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Gays, Incestos en Familia, Sexo con Madur@s

Betito parte 2

Que pasará ahora que Don Roberto fue descubierto por su hijo Ivan.

Ya en la habitación con Betito su tío Ivan lo tranquilizó y comenzó a cuestionarlo

Ivan: ¿Hijo qué estaban haciendo? ¿Qué te estaba haciendo mi papá?

Betito: Nada tío

Ivan: ¿Y por qué lloraste? ¿Por qué gritaste, y por qué están desnudos?

Betito se quedaba callado, quería cumplir su palabra de no decir nada, no quería delatar a su abuelo, aunque no sabía bien que estaba pasando, le había prometido no decirle nada a nadie por nada en el mundo.

Ivan estaba seguro de lo que había pasado, o por lo menos de lo que su padre había intentado hacer, estaba en shock, se le hacía imposible, sabía que esas cosas pasaban y que muchas veces era entre familiares, pero jamás pensó que en su familia y menos con su padre pasaría algo así. Pero Betito no hablaba, no decía ni una sola palabra, a pesar de que su tío Iván le juraba que no le diría a nadie si le contaba que le había hecho su abuelito, el niño no lo acusó, estaba cumpliendo su promesa.

A la mañana siguiente Iván más tranquilo se despertó temprano mientras Betito aún dormía para hablar con su papá.

Ivan: ¿Cómo es posible papá? Jamás lo hubiera pensado, menos de ti. ¿Sabes el problema en el que estás metido?

Don Roberto: Si hijo lo sé y créeme que ni yo mismo sé por qué lo hice, fue un impulso, algo que no pude controlar, soy lo peor lo sé, merezco que tu hermano me mate.

Ivan: Sabes que sí, mi hermano te va a querer matar, el niño no te delató y me jura que no hicieron nada, pero yo te vi y a mí no me puedes engañar

Don Roberto: No te puedo pedir que no le digas a tu hermano, pero piensa bien qué es lo que vas a hacer, no por mi, por tu hermano y sobre todo por el niño

Ivan: En él debiste haber pensado. ¡Ay papá no sé qué voy a hacer!

Era fin de semana, no tenían que trabajar y el niño se iba a quedar una noche más antes de que su papá regresara por él.

Cuando Ivan subió a su recámara, Betito ya estaba despierto, fue a la habitación de su papá por la ropa del niño y regresó para ayudarlo a vestirse pero al ponerlo de pie Betito se quejó de un dolor fuerte en su colita. Ivan sabía por qué, pensaba que su papá lo había penetrado, aunque solo había había metido dos dedos, era demasiado para el pequeño culito del niño, además no lo había hecho con cuidado. Ivan le pidió que se  bajara el pantaloncito para revisarlo, y al abrir sus nalguitas vio que su hoyito estaba rojo e irritado, le pidió que se acostara y viera la tele en lo que él iba a la farmacia por una cremita.

En la farmacia con un poco de pena le dijo a la señorita que había tenido relaciones anales con su novia, pero que la verdad la había lastimado y que tenía muy irritada esa zona. La chica le sugirió una muy buena crema, le dijo que su novia tenía que tomar un poco con su dedo y con cuidado introducirlo para que la crema quedara por dentro y luego ponerse por fuera en la zona irritada. Que era una crema muy buena para las fisuras anales y que en unas horas iba a estar mejor

Ivan llevó la crema, tenía que hacer que Betito se sintiera bien y no se quejara al caminar o su hermano Mario se daría cuenta de lo que había pasado

Llegó a su casa y se dirigió nuevamente a donde estaba Betito, le pidió que se bajara su calzón que le iba a poner una cremita para que no le doliera, lo acostó boca arriba y le abrió las piernitas, puso un poquito de crema y con cuidado deslizó su dedo dentro del culo de Betito, fue solo la puntita de su dedo índice, pero Iván no contaba con lo que sentiría él mismo al tener su dedo dentro de un culito tan cerrado, ni a sus novias les había metido el dedo. Sintió delicioso, cuando reaccionó ya lo había sacado y metido un par de veces más, ayudado por la crema, tenía medio dedo adentro del culito del niño, que solo hacia unas pequeñas muecas de dolor.

Pensó para sí mismo en qué estaba haciendo, estaba igual que su papá, incluso, entendió un poco a su padre, ver así a su sobrino abierto de patitas expuesto para él le generó morbo, había estado con muchas mujeres, pero esto esa diferente, era un culito tiernito, pensó en lo rico que se sintió meter el dedo en ese culito, en lo apretadito que estaba y se estremeció al pensar en lo que su papá había sentido al meterle la verga.

Después pensó que su papá estaba solo, que no tenía pareja y que quizá todo eso lo había llevado a hacer lo que hizo. No entendía por qué, pero lo estaba justificando. Habló con su papá y le dijo que guardaría silencio pero que ya no lo volviera a hacer.

Esa noche, Ivan decidió meter a bañar a Betito para quitarle los restos de crema que pudiera tener en el culito y Mario el papá de Betito no sospechara nada, al parecer era muy buena crema, porque el niño ya no se quejó de malestar ni nada. Mientras lo bañaba tuvo que tallarle el mismo su anito para revisar que le quedara completamente limpio y al tocarlo así desnudito pensó en su papá, en que quizá cuando lo bañó eso le había despertado el morbo y sus instintos más bajos, porque en él estaba pasando algo similar. Pensó que si ese niño de grande era gay sería todo un provocador de pasiones, y a pesar de su corta edad, él ya sospechaba que así sería por la manera de ser del niño tan delicada y un poco amanerada.

Se terminaron de dar la ducha y lo llevó a su cama, ya que no permitiría que su padre estuviera cerca de él a solas nuevamente y se quedaron dormidos.

A media noche Betito despertó y volteó a ver a su tío Ivan acostado a un lado de él, con los pies abiertos y con una erección prominente que se notaba bajo su boxer, su verga se veía más grande que la del abuelo y gorda. El niño tuvo la tentación de ver cómo era la verga de su tío. Su abuelito había hecho algo que ya no tendría retroceso, lo había sexualizado, y a pesar de su corta edad, el niño había sentido placer, aún sin entender por qué. El pequeño no pudo evitarlo ni si quiera pensó que sería malo ya que lo había hecho con su abuelo, incluso pensó que a su tío Ivan también debía gustarle ya que su abuelo le había dicho que a todos los hombres adultos les gustaba.

El niño tomó sus manitas y le bajó el boxer a su tío, salió disparada una verga grande de 22cm y más gruesa que la de su abuelo, eso le llamó más la atención al niño quien de inmediato se dirigió con su pequeña boquita y comenzó a chuparla, así como su abuelo le había enseñado. Su tío aún dormido comenzó a sentir tremenda mamada sin imaginar que era su sobrino quien se la estaba dando, cuando fue despertando tardó unos segundos en reaccionar. Cuando vio que era el pequeño, a pesar de estar súper excitado y lo estarlo disfrutando muchísimo lo retiró

Ivan: ¿Qué haces hijo? ¡No! ¡Para! Eso no está bien

Betito: ¿Por qué? A mi abuelito le gusta, pensé que a ti también te gustaba. Mi abue me dijo que a todos los hombres grandes les gusta que les chupen la verga y a mí me gustó hacerlo.

Ivan: ¿A tu abuelito también le hiciste esto?

Betito guardo silencio nuevamente, como su abuelo se lo había pedido, a pesar de que ya se le habían escapado algunas cosas. Ivan le mintió diciéndole que su papá ya le había dado permiso de que le contara y que no pasaba nada que le podía contar pero solo a él y a nadie mas. Betito en su ingenuidad le creyó a su tío y empezó a darle más información.

Betito: Si yo sé la chupe a mi abuelo mucho rato hasta que le salió leche, me la comí aunque no sé si me gustó, sabe raro, mi abuelo me dijo que era buena para crecer.

Ivan: ¿Y qué más hicieron?

Betito: Bueno a él le gusta chuparme mi culito mucho rato, me mete su lengua y me da besitos, eso se siente rico y también me mete su dedo con saliva

Ivan estaba súper excitado, seguía con la verga parada y más se le ponía dura al escuchar al niño decir lo que su abuelo le hacía, no entendía por qué en lugar de repugnarle le excitaba, pensó para sí mismo que era igual de cerdo que su papá, que no tenía derecho a juzgarlo.

Ivan: Oye y… ¿También te metió su pilin ahí en tu colita?

Betito: No se llama pilin tío, se llama verga, y si me lo quiso meter, me dijo que dolía pero que después iba a sentir rico y que eso era lo que él quería, yo quería consentir a mi abu, pero su verga no entraba y luego me metió dos dedos, me dolió mucho cuando entraron, no aguanté y pues grite y tú entraste y te enojaste.

Ivan: Es que me enojé porque no me invitaron, yo quería jugar también contigo

Betito: ¿Tú también me quieres meter tu verga? No creo tío la tuya es más grande y gruesa, si la de mi abuelo no cabe la tuya menos

Ivan: Es que mi papá no sabe cómo, por eso té dolió, pero hay una cremita especial para eso, pero otro día que te quedes lo vamos a intentar porque ahorita estás lastimado, pero como te dijo tu abuelo, por nada del mundo le debes decir a tu papá ok

Betito: Si tío no diré nada

Ivan: ¿Me la quieres seguir chupando?

Betito: Si tío si quiero chuparte tu verga

Ivan: Órale pues sobrino, pégatele como becerro, sácale la leche

Betito la comenzó a chupar, ahora era un poco más experto, su tío Ivan se dejó chupar la verga así como estaba boca arriba, solo cerró los ojos. El nene estaba de rodillas, dándole tremenda mamada hasta donde su boquita podía, su tío no lo forzó a más, lo dejó que el solito lo hiciera a su ritmo. Estiró la mano y tomó del buró la crema que le habían recetado, se la puso en el dedo medio y alcanzó el culito paradito de Betito, le dijo que le pondría más cremita para que se le quitara lo lastimado y con pequeños y suaves círculos comenzó a untarle bastante cremita en el culito al pequeño.

Poco a poco y lentamente le fue resbalando el dedo, era un dedo grueso ya que tenía unas manos grandes de hombre que trabaja cargando cosas pesadas, con callos, duras. Metió solo la puntita de su dedo pero había abundante crema. Betito lentamente se fue haciendo para atrás clavándose el solito despacio, a su ritmo como el consentía, ahora si estaba sintiendo rico. Hasta que se tragó por completo el dedo de su tío, se quedó así, dejó de mamarle la verga a su tío Ivan y con los ojitos cerrados, volteando hacia hacia arriba, respirando lentamente y entre un gemido exclamó

Betito: ¡Ay esto si se siente rico tío! ¡Esto si me gusta! No como mi abuelo, contigo si sentí rico

Su tío comenzó a estimular la prostata, aunque nunca se había animado a que alguna pareja le metiera el dedo, un amigo médico le había explicado que ese era el punto de mayor excitación de un hombre y que le podría pedir a cualquier mujer con la que cogiera que le tocara la prostata y que vería el cielo, pero su machismo no lo había dejado llevarse hasta allá, aún así sabía la técnica y se la estaba haciendo a su pequeño sobrino. El nene comenzó a temblar de placer, a emitir sonidos como los haría una adulto, más bien una mujer adulta, su tío le pedía que guardara silencio para que su abuelo no escuchara, el pequeño tenía su penecito erecto. Ivan le pidió que le siguiera chupando la verga, el niño estaba excitado igual que como se excita un adulto, le comenzó a mamar la verga intensamente chupando como si fuera un caramelo mientras su tío lo dedeaba.

Ivan: ¡Métetela más! ¡Trágatela toda hijo, métetela hasta el fondo!

Ivan tomó la cabeza del pequeño con una mano y la clavó en su verga con fuerza mientras con la otra le metía el dedo en el culo, al mismo tiempo se arqueó hacia arriba para que se le clavara más en la garganta. Ivan sintió como su verga rompió la garganta del niño, como la traspasó, eso fue lo más excitante, se comenzó a venir a chorros. Betito se empujaba con sus manitas tratando de sacarse, se estaba ahogando. Hasta que su tío se terminó de venir se la sacó de la boca.

El niño comenzó a toser y a hacer arcadas como queriendo vomitarse, aún así el pobrecito pidió perdón

Betito:  Perdón tío esque sentí que me vomitaba me la metiste bien adentro, hasta me dolió la garganta

Ivan: No hijo perdóname tú a mí por ser tan brusco, es que me excité mucho, lo haces de maravilla, nunca me habían sacado la leche así de rico

Betito volteó a ver la verga de su tío Ivan que estaba llena de mecos que le seguían escurriendo

Betito: ¿Me puedo comer tu leche tío? Dice mi abuelo que es buena para que crezca

Ivan: Si hijo comete los mecos, te van a hacer crecer fuertote

Betito: Mecos jaja. ¿Por qué le dices así?

Ivan: Así se le dice a la leche de los hombres

Betito comenzó a dejar la verga de su tío limpia sin una gota de leche, Ivan estaba extasiado, había sido la mejor mamada de su vida, no por la técnica ya que el niño no era un experto, sino por el morbo de que la pequeña boquita de su sobrino se hubiera tragado su verga y sus mecos.

Betito se quedó dormido, Ivan pensó toda la noche en lo que había pasado. Será que de verdad a su sobrino le gustaba lo que hacían. Será que sería gay y su papá simplemente había despertado en él su sexualidad. El a esa edad ya se excitaba con las niñas, con las mujeres, aún así sabía que no estaba bien, era un niño, era su sobrino, el hijo de su hermano. Además si por alguna cosa este se llegaba a enterar los mataría.

Temprano en la mañana despertó al niño para darle un baño rápido y borrar toda evidencia tanto de la crema que le había vuelto a embarrar en el culo, como de los restos de semen seco que tenía el pequeño en la cara, antes de que Mario, el papá del niño pasara por él.

Don Roberto le preguntó a Iván que porque lo iba a bañar nuevamente si se habían bañado en la noche, Iván le inventó que el niño había mojado un  poco la cama. A Don Roberto se le hizo raro pero no le dio más vueltas al asunto.

Pasaron un par de semanas, Ivan y su papá no tocaron más el tema hicieron como que nada había pasado, por supuesto Don Roberto no tenía ni idea de que su hijo Ivan ya se había dedeado a su propio sobrino y sobre todo, que el niño le había dado a su tío una súper mamada terminando con su leche en la boca.

Ivan había estado morboseando todos esos días pensando en su sobrino, en el recuerdo de lo que pasó, no quería catalogarse como homosexual ya que no le atraían los hombres, menos quería pensar que era un pedófilo, no le llamaban la atracción los niños, era Betito, su sobrino el que estaba despertando esos deseos y esas fantasías en su mente. Siempre había tenido sexo con mujeres y lo disfrutaba, le encantaba, y aunque se moría de ganas de meterles la verga por el culo nunca había experimentado porque ninguna lo había dejado. ¿Será por que es muy doloroso? Pensó, pero luego pensó en las películas porno en donde se las cogen por el culo y lo mucho que disfrutaban las mujeres, de ahí habían nacido sus ganas de probar un culo, pero quizá era solo actuación.

Estaba muy caliente y se metió en su celular a buscar porno, en específico sexo anal, entre los videos de muchas mujeres siendo penetradas analmente, le apareció un video de un pequeño adolescente que incluso por su complexión parecía menor de edad, siendo penetrado por un hombre macho, musculoso con una verga descomunal, y aunque no se consideraba gay ni había sentido nunca atracción por él porno gay puso ese video.

En el video el activo sometía al joven a una mamada brutal, casi ahogándolo, después le clavaba la cara en el culo metiéndole la lengua hasta el fondo, luego uno dos y hasta tres dedos para después darle una cogida salvaje con esa verga monstruosa. El pasivo lo sufría pero después de un rato parecía disfrutarlo, su pequeño culo al que parecía que al principio no le cabría un dedo terminó comiéndose por completo aquel enorme pedazo de carne. El video terminó con el pasivo chorreando mecos de su culo y con el abdomen lleno de su propio semen. ¿Será que en verdad lo disfrutan o es solo actuación? En realidad en el fondo estaba pensando en su sobrino. ¿Qué pasaría si le metía la verga, lo lastimaría o haría que su sobrino disfrutara?

En eso recordó a su mejor amigo Manuel, sabía que era un depravado, como su mejor amigo que era, le contaba todo, sabía que a su novia le encantaba que le metiera la verga por el culo, pero también sabía que Manuel no tenía filtros, que siendo un culo no le decía que no, que se cogía parejo, hombre mujer o lo que fuera, Iván siempre bromeaba diciéndole que no se cogía él solo por qué no se alcanzaba, también pensó en otro amigo de ellos, Fernando, abiertamente gay, quien siempre presumía de las vergas que se comía y que le gustaban grandes y gordas que entre más grandes más lo disfrutaba.

Le llamo por teléfono a Fernando con el pretexto de saludarlo y ya en la plática aprovechó para sacar sus dudas.

Ivan: Oye Fer tengo una duda, fíjate que ando saliendo con una chava y pues yo tengo ganas de metérsela por atrás, y ella también quiere, pero está muy cerradita y cada que se la quiero meter le duele mucho y la lastimo

Fer: Jaja cabrón ¿Que estás muy vergón? ¡Qué rico!

Ivan: Pues si la verdad la tengo algo grande, pero tú me has dicho que ya te has comido vergas muy grandes y que te encanta

Fer: Pero ha sido poco a poco, y al principio tenía que usar mucho lubricante, ya ahorita hasta sin saliva se me va jaja. Cómprale un dildo wey, uno no tan grande y se lo vas metiendo poco a poco para que su culo se vaya acostumbrando, ya después vas a ver que te va a aguantar la verga súper rico, y hazlo con cuidado tampoco se la vayas a clavar de golpe, el culo se tiene que acostumbrar. Pero si quieres unas clases yo te enseño jaja

Bromeó su amigo, aunque en realidad después de que Ivan le dijo que tenía la verga grande a este se le había hecho agua la boca. Ivan conocía los lubricantes, en el video vio que habían usado, el a veces lo usaba para facilitar la penetración, pero no se le había ocurrido un dildo.

Con mucha pena acudió a una sex shop con el mismo pretexto, de que quería experimentar con su novia pero querían empezar poco a poco. El chavo de la tienda le ofreció un plug anal, o tapón anal, que es un dildo en forma de gota, estrecho de la punta y que se va haciendo más ancho, había de diferentes tamaños, Ivan seleccionó uno color rosa, no muy grande, pero que creyó perfecto para lo que pretendía, dilatar el ano del pequeño niño poco a poco, además del dildo le ofreció un pomo de poppers que es un químico que al inhalarlo hace que te excites demasiado y tus esfínteres se relajen. Lo llevó por si acaso pero no creía animarse a usarlo con su sobrino, lo que sí haría sería cogérselo, ya tenía el plan, ya lo había decidido, el culito de su sobrino sería suyo. Por último el vendedor de la sex shop le ofreció un enema por si quería tener una relación anal más cómoda y más limpia además del mejor lubricante. Ivan se llevó el kit completo. .

Por su parte, algo en Betito también había cambiado, antes de ese fin de semana jamás había notado el bulto de su papá o por lo menos no le había prestado atención, después de eso cuando se bañaban notaba el enorme bulto de su padre, se veía más grande que el de su tío y el de su abuelo, pero sabía que con su papá no podía hacer nada, su tío se lo había advertido, que no dijera nada. Pero su curiosidad era grande, su papá notó como su hijo se le quedaba viendo, pero pensó que era normal, que era simple curiosidad de un niño, incluso pensó en comenzar a dejar que Betito se bañara solo.

Un día de esos mientras se bañaban Betito le dijo a su papá

Betito: ¿Papi por qué yo siempre me baño sin ropa y tú te quedas en short?

Mario: Por qué ya estoy grande hijo y un niño no debe ver a un adulto desnudo

Betito: ¿Es malo?

Mario:  No es que sea malo, el cuerpo es algo normal, pero no sé si esté bien que un hijo vea a su papá desnudo

Betito: Es que tengo curiosidad de algo, pero siento que si te digo te vas a enojar

Mario: ¿De que tienes curiosidad hijo? Dime, te prometo que no me voy a enojar, me gusta que confíes y mi y me preguntes todas tus dudas

Betito: Es que tengo curiosidad de ver cómo es tu verga

Mario se sorprendió, una por qué su hijo le quería ver la verga y otra por qué le llamaba así. Trató de entender un poco la situacion.

Mario: Ok hijo entiendo tu curiosidad pero dime ¿Quién te dijo que se llamaba verga, en donde lo escuchaste?

Betito: No sé papi no me acuerdo dónde lo escuché, creo que fue uno de los niños de por aquí, pero dijeron que cuando creces ya no es pilin, qué es verga ¿Es cierto?

Mario: Bueno si, algunos le dicen así, pero su verdadero nombre es pene, eso es lo correcto.

Mario no le dio mayor importancia a eso, algún vecinito más grande le había dicho y era normal, el niño empezaba a crecer y a tener dudas, y era mejor que él como su papá se las quitara

Betito: ¿Entonces me enseñas tu pene para ver cómo es?

Mario: Es igual que el tuyo pero más grande

Betito:  Por eso, quiero verlo ¿Me lo enseñas? Por favor papá tú siempre me lo ves a mí y no quieres que yo te lo vea a ti

Después de dudarlo un rato Mario decidió mostrarle el pene a su hijo, ni por un segundo pasó por su mente que su hijo lo hacía por morbo, pensó que era simple curiosidad y que después de eso el asunto no pasaría a más.

Mario: Está bien hijo, te voy a enseñar

Mario se quitó el short y el boxer dejando salir su enorme verga peluda, era gruesa como una lata de cerveza aún así dormida y grande como unos 18cm así sin erección, le colgaban unos enormes heuvos. Betito podía comparar la de su abuelo y su tío y no se acercaban ni en grosor ni en tamaño, pensó que una verga así sería imposible que le cupiera en el culo y sabía que parada mediría mucho más.

Mario aprovechó que estaba desnudo para terminar de bañarse junto con su hijo y le dijo que de ahora en adelante se bañaría solito porque ya estaba creciendo. En la noche platicó con su esposa Lucia sobre lo que pasó con el niño en el baño.

Mario: Amor fíjate que Betito me dijo mientras nos bañábamos que tenían curiosidad de verme la verga

Lucia: ¿Así te dijo? ¿Donde escuchó eso? ¿Y por qué te quería ver?

Mario: Yo creo que escuchó a algún niño de los más grandes que viven por aquí, hay que tener más cuidado con quien se junta

Lucia: ¿Pero por qué te quería ver?

Mario: Me dijo que porque se me notaba que la tenía grande

Lucia: ¿Y qué hiciste? ¿Se la enseñaste?

Mario: Pues si amor, mejor que me tenga confianza a mí y no después vaya a querer estarle viendo a los demás. Creo que es normal, yo también me la pasaba comparándomela a ver quién la tenía más grande cuando estábamos chiquillos, pero sabes nadie me ganaba, nadie tiene la verga como yo y tu que me la desprecias tanto

Lucia: Ay amor ya vas a empezar, no tengo ganas de que estés molestando

Mario: Ándale amor déjame cogerte, ya hace mucho que no lo hacemos, siempre estás de malas o enojada ¿Qué pasa? ¿Ya no me amas?

Lucia: ¡Ya Mario en serio no me molestes! Ya duérmete, otro día lo hacemos, no quiero, no tengo ganas.

Lucia se dio la vuelta y se quedó dormida, dejando a Mario con las ganas, como desde hacía meses.

A los pocos días los papás de Betito tenían que salir de la ciudad ya que un familiar de Lucia había muerto y no querían llevar al niño a ese evento, por lo que lo dejaron al cuidado del abuelo y del tío Iván. El niño estaba feliz, en secreto había esperado con ansias ese día, tenía ganas de hacer esos jueguitos que había experimentado, ya su culito estaba completamente recuperado de la lastimada que le había dado su abuelo al intentar cogerselo. Sin embargo recordaba el placer que su tío le dio al meterle el dedo por el culo y tocar su próstata y quería repetir.

Ya en casa de su abuelo cuando los papas de Betito se fueron, Ivan, como parte de su plan, habló con su papá para quedarse a dormir con el niño.

Ivan: Papá, el niño se queda conmigo, ni creas que te lo voy a dejar después de lo que hiciste.

Don Roberto no dijo nada, sabia que era lo correcto después de lo que hizo y estaba avergonzado, sin sospechar que su hijo Iván era igual o peor que él.

Ivan se metió a bañar con su sobrino y mientras lo bañaba comenzó a hacerle algunas preguntas

Ivan: ¿Hijo cómo te has sentido? ¿Ya no te dolió tu culito?

Betito: No tío, ya no, después de que me pusiste  la crema ya no me dolió, el otro día yo también me puse pero de otra y me metí mi dedo

Ivan: ¿En serio hiciste eso?

Betito: Si es que la verdad si se siente rico, aunque casi no se sentía mucho porque tengo el dedo chiquito, me metí dos, pero se siente mejor con tu dedo ¿No me lo quieres meter al ratito?

Ivan: Si hijo si tú quieres lo hacemos, además sabes, compré unas cosas para que sientas más rico

Betito: ¿En serio? A ver enséñamelas

Ivan abrió el cancel de la ducha para tomar el enema que como parte de su plan había llevado al baño y estaba sobre el lavabo.

Ivan: Mira primero compré esto, es para limpiarte tu colita, como sabes por ahí sale popo y con esto se limpia por dentro para que esté todo más limpio y se sienta más rico. También compré otras cosas pero esas te las enseño en el cuarto. ¿Quieres que te limpie?

Betito: Pues yo no sé, si tú quieres, pero límpiame tú porque yo no se usar esa cosa

Salieron de la ducha se secaron y su tío le hizo una ducha anal, dejando completamente limpio el culito de su sobrino

Se metieron a la cama completamente desnudos, su tío Ivan comenzó a acariciar todo el cuerpo de su sobrino, para comenzar a excitarlo, cosa que Betito estaba disfrutando mucho

Betito: Tio a ver enséñame que más compraste

Ivan: Espera, primero quiero acariciarte, que sientas rico como mis manos acarician y recorren tu cuerpo, cierra tus ojitos y relájate

Ivan siguió acariciando el cuerpo del pequeño, suave y tiernamente, besó sus pequeñas tetitas dando lengüetazos, Betito se retorcía de placer le estaba gustando mucho lo que su tío hacía.

Luego lo puso de perito y comenzó a chuparle el culo aún mejor de lo que su abuelo lo hacía. Betito sentía delicioso ya que su tío Ivan era de barba tupida y cerrada lo que hacía sentir delicioso en su culito. Betito no se quejaba al contrario paraba más el culito y cerraba sus ojos de placer. Ivan por su parte se comía delicioso ese culo limpiecito y cerradito, metía su lengua y podía sentir el calor de ese culo delicioso.

Después de una rato, sacó el lubricante y puso suficiente en el culito ya un poquito abierto por la lengua, y poco a poco fue introduciendo su dedo metiéndolo despacio. El lubricante hizo que este resbalara. Betito al igual que su tío estaba en la gloria, sentían ambos un verdadero placer,

Así estuvo un rato metiendo y sacando su dedo, el culito de su sobrino cada vez se dilataba más.

Ivan: Hijo ahora te voy a enséñar otra cosa que compré.

Sacó del cajón un dildo rosa en forma de gota y se lo mostró al niño, quien no tenía idea de que era ni para que se usaba

Betito: ¿Para qué es eso tío?

Ivan: Es para tu colita, es como una verga pero más chiquita para que tú culito se abra y después pueda entrar la mía

Betito: Mi papá me dijo que no se llama verga que se llama pene

Ivan sintió que se le salió el corazón cuando escuchó a su sobrino decir eso

Ivan: ¿Le contaste a tu papá?

Betito: No, es que el otro día que nos estábamos bañando, le dije que tenía curiosidad de ver su verga y me dijo que no se llamaba verga que se llamaba pene, ya no entendí

Ivan: ¿Y no te regañó? ¿No te pregunto por qué le querías ver la verga?

Betito: No me regañó, solo me dijo que no era verga que era pene, bueno me dijo que algunos le decían verga pero que lo correcto es decirle pene, pero si me lo enseñó, lo tiene muy grande, más grande que tú y mi abuelo.

Ivan: Si el cabron de tu papá siempre estuvo más vergón, pero la verdad mi verga no le pide nada, y es cierto lo que dice tu papá se llama pene, pero es más rico decirle verga. Pero entonces hijo, ¿Vas a querer que te la meta?

Betito: No creo tío, esa verga de juguete quizá si entré, pero una como la de mi abuelo no y menos la tuya que está más grande, siento que duele mucho, no me imagino la de mi papá.

A Iván se le ocurrió una idea, saco el celular y le mostró el video que había visto, del maduro con el joven, el niño se quedó sorprendido, vio como ese joven se comía tremenda verga y como a pesar de al principio aparentar dolor después lo fue disfrutando. Cuando Betito terminó de ver el video entendió todo y estuvo dispuesto a hacerlo

Ivan: Así te quiero coger hijo, como ese señor se estaba cogiendo a su sobrino

Betito: ¿Era su tío?

Ivan: Si mi amor era su tío

Betito: Está bien tío, cogeme

Ivan: ok mi amor pero primero te voy a preparar

Ivan lo acomodo en cuatro en el bordo de la cama y embarro mucho lubricante metiendo nuevamente el dedo en su culito ya medio abierto y después tomó el plug, lo apuntó al culo de su sobrino y poco a poco fue introduciéndolo suave.

Ivan: Si te duele me dices bebé, no te quiero lastimar, el chiste es que lo disfrutes, que te guste, si quieres que pare, paro en cuanto tú me digas

Betito: No tío estoy bien, sigue

Ivan fue introduciendo más, la punta fue fácil, cuando llegaron a la parte más gruesa Betito pujo un poco pero aguantó, su tío en todo momento le iba preguntando cómo estaba, de pronto el plug se fue hasta el fondo atorándose en la entrada de su culo con la base. El niño movía su cabeza y retorcía su cuerpo con los ojos cerrados, Ivan le acariciaba la espalda y las nalgas para que se relajara

Ivan: Ya lo tienes adentro papi ¿Qué sientes? ¿Te duele?

Betito: No duele, siento…..raro, como si quisiera hacer del baño

Ivan: No hijo no vas a hacer del baño, es el juguete que tienes en el culo, ahorita que te meta la verga y que te coja vas a sentir parecido pero más grueso, pero no es que quieras hacer del baño, va a ser mi verga, pero acuérdate que te limpie bien así que no te preocupes tu relájate, ahora lo voy a sacar y nuevamente a meter

Ivan sacó el juguete y se escucho un sonido peculiar, luego lentamente lo volvió a meter, esta vez entró más fácil, lo dejo un poco más rato adentro para que el culito se acostumbrará, así como su amigo le había dado las instrucciones, después de un rato cuando lo sacó y metió con tanta facilidad y vio que su sobrino hasta temblaba de placer supo que estaba listo, que ya podía recibir la verga. Él estaba a mil, con la verga que le llegaba arriba del ombligo de parada, se acomodó detrás de él, pero cuando estuvo a punto de hacerlo, a punto de meterle la verga, pensó en su papá, en lo que lo había juzgado y ahora él se lo iba a coger, su papá lo había iniciado, gracias a su papá ahora él estaba por vivir eso, y aunque se moría de ganas de ser el primero en reventarle el culo, creyó que su papá tenía más derecho. Le pidió a Betito que no se moviera que así se quedara y salió del cuarto hacia la recámara de su Don Roberto.

Tocó con fuerza insistente ya que su padre estaba dormido. Cuando Don Roberto escuchó a Ivan tocar así de desesperado, abrió la puerta apresuradamente porque pensó que algo malo había pasado, estaba desnudo como acostumbraba dormir. Al abrir la puerta vio a su hijo Iván completamente desnudo también pero con una erección prominente, se sorprendió mucho, no entendía.

Don Roberto: Pero qué pasa Iván por qué tocas así y por qué vienes desnudo a mi recámara

Ivan: Ven a mi cuarto jefe te tengo una sorpresa

Don Roberto lo siguió hasta su cuarto, al abrir la puerta el espectáculo era la mejor escena que ni en sueños hubiera imaginado. Su Betito, su nieto estaba en cuatro en el borde de la cama con el culo abierto

Ivan: Es todo tuyo jefe, tú iniciaste esto y tienes todo el derecho de cógertelo tu primero y después ya le daré yo

Don Roberto: Pero… pero… no entiendo

Ivan: No preguntes nada, después te explico, cógetelo es todo tuyo, te está esperando, es lo que querías no, reviéntale ese culito hermoso a tu nieto que después me lo voy a coger yo

Betito giro su cabeza y vio a su abuelo desnudo que para entonces ya tenía la verga comoletamente parada

Betito: Cógeme abuelito ahora si voy  aguantar

Don Roberto: ¿Quieres que abuelito te coja? ¿Quieres que te de verga?

Betito: Si abuelito métemela si quiero que me cojas

Don Roberto: Tus deseos son órdenes mi rey

Ivan: Espera, antes de que entres ponte esto en la verga, embárratela y entra muy lento como el vaya consintiendo

Ivan le paso el pomo de lubricante y Don Roberto se embarró la verga por completo, se acercó temblando a su nieto, lo tomó de la cadera y apuntando su verga lubricada y resbalosa, porque además parecía que se estaba viniendo de la cantidad de líquido preseminal que le salía, la acomodo en la entrada del culito de Betito quien al sentirla tocar su culito se estremeció.

Lentamente pero como si fuera mantequilla, su verga se fue deslizando, primero la cabeza. Betito al sentir como su pequeño culito se abría, experimentó por primera vez algo diferente, era diferente a los dedos, y al dildo que le habían metido, era algo grande para su culito pero además era carnoso y caliente, se sentía como algo vivo, como algo palpitante, solo había entrado la cabeza pero él ya estaba sintiendo lo que era tener una verga en el culo, exclamó un ¡ohhhh! pero no de dolor, si no de alguien que está experimentando algo nuevo, el placer del sexo anal

Su abuelo a pesar de lo caliente que estaba no se dejó ir como animal, se deslizó poco a poco, lento. El culito del pequeño estaba tan dilatado que no puso resistencia, no había dolor. Betito ya tenía media verga adentro sentía su culito lleno, cerró sus ojitos y comenzó a respirar agitado estaba nerviosos y asustado por lo que estaba experimentando pero a pesar de todo lo disfrutaba.

Su tío lo observaba cuidando que estuviera bien, se acercó a él y le dijo que respira tranquilo, que se relajara, que disfrutara, que sintiera como su abuelito estaba dentro del él.

Ivan estaba que no aguantaba más, la escena era insuperable, ver a su sobrinito en cuatro patas con el culito levantado siento clavado por su abuelo, casi hizo que se viniera, pero se aguantó, ya que él también quería probar ese culito.

Su abuelo ya tenía media verga adentro de Betito, intentó empujar un poco más pero sintió como topó con algo, con el fondo del culito del pequeño, hizo fuerza para llegar más profundo pero el pequeño se quejó un poco, apretando sus ojitos y pujando le dijo a su abuelito

Betito: Ya hasta ahí abuelito, ya hasta ahí, mejor sácalo

Don Roberto se salió unos centímetros, pero no por completo y se esperó un momento para que Betito se relajara, cuando sintió que dejó de apretar su culito y se volvió a relajar la fue deslizando suave nuevamente al tiempo que el pequeño soltaba un gemido de place. Don Roberto se lo quería clavar hasta adentro pero estaba controlándose, se la metió hasta donde sintió que topó nuevamente, que era prácticamente media verga y hasta ahí llegó, no insistió más, sabía que para ser la primera vez de Betito y siendo un culito tan tierno y pequeño era demasiado. La sacó y la volvió a meter siempre suave al fin se lo estaba cogiendo.

Su tío se subió a la cama y se puso delante de la carita de Betito pidiéndole que se la mamara. El niño abrió su boquita y se la comenzó a chupar a su tío como ya sabía, ya era casi un experto

Don Roberto no pudo más del placer su verga comenzó a pincharse y se comenzó a venir a chorros dentro del culo de Betito. El niño dejó de mamarle la verga a su tío y volteo a ver a su abuelo, que parecía que se estaba convulsionando y lanzaba gritos de placer, ya no se limitaba en guardar silencio, estaban los tres solos en esa casa, nadie podía escucharlos, Betito sentía como la verga caliente de su abuelo palpitaba al tiempo que le dejaba en su colita chorros de algo caliente. Sintió delicioso

Betito: ¿Son tus mecos abuelo? Me los echaste adentro

Don Roberto: Si mi vida te dejé toda mi lechita adentro

Cuando Don Roberto se recuperó, poco a poco fue sacando la verga de ese culito, tenía días que no se masturbaba para no dar rienda suelta a la imaginación y seguir pensando en su nieto, lo que provocó que trajera los huevos llenos de leche. Cuando le sacó la verga ya flácida, del culito de Betito salió un chorro de leche escurriendo hasta su pierna

Ivan que estaba sobre la cama se acomodó acostándose boca arriba y llamó al niño para que lo montara, dándole instrucciones, el niño se sentó sobre el abdomen de su tío. Ivan tomó el lubricante y se puso lo más que pudo en la verga, ya que esta era más gruesa que la de su papá, con una mano acomodó la verga en la entrada del culito de Betito y le dijo que se sentara, que se clavara el solito como pudiera, la lubricación de la verga más los mecos que aún salían del culito del niño, hicieron que entrara la cabeza. Betito sintió la diferencia y se detuvo, Ivan no se movió su verga palpitaba se quería meter de ya hasta el fondo de ese culo, sintió en ese momento que le creció aún más.

Ivan: Como tú aguantes mi amor, vete sentando tu solito, disfruta la verga de tu tío

Y si, Betito lo estaba disfrutando, no era una violación, él quería darle ese placer a su tío así como se lo había dado a su abuelo, le costó trabajo pero lento se fue deslizando, fue valiente a pesar de sentir que el culo ya no le estiraba más, se sentó lo más que pudo casi hasta la mitad y se detuvo.

Betito: ¡Ayyyy! Ya hasta ahí tío, ya no aguanto más

Ivan: Está bien mi cielo, ahora cabalga, salte y vuélvete a ensartar tu solito

Betito movía su cadera pero no sabía cómo hacerlo, aún así su tío Ivan aguantaba sin meter más, disfrutando como su sobrino se había tragado casi la mitad de su verga, disfrutaba ver su carita de placer. Betito se mordía el labio inferior, señal de que le dolía un poco pero lo disfrutaba, así estuvo un rato el niño subiendo un poco pero bajando con miedo temeroso de sentir dolor, quería con todas sus fuerzas clavarse toda la verga de su tío, en el video porno que le había enseñado estaba esa posición e intentó imitarla pero era imposible a pesar de lo lubricadito que estaba su culito era incapaz de comerse entera esa verga .

Ivan se desesperó un poco y en un giro sin sacarle lo que le había clavado de verga, lo puso boca arriba acostadito en la cama, le levantó las piernas gorditas, carnudas y se las llevó a su pecho, se hincó sobre el niño con las rodillas separadas y poco a poco fue dejando caer su cuerpo hasta quedar cara a cara con su pequeño sobrino, su propio peso y la posición hicieron que la verga entrara un poco más, lo que hizo que Betito soltara un grito

Betito: ¡Ahhhhhhhhhhh!

Ivan: Ya hijo ya va a pasar aguanta poquito

Don Roberto: Hijo cuidado no lo vayas a lastimar

Don Roberto estaba parado a un lado de la cama observando tremendo espectáculo. Ivan se quedó un rato así con su verga casi hasta al fondo se podría decir que tenía clavada dos tercios de ella, la sacó un poco y la volvió a meter, le costaba, sentía como el culo de su sobrino le asfixiaba la verga de lo cerradito que era, la apretaba y trataba de expulsarla, pero él hacía fuerza para que no se saliera ni un centímetro, era el paraíso. Cuando vio que su sobrino se relajó y sintió que su culito también estaba relajado, salió un poco y se volvió a dejar caer sobre él y nuevamente un grito del sobrino, ahhhhhhhhhhhh gritó el pequeño, pero esta vez no fue un grito de dolor, era placer lo que estaba sintiendo

Betito: ¡Ay tío! ¡Qué vergota tienes, quiero que me la metas toda!

Ivan: Si mi amor ya falta poquito, ya casi la tienes toda adentro, pero tienes que aguantar, ahí te va

Ivan sacó media verga y luego se dejó caer con fuerza sobre ese culito, dando una embestida firme y fuerte permitiendo que entrara toda, ambos sintieron como el culito de Betito se abrió completamente recibiendo ese enorme pedazo de carne hasta el fondo. Ivan tenía su pubis lleno de pelos negros chocando con las nalguitas de su sobrino. El pequeño se retorció tratando de que su tío se la sacara, pero su tío lo tenía sostenido firmemente con todo su peso sobre el y no salió ni un centímetro, así se quedó con la verga clavada hasta el fondo.

Betito: Ya tío para para para por favor, ya sácala ya no aguanto

Betito sudaba, se veía pálido, agitado. Su tío no hizo caso a la súplica de su sobrino, al contrario eso lo excito demasiado, empezó a cógerselo más rápido a embestirlo con fuerza. Betito gritaba, pero él no se detuvo se lo estaba cogiendo fuerte y duro, para ahogar los gritos del pequeño comenzó a besarlo en la boca, el niño no sabía besar solo abría su boquita torpemente mientras su tío metía su lengua casi hasta su garganta.

Ivan no resistió más hasta que de una dio un empujón fuerte y dió una estocada final. Clavando su verga aún más profundo en el culo del niño quien lanzó un fuerte grito. Ivan también gritó, así con la verga en el fondo de ese culito se comenzó a venir, sentía que los chorros de mecos salían con tanta fuerza que llegarían al estómago del pequeño, dejándolo completamente preñado, se quedó así con su verga clavada en las entrañas de su pequeño sobrino hasta que sintió que la última gota su leche salió. Betito gemía de placer, sintiendo como la verga de su tío invadía todo su interior. Don Roberto ante semejante espectáculo se estuvo masturbando, cuando sintió que se venía se subió a la cama por un costado de su nieto, se acercó a Betito y arrimando su verga hasta la boquita del niño, ordenándole que se tragara la leche. Betito se comenzó a tragar los chorros de mecos espesos que su abuelo le echaba en la boca mientras su pequeño culito seguía Invadido por la verga de su tío Iván.

La verga de Ivan poco a poco fue perdiendo la erección, hasta que este poco a poco se salió del culo del niño. La escena que vio fue mejor de lo que había fantaseado después de ver aquel video porno. El culo del niño abierto completamente dilatado y rojo, lleno de espuma blanca por la batida de mecos que le acababa de dar mientras un chorro de leche le escurría.

Betito estaba recobrando la respiración sudando, viendo a su tío a los ojos tragando las últimas gotas de mecos de su abuelo.

Ivan: ¿Estas bien pequeño?

Betito: Si tío ¿Te gustó, te gustó cogerme?

Ivan: ¿Que si me gustó? Es lo mejor que me ha pasado ¿A ti te gustó?

Betito: Si tío si me gustó que me cogieras, también mi abuelito

Ivan: Ahora tenemos que darnos un baño y descansar.

Se dieron un baño los tres juntos, Ivan y su papá se veían a los ojos. Eran cómplices de lo que acaba de pasar, los tres ahora compartían un lazo que los unía más que nunca.

Ivan: ¿Con quién va a dormir el niño?

Don Roberto: Que duerma contigo porque si duerme conmigo seguro me lo vuelvo a coger y necesita descansar, pero ya no le vayas a hacer nada.

Betito se acostó con su tío Ivan desnudos, recostado sobre su pecho peludo.

Betito: Tío me besaste en la boca

Ivan: Si hijo no lo pude resistir, eres hermoso y verte así de frente mientras recibías mi verga, hizo que me dieran ganas de besar tus hermosos labios

Betito: Pero yo no sabía cómo hacerlo, yo no sé besar

Ivan giró con su dedo índice la carita del pequeño hacia la suya, tomándolo de la barbilla, ya sin estar tan excitado ni tan caliente, y se fue acercando a sus labios, los comenzó a besar suave, el niño respondió, le fue explicando cómo hacerlo mientras con su mano lo acariciaba por la espalda bajando hasta sus nalguitas. Betito con su pequeña mano acariciaba el rostro de su tío, su barba tupida. Se estuvieron besando un buen rato, Betito cada vez lo hacía mejor y lo disfrutaba mucho, hasta que se quedaron dormidos.

Continuara…

25 Lecturas/19 diciembre, 2025/0 Comentarios/por daynight
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