Buscando leche
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Un domingo estaba super caliente porque como les dije, mi novio se había ido para La Guajira.
Yo realmente soy super morboso, y tengo un gusto voraz por la leche.
Esa mañana, me había masturbado dos veces pero seguía caliente.
Me di cuenta de que ya no se trataba solo de masturbarme, sino que necesitaba carne de verdad para quedarme quieto.
Entré a Grindr y me puse a buscar, pero realmente me aburrí.
Cuando ya estaba dándome por vencido, me escribió un viejo amigo con el que ya había culiado un par de veces y me dice que había fumado y estaba con ganas de preñar un culo – a los dos nos gusta el bareback-.
Apenas me dijo así, las ganas se me prendieron mas, y le dije que pasara por mí, pero ¡oh sorpresa!, no había lugar donde culiar.
Sin embargo, yo le dije que me recogiera y que mirábamos por ahí en cualquier oscuro para culiar.
Eso le calentó mas y de una pasó a buscarme.
Me subí al carro solo con una pantaloneta y sin nada abajo , y una camisilla.
Él estaba igual.
Apenas me monté empezamos a dar vueltas para encontrar un lugar solo donde pudiéramos hacer algo, pero realmente no encontrábamos nada solo.
Como nunca, todo el mundo estaba prendido, las calles llenas de gente, y los lugares solos que encontramos, tenían vigilancia.
En una de esas decidimos irnos por los lados del aeropuerto (mucha arrechera pa pegarnos ese viaje hasta por allá ajajja), encontramos un lugar solitario pero estaba medio iluminado y a mi amigo le daba culillo que nos fueran a pillar, y me propuso que nos bajáramos y camináramos para el monte.
Entramos un poco al monte, tanteamos el terreno.
Estaba solo.
Yo me arrodillé y empecé a pegarle una chupada de verga con unas ganas.
Él sacó un cigarrillo, y mientras yo le chupaba la verga, él fumaba.
No hay cosa que me parezca mas sexy, que un hombre fumando.
Ufffff , me prende de una manera.
Bueno, ya yo estaba recaliente y le fui a poner el culo y me dijo que todavía no.
Que hasta que no se terminara el cigarrillo no me daba por el culo.
Yo todo sumiso, obedecí pero deseando tener esa verga bombeándome el culo rápido.
Se terminó el cigarro y llegó lo bueno, me volteó y me bajó la pantaloneta hasta los pies, y arrescostado a un árbol, empezó a darme verga duro.
Yo disfrutaba como una buena perra pero estaba pendiente de que no fuera a vernos alguien, porque la carretera tampoco estaba muy lejos.
Sin embargo, la adrenalina y la idea de que alguien nos viera, también me calentaba así que dispuse mi culo para disfrutar de esos 21 cms de verga y olvidarme un poco del peligro.
Ahí me dio verga como 20 minutos, pero él estaba super azarado de que nos vieran y yo le dije que fuéramos al carro y que me culiara allá.
Él accedió y nos devolvimos al carro.
Apenas nos subimos me quité todo.
Quedé completamente encuero y él se pasó atrás.
Ahí me puse a chuparle la verga, y tenía ese olor propio de la verga, de macho (no de verga sucia.
sino olor a verga limpia) que me pone loco y esa verga se le empezó a poner nuevamente como un palo.
Me volteé nuevamente y le puse el culo en 4.
Comenzó a darme dedo y me decía que era una perra, y que por eso tenía que recibir buena leche en ese culo.
Me puso la cabeza de la monda en la entrada del culo y cuando menos lo pensé, me la metió toda nuevamente.
Era un dolor insoportable, pero me arrechaba saber que era una verga grande la que me estaba bombeando el culo y la que me iba a dejar el hoyo lleno de leche, así que me relajé y empecé a disfrutar una vez más.
Me di cuenta de que le calentaba que le dijera cosas sucias, y empecé a decirle que me gustaban los machos así vergones, lecheros, que se culeaban a las perras en la calle.
Y él solo me decía en medio de sus gemidos y respiración entre cortada – " si papi, sí papi ?"
Sentirlo jadeándome en el oído me puso mas perra, y empecé a pedirle leche :
– " Vamos papi, bombéame ese culo y llénamelo de leche.
Déjame bien llenito para dormir con el culo lubricado"
De repente lo que mas había estado esperando en todo el día.
La respiración de él se comenzó a acelerar y fuazzzz, toda la leche dentro de mi culo.
Era una delicia sentir cómo su respiración llevaba el mismo ritmo que las palpitaciones de su verga en mi culo, mientras me dejaba todo su semen.
Finalmente, se quedó un rato con su verga dentro de mí, esperando que mi culo la escurriera por completo.
Cuando se le bajó, la sacó suavemente, nos vestimos y me llevó a casa.
Desde ese día, cuando estoy caliente en la oficina, siempre le escribo para que los dos contribuyamos a quitarnos las ganas.
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