Aventuras en un cine porno
Este Relato lo rescato de nuevo, espero les agrade.
Ya habían pasado varios días con una ansiedad en mi ser que no podía quitarme con nada, ninguna actividad física lograba apartarme de mis mas profundos deseos, ya saben a lo que me refiero verdad, lo que el cuerpo pide hay que dárselo.
Antes que nada dejen me describo lo más acercado a la realidad:
Soy moreno claro y acabo de cumplir los 15 años, mido 1,74 mts. y peso como 65 kilos y siempre he “sufrido” el asedio tanto de hombres como de mujeres, es la verdad no se que tengo que desde la escuela primaria las viejas me aventaban los perros, y los hombres no se diga, sobre todo los que son mas mayores que yo, desde niño me decían: que si hubiera sido mujer, seria muy bonita, me imagino que es una ventaja pues nunca he batallado para tener lo que quiero.
Pues bien ese día salí de mi casa a la 1:30 me fui a la zona rosa de mi ciudad, entre a un Sanborn´s a distraerme leyendo algunas revistas de interés personal, estuve como 1 hora baboseando con las revistas cuando de pronto tome una revista de ejercicios para hombres y al estar viendo esos cuerpos esculturales enfundados en ajustados trajes de baños exhibiendo esos deliciosos paquetes varoniles, mi corazón empezó a latir a mil por hora, como deseaba una buena verga en la boca y apenas eran las 2 de la tarde.
Tendría que esperar hasta la noche para ir a algún lugar de ambiente gay para hacer algún contacto con alguna persona que me interesara, debo de confesar que no soy muy asiduo a estos lugares pues es tanta la falsedad que no me interesaba ir a conocer a alguien, además en esos lugares abundan los hombres que: o te dan verga o quieren que les des verga pero todo al mismo tiempo.
La única opción inmediata que se me ocurrió fue ir a un cine local que exhibe únicamente películas porno desde las 12:00 del mediodía hasta las 11 de la noche y en el cual me doy mis escapadas de repente cuando tengo ganas de sustancia Láctea, pues en este cine es muy conocido que van puros hombres masculinos y hombres femeninos, así que hay que estar bien al pendiente de no pescar a un hombre femenino que al igual que uno busca verga, aunque en ese cine no dejan entrar a menores de edad, con una módica propina el encargado de la taquilla te da acceso libre al cine, así que es común ver a jovencitos con una verga en la boca de un hombre maduro que de inmediato se ve que son hombres casados que buscan otro tipo de sexo o a un señor con la verga hasta los riñones de otro jovencito, como me gusta ver esas escenas de sexo homo en mis narices.
Me fui a ese cine y estaba casi vació, entonces recordé que ese día se jugaba una final de fútbol, que mala suerte, pues cuando es sábado el cine esta muy bien surtido de todos tamaños, olores y sabores aunque debo de confesar que no soy “chico fácil” y me gusta seleccionar a mis presas, en primer lugar y me imagino que coincido con ustedes, me gustan bien, pero bien varoniles…desconfió de todo aquel hombre que no traiga bigote aunque hay excepciones, me ha tocado que veo a un hombre alto, moreno y fornido, pero al acercarme, de inmediato empiezan a mariconear…lastima de cuerpo pienso en mi interior.
Ya mero eran las 6 de la tarde y aun no había conocido a nadie, ya me dolían las piernas de estar dando vueltas en el interior del cine, pues es costumbre en ese lugar estar dando vueltas para ver la mercancía, en la parte de arriba es donde hay mas acción, toda persona que esta en la parte de arriba tengan por seguro que: o quiere que se la mamen o anda buscando verga.
Los que buscan verga los identificas de inmediato son esas personas que andan manoseando a diestra y siniestra, no les importa la persona lo único que buscan es verga, así a secas. Claro que me la paso esquivando a estos sujetos.
Los segundos: los que quieren que se la chupe algún mariconcillo, los distingues de inmediato, siempre están con la verga al aire libre, estas personas no me interesan, únicamente buscan eyacular en tu garganta y sin un “gracias” te dejan de rodillas o sentado en tu lugar y se marchan de inmediato, ni en mis mas calenturientas tardes me he acercado a estos tipos, es la verdad, no me gusta sentirme utilizado.
Pues estaba yo en mi penúltima vuelta cuando vi a un tipo de buena estatura vestido de cowboy, jeans ajustados, camisa a cuadros de manga corta, botas y sombrero, el cual era seguido por tres o cuatro maricones que estaban esperando que se sentara para lanzársele en seguida, claro que de inmediato me fui detrás de el, vi que se sentó en la parte de arriba y de inmediato me senté a dos asientos de distancia para calcular la situación, pues me ha tocado que algún sujeto que se cae de bueno, pero en cuanto me acerco se levantan y se van a otro lugar, claro que no me molesto pues en este mundo estamos para despreciar y ser despreciados.
Este sujeto que imagino que tendría unos 35 años media como 1,80 de estatura, moreno y fornido, con unas piernas muy bien desarrolladas y un paquete de agasajo, se veía bien gorda su bragueta, pero lo que mas me llamo la atención de el, fue ese aire tan masculino, guapo no era, es la verdad, pero tenia cierto aire a maldito con ese espeso bigote negro y sus toscas facciones lo hacían mas deseable, me le quede viendo a los ojos, pues me gusta ver como reaccionan a mi asedio, el me sostuvo la mirada y yo viéndolo a la cara fui bajando mis ojos a su bragueta, quería que el viera que lo estaba observando detenidamente.
El vaquero fue bajando lentamente su mano morena a su pantalón y acaricio suavemente su bragueta, pero viendo la película.
Volteo a verme de nuevo y yo me le quede viendo a sus ojos.
No tenia que esperar más, sabía lo que yo quería. Su verga
Me acerque despacio a su lado y le pregunte con mi voz más sensual: te molesta si me siento a tu lado.
Sin responderme movió su cabeza diciéndome sin palabras que no le desagradaba mi presencia.
Hay papacito de esta no te me escapas pensé jubiloso.
De inmediato puse mi mano en su dura pierna, palpe su dureza con regocijo, lentamente fui recorriendo su muslo hasta posar mi mano en su duro paquete, moví mi mano formando círculos en toda su entrepierna, acariciando toda la mercancía que sin trabas se me ofrecía a mis antojos.
Desabroche su cinturón, mientras el se desabrochaba la camisa, le baje el cierre y note que usaba una trusa de color gris, acerque mi nariz a su abdomen y aspire un rico aroma a hombre que me llego hasta lo mas profundo de mi ser, lamí su ombligo y un ligero sabor a sudor inundo mi garganta, siempre me ha gustado torturar a los hombres retrasando lo mas posible la mamada.
Así por arriba de su trusa mordí su glande suavemente, lo que provoco que soltara un ronco gemido, andaba bien caliente el vaquero.
El pantalón le quedaba tan ajustado que batalle para bajarle su trusa y sacar su verga que a gritos pedía una chupada, cuando al fin la libere de su prisión, ante mi quedo una hermosa verga morena sin circundar, no muy grande pero si de buen grosor, para que hacer sufrir al vaquero, engullí ese pedazo caliente de carne y la puse entre mi lengua y mi paladar, disfrutando ese tibio calor y las palpitaciones de sus venas, una ligera gota de liquido pre-seminal escapo de su punta, saque su verga de mi boca para degustar su sabor, no sabia feo, volví a meterla a mi sedienta boca y bajando mi cabeza la metí TODA en mi cavidad oral, para empezar a mamársela suave pero con un ritmo enloquecedor, el vaquero bombeaba sus caderas hacia mi boca, metiéndola hasta mi garganta, es lo bueno de mamar una verga no muy larga, pues en cada mamada mi nariz llegaba hasta su peludo abdomen y el aroma que entraba a mi nariz me calentaba mas de la cuenta, intente bajar mas su pantalón pero lo incomodo de las butacas no permitía bajarle los pantalones y yo quería chuparle los huevos, así que le propuse irnos a la parte de abajo del cine pues hay lugares donde faltan butacas y hay mas espacio….lo se por experiencia.
No muy convencido acepto mi propuesta y allí voy hacia abajo y el siguiéndome, los demás maricones me veían con mal disimulada envidia y no era para menos, el tipo se veía tan masculino con esa ropa, era la fantasía en persona de cualquier marica.
Nos sentamos y manos a la obra, baje el cierre de su bragueta y saque su verga, le abrí las piernas y me puse de rodillas ante el, en un acto de total sumisión, así que ahí me encontraba yo en el cine, de rodillas y en medio de sus piernas con su verga ente mi, palpitándole de lo dura que estaba, le desabroche la camisa y le pregunte si le podía chupar un pezón, me dio permiso el papacito y metí su moreno pezón en mi boca y lo succione suavemente, me fui al otro pezón para que no se pusiera celoso y le di su ración de chupadas, fui bajando en línea recta hacia su ombligo y se lo bese de nuevo, mientras el se desabrochaba de nuevo su pantalón de mezclilla, su cinturón era tan pesado…tan masculino, acaricie su pecho con muy poquitos vellos pero suficientes para mi gusto, ahora si tenia oportunidad de bajarle sus pantalones y con hábiles maniobras para cuando el se dio cuenta sus pantalones estaban en sus rodillas, le baje su ropa interior a media pierna y ante mi mirada quedo todo el conjunto de su verga endurecida y ese enorme par de huevos gordos de semen….era tan erótico ver a ese vaquero sometido a mis deseos, claro que le pregunte su nombre: Jorge, me respondió, me contó que era casado y su esposa andaba de viaje, que acababa de salir del trabajo y se fue al cine a ver que honda, igual que yo.
-te molesta que te acaricie-
Siempre me gusta preguntarles, pues ha de ser horrible que te estén manoseando sin tu consentimiento.
-No me molesta que me acaricies- me respondió y al fin escuche su ronca voz de macho norteño.
-puedes hacerme lo que quieras, nada mas no me beses ni me agarres el culo-
Que lindo vaquero, su respuesta se me hizo tan franca que lo veía mas guapo, aunque la verdad era medio feo, pero una fealdad que lo hacia ver exageradamente masculino, no como esos tipos “bonitos” dizque machines y que hasta usan delineador los muy maricones.
A mi en lo personal me gustan medios feos, pues los polos opuestos se atraen, ya que me han dicho que tengo las facciones finas, no me considero exageradamente bello, pero se que llamo la atención, claro que no parezco maricón, pues no soporto a los amanerados con su voz de flauta, pobres locas, por eso nadie las toma en cuenta.
No quería hacer enojar a mi vaquero así que no trate de besarlo.
¿Te puedo tocar el bigote?
-si-
Con mi dedo índice acaricie esa negra mata de pelos duros, mientras el me miraba divertido de reojo
¿De que te ríes? –le pregunte-
-nadie me había pedido eso, “tocar mi bigote”
-bueno todos somos diferentes, cada cabeza es un mundo-
¿Te puedo abrazar?
-si, puedes abrazarme-
Recargue mi cabeza en su pecho y lo abrase, aspirando su aroma varonil.
Tanta plática había achicado su verga y sin más palabras volví a meter su verga en mi boca y jalándole el prepucio, le daba ricas chupadas provocando que se endureciera en tres segundos, rodee su tronco con mi mano y le daba fuertes chupadas mientras se la jalaba…
-…..despacio- murmuro muy agitado
Como me gusta poner a los hombres al borde de la eyaculación y después bajar de intensidad mis acciones bucales para besarles las piernas velludas o su abdomen mientras acaricio sus brazos…para de inmediato dejarme caer en picada a ese maravilloso cilindro de carne masculina, creado para el disfrute de hombres y mujeres,
¿Pero no es mejor que un hombre se la chupe a otro hombre?
Nadie conoce mejor la anatomía masculina que un hombre que ha decidido satisfacer a otro hombre…
Mi vaquero ya no podía aguantar mas pues ya tenia como 20 minutos mamando su verga la cual era devorada sin descanso por mi garganta que alojaba sin problema casi la totalidad de su tamaño, pues siempre he pensado que es mejor una verga mediana que una verga enorme pues además de lastimarte las comisuras de los labios por estar abriendo exageradamente la boca, el dolor de las quijadas no se los recomiendo, y siento que uno no lo disfruta solo el receptor, pero insisto, cada cabeza es un mundo y en gustos se rompen géneros, seguí masturbando oralmente al vaquero quien tenia los ojos en blanco y unas sensuales gotas de sudor bajaban por su pecho las cuales lamí golosamente…
-¿ya te vas a venir? –le pregunte
-Mmmmmmmmmmmmhhhhh siiiiiii, nooo te detengas….
Volví a rodear con mis húmedos labios su glande que supuraba mucho líquido pre-seminal anunciando una abundante eyaculación.
¿Me los vas a aventar en la boca? – le pregunte ya muy caliente y con mi voz mas sensual-
¿No les parece muy cachondo preguntarle a su hombre que si quieren inundar su boca con su semen? Me imagino que preguntarles, provoca que si ego se eleve a la estratosfera.
Una erótica sonrisa fue su respuesta.
Manos a la obra, puse mis manos en sus piernas y con la pura fuerza de la gravedad subía y bajaba mi cabeza engullendo por completo su verga dejándola en ratos dentro de mi garganta mientras la succionaba con verdadero deleite, sentí una mano de mi cowboy posándose en mi cabeza, entendí su gesto…le gustaba que la metiera toda en mi boca, y como me gusta ser agradecido, me esforcé en estarle succionándole su verga por completo hasta que sentí que eyaculaba abundantemente en mi boca, la saque hasta la mitad para alojar toda su descarga de tibio semen, no se cuantos espasmos sentí en mi boca, pero si fue una buena cantidad de leche espesa que trague sin desperdiciar una sola gota…sentía hasta las muelas inundadas de semen mmmmmmmmmmmm como lo estuve saboreándolo pues es tan rica esa intima sustancia que se nos regala como premio a nuestro esfuerzo de estar chupando, mamando y succionando ese regalo de los dioses que es la verga de un bello ejemplar masculino.
Jorge –que así se llamaba el cowboy- saco un pedazo de papel higiénico y me limpio la boca……….que lindo ¿no creen?
-que buena mamada me diste, ya tenía una semana sin descargarme-
¿Me vas a cobrar? –Me pregunto el vaquero-
Pensé: que le pasa a este tipo, me vio cara de prostituto o que, yo se que al cine va gente que te ofrece dinero por mamártela o por dejar que se la chupen, pero yo nunca he tenido necesidad de pagar, si hay algo que puedo presumir es la de obtener las cosas gratis.
No chiquito, al contrario, yo debería de pagarte pues tienes una verga bien rica, como me gustaría ser tu vecino y darte tus buenas mamadas a domicilio…
-pero yo estoy casado-
No me importa, no soy celoso – le respondí divertido-
¿Cuándo nos vemos de nuevo? –me pregunto acariciando mi rostro con sus rasposa mano de hombre rudo.
Yo aun estaba de rodillas en medio de sus piernas, acariciando como pulpo toda su morena anatomía, pues un hombre como ese no se encuentra uno todos los días.
-que te parece el próximo domingo-
OK Nos vemos el próximo domingo a esta misma hora.
El siguió limpiando su herramienta que ya mostraba un tamaño mas chico y me dijo que ya tenía que irse.
-déjame despedirme-
Volví a meter su verga que ya estaba flácida y vencida, tenia un agradable sabor a semen, se la limpie para que no quedara rastro de su eyaculación, se la guarde en su trusa gris, le subí el cierre y le abroche el pantalón, lo acompañe al baño a fajarse bien la camisa y nos despedimos hasta el próximo domingo….
Hoy que escribo esto apenas es martes 24 de mayo y no saben como espero con ansias que llegue el domingo para encontrarme de nuevo con mi amable vaquero de medianoche…
Fin
Hola quisiera hablar contigo