recorrerán a caballo, verán que es algo especial.
Sí papa por primera vez no me aburro. Quizás porque estoy con mis amigos.
Es una pasada señor, me gusta el campo y estoy emocionado porque montare a caballo, decía Edy.
¡Ay, señor! Sí me gusta este sitio es fino lo malo es que nos vamos el lunes, le decía yo.
Bueno como el mes que viene (agosto) salgo de vacaciones, los puedo volver a traer y nos quedamos más días. Veré si mi esposa y mi hija quieren venir.
Los tres nos alegramos, Edy me miro con picardía mientras que Rodri se abrazó a su papa.
En la noche fui a la cocina y le pedí a la cocinera un poco de agua y cuando estaba saliendo tropecé con el abuelo.
Hola, hijo, como la estas pasando, te gusta la finca, me decía mientras
acariciaba mi espalda.
Sí señor me gusta mucho, el otro señor nos va a llevar a montar a caballo.
El abuelo me llevó a la biblioteca, diciendo para que escuchara la cocinera, ven hijo te voy a enseñar algunos libros para ver si te gusta alguno.
Apenas entramos, cerró con seguro la puerta y me abrazo por la espalda, besándome el cuello. Sentí su miembro erecto en mi espalda.
Cónchale carajito, me tienes cachuo, desde que me lo mamaste esta mañana estoy inquieto, no aguanto las ganas de verte ese culito paradito que tienes.
A mí también me gusto señor.
Me llevo a un sillón amplio, me sentó en sus piernas y comenzó a besarme full lengua, algo que no rechace porque el viejo estaba atractivo. Me besaba y metía sus dedos entre mi short tocándome el hoyito.
Hay algo que no hicimos esta mañana bebe, algo que me gustaría me hicieras.
Fingiendo inocencia y que no sabía lo que quería, le dije, señor que quiere que haga.
Quiero follarte carajito, no sé si te gusta hacerlo bebe.
sí señor quiero hacerlo, usted me gusta mucho.
De inmediato, al escucharme decirle aquello, se bajó el cierre, se sacó su guevo y me lo puso en la cara, le pase la lengua por su glande lo que lo hizo gemir, volviendo a saborear tan rica verga madura.
Que rico mamas carajito, bufff de todos los que me lo han mamado eres el mejor.
Entre gemidos y excitación seguí mamándole la verga al abuelo con mucho gusto, como por 10 minutos. Al rato me dijo:
Quiero penetrarte bebe, ese culito me encanta, lo deseo tanto.
Me quite el short y el interior, me puse en 4 en el sillón abriendo mis nalgas, mostrándole mi hoyito al abuelo, invitándolo a que me cogiera.
Bufff que belleza ese hoyito, rosadito, tierno y sin pelitos. Se agacho y comenzó a meter su lengua.
¡Bufff! No me lo esperaba pero que rico se sentía aquello.
Que rico señor, me gusta mucho eso que me hace, le decía mientras movía mi culito en su cara.
La mamada de culito se prolongó, pero cuando se paró me dijo: No me aguanto carajito, voy a follarte.
Comenzó a meterlo poco a poco, era un gozo hacerlo con este señor porque a pesar de que su verga es promedio, me gustaba su forma de tratarme. Cuando lo metió completo y apenas me daba tres embestidas, tocaron la puerta. Por segunda vez, nos interrumpía nuestro acto sexual.
Nos asustamos, me saco el pene de mi culito, me puse el interior y el short. Mientras preguntaba quién era, agarro un libro de la Historia de Venezuela en figuras y me lo dio para disimular.
Abrió la puerta, era el hijo, quien se dio cuenta que se veía excitado.
La cocinera me dijo que estabas en la biblioteca con uno de los niños invitados, decía Cecil, hola, Tito estas entretenido leyendo el libro.
Sí señor, el abuelo me lo prestó, Señor me lo puedo llevar para leerlo en el cuarto.
Sí hijo mañana lo traes, decía el abuelo disimulando.
Me fui y mis dos amigos estaban dormidos, estaba caliente, el abuelo no pudo follarme como quería, pero yo ya pensaba en el capataz que nos buscaría en la mañana. Al día siguiente sería el más intenso para mi boquita y culito, donde tres nuevos machos me hicieron suyo y una sorpresa con mi amigo Edy, que me dejo en el sitio cuando vi el hecho… Continuara
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