buen hijo y buen vecino
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por kieroaprender.
Mi padre había conseguido al fin un nuevo curro en una obra junto a la frontera francesa lo que le obligó a estar fuera de casa un mes entero. Estaba muy contento por él pero también me dejó desconsolado, sin padre y sin semental al que dar placer un par o tres de noches a la semana, según el nivel de calentura y borrachera que tuviera, tal y como me había acostumbrado. Me levanté ese sábado caliente y con una enorme sensación de vacío en mi ojete que ansiaba la polla robusta de mi padre.
Fui a la cocina a prepararme algo de desayuno sin planes a la vista. Desde la ventana de enfrente vi como me hacía señales el vecino de al lado. Era Don Emilio, un hombre de 62 años, no muy alto, corpulento, muy peludo y aún con abundante cabello canoso con unas largas patillas espesas que recordaban su pasado como legionario. Él no tenía hijos y de pequeño, varias veces me había acompañado a casa o me daba la merienda cuando salía del colegio y mis padres trabajaban. Siempre iba con sus muletas desde que tuvo un accidente de trabajo en la obra que lo había obligado a jubilarse hacía unos pocos años. Muchas veces me hablaba de él papá …de lo putero que era sobre todo desde que se había quedado viudo unos tres años atrás.
– Miguelito se me ha acabado la leche…anda guapo tráeme un poco por favor para tomarme el café esta mañana que con estas piernas que tengo no puedo bajar mucho las escaleras.
Sin quitarme el pijama cogí un cartón de la nevera y llamé a la puerta de al lado. Estaba entreabierta y la casa en penumbra.
– ¿Don Emilio? Soy yo Miguelito…¿donde se lo dejo?
– Encima de la mesita del recibidor ya está bien…Ven estoy aquí…
Caminé al fondo del piso de donde procedía la voz. Entré cuidadosamente en una habitación y allí estaba él. Sentado en una cama de matrimonio enorme y antigua, la espalda apoyada en las almohadas, con la tenue luz de la mesita de noche, una estufa al lado puesta y en el suelo varias revistas porno. Se estaba tocando el paquete y tenía puesta una peli de unas tías mamonas en el viejo video de su tele.
– Gracias nene…pero pasa, pasa, Miguelito..estaba aquí recordando viejos tiempos cuando este viejo se follaba los coños que quería jejejejeej
– Hola Don Emilio jeje ¿qué mirando una peli de buena mañana?
– Si ya ves, a un viejo le entretienen pocas cosas
– Jejee ya veo…fuerte la peli eh?.
– Bueno lo de siempre..a falta de pan jejjej.¿sabes Miguelito? la pensión que recibo ya no me da para putas jóvenes como a mí me gustan jejeje y mi polla todavía pide guerra
– Jo …no me diga eso Don Emilio..qué fuerte.
– Jejeje no te pongas rojo chaval..si te conozco desde crío….anda que no te gustaba jugar en mi regazo de chico…Hay que ver cómo has crecido desde el año pasado…a ver gírate que te vea bien…
Lo cierto es que no paraba de mirarle fijamente la entrepierna que insinuaba una buena erección y no a la tía mamapollas de la peli. La situación me estaba calentando por momentos e instintivamente me toqué la polla que ya tenía morcillona desde que entré en la habitación.
– ¿Sabes?…tú podrías ser buen nene y hacerme otro favor….como dejarme ver ese culito precioso que veo desde aquí. Seguro que es más bonito que el de la guarra de la pelicula. Jejejj vengaaaa ya sé que por la noches… se lo folla tu padre. Jejejeje…sí no me mires así…lo sé…. Miguelito, muchas noches os oigo a tu padre y a ti a través de la pared y se nota que lo haces disfrutar en la cama como una verdadera puta… Sólo un ratito anda sé bueno nene y ven…
Me puse rojo como un tomate pero a la vez mi morbo aumentaba. Mi secreto incestuoso ya no lo era tanto y la visión de ese viejo semental tan masculino que podía ser mi abuelo me ponía a mil. Sin decir ni una palabra más me dejé caer el pantalón del pijama al suelo, me acerqué a pasos lentos como una hembrita en celo sacando el culo hacia atrás, me quité la parte de arriba y le sonreí con vicio y para su sorpresa me estiré en la cama frente a él. Le abrí el grueso albornoz a cuadros que llevaba puesto y empecé a sobarle por encima de su calzoncillo gastado mientras me retorcía delante de él pidiendo sexo. Sus muslazos eran gordos y peludos en contraste con el abundante vello del pecho ya canoso. Él se quedó mirándome con sus ojillos brillando de lujuria y con la boca abierta sin decir ni palabra mientras le estiraba su calzoncillo blanco muy despacio hacia abajo. Bajo su barriga cervecera había una mata de pelo espesísimo aún bastante negro y unos huevos colgantes y gordos que superaban con creces en tamaño a los de mi padre. Empecé a lamerlos, chuparlos y besarlos mientras emitía pequeños gemiditos de placer y eso llevaba al sesentón al cielo pues no paraba de suspirar. Cerró los ojos y empezó a disfrutar como nunca.
Hundí mi boca en la mata de pelo del pubis y noté su polla madura que tanta vagina había penetrado cómo lentamente crecía en mi boca. Sus jadeos iban creciendo mientras su rabo se empinaba al máximo, un cilindro de unos 15 cm, muy grueso, venoso y reluciente. Me agarraba la cabeza entre sus dos manos grandes y rugosas y yo no paraba de babear con los ojos cerrados.
– Puta, puta, más que puta que placer me das mi niña…
Caliente como una perra dejé de mamar, me incorporé, me giré para que me sobara el culo y excitarlo aún más poniéndolo en pompa, ofreciéndole mi ojete sonrosado y desvirgado hacía solo unas semanas. Lo puse cardíaco.
– Mmmmmm…que culo tienes…mmmmmmm .no me extraña que tu padre te folle este coñito tan rico que tienes Miguelito..Ostias cuanto tiempo que no tenía un culo así a mano….
– Quiero un hombre…necesito un macho que me de placer y me preñe Don Emilio..¿Me ayuda?.
Puse la voz más puta y femenina que supe para excitar al máximo aquel viejo macho jubilado que deseaba me hiciera suya. En pocos segundos empezó a lamer y chuparme torpemente el ano y los glúteos, llenándomelos de saliva.
– Siiii siiii ven siéntate en mi polla si quieres un hombre nenita..Diossss que ganas te tenía nene….
Poco a poco me penetré yo mismo hasta quedarme sentado entre los muslazos peludos del sesentón. Me levantaba y sentaba follándome yo mismo sobre su miembro durísimo mientras me hacía sentir la guarra de la peli y él no paraba de jadear nerviosamente. Me giré y continué cabalgando sobre su polla ahora frente a él viendo como gozaba mientras yo me relamía de placer y acariciaba su pecho peludo. Noté que pronto dejaría de bombear y sus huevos descargarían el semen acumulado. Me salí y me arrodillé frente a él pidiéndole que me diera su semen en la boca. No llegó a decir nada pues me limité a agacharme, succionar su polla palpitante y en pocos segundos soltó una corrida bastante abundante para un hombre de su edad. Cuando acabó se recostó sobre la almohada recuperando el resuello.
Tenía que correrme yo e hice realidad mi fantasía desde crío. Me senté de nuevo sobre su regazo, notando su mata de vello púbico, su piel caliente, su polla aún semirrecta debajo de mi culo, cogí su manaza derecha y le hice masturbarme mientras le acariciaba los muslos peludos y lanzaba más y más gemidos como una hembra a punto del orgasmo mientras mi abuelo macho me decía al oído…
– Eso es Miguelito córrete nene con el pajote que te hago putita, más que putita jejejejej. Eso es disfruta mi nena guarrita…
Mientras con la otra mano me metía un dedo en el ano hurgando como si masturbara una vagina. Al poco solté un buen chorro de leche sobre las sábanas, derramándose parte entre sus dedos. Recosté mi cabeza sobe su pecho.
– Buffffffff joder nene…llevaba semanas sin correrme. Que puta más buena estás hecha…chaval deberías dedicarte a esto….
– Jejeje gracias Don Emilio…no creo que mi padre me dejara hacerlo..si se entera que hoy he sido su hembra me mataría …es muy posesivo…
– Jejej lo entiendo no solo eres su hijo sino también su mujercita caliente eh?
– Pues si. Ya sabe.
– Joder si tuviera yo en casa un hijo tan vicioso como tu la verdad es que no lo dejaría solo ni un momento jejej. Me has recordado mis tiempos en el servicio militar en África. En el cuartel habrías triunfado nene. Cuando estuve en Melilla destinado también había un recluta jovencito tan puta como tú. Nos lo pasamos por la piedra unos cuantos cabos jejej. Era tan caliente que hasta buscaba pollones de moros mayores en la plaza del mercado…jejeje ¿sabes? un día hasta lo pillamos en la cuadra mamándosela a uno de los caballos del coronel jejej no veas como tragaba leche equina ese mariconazo.
Sólo me faltaba que me contara eso para volver a excitarme otra vez. Ya me lo imaginaba a él con cuarenta años menos mientras él y sus colegas me ayudaban a iniciarme en un fantástica sesión de placer con machos en celo de otras especies. Mi imaginación calenturienta empezaba a volar cuando Don Emilio me retornó a la triste realidad…
– Bueno tienes que irte chaval que en un rato vendrá de visita la asistenta social y no es plan que te vea aquí así jejejeej. Anda toma esto y tómate algo a mi salud…putilla que eres una putilla
– Gracias Don Emilio , ya sabe cuando necesite algo me avisa …
– Ya sabía que serías un buen nene servicial- Me dijo acariciándome con suavidad el culo-. Mientras no esté tu padre pásate cuando quieras Miguelito..ya sabes que yo puedo también hacerte de papá….jejeje, avísame antes por la ventana que no esté espiando la bruja de la vecina de al lado…Anda ayúdame a levantarme y pásame las muletas..este viejo aún sirve para dar gusto a putazas como tú eh?
– Desde luego yo también he disfrutado mucho. Ya nos veremos otro día… ya sabe depende de los viajes de papá….
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