Cachorro follador
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Soy maduro, pasivo, me fascina la buena verga.
Hace mas o menos un mes, chateando en Bogotá gay, encontré un especimen que me llamó la atención.
Tiene 22 años, 168 estatura, delgado, muy tatuado y una verga de unos 19, 20 cms gruesa, con la que hace maravillas.
Hablamos y acordamos encontrarnos en mi apartamento.
Llegó, nos bebimos un par de cervezas y fuimos al cuarto.
nos desvestimos, le comencé a mamar esa verga, tratando de metérmela toda en la boca, pero era difícil, la tiene bastante grande.
Me empujaba la cabeza para que me entrara hasta la garganta y ocasionalmente le lamía las huevas, me fascina hacerlo.
me puso en cuatro patas sobre la cama, me comenzó a pasar su lengua en el ano, lamiendo y metiendo la punta de una forma magistral, le dije que a su cota edad creía que solo se dedicaba a follar porque lo hacia ufff.
Me pasaba su barbita por las nalgas y me calentaba cada vez mas.
Estando así, en cuatro, se puso un condón, puso la cabeza de su verga en mi ano y poco a poco me fue metiendo sus 19 cms, yo bramaba de emoción que nene tan rico.
La metía y la sacaba completa haciéndome delirar de placer.
Luego de unos 5 minutos me puso al borde de la cama levanto mis piernas y de una adentro.
que semenatl, que manera de follar, en mis mas de 40 años como gay alguien me habia bombeado de esa forma.
Pareciera que solo haces eso en la vida, – le dije.
El entre risas y arrechera solo me daba y me daba cada vez más.
Me hizo sentar sobre su verga y me la hundió con huevas y todo, retumbaba un eco con aire cada que entraba y salía su verga de mi culo.
Gozaba como nunca.
Me acosto sobre la cama , me hizo levantar el culo y me la metía de una forma, espectacular, como si nuca más fuera a hacerlo.
Bombeaba y bombeaba y no se cansaba de follar.
Me colocaba de lado , la sacaba y la metía toda de una, con huevas y todo.
Fue mas de media hora de delirio y frenesi.
Ese dia supe que era tener una verga y de casi un niño entre el culo, eso es tirar sin medida y sin control.
Ya cansado de cambiar de poses me pone en cuatro nuevamente y cuando se iba a venir se saca el condon y me echa su semen en las nalgas.
Que sensación tan rica.
Quedamos exhaustos, descansamos una media hora y nos bañamos, quedamos de volvernos a ver, ya les contare, a ver con que me sorprende
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