Caballero de otros reyes
Un «caballero» traiciona a su rey, otros obtienen su verga y culo..
JULIO
– Entonces… ¿Cómo te va con David?
Me pregunto mi mejor amiga Cristina, hizo que su voz sonara tranquila y gentil, pero para un escritor y auto proclamado artista como yo, fue fácil encontrar sus verdaderas emociones: Incomodidad y Decepción.
Era normal, Cristina a estado enamorada de mi esposo David desde nuestra infancia, aun recuerdo la felicidad en su cara cuando le revele que me gustaban los chicos. Pensó que tendría una oportunidad con David en ese entonces, me parecía que su sentimiento de inferioridad por su apariencia desapareció en ese instante, tratándome con más gentileza y cariño que antes.
Lamentablemente para ella, unos años después David se revelo como homosexual y me declaro su “amor eterno” como un caballero a su rey.
Desde niño mi apariencia siempre fue de primera clase, “angelical” y “de otro mundo”, el cabello rizado de color negro, los ojos negros que parecían absorber almas, un cuerpo delgado pero fuerte con rasgos andróginos y la piel pálida cual nieve hicieron que creciera siendo “cazado”.
Cristina era hermosa, su cabello de chocolate y ojos esmeraldas, piel bronceada y un cuerpo de modelo la hacían una mujer muy hermosa, estaba al nivel de una modelo.
Pero tantos años de amistad conmigo hicieron que contrajera el terrible “Sentimiento de Inferioridad”, particularmente no podía entender porque se despreciaba tanto, era una mujer inteligente, buena familia, buen trabajo y educación superior.
A diferencia de mí, que apenas terminé la preparatoria, nunca conocí a mis padres y tuve que conformarme con ser un escritor para tener comida en la mesa.
El casarme con David fue probablemente la única decisión buena que he tomado en mi vida, heredo directamente la compañía familiar al terminar la preparatoria y su talento en los negocios hizo que ganara mucho dinero y fama.
En realidad, nunca supe porque se enamoro de mí, el huérfano sin nada a su nombre más que una pequeña herencia y algo de ayuda del gobierno.
Me hacia sentir que me aproveche de su amor para tener una buena vida, su familia también negó nuestro amor en primer lugar.
Pero David aun me eligió sobre todas las amenazas familiares, la situación fue casi sacada de una novela Mary Sue.
Pensé en lo que me pregunto Cristina, unos segundos momentos respondí:
– Estamos bastante bien en realidad… Últimamente David parece algo cansado.
Cristina tardo unos momentos en contestar.
– Muchos negocios supongo…
– Eso creo… No le gusta hablar del trabajo en casa.
Por lo que me había enterado, David estaba teniendo reuniones con un invitado del extranjero, esperando establecer una relación cooperativa para uno de sus proyectos.
No pasaba mucho tiempo en casa por ese motivo, esto fue notado por los hombres solteros que esperan que les “invite una taza de café” y pasar a charlar. Un chico universitario aun con las hormonas a tope directamente me dijo que pasara a tener un “buen rato” en su departamento.
Pero mi corazón le pertenece al caballero que me juro su “amor eterno”, como el rey sin reino ni corona, lo menos que podía hacer era permanecer fiel a nuestro matrimonio.
Mi caballero es el único al que pertenezco… Pensé con ternura mientras acariciaba el anillo de matrimonio en mi mano izquierda.
DAVID
En un hotel de cierta compañía, en la suite del ultimo piso, se escuchaban gemidos de placer de una voz dulce.
El pasillo estaba repleto de ropa, como si dos amantes se quitaran pieza por pieza mientras estaban desesperados por invadir la boca del otro.
Un hombre alto, de cabello castaño, ojos azules y delgado con músculos fuertes y pesados estaba devorando con avidez un enorme trasero de burbuja, el ano repleto de saliva se abría y cerraba con regularidad.
David, un poco cansado y lleno de sudor observo con lujuria la cabeza rubia que subía y bajaba sobre su enorme verga de doce pulgadas, la espalda del chico rubio era fuerte y su cintura era delgada. La mano de David se extendió y tomo al niño del cabello, jalándolo con fuerza, el chico rubio gimió mientras era volteado y se encontraba cara a cara con su amante.
– ¿Aun con ganas señor?
Se burlo el niño que tenia unos siete años menos que David en un acento extraño, este último frunció el ceño un poco y con fuerza enterró su verga en el culo del niño rubio.
– ¡Ah Fuck!
El chico maldijo en su idioma materno y mordió a David en el hombro.
David folló con rapidez al chico que conoció hace unos días, le dijo a su esposo que se quedaría en un hotel mientras el invitado extranjero estaba en el país.
Aun recordaba la mirada de su hombre, con sus ojos gentiles pero doloridos por no pasar tanto tiempo como antes, hizo que le doliera el corazón engañarlo, pero se le paso cuando se encontró con el hijo del invitado en el baño, el probar sus labios dulces hizo que sintió que valiera la pena.
Habían estado follando como conejos en un hotel propiedad de la compañía mientras su secretario entretenía al invitado. El niño le dijo a su padre que iría a explorar la ciudad, los guardaespaldas se alejaron tan pronto como lo vieron con el niño, como si estuvieran acostumbrados.
Nate dejo de morder el hombro de David, tomo su rostro y lo beso con rabia, el aliento y saliva de David estaban llenos de hormonas masculinas que lo enloquecían, sintió a este ultimo gemir con fuerza y detenerse.
Después de resoplar por un rato, saco su verga de su culo hambriento.
– ¿Ya tuviste suficiente bebé?
Le pregunto Nate a David mientras le sacaba el condón que estaba usando, el sentir algo solido en el condón lleno de semen le provoco una enorme sonrisa cínica.
– Aun no… Pero ya tenemos días, tu padre podría sospechar.
Respondió David quitándole el condón al niño.
Nate entendió y abrió su boca señalándola con su mano derecha, David volteo el condón y vertió su semen en la boca del niño, con los dedos empujo algo hacia abajo.
“Eso” cayo en la boca llena de semen de Nate, David la abrió con una mano y acerco dos dedos, sacando su anillo de matrimonio apestando a semen.
Con calma lo volvió a colocar en su mano derecha.
Nate no pudo evitar acabar en el pecho y estomago de David al observar semejante indiferencia.
Nate lo miró.
David lo miró.
Ambos se besaron con lujuria, sus lenguas bailando entre semen sabían deliciosas.
David sabia que el niño se iría con su padre pronto, él volvería a casa con su esposo y volvería a engañarlo. Un amigo suyo de la preparatoria dijo que tenía ganas de verlo.
Su culo que no había probado el semen en años estaba temblando de excitación.
Magnifica historia, por favor continua.