Aventuras sexuales en el bachillerato.
Esta escuela es un tanto singular, ya que en ella ocurren cosas, digamos peculiares, cosas que no son comunes y que no suceden en otras escuelas, pero que aquí ya son algo normal, suceden cosas que se pueden considerar como “un secreto a voces”, todos saben que pasan estas cosas, pero nadie habla.
La siguiente es una historia de ficción basada en personajes reales.
El profesor Manuel, un hombre apuesto de 35 años, cuerpo atlético, 1.80 de estatura, tez clara, una buena verga de 18 centímetros, gruesa, redonda, un hermoso ejemplar sin duda alguna. Trabaja como profesor de ingles en un bachillerato, una pequeña escuela en un área rural, con apenas un total de 27 alumnos por los tres grados, solo hay un primero con 7 alumnos, un segundo con 12 alumnos y un tercero con 8 alumnos. Sus alumnos rondan las edades de entre 15 y 18 años. Manuel es uno de los solo 4 profesores que hay en la escuela, las profesoras Elena y Viviana y Felipe completan la plantilla de profesores, pero también hay un conserje, Raúl y una psicóloga, Karla.
Esta escuela es un tanto singular, ya que en ella ocurren cosas, digamos peculiares, cosas que no son comunes y que no suceden en otras escuelas, pero que aquí ya son algo normal, suceden cosas que se pueden considerar como “un secreto a voces”, todos saben que pasan estas cosas, pero nadie habla de ellas. Incluso los padres de familia lo saben, pero lo callan, prefieren sacar ventaja de estas cosas en algunos casos.
Vamos a enfocarnos en el profesor Manuel, pero también hablaremos en su momento de los demás profesores.
Sucede que cierto día, durante la semana de evaluaciones, el profesor Manuel se encontraba en el salón de primer año, las clases habían terminado y ya casi todos los alumnos se habían retirado de la escuela. Manuel se encontraba sentado en la silla del escritorio del salón, estaba solo, capturaba en su computadora las calificaciones que sus alumnos habían obtenido en la evaluación del primer bloque, entonces, Carlos, un chico de primer año, de 15 años, delgado, lindo se puede decir, un chico común, había estado esperando afuera del salón a que todos sus compañeros se retiraran. Carlos es el clásico chico “nerd”, obsesionado con las buenas calificaciones, de esos a quienes obtener menos de 10 significaba un fracaso, a pesar de ser buen estudiante, el inglés es algo que no se le da, por mas que se esfuerza no logra entenderlo, es su debilidad académicamente hablando, así que en esa evaluación había obtenido un 7, cosa que para el era inaceptable.
Carlos entro en el salón y se dirigió hacia el escritorio, el profesor Manuel levanto la mirada y lo vio entrar y acercarse a él.
Carlos: Hola profe.
Manuel: Hola Carlos
Carlos: Profe, quería hablar sobre mi calificación en inglés, es muy muy baja
Manuel: Haber déjame ver en mi lista… mmm, obtuviste un 7, pasaste el bloque.
Carlos: Pues si profe, si pase, pero como un 7, necesito mejorar mi calificación, para mí eso es muy bajo, es como si hubiera reprobado.
Manuel sonrió al ver la angustia del chico, le parecía hasta cierto punto gracioso la obsesión de Carlos por las buenas notas.
Manuel: Bueno, pero es lo que obtuviste al promediar tus trabajos y tu examen.
Carlos: Si profe, es que mire, a mi el inglés no se me da, no le entiendo, me causa frustración y no quiero tener esa calificación, por favor necesito subirla.
No era el primer chico en ese problema que había hablado con el profesor Manuel, muchos antes ya lo habían hecho (tanto hombres como mujeres) y los que ya lo habían hecho sabían perfectamente lo que tenían que hacer para subir su calificación, pero Carlos no, apenas había entrado en la escuela en el nuevo ciclo escolar y no sabia como se manejaban las cosas, no solo con el profesor Manuel, si no con todos los demás profesores. Claro había escuchado rumores, pero no sabia si eran ciertos.
Al ver la desesperación y la angustia con la que se expresaba Carlos, al verlo desesperado por subir su calificación, el profesor Manuel sabía que había una forma de ayudar al chico a subir su nota, solo era cuestión de que tanto querría cooperar su alumno.
Manuel: Bueno Carlos, veo que en verdad estas desesperado por mejorar tu nota, y déjame decirte que eso es posible, puedo ayudarte y que saques el 10 que tanto quieres.
Carlos: Si profe, dígame, es con un trabajo extra…
El chico ingenuamente pensaba que su profesor le dejaría un trabajo extra, sin imaginar lo que en realidad estaba apunto de pedirle. El profesor Manuel, miro al chico sonriendo.
Manuel: Jaja, si Carlos, se puede decir que es un trabajo extra, pero depende de ti que tan dispuesto estas para subir tu calificación.
Carlos: Necesito subirla profe, dígame que trabajo tengo que hacer
Manuel se levantó de la silla.
Manuel: Ven Carlos, toma asiento.
El chico obedeció y se sentó en la silla a un lado del escritorio.
Manuel: Bien Carlos, vamos a ver que eres capaz de hacer para que te suba la calificación.
En ese momento, el profesor Manuel de pie frente a Carlos, sin decir más se llevó la mano al cierre de su pantalón, lo bajo y procedió a sacarse la verga, un gran trozo de carne, al ver aquello, una expresión de sorpresa se dibujó en el rostro de Carlos. El profesor Manuel tomo con su mano derecha su verga y la sacudió un poco, con una mirada lujuriosa y picara miro sonriendo a su alumno sentado frente a él.
Manuel: Quieres subir tu calificación Carlos, entonces tienes que hacer algo, creo que sabes a que me refiero…
Carlos, no podía creer aquello, en ese momento supo que los rumores que había escuchado sobre las cosas que ocurrían en esa escuela eran ciertos. Por su puesto que Carlos, sabia lo que tenia que hacer para subir su nota, pero se sentía un poco avergonzado, y descolocado.
Manuel: Anda Carlitos, depende de ti que suba tu nota, o de lo contrario te quedaras con ese horrible 7 que tanto te aterra.
Carlos, en su obsesión por las buenas calificaciones no vio otra alternativa, tenía que hacer lo que le decía el profesor Manuel. Sin mas remedio, Carlos sentado en la silla con la verga de su profesor justo enfrente de su rostro, tomo con su mano derecha la verga del profesor Manuel y tímidamente acerco su cabeza a ella, inseguro pero determinado a mejorar su calificación, comenzó a lamerla mientras el profesor Manuel lo miraba hacia abajo sonriendo con lujuria y maldad.
Manuel: Anda Carlos no seas tímido, chúpala, quiero que me la pongas bien dura…
Carlos subió su mirada y vio como su profesor sonreía de una forma malévola, pero sin mas remedio, el chico comenzó a chupar esa tremenda verga que poco a poco comenzó a crecer hasta ponerse bien dura y alcanzar una medida de 18 centímetros. El profesor Manuel tomo con su mano derecha la cabeza de Carlos y lo hacía tragar su verga mientras disfrutaba y comenzaba a gemir.
Manuel: Si, asi Carlos, chupala, mmm que delicia, ¿ya lo habias hecho antes?
Carlos: No profe, jamás.
Manuel: Mmm pues parecería que sí, lo haces muy bien para ser tu primera vez, no seas tímido, no pasa nada, esto no te hace gay, yo no soy gay, pero disfruto ocasionalmente de los placeres con otros hombres, es rico. Anda sin pena, sigue chupando que lo estas haciendo muy bien.
Carlos continuo chupando la verga, en verdad parecía que ya tenia experiencia previa, se le estaba dando muy natural, la jalaba con su mano mientras la chupaba, lamia la cabeza y los huevos, una sensación extraña comenzó a apoderarse de él, a pesar que hacia eso por su calificación, comenzaba también a sentir placer al sentir la dura y grande verga de su profesor en su mano, al chuparla y lamerla, al poco rato ya lo disfrutaba, jamás se había imaginado que haría algo así, pero allí estaba, chupando la verga de otro hombre para mejorar su calificación.
Manuel: Oh si, asi Carlitos, que rico lo haces, chupa, chupa…
Carlos solo seguía chupando la verga de su profesor, disfrutando, trataba de meterse en la boca lo más que podía, sentía que se asfixiaba, pero pensaba que entre mejor lo hiciera, su profesor quedaría satisfecho y lo ayudaría a subir su calificación.
Manuel: Oh si que rico, mmm sigue, eres muy bueno, ya veo que no solo eres muy inteligente y bueno para el estudio, también eres un gran chupador de vergas, mmmm
El chico daba su mejor esfuerzo, una y otra vez chupaba la verga del profesor Manuel, se sentía ya excitado, lo disfrutaba, jalaba el escroto, lamia la cabeza y los huevos, incluso la besaba incluso llego un momento en que comenzó a fritársela por toda la cara ante la mirada lujuriosa y de sorpresa del profesor Manuel, quien miraba que el chico lo estaba disfrutando en serio.
Carlos: Ay profe, esta bien grande su verga, mmm
Manuel: Así es Carlitos, jeje disfrútala.
Después de casi media hora de chupar verga, finalmente un gran chorro de leche broto de la verga del profesor Manuel, quien dio un gran gemido de placer, descargándose en la cara de su alumno.
Manuel: Ohhh sí que ricooooo
Carlos recibía toda la blanca y tibia leche de su profesor en su linda carita, mientras miraba como el profesor Manuel se jalaba la verga con furia para sacarse hasta la ultima gota de leche. El chico instintivamente comenzó a limpiar de su cara la leche y con su mano se la llevaba a la boca, probando el semen por primera vez, un sabor raro, pero no desagradable para él. El profesor Manuel lo miraba complacido, con su sonrisa lujuriosa y malévola.
Manuel: ¿Qué tal Carlos? ¿te gusta la lechita de hombre?
Carlos: Jeje, no sabe tan mal
Con la verga tranquilizada, el profesor Manuel se la guardo dentro del pantalón.
Carlos: ¿Entonces profe, me va a subir la calificación?
Manuel: Casi te lo has ganado, pero aun no.
Carlos: ¿entonces?
Manuel: Ven, sube al escritorio, recuéstate en él.
El chico ansioso por que el profesor le subiera la calificación no tuvo más remedio, el profesor Manuel quito sus cosas de escritorio y Carlos se recostó sobre él. Sin decir más, el profesor comenzó a desabrochar el pantalón de Carlos y se lo bajo hasta las rodillas con todo y su bóxer dejando al descubierto la verga del chico, una verga de unos 15 centímetros, morena, no tan imponente como la del profesor Manuel, pero sin duda un buen ejemplar. De inmediato el profesor Manuel la como con sus manos y comenzó a jalarla suavemente, provocando placer en Carlos, quien no podía creer que otro hombre le estuviera tocando y jalando la verga.
Manuel: Mmm la tienes bien parada, es quiere decir que te excito chupármela, te gusto ¿no es así?
Carlos: Jaja ay profe, pues no sé porque, pero si…
Manuel: Jaja, tranquilo, te dije que es normal, no es nada malo disfrutar con otro hombre, te gustan las chicas no es así.
Carlos: Si
Manuel: Pues a mi también, me encnatan las hembras, pero como te dije, de vez en cuando disfruto de los placeres con otros hombres, esto no nos hace gays, simplemente es por disfrutar.
Carlos: Ok profe, entiendo, la verdad es que si me ha gustado y mucho chupársela.
Manuel: Lo sé, se notó que lo disfrutaste, y por lo dura que se te puso la verga lo confirmo, seria injusto que te vayas así, así que te voy a sacar tu lechita y después hablaremos de tu calificación.
Carlos: Esta bien profe…
El profesor Manuel siguió jalando la verga de Carlos por un rato hasta que se inclino y comenzó a chuparla, al sentir aquello, el cuerpo de Carlos se estremeció y se retorció ligeramente, mientras mas chupaba su verga el profesor Manuel, mas lo hacia estremecerse, el primer sexo oral en su vida lo estaba recibiendo de otro hombre, de su profesor.
Carlos: Ay si, que rico profe mmmm
Manuel: Mmm ¿te gusta?
Carlos: Mucho…
Manuel: Tienes una buena verga, mmm
El profesor Manuel, chupaba y jalaba la verga de Carlos, chupaba también sus huevos, el chico gemía, lo gozaba, no tardo mucho en venirse, al ser su primera vez la sensación fue muy fuerte para él, solo 10 minutos después ya estaba brotando la leche de su verga, misma que el profesor Manuel bebía. Manuel continuó chupando la verga hasta que la ultima gota de leche había ya salido.
Manuel: Mmm, tienes una lechita muy rica Carlitos.
Carlos: Mmm profe que rico sentí… ahhh
Manuel: Ves, por eso me encanta disfrutar del sexo con hombres también, es muy rico, es placentero, claro con mujeres es también delicioso, pero entre hombres es algo rico.
Finalmente, el profesor Manuel le dijo a Carlos que se levantara de la mesa y se acomodara el pantalón.
Manuel: Bien Carlos, lo has hecho muy bien y lo prometido es deuda, te has ganado tu calificación, y te dejare que tui mismo la pongas.
Carlos tomo la computadora del profesor Manuel y tecleo el 10 que tanto deseaba.
Carlos: Gracias profe.
Manuel: No tienes porque agradecer Carlos, te lo mereces. Sabes, ya que tienes problemas con el inglés, es seguro que tus notas no sean tan buenas el resto del curso, pero siempre podemos arreglar eso, mantelo en secreto y no habrá problemas…
Carlos: Claro profe, así será, creo que le tomare la palabra, porque en verdad se me hace muy difícil el inglés.
Era obvio lo que el profesor Manuel le propuso Carlos y también era obvio que el chico comprendió y lo acepto, seguiría haciendo “trabajos extra” para el profesor para mejorar sus notas. Estas cosas como se dijo al principio son comunes en la escuela, no solo con los varones, también con las mujeres y no solo con el profesor Manuel también con los demás profesores, y aunque se trata de “secretos”, como también se menciono antes, son “secretos a voces”, todos los alumnos saben que siempre se puede arreglar algo con los profesores y profesoras de la escuela de otras formas, aunque en “secreto”…
Si, esta no es una escuela común, aquí todo el tiempo, todos los días pasan cosas fuera de lo común…
continua porfavor me gusto tu historia