Brandon acabó por feminizarme del todo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Brandon, mi macho, ya se estaba preparando para la reunión erótica que se llevaría a cabo en casa de un amigo de él. Iba a ser el sábado, así que él me había enviado un mensaje la mañana del viernes. “Quiero que vengas ahora, nena” decía el mensaje. Me excité bastante al leerlo y tuve que hacerme una paja para bajarme la calentura.
Pero a pesar de todo, yo seguía fantaseando con él. Llegue a su casa y él me recibió bastante alegre, dándome un apasionado beso en los labios. Vuelvo a recordar a mis lectores que Brandon a sus 47 años es un gran hombre, un macho duro y puro, mide 2.05 de estatura, su cuerpo es bastante robusto y con bastante músculo en su moderadamente peludo pecho y también en sus fortísimos brazos, tiene algo de panza pero ésta es dura y firme. Su pene mide 20 cm, y tiene el solo recordarlo se me dilata el culo… jiji. En contraste yo a mis 20 añitos soy flaquito, mido 1.65 y tengo facciones delicadas, nariz pequeña, labios carnosos, bonitas manos y bonitos pies. Mis nalgas son pequeñas, aunque duras y paraditas. Para él soy toda una hembrita.
– La reunión es mañana por la noche – me dijo – Ya tienes que prepararte.
Brandon me dijo que yo tendría que ir vestido de mujer, idea que si bien me había asustado al principio, acabó por calentarme aún más.
– ¿Cómo quieres que me vista? – pregunté.
– Aguarda, que primero tenemos que arreglar tu cuerpo.
En seguida me cargó y me llevó a la bañera, me colocó espuma en todo el cuerpo y empezó a depilarme por completo. Me quitó todo el escaso vello corporal, desde la barbilla hasta los pies, así me vería mejor para él.
Ya era de noche y nos fuimos a dormir. Debo admitir que Brandon me tenía ganas, como yo a él, pero acordamos aguantar hasta el día siguiente para dar todo de nosotros. Durante la noche, sentí que muchas veces me manoseaba, me tocaba las nalgas y los pies, pero de ahí no pasó. Al día siguiente por la tarde continuamos con mi feminización.
-Ahora embelleceremos tus piecitos – dijo.
Tomó un frasco de crema de pedicure y lo fue untando en mis pies hasta dejarlos bastante suaves y bonitos. Luego me aplicó perfume de mujer, especialmente en mi cuello y en mis dos nalgas.
Brandon me trajo una tanga tipo hilo dental de color rosa, un babydoll del mismo color y un par de sandalias con tacos. Luego de que me los puse me pinté los labios y me los saqué brillo. Al verme en el espejo me entró una alegría extraña, allí estaba yo, toda una hembra solo para mi Brandon.
-Ahora solo te falta algo – dijo él.
– ¿Qué es lo que me falta, amorcito? – pregunté.
– Un nombre de mujer.
– Pues sí, tienes razón… mmm, no sé… no encuentro uno.
– ¿Qué te parece Jazmín?
– ¿Jazmín? Me gusta bastante.
– Ahora te llamas Jazmín
Llegó la hora de ir a la reunión. Yo estaba esperando a Brandon en la sala, cuando se apareció con una bolsita de caramelos. Ante mi sorpresa, me bajó la tanga y empujando con sus dedos empezó a meterme los caramelos dentro de mi culo, uno por uno hasta que por fin la bolsa quedó vacía. Me nalgueó y se me escapó un AYYY
Fuimos hasta su auto, arrancó y establecimos rumbo a la reunión. Yo estaba ansioso, o más bien ansiosa de lo que iba a encontrar allí. Durante el recorrido no resistí más, me agaché, abrí el cierre a Brandon, saqué su verga y empecé a mamársela. El solo lo disfrutaba sin decir una sola palabra. El viaje duró media hora, tiempo que Brandon aguantó sin venirse.
Llegamos al sitio indicado, el cual tenía una cochera. Estacionamos allí y nos dirigimos hacia la gran sala que estaba abierta. Ya estaban reunidos nueve parejas, nosotros éramos la décima. Brandon fue saludando a cada uno, primero a los activos, todos ellos hombre mayores de 40, altos y fornidos, tres de ellos con tatuajes. Luego saludó a los pasivitos, estoy seguro que ninguno pasaba los 25 años de edad. La mitad, incluyéndome, estaban vestidos de mujer. A ellas los besó en los labios, lo cual provocó algo de celos en mí pero me contuve.
Luego Brandon me tomó de la mano y me sacó al frente. Hizo salir a los nueve activos. Al verme me empezaron a silbar, PRECIOSA, LINDA, QUE RICA, RICO CULO, me decían. , Brandon les pidió que por favor se arrodillaran.
-Ella es Jazmín – me presentó – y su culito quiere ofrecerles un regalito.
Me acerqué al primero, el organizador de la fiesta que era un hombre de 50 años llamado Eberto. Me bajé la tanga, hice algo de fuerza y unos tres caramelos salieron de mi ano directamente a su boca. Luego pasé al segundo, Braulio, un albañil no tan alto pero de unos hombros anchos, a él le tocaron dos caramelos. Pasé al tercero, un camionero gordo y alto, casi como Brandon, de 52 años de edad, llamado Roberto. Y así fui pasando por todos, hasta que me sobraron como cinco caramelos, los cuales di a Brandon. Todos me aplaudieron
Eberto, trajo varias botellas de cerveza. Tomamos un poco, pero las ganas de follar eran mucho más que las ganas de beber, así que dejamos el alcohol de lado. Eberto pidió a Braulio y a su pareja que salieran al frente a follar. La pareja de Braulio era un joven de mi edad, algo afeminado pero discreto. Sin embargo, Braulio no tuvo compasión de él, le bajó el short y le propinó una nalgada enorme. Sacó su pene y se lo empezó a coger rápidamente, sin hacer caso a las quejas del pasivo, hasta que se vino en solo cinco minutos.
-A él le gusta así de rápido y brutal – dijo Braulio.
Luego Eberto pidió a Roberto y a su pareja que salieran a follar, junto a mí y a Brandon. La pareja de Roberto era un jovencito de 15 años, vestido con un bikini negro. La pareja que recibiera más votos sería la ganadora.
Brandon fue bastante tierno conmigo, pues empezó besándome lentamente, lamiendo toda mi boca y mi cuello mientras sus manos jugaban con mis nalgas. Pero luego fue aumentando la fuerza.
-Ahora serás definitivamente mi hembra – dijo.
Mi culo reaccionó a aquellas palabras, y sentí una sensación de dilatación, algo que nunca antes había experimentado.
-Ayyyy siiii, papi, hazme tu mujer – contesté.
Me quitó el babydoll y la tanga, y empezó a lamer mi anito. Me lo chupó, lo lamió, metió su lengua en lo profundo, como si buscara oro.
-Me gusta el sabor de tu culito, todo un manjar – dijo – Es tan rico… me excita tanto. Ohhh, siiii, Jazmín, eres toda un putita.
– Ay… sí Brandon, soy tu putita, siempre lo seré.
Y era la verdad, me sentía en verdad una mujer, la mujer de Brandon a la que él se podía coger cuando quisiera. Esas palabras me calentaban aun más, y me sentía más y más femenina mientras él devoraba mi culo. Los demás miraban atentos, y algunos se masturbaban. Me dio varias nalgadas que me enrojecieron, pero en me gustaban así que no dije nada.
-¿Quieres que te coja?
– Síii Brandon, cógeme, soy todo tuya… – pedí con voz afeminada.
Nos acostamos en el suelo, y dirigió su pene a mi culito. Lo sobó y sobó, mientras me acariciaba el cuerpo con sus enormes manos. Me puso de perrito.
-¿Preparada?
– Sí.
Y lentamente me la fue metiendo, pues mi culo todavía está acostumbrándose a las vergas (aunque mi culo es solo para Brandon,,, jijiji) Yo cerré los ojos y empecé a gemir como nena, hasta que siento que los pelos de su sexo chocan con mis nalgas. Por fin la tenía adentro aunque sentía dolor. Le pedí que fuera despacio, y así lo hizo. Sus movimientos eran lentos y delicados, acercó sus labios a mis oídos y me susurró palabras lindas y cachondas a la vez.
Unos fuertes gemidos hicieron que mire a mi derecha y vi que Roberto penetraba ferozmente en la pose del misionero a Kely, su pareja. Roberto rugió y supuse que se había venido. Una vez que sacó su verga, puede ver el enorme agujero que en el que se había convertido el culo de Kely. De adentro brotó semen y pedazos de KK. La gente aplaudió pero continuaron mirándonos.
Brandon me cargó, sin sacarme su verga y siguió penetrándome. Me preguntaba si me dolía, le decía que un poco pero que continuara. El dolor fue pasando, y ahí fue cuando empecé a disfrutarlo realmente. No me importaba que me miraran, solo quería ser la nena de Brandon, quería complacerlo.
Me colocó en el suelo, alzó mis piernas, y se dedicó a lamer mis piecitos. De rato en rato se agachaba y me besaba en los labios.
-Te voy a dejar el culo más abierto que nunca – dijo – ¿Te gusta?
– Sí si si si… ay ay ay ay ayy ay ay ay ay- gemía yo.
– Ahí te va mi leche… tómala, quiero llenarte siempre ese culito apretadito que tienes, mi linda Jazmín.
– Síiii papi…. Dame tu leche… mi culo siempre estará para ti…. Ay ay… siii. Préñame, quiero que me dejes preñada.
– ¿Qué te preñe? Eso me encanta.
– Sí…. Si papacito…. Ayyy ayyy
– Ohhh, que cachondo me pones… ¡toma!
– AAAAAAAAAAAYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY
Sentí como seis chorros de semen que se depositaban en lo profundo de mi recto mientras que el orgasmo anal más delicioso de toda mi vida recorría mi cuerpo entero. Me percaté que mi voz era por completo la de una mujer, y yo no forzaba nada, salía así por así. Brandon me sacó su verga y fiel a su estilo me pidió un creampie, pero no sin antes pedir a Eberto que le acerque una copa de cristal. Mi ano se abría y se cerraba, hice fuerza y expulsé la leche de Brandon la cual fue directamente a la copa.
-¡Que la beba! – pidieron todos
Hice caso, cogí la copa y me la bebí ante los aplausos del resto. En ese momento, apareció un hombre que nunca antes había esperado conocer. Según mi impresión de aquel momento trataba al parecer del gay activo más grande de todo el país, un gigante moreno aun más alto que Brandon y con una verga erecta que calculé tendría unos 25 cm, y quizá 5 cm de gruesa.
– ¡Que se folle a Jazmín! ¡Que se folle a Jazmín! – gritaron todos.
– Jazmín aún está aprendiendo – dijo Brandon – Su culito aun está estrechito, pero no se preocupen que lo iré adiestrado.
Algunos se disgustaron, pero luego de una discusión comprendieron el motivo. A fin de evitar más rencillas, decidimos retirarnos. Volvimos a la casa de Brandon, y allí volvimos a hacer el amor. Brandon me prometió que haría lo posible para que yo fuera su mujer, si es posible me llevaría a vivir con él.
En fin, yo prometí ir a su casa por lo menos una vez a la semana para que vaya preparando mi culito. Estoy contenta por eso.
Yo acabé preguntándome que tan cierto es que los machos maduros sueñan con cogerse a tiernos y delicados jovencitos. Gracias por leerme, besitos… jiji
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!