Bañandonos en el río
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Como gentes sencillas y humildes, todos se bañaban en calzoncillos y nada más, en el río cercano a nuestras casas. Yo le tenía un poco de pánico al río, por que una vez me iba a ahogar, por eso prefería quedarme en la orilla sentado en las piedras, dónde disfrutaba la vista, de todo tipo de penes que se le marcaban a mis amigos cuando salían a treparse en una alta roca, dónde se tiraban a sambullirse en el agua.
De todos me llamaba mucho la atención, uno de los mayores como de 14 años, pues era tan hermoso y se le marcaba un enorme pene en su entrepierna, echado hacia el lado, yo mismo no lo entendía bien aún, pero de verlo me daban escalofríos y deseos de sambullirme yo en medio de sus muslos a saborerar, aquel rico fruto que sobresalía de la tela pegada y mojada de su prenda interior. Ellos eran muy buenos conmigo y aún de grande lo siguen siendo, muchos se me insinuaban y me invitaban a hacernos la paja, en las malezas del río pero a mi me daba miedo y no iba.
Una tarde muy calurosa, luego de asistir a la escuela, pedí permiso en mi casa y me fui al río a caminar solito, pero me llevé una mochila, que siempre cargaba con una toalla, una sábana, que tiraba al suelo y me sentaba a disfrutar del ir del río, de su amado y recordado sonido al bajar y por si me daba un chapusón en la orillita, por mi miedo al agua como dije anteriormente. Cuando llegué y me disponía a sacar mis cosas y sentarme, escucho el sonido del agua y era Luis, el chico de 14 años que me gustaba; que emergía del fondo y me gritaba que me metiera al agua que estaba rica. No se pero no lo pensé dos veces, me desvestí quedándome solo en mis calzoncillitos blancos y me metí al agua, pero le decía que para lo hondo no, por que yo no sabía nadar y me daba miedo.
Luis fue a dónde mi y al salir a lo llanito, dónde yo estaba, noté inmediatamente que ese pene estaba más grande que nunca…lo tenía parado! Me dijo lo más normal, viste que parada la tengo, por que me la miraste eh? Yo titubiando le dije, que es que nunca había visto algo así. Se sentó conmigo en lo llano y me convencía, para que lo acompañara más a lo hondo, que él me agarraba y que confiara en él. Tanto estuvo hasta que me convenció y yo le dije que sí. Jamás imaginaba que ahí comenzaría a conocer lo hermoso y rico de las cosas sexuales entre dos varones.
Ya en lo hondo del agua yo me aferraba a él inocentemente y sentía en mis muslos y en mi piel aquella enorme verga que me rosaba todo…y lo peor es que estaba tembloroso, pero me gustaba sentirla. Por que estás temblando? Me dijo amorasamnte casi en un susurro al oído, que me estremecío. Solo atiné a decir, tu sabes, me da miedo, para esto ya el me tenía de frente a él, con mi trasero en su entrepierna y aquella enorme pieza de carne dura, pegada a mi raja. Ves que no te va a pasar nada, me decía Luis y yo bien agarrado a sus brazos que me rodeaban, mi corazón se me quería salir del pecho, por que lo sentía que me movía su verga de alante para atras y circularmente contra mi culo. Yo me quedé en silencio, lo dejé hacer.
Cuando lo sentí como jadear y su respiración entrecortada, a la ves… sentí que me bajo mi interior con una mano y me puso el pene entre las nalgas, yo en mi miedo de que no tocaban fondo mis pies en el agua, me dejaba hacer y no me soltaba de él, cuando la cabeza de su verga, trató de entrar, me dolió y grité, al no estar dilatado, ni con nada que hiciera resbalar su verga, me dolió y virgen al fin esclamé un grito, ayyyyyyyyy Luis que me haces, me rompes el culo, me duele, ayyyy. Calmate, perdóname es que me tienes bien caliente, me quiero comer tu culito, yo quiero ser el primero, me vas a dejar? Me decía él, pero yo tratándome de zafar del tolete que pretendía perforarme a sangre fría, ay no Luis que puede venir, alguien y me duele, ay, dejame, dejame.
Lo convencí y le dije que si no se lo decía a nadie, yo se lo tocaba en las malezas (yo soñaba con estar frente a frente con esa verga en mis manos, hacía mucho tiempo) él aceptó… me llevó a la orilla y me dijo ve tu primero y yo voy ya, que no vaya a venir alguien, me vea como lo tengo y sospeche. Yo me interné en el monte y al rato él apareció, rápido me llevó a un escondite de un árbol que él sabía, dónde nadie nos vería. Turbado y asustado como estaba yo, vi cuando él se quitó el calzoncillo y tiramos al suelo mi mochila, sus ropas…y me dijo, agarrala. La cogí con mis manos y la subía, la masajaba toda, estaba asombrado era el primer pene bien parado que tocaba y veía en vivo y a todo color!!!! Me la pasó por toda la cara y el precum me lo untó en mis labios, que quería que abriera y así lo hice, primero me dió como asco, pero con sus palabras tan dulces hacia mi, al cabo ya lo chupaba rico y Luis jadeaba y gozaba. Sacamos la colcha de mi mochila y nos acostamos en el lecho improvisado, me dió entonces mi primera mamada de culo, llevándome al séptimo cielo, era una sensación que nunca olvidaré yo mismo con mis manos me abría las nalgas y paraba el culo para que su lengua me entrara más. Sentí alivio, por el dolor que antes, por la resequedad en el agua, me había dado al intentar metermela de cantazo. Me puso de lado y me dijo que me lo iba a meter poco a poco, que respirara hondo y que no me iba a doler casi. Me puse de lado y él, me dijo qué, que rico culo tenía, que parecía de mujer, que de lado yo era como una sirenita y así bien caliente el chico y apretándome contra él me la fue clavando, se echaba saliva, mucha y volvia, yo me quejaba, gritaba, le pedía que ya no, que más nada, Luis por favor me duele mucho, sácamela, ayyy, pero no había marcha atrás y cuando vine a ver, me partió el culo. Me la metió entonces toda y la dejo quieta, un rato y ahí fue el gozo.
Comenzó a sacarla y a meterla y aunque aún me dolía, ya me gustaba. Y empezé a moverle el culo para atrás, estás gozando ya mi amor, me decía Luis, pero yo, por verguenza no me atrevía a contestarle, solo mi cuerpo le hacía notar lo que me estaba haciendo gozar con su verga. Me dió duro, duro y más yo gemía y suspiraba. Me besaba el cuello, la oreja de ese lado y sus manos me apretujaban las nalgas y tetillas, ya eres mio, amor mio…entonces no resistí y le contesté, "me gusta, me gusta, soy tuyo, si, este culo es solo para ti, papito, hazme gozar más, ayyyy!"… Yo mismo no me conocía y esas palabras fueron el detonante para que me inundara con su leche todo mi interior, dándome unas envestidas tan fuertes, que yo creía que me moría de placer y dolor a la vez.
Cuando me lo sacó, sentí un ardor y me eñangote y comenzé botar toda la leche a fuera, ya saben. Me dolía el culo, me ardía, me sentía esbaratado… pero estaba feliz, mi chico favorito, me había echo suyo. Nos lavamos en el río y nos prometimos guardarnos el secreto.
Esa noche no dormí pensando en Luis, era el primer amor, la primera ilusión Fueron muchos años que ambos nos dimos placer y aún de vez en cuando. Él fue mi primera vez y a la ves, Luis dice que yo fui su primer y único chico.
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