Bisexual dudoso
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Soy de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, tengo 50 años de edad, casado con hijos y nietos.
Es primera vez que escribo y… primera vez que cuento mi historia que comienza a los 10 años, aunque en realidad no tenía conciencia de ello. En esa época vivíamos en un pueblito de la Chiquitania, zona tropical de fuertes calores, especialmente en el verano.
Como cualquier niño de 10 años de edad, la curiosidad por todo lo que es el mundo estallaba como un volcán en erupción, junto a un amigo, que llamaré Rubén (ficticio) y que entre las charlas que teníamos me contaba de cómo había visto en innumerables ocasiones culear a sus padres.
Para nosotros, por lo que él contaba y lo que significaba la palabra, culear era simplemente meter el pito por el culo… y… listo. Lógicamente no lo entendíamos pero no solo nos intrigaba y mi de sobremanera, pues en la charla se me paraba el pito y eso… tampoco lo entendía y… fuimos averiguando… descubrimos que eso de pararse el pito era justamente… para culear,
Todo este proceso “investigativo” nos llevaría unos meses hasta que en una nueva charla, que la hacíamos en las afueras del pueblo, entre unos árboles y arbustos que era nuestro refugio de mucho tiempo, sobre el tema descubrí que Rubén tenía el pito parado, como solo usábamos unos pantalones cortos de tela delgada y ningún bóxer, pues la palomita parada era muy clara en ambos. Me tenté y se la toqué, ambos manteníamos el silencio, aunque no teníamos conciencia ni que lo que podía ocurrir entraba dentro del campo de la homosexualidad, palabra que no conocíamos y cuando a alguien le decíamos maricón, queríamos decirle cobarde, ese era el grado de ingenuidad nuestro.
Bueno se lo toqué por encima del pantalón y mantuvimos silencio por un rato y después él dijo:
-Es rico… me gusta…
Claro yo tenía el pito duro y él optó por bajarse el pantaloncito y vi un pito como el mío, chico por la edad, y al palparlo lo sentí tan duro como estaba el mío. Yo también me baje el pantaloncito y me puse a su alcance para que me toque. Me tocó en la punta y el tronco, los 2 nos encontrábamos extasiados. Recuerdo que la sensación era placentera pero no era como de la arrechera de adulto, era diferente y es difícil describirla.
En lo que nos tocábamos y pasábamos a una franca masturbación mutua, medio gimiendo y hablando entrecortado Rubén me dice:
-Oye… ¿y si nos culeamos?
Claro hoy lo recuerdo y me deja una sonrisa en el rostro, pero en ese momento procedimos, sin decir nada él se dio la vuelta, medio tendido al pie del árbol en que nos apoyábamos y yo enfilé mi palomita a su culo… no sabía lo que hacía, pero le apoyé la cabecita y fui empujando, hasta el fondo… yo sentía que Rubén estaba quieto y tenso, pero mi palomita llegó al final y me quedé quieto…
-Movete, me dijo.
Entonces comencé con una metisaca que arrancaba gemidos en mi amigo, pero esto no duró mucho, él me dijo:
-Ahora me toca a mí, entre gemidos
Saqué mi palomita y la vi algo sucia de mierda, no le di importancia. En fin, me acomodé de costado en el piso y él se puso por detrás, sentía su respiración en mi cuello y mejillas, sentí su paloma en mi hoyito y la fue metiendo… dolía un poco pero me resultaba placentero, la sensación era parecida a cuando estaba cagando… entró entera (creo) se quedó quieto un par de segundos y se puso a bombear, ambos jadeábamos, nos movíamos al unísono, pues en cada embestida yo sentía que la necesitaba más adentro. Después de no sé cuántas embestidas, bastante más que las que yo le había encajado a él, paró y la sacó de mi culo, ahí si sentí como que estaba cagando.
Nos fuimos al río que se encontraba unos 50 m más allá, nos lavamos el pito, jugando uno con el otro y lavándonos mutuamente, pero como escuchamos ruido de gente que se acercaba, salimos del agua, nos vestimos y nos fuimos.
Con Rubén nunca comentamos del tema, ni continuaron las historias de los culees de sus padres, simplemente el tema desaparición del repertorio, mis padres cambiaron de residencia, viniéndonos a Santa Cruz, a él lo vi un par de veces más en la vida y después supe que murió muy joven, universitario.
En fin mi primera relación y… además homosexual se fue a la tumba con Rubén, hasta ahora que la cuento mu brevemente aquí.
En la medida que avanzó mi pubertad, adolescencia y adulto nunca olvidé este hecho como una experiencia agradable pero fuera de mis límites de hombría que me resultaban naturales, además mi acercamiento a las mujeres, mis primeros escarceos, mi desvirgue con una tía y después las enseñanzas de mi madre me marcaron en mis relaciones hetero sexuales. Me casé tuvimos hijos y etc., etc., etc.
Pero la historia no queda ahí, en las relaciones con mi mujer muy al inicio de nuestras relaciones sexuales se acostumbró a hurgar el culito cuando nos mamábamos en posición 69, además eran caricias mutuas, después cuando pasé a desvirgarle el culo, hermoso culo se volvió loca, hacíamos el sexo por ambos lados, más las mamadas fenomenales que nos dábamos, ella recibía por los 3 agujeros en todas nuestras luchas cuerpo a cuerpo. Con el tiempo que me tocaba el culo y fue explorando con su dedo hacia adentro, me hacía recuerdo a la penetrada de Rubén pero a diferencia del placer que me causaban las acaricias externas, el dedo adentro no me producía el mismo placer, así que deseché la idea de buscar la relación homosexual.
Hace unos 8 años, hacia el 2004 volvía a casa de una reunión de amigos, hacia la medianoche y encontré en la calle a una bella mujer (parecía prostituta, por la forma de vestir, pero era bella) los tragos… una arrechura repentina… me detuve y le hablé, subió a mi vehículo y mientras me decía la tarifa sexual, de forma muy coqueta, pero con una voz que no podía ocultar que era travestí.
Me animé a seguir y experimenté tener relación con esta dama, que en realidad era transexual, tenía (o tiene) unos pechos preciosos, un artista el cirujano… cariñosa como ella sola, cuando entramos en el Motel me fue desnudando, besándome por todas partes sin pausa y con mucha dulzura, cuando llegó a mi paloma, se puso chuparla, Daniela (así se hace llamar) es una maestra para el sexo oral, después, con otras damas travestis y transexuales, aprendí que la maman mejor que las mujeres… en general.
En lo que me mamaba me animé a agarrale la paloma, que es una herramienta de buen tamaño, agradable para tenerla en las manos y de a poco me fui moviendo hasta alcanzarla, mientras la masturbaba y se iba poniendo dura, acerqué mi boca y la fui chupando… primera vez que ponía una herramienta en mi boca… la arrechura me daba placer y ello se vinculó al placer de chupar, pero muy rápidamente me llevó al orgasmo y eché mi leche a borbotones, llenó su boca trató de tragar pero le descargué una cantidad que creo que en mi vida lo había hecho así, en fin, Daniela me alabó mucho y elevó mi estima de macho… ¿Macho?… pero si acababa de chupar una paloma, una herramienta más grande que la mía y… ¡me había gustado!
Fue agradable, además que ya era maduro para soltar algunas curiosidades, en una 3º encuentro con Daniela le pedí que me penetre… le dije que quería saber cómo era. Ella, muy solícita me acomodó de costado, con las piernas recogidas, me levanto la pierna de arriba y, previa lubricación (con gel del Motel) me la fue metiendo poco a poco… dolió… dolió de verdad… Traté de que me la saque y ella dijo:
-Mi amor ya está la mitad adentro, tranquilizate.
Se quedó quita un momento y luego siguió hasta el final… ¿lágrimas?… si… me salieron lágrimas de machote que se lo culean… la clavó hasta el fondo esa buena herramienta, cuando llegó al final se quedó quieta un momento largo, acariciaba, me basaba la espalda y el cuello, yo comencé a masturbarme y así me empezó a gustar, me culeo… culeó… culeó… no sé si fue una hora o 5 segundos… si fueron mil envestidas o 5 pero me gusto… no mucho pero me gustó hasta que terminé y en eso sentí que ella lo hacía igual, la sacó se sacó el condón lleno de mierda y se fue a lavar. Cuando volvió me limpió mi paloma con una buena mamada y… esa fue la historia de mi desvirgue que me dejó con el culo dolorido por una semana… y caminando medio raro…
Después tuve un par de veces más que me penetraron, un gay muy jovencito en Cochabamba y un travestí en La Paz, en algunos viajes de trabajo, pero no fue igual. A Daniela la volví a ver un par de veces y le perdí el rastro hasta hace una semana que nos cruzamos una noche y nos dimos una buena sesión pero no me penetro, pero todo el resto si… lo malo es que las travestis y transexuales, por la hormonas que toman no se les para bien y rara vez he logrado que terminen, salvo cuando las encuentro bien cargaditas.
Los gay vienen mejor en este sentido, descarga con el impulso que se les da, pero lo que todavía no hice fue probar leche, tragar, saborearla… no la he saboreado y es una curiosidad en mí, para ello quiero buscarme, lo voy a hacer, un gay jovencito que venga bien cargado de leche y me llene la boca en una buena chupada…
Tengo ganas de desnudarlo, acariciarlo completamente, chuparle desde las tetillas hasta la ploma y el culo, (me gusta el beso negro) además que un buen baño previo hace que su culito limpio pueda chupármelo como si fuera la última vez. Hacerlo terminar y después pajearme encima de él y que tome su lechita.
Las mujeres?… ahhh… son bellas y me siguen gustando más que los gay y travestis, son bellas y amorosas, me gustan pero necesito saber cómo es tragarme una buena descarga de leche joven… además que hay gays y travestis que se merecen ser amados (as) y yo estoy dispuesto a hacerlo…
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