Cachado por Cesar (Parte I)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por relatosrds2994.
Todo comenzó como un día común, lo recuerdo tan nítidamente que cada que me viene a la mente es como si volviera a vivirlo.
Caminaba a lado de mi mejor amigo, el buen Cesar, alto, un poco fornido, quien no lo conociera pensaría que era un chico maleante por su manera de caminar y esos ojos que parecían siempre estaban enojados pero no, él es la persona más noble y de buen corazón que he conocido, una prueba viviente de aquella frase “caras vemos, corazones no sabemos”.
-Por más que lo intento, no le entiendo, compita-me decía el con cara de angustia refiriéndose a nuestro examen de calculo que sería en dos días.
-Tranquilo, pásate a mi casa al rato y nos ponemos a estudiar un rato y verás que te irá muy bien, confía en mi-le contesté poniendo mi mano en su espalda, esa espalda ancha fornida y bien delineada por el gym y el futbol, su deporte favorito, él me sonrió más tranquilo y nos dirigimos a la parada del camión, platicando tonterías mientras esperábamos cada uno su camión para sus respectivos hogares, llegó primero su camión, se despidió y me recordó que iría a mi casa en la tarde, asentí con emoción, en efecto, me encantaba mi mejor amigo, su cuerpo bronceado y bien definido, esa cara de chico malo, esos ojos cafés claros, esa pícara sonrisa, ese gran bulto que se le marca casi siempre en los pantalones…
Estando en mi casa me entero que mis padres y mi hermano mayor no estaban, un sinfín de pensamientos llenos de morbo vinieron a mi mente, Cesar y yo solos en mi casa pero preferí eliminarlos y ser realista, él era heterosexual con novia y todo así que ¿para qué hacerme ideas que no pasarían?
Tocaron la puerta, corrí rápidamente suponiendo que era el pero al abrir la puerta me lleve la sorpresa que era mi primo, Iván, casi tres años mayor que yo, moreno, alto, bonito cuerpo y un exquisito miembro que fácilmente pasaba los 17 cm, grueso, con mucho vello y apuntando hacia arriba cuando estaba en su máximo esplendor, si se preguntaron ¿Cómo es que sabía todo eso? Sencillo, él fue con quien tuve mi primera vez hace unos años ya, además de locas y muy excitantes aventuras después de eso.
-Qué onda, carnal-saludo mientras con una mano acariciaba disimuladamente su bulto-¿y la familia?-me dijo mientras entraba confiadamente dejando la puerta entreabierta.
-No están-dije mientras me volteaba con maña e intención y a los pocos segundos de decir eso, sentí como se repegó completamente a mi abrazándome por detrás mientras sentía su bulto caliente entre mis nalguitas.
-Entonces deberíamos aprovechar ¿no crees?-me susurró al oído mientras sus manos se metían bajo mi playera buscando mis pezones y comenzó a tocarlos y jugar con ellos mientras se movía con el bulto ya completamente erecto bajo sus pantalones, estaba excitándome por completo pero…
-No puedo, pue… puede venir alguien-contesté tratando de controlar el deseo que me estaba produciendo a lo que el ignoró mi comentario y comenzó a besarme el cuello, lo cual el bien sabía que era mi debilidad, con sus manos me indicó que me diera la vuelta y empezamos a besarnos mientras nuestros cuerpos estaban completamente pegados el uno al otro, sentía como sus manos traviesas recorrían mis espalda y mis nalgas, tomó mi playera y comenzó a sacármela hasta quitármela por completo y se fue directo a mis pezones chupándolos y lamiéndolos mientras yo ponía una mano en su bulto duro y caliente, regresó a mi cuello, lo besó un rato hasta que se acercó a mi oído y me susurró “mámamela cabrón” así que lento me fui agachando hasta llegar a la altura de su miembro, lo acaricie un poco, desabroche su pantalón mientras el se quitaba la playera que traía, se lo baje hasta la rodilla junto con su bóxer para poder liberal aquel exquisito mástil de bronce completamente erecto, lentamente lo fui introduciendo en mi boca hasta tener prácticamente toda dentro de ella y comencé a darle sexo oral mientras veía como el cerraba los ojos disfrutando lo que le estaba yo haciendo, así estuvimos un rato hasta que…
-Quítate el pantalón-me ordenó a lo que yo rápidamente hice caso hasta quedarme completamente desnudo como estaba el, me guio hacia el sofá no sin antes volverse a pegar a mi yo de espalda a él, besándonos mientras sentía su miembro palpitando en la raya de mis nalgas-ponte en el sofá-le hice caso y quede parándole las nalgas apoyándome en la cabecera del sofá cuando sentí una fuerte nalgada y de repente como abrió con ambas manos mis nalgas exponiendo mi anito a él, sentí el escupitajo que le lanzó, se puso de pie, acercó completamente la cabeza de su pene a la entrada de mi ano y comenzó a presionar hasta que poco a poco entró la cabeza, gemí de dolor pero no pedí que se detuviera así que siguió presionando hasta que lentamente fue entrando todo su miembro en mí, puso ambas manos en mi cintura y empezó a sacarlo lento hasta que quedo solamente la cabeza quedó dentro, así estuvo metiéndola y sacándola lento, mientras yo gemía ya de placer y el bufaba bombeándome deliciosamente su miembro dentro de mí.
-Sí, así-decía yo entre gemidos-que rico-se pegó completamente a mi cuerpo sin dejar de moverse, comenzó a besarme el cuello y acariciarme los pezones mientras sentía su miembro erecto dentro de mi entrar y salir, así estuvimos un par de minutos cuando se salió completamente de mí, se sentó a lado y me indicó con la mirada que me sentara sobre su pene, lo que rápidamente entendí y me acomodé y empecé a sentarme poco a poco introduciendo su mástil caliente y palpitante hasta tenerlo completamente dentro de mí, comencé a moverme sobre él, disfrutando cada centímetro que me ofrecía mi querido primo mientras el simplemente dejaba que yo cabalgara su pene.
-Que rico te la comes, cabrón-me decía entre cortadamente cuando de repente me agarró de la cadera y empezó a darme con todo, haciéndome gemir y perderme con tanto placer que me estaba haciendo sentir mientras el igual empezaba a gemir y que mejor que oir a un macho como lo era mi primo gemir de placer-ya… ya me voy a venir-dijo entre gemidos cuando de un golpe me la metió toda hasta el fondo dejando salir un fuerte “ahhh” se vino en cantidad, podía sentir como palpitaba dentro de mi su rico miembro mientras el bufaba aun de la excitación, se quedó quieto un momento, quedamos absolutamente relajados, aun con su miembro dentro de mí y aun erecto pero sentí que alguien nos estaba observando y al voltear, ahí estaba Cesar, estático, con la mirada perdida, sorprendido, en ese momento sentí que quería que me tragara la tierra, me paré como pude y busqué mi ropa viendo a César sin saber que hacer o decirle.
-Pe…perdón-alcanzó a decir Cesar y rápidamente salió de mi casa, como pude logré ponerme mi playera y el pantalón, traté de alcanzarlo mientras mi primo me gritaba cosas pero en ese momento lo ignoré por completo pues lo único que quería era alcanzar a César pero ya no estaba, jamás me sentí tan asustado, frustrado y sin saber que hacer como me sentía en ese preciso instante.
Muchas cosas pasaban por mi mente, quizás Cesar les diría a todos en la escuela lo que acababa de ver o peor aún ¿jamás volvería a dirigirme la palabra?
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