Aventuras precoces IV, lo que todos esperan saber finalmente pasó…
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por PanchoHard.
Te voy a enseñar cómo es que 2 hombres se chupan bien chupados, y sin dejarme hacer nada levantó mis piernas y las juntó, dejándome boca arriba al borde de la cama y con la pinga atrapada entre las piernas. El me sostenía de los tobillos con una mano y se lanzó nuevamente a mamarme y ensalivarme.
Oye!, otra vez?-pregunté-
Tu tranquilo-me dijo-, ya vas a ver…
Yo no podía ver mucho, solo sentía la mamada y como mis piernas se arqueaban un poco siguiendo el ritmo, su cabeza se movía de lado a lado y sentía que su saliva empezaba a chorrear. Ya no solo me lamía la pinga, me lamía las bolas, las piernas, la entrepierna. Es más, sentía que me daba pequeños mordiscos en las nalgas, me lamía y me mordisqueaba.
Vas a ver, me dijo.
Y a partir de ese momento se dedicó solo a mi culo, me lamía las nalgas, las mordía y las chupeteaba, que rico culo que tienes me decía, te gusto lo que hago?
Si, está rico le decía, eso nunca lo había hecho.
El siguió comiéndome a pedacitos, me empezó a lamer la raya, pasaba la lengua gruesa y húmeda desde mi coxis hasta mis bolas, era como que me pasaran una brocha dejándome todo el culo húmedo. Hizo eso varias veces y por varios minutos, chupeteando, lamiendo y mordisqueando hasta que se centró en mi ano. Me lamía el ano primero solo por encima, pasándome la lengua a veces gruesa y a veces solo la puntita. Yo sentía riquísimo y él se esmeraba cada vez más, me lo chupeteaba y lo llenaba de saliva, me estaba comiendo todo, yo me retorcía tratando de zafar sin querer zafar, me mordía los labios, gemía y me quejaba….ufff…uffff…qué haces…ufff…ufff.
Poco a poco me fue lamiendo más y más adentro, yo sentía que mi culo se resistía y se cerraba, pero él seguía lamiéndome, me succionaba y me chupeteaba el culo, era delicioso.
Agarra tus piernas -me dijo- mientras apoyaba mis rodillas en mi pecho. Sostuve mis piernas de la parte de atrás de mis rodillas y estando al borde de la cama tenía el culo casi en el aire. El me cogió con ambas manos y me separó las nalgas, recuerdo su cara de enfermo mientras se pasaba la lengua por los labios.
Ahora si te va a gustar me dijo al momento de ver que se zambulló en mi culo. Sentí su cara hundirse y su lengua forzar para meterse, fue espectacular. Me arqueé y solté un quejido fuerte
Aaaahhhhh, suave!, me mordí un brazo para no gritar, no me esperaba eso, me parecía una cosa rarísima que me metan la lengua al culo, y que una lengua se pueda sentir tan grande y dura.
El ni se inmutó, me separó más las nalgas y me empujó su lengua húmeda y en punta por el ano, sentí que me abría y se metía. Instintivamente apretaba pero él seguía metiendo la lengua, me chupeteaba, me succionaba y me volvía a meter la lengua, me la dejaba al fondo y se revolvía tratando de entrar más y más, era una sensación totalmente nueva, me gustaba muchísimo y empecé a moverme y a empujar para que entrara más.
Ufff…ufff…resoplaba mientras me metían la lengua.
Ya te gusta no?, te gusta que te coma el culo?
Si, está bien rico, uuufff…uufff…sigue así, sigue le decía, sigue.
Y nuevamente se puso a comerme el culo, me escupía saliva una y me empujaba la lengua y me volvía a escupir. Su lengua entraba cada vez más, me pedía que me relaje y que no ajuste tanto. Poco a poco me fue más fácil recibir su lengua, la disfrutaba como loquito, movía mi cabeza de lado a lado y gemía tratando de no hacer ruido. Me tuvo por lo menos 10 minutos más en esa posición, tenía el culo como destapado, sonaba con cada metida de lengua y me chorreaba saliva por montones y sus manos, sus manos se paseaban por todo mi cuerpo, me apretaban los muslos, los pechos, los brazos, me manoseaba completo mientras me comía el culo
Que rico culito que tienes me dijo el jadeando suavemente. Yo solo resoplaba y resoplaba.
Vamos a probar otra cosita más, vas a ver que te va a gustar mucho.
Yo apenas podía respirar, casi gemía.
Me abrió de nuevo las piernas y se tragó mi pinga por completo, empujó más y más y se tragó mis bolas, tenía todas mis partes en su boca, yo mordía la almohada entre el placer y el miedo, estaba alucinado y movía mis caderas tratando de clavarme más en su garganta.
En ese momento sentí un hincón, un pequeño dolor agudo en el culo. Me estaba metiendo un dedo mientras me mamaba. Sentí que su dedo medio se coló en mi ano y no pude hacer nada. Entre las piernas alzadas y la tremenda chupada de culo que me habían dado estaba totalmente dilatado. Quise apretar pero ya estaba con medio dedo adentro. Me seguía mamando con fuerza y el dedo empezó a entrar y salir suavecito, sin problema. 2 empujadas y lo sentí hasta el fondo clavado recto al comienzo y de ahí a entrar y salir completito, lento pero sin parar. Era una sensación desesperante, no sabía si se me salía la caca de adentro, pero no podía hacer nada. El seguía moviendo sin parar, adentro y afuera, y en círculos. Por fin me soltó las bolas y la pinga, chorreó saliva por todos lados, la recogió con sus dedos y me la metió al culo. Me miró a los ojos y con una mano me agarró la pinga y la masturbó suave, con la otra sentí que me metió 2 dedos y otra vez hasta el fondo, entrando y saliendo.
Sentía que todo mi cuerpo quemaba, sentía que mi pinga latía y reventaba. Sus dedos se arquearon en mi culo y me sobaron por dentro varias veces. Eso fue casi insoportable, levanté la cadera y sentí que mi pinga se puso más dura que nunca en mi vida, él la apretó durísimo y chupaba solo la cabeza, yo temblaba todito, desesperado, sin saber qué hacer, me retorcía, quería llorar de tanta emoción, el no paraba de revolverme el ano. Poco a poco fui recuperando la respiración, sentía que no tenía fuerzas, estaba hecho puré física y mentalmente, fueron sensaciones sumamente intensas que ni me imaginé posibles.
Ahora si estás listo papito – me dijo-
No, ya no quiero más, estoy cansado -le dije yo-
Ni se te ocurra, estas con el culito preparadito, además mira mi pinga –me dijo mientras abrió mis piernas. Vi asomar su tronco, estaba paradísimo, con esa cabeza como un hongo hinchado, con las venas marcadas. Él se la apretaba de la base y me golpeaba las bolas con su pinga.
Qué quieres hacer? –le pregunté-
Ya sabes cómo se chupan los hombres, ahora vas a aprender cómo culean…
Así como en las revistas?
Es mejor, tu solo disfrútalo y hazme caso.
Vi que se escupió en la mano varias veces y se lubricaba la pinga, la cabeza brillaba y él le ponía más saliva, la masturbaba larga de arriba abajo, toda su pinga brillaba, y entonces empezó.
Ten cuidado, dije con miedo y algo de escalofríos mientras ajustaba las piernas.
Estate tranquilo me dijo. Nuevamente me hizo sujetar mis piernas y me puso al borde de la cama, me abrió el culo con las 2 manos y metió un último escupitajo directo al ano, ahora si te voy a meter la pinga en ese culito, que rico tu culito, vamos a dejarlo bien abierto…mmmm… y vi que la empezó a sobar desde mis bolas hacia abajo. Pasó sobre mi ano de bajada y luego de subida, cada vez que sentía su cabeza yo ajustaba hasta que por fin me la dejó apoyada justo en el ano. Se la apretó fuerte y así dura e hinchada empujó un poco, yo ajusté pero había sido tanta la saliva y la lengua y sus dedos que estaba todo dilatado y resbaloso. Sentí que su cabeza gorda e inflada se deslizaba adentro de mi culo.
Ahhhhh!!!.. gemí , como pude agarré mi almohada y me la puse en la boca. La mordí con fuerza para no gritar, sentí que me abrió mucho, y la tenía muy dura, muy caliente
Él se quedó quieto, sin dejar de apretarse la pinga y con la cabeza atorada en mi culo.
Yo resoplaba y me quejaba, me dolía mucho
No aprietes…me decía Angel…no aprietes que es peor, ya te va a pasar..
Me duele…me duele…sácala…es muy gruesa…aahhh….uuffff…es muy gruesa….ahhhh. Tenía un hincón en el ano, me dolía, me quemaba, se me salían las lágrimas. Sentí que la empezó a sacar despacio y eso me dolió más, creo que era lo gruesa que la tenía,
No, no no!, dije…
Y la volvió a empujar, era un castigo aguantar que esa cabeza se metiera en mi culo… y otra vez a sacar y otra vez a meter. Era un movimiento cortito, que solo sacaba la cabeza y la volvía a empujar, yo sentía una columna de carne dura que empujaba esa cabeza, la hinchaba y la volvía a sacar y a meter. Cada vez entraba un poquito más, ya sentía como la cabeza estaba más adentro de mi culo y me abría más, siempre saliendo y después entrando.
Empecé a tener una sensación rara, sentía que me inyectaban calor en el culo, esa vara me hacía gemir y revolcarme en desesperación, pero él no paraba, puso mis piernas casi en sus hombros y se acomodó encima de mí y empujó firme, sin detenerse. Yo ajusté lo que pude, pensaba que si entraba me iba a partir, mi culo lo sentía estirado, a punto de partirse. Era tanta la lubricación que no pude evitarlo, sentí que el culo se me abrió, como que me hubiera desgarrado y el tronco entró de golpe, las lagrimas me saltaron, lo mire me como pidiendo que parara, que no podía mas. El ni me miró, empezó a moverse de una manera casi animal, me empezó a clavar el culo sin parar, sentí que me partía el poto, era mucha pinga, no podía más, movía mi cabeza desesperado y empecé a pegarle en los brazos. Parecía que eso lo motivaba más, no paraba de meterme cada vez más pinga, era un fierro que se me clavaba al fondo del culo, su cabeza me abría todo y la sentía entrar y salir, cada vez más adentro, cada vez más larga y dura, sentía la forma exacta del tronco y eso me calentaba más, el ardor estaba ahí pero ya no era lo importante. Poco a poco el culo se me relajó y aguantaba las embestidas por más que sentía que me revolvían todo por dentro, empecé a mover las caderas acompañando los movimientos
Así te gusta papito?, me dijo
Si, está bien rico, dije casi sin voz
Te gusta?, dime…pídeme..
Si, si me gusta, dame más, métemela..
En ese momento él se abalanzó sobre mí, se trepó en la cama y levantó mis piernas y mi culo. Vi que su cara se me acercaba más y me empezó a besar, yo quise zafar pero él me empujó la pinga y sentí que entró de frente un pedazo más de carne, no podía hacer nada, solo quejarme mientras el me revolvía la lengua en la boca, nunca había hecho eso antes. Me comía la boca, me metía la lengua hasta el fondo y con su pinga se me clavaba más adentro. Yo solo podía aceptar.
Sus movimientos fueron más largos y profundos, era como un pistón aceitado que no paraba. Se pegó más a mí, se frotó con fuerza y de un empujón me sentí empalado. Todo mi cuerpo se crispó, mis manos y mis piernas se tensaron, apreté el culo como pude y sentí todo el tronco empotrado, sus bolas aplastadas contra mi culo y sus pelos frotándome. La tenía clavada hasta la raíz y en ese último empujón sentí que la metió muy adentro, más allá de donde debía.
Ahhh..que rico culo que tienes…ahhhh…que tal culito….ufff
Yo me aferré a su espalda, con el culo apretado al máximo, su pinga seguía enterrada a fondo y el trataba de meterla más adentro, no se podía pero el empujaba y se revolvía. Su cabeza me partía el fondo, sentía una palanca gorda y dura que hervía en mi culo…
Ahí va…ahí va….ahí va…
Su pinga empezó a latir en mi culo, latía y se hinchaba, me llenaba hasta el fondo de leche, latió varias veces, una tras otra…uffff. Él estaba todo tenso, se enterraba en mi cuerpo, yo disfrutaba, sollozaba, alzaba las piernas y sudaba. Apenas si podía respirar, estaba alucinado. Fue tan violento que sentía que me iba, me desmayaba, pero cada movida me reanimaba de alguna manera, mis piernas temblaban y estaba aferrado a sus brazos.
Poco a poco fuimos recuperando la respiración y Angel empezó nuevamente con el saca y mete, primero despacio mientras recuperábamos algo de aire, la sacaba un poco y la empujaba, parecía que estábamos pegados y que me iba a destapar el culo con cada sacada. Se movió en círculos suavemente, sacando y metiendo, 2 o 3 veces y otra vez me estaba culeando con fuerza. El tronco lubricado con su leche se resbalaba sin problemas, yo sufría y sentía que me chorreaba por el culo, su pinga y mi culo sonaban en cada metida, sus bolas rebotaban, empezó a darme más rápido y fuerte, se puso frenético, me bombeó el culo con todas sus fuerzas, sentía que tenía el ano en fuego. Entraba y salía muy rápido, era un animal que no paraba de cacharme duro y fuerte, yo lo gozaba como loco, abría las piernas, empujaba como podía para que entre más y más, habíamos encontramos un ritmo feroz, totalmente sincronizado y violento. Fueron 3 o 4 minutos de furia donde veía su pinga hinchada y roja, llena de jugos salir casi completa y volver a desaparecer, mi culo era un boquete que se devoraba todo, era increíble, y nuevamente lo sentí latir, me cachaba y latía llenándome otra vez el culo de leche, yo apenas si respiraba, lagrimeaba de dolor y placer, moqueaba y salivaba, me sentía descontrolado. Terminó de latir y me bombeó unas veces más hasta que cayó rendido a un lado de mi cama, su pinga al salir me dejó un hueco abierto por el que sentí que me chorreaba sin parar, mis piernas cayeron sin fuerzas y casi me caigo de la cama, el me ayudó a acomodarme. Yo sollozaba y lagrimeaba, me soné la nariz para poder respirar bien, sentía el culo inflamado y abierto, me dolía adentro y afuera, pero había estado riquísimo, alucinante. Los 2 estábamos empapados en sudor y el olor…el olor era penetrante, olía a culo, a sudor, a hombre…mi nariz todavía seguía con el semen ya medio seco pero oloroso, estaba mareado con todo eso.
Abre la ventana –le pedí-. El aire me refrescó, me temblaban brazos y piernas y me seguía chorreando x el culo. Poco a poco me fui recuperando, pero el dolor en el vientre era aún fuerte.
Angel se asomó junto a mí. Que rico hemos culeado, tienes un culo riquísimo…
Te gustó mi culo?
Ni lo dudes, a ti parece que también te gustó…
Si me gustó, pero me siento mal, no sé si quería eso…
No te preocupes, no está mal, es tu primera vez y es normal que te sientas raro.
Y eso también lo haces con él en Argentina?
Uf, eso y más, no te imaginas. Él es un tragón, pero se demoró en aguantarla toda por el culo, tú te la comiste toda a la primera, eres un campeón culeando, me dijo mientras se sonreía.
Pero tu pinga es muy larga y gruesa, me hizo doler mucho.
Es que fue tu primera vez, ya vas a ver que lo vas a disfrutar cada vez más.
Puede ser –dije-, ya quiero dormir que mañana tengo que ir al colegio.
Ok, duérmete que yo voy a limpiar un poco el cuarto.
Me acosté con un short limpio y me quedé dormido casi de inmediato, y pensar que Ángel acababa de llegar a Lima…..
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