Calor corporal.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Aquí estoy nuevamente, ya me conocen por Dan y he publicado una gran cantidad de experiencias sexuales desde que me inicié de niño en el mundo del morbo, cuando aún tenía 9 años. Son muchos los recuerdos de aquellos tiempos.
Hoy les contaré lo que sucedió con mi amigo Richard en unas vacaciones.
Para los años 1982, los padres de Richard estaban construyendo una casa en otra comunidad que no era donde habitualmente vivíamos, en esas vacaciones escolares, pasamos muchos días trabajando en aquella construcción, éramos todos jóvenes y casi contemporáneos de edad, las misma estaban entre los 14 y los más grandes en 19.
Un día nos tocó prender fuego a unas piedras que estaban en un sótano que se estaba construyendo y los que más se entregaban al fuego éramos Richard y yo, Richard contaba con la misma edad que yo para ese momento 16 años, éramos de la misma estatura, de contextura delgada ambos, después de terminar de hacer fuego debajo de aquellas piedras, le rociábamos agua y eso hacía que las piedras se quebraran y eso permitía poder descuartizarlas y poder sacarlas del hueco.
Ya al finalizar el trabajo, cerca de la casa pasaba un rio de un caudal regular cuando era época de lluvias, todos los muchachos después del trabajo nos fuimos al rio a bañarnos, aunque a Richard y a mí se nos indicó que por estar expuestos al vapor caliente que emanaba de las piedras, no podíamos bañarnos hasta que nuestros cuerpos se reposaran lo suficiente. Subimos todos hasta una posas que estaban más arriba de a casa y los muchachos comenzaron a bañarse, jugaron y uno de ellos comenzó a hacerse una paja para ver como la corriente del agua se llevaría su semen, lo siguieron los otros, éramos seis jóvenes, los cuatro que llegaron a bañarse de inmediato, se masturbaron y sus lechitas flotaron en el agua hasta que se perdieron de vista. Aquella acción a mí me excitó mucho, pero no me deje ver por los muchachos.
Después de estar bañándose un buen rato, decidieron ellos regresar a la casa porque tenían hambre. Richard y yo dijimos que nos bañaríamos y los seguiríamos a ellos. Yo me lancé al pozo y Richard me siguió estando allí, él me habló de lo que había sentido cuando los muchachos comenzaron a pajearse y yo le dije que había sentido lo mismo. Richard me comenzó a contar que había tenido sexo con un compañero de su clase que había ido a su casa a hacer unas tareas y me comentó que aquella experiencia le había gustado demasiado. Pasaron unos minutos y comenzó a oscurecer y decidimos bajar de nuevo a la casa. Cuando llegamos los muchachos estaban preparándose para regresar a la casa donde vivían y solo quedábamos nosotros dos por bañarnos y prepararnos para el regreso.
Richard en un momento se me acerca y de dice al oído, nos quedamos y nos hacemos nosotros solos una buena paja, a lo que yo acepté de inmediato, los padres de los muchachos y todos los demás se fueron. Al quedar Richard y yo solos, él sacó una revista porno no sé de dónde y comenzamos a verla estábamos sentados en una cama que había en esa casa y que era donde pernoctaba un tío de ellos, pienso que la revista era de él porque allí solo habían cosas de ese señor. Al rato de estar viendo la revista y estarnos manoseando nuestros penes, Richard me pregunta que si puede tocármelo y yo le respondo que sí, él toma mi verga y comienza a masturbarla con delicadeza y yo respondo tocando su pene también, no sé en qué momento me dieron ganas de mamar aquella verga, que era blanca como la leche gruesa y de unos 16 cm, casi igual a la mía, él suelta mi pene y se deja caer en la cama hacia tras mientras yo me comía su garrote, estuvimos así un buen rato, el pene de Richard no tenía mucho sabor pues con el agua del rio se le había lavado, yo le pasaba la lengua desde la base hasta su cabeza, pasaba mi lengua por su punta, metía como podía en la boquita de su pene mi lengua y eso lo hacía gemir como perra, toqué de muchas maneras sus piernas, sus bolas y el culito que cuando pasaba la mano sentía como apretaba para no dejar tocar su ojete, claro esto no impedía que lo intentara nuevamente, al rato Richard me dice que le toca a él y yo me acuesto en la cama y él toma la misma posición que yo tenía, hace conmigo todo lo que yo le hice y cuando el pasaba su mano por mi culo, yo abría las nalgas para sentir su dedo en mi entrada, esto le pareció muy bien a él pues de repente se concentró más en acariciar mi ojete mientras me mamaba.
De pronto se deja de mí y me pregunta que si me puede penetrar, ya con tantas mamadas y toques en mi culo eso lo pedía a gritos, me doy vuelta y quedo acostado boca abajo en la cama y Richard se monta sobre mis piernas y siento cuando abre mis nalgas y deja caer un escupitajo en mi raja, después siento su dedo pasearse de arriba hacia abajo, debo decir que Richard fue muy delicado en todo lo que me hacía, ya cuando consideró que estaba listo para él, siento la cabeza de su verga caliente en la entrada de mi culo, él se acuesta poco a poco sobre mí y comienza a decirme en el oído, te lo voy a meter con mucho cuidado para que no te duela, esto me relajó y dejé que mis nalgas se dilataran en eso comienza mi amante a meter poco a poco su miembro, debo decir que por más que se tenga relaciones, siempre duele un poco al principio. Richard comenzó a enterrarme su tranca y yo por mi parte levantaba la cadera para facilitar el proceso, de pronto Richard lo deja entrar completo y me dice te lo metí hasta la pata, estas palabras aceleraron más mi deseo y podía moverme con el encima, aquella fue una tremenda sodomización, aquel macho metía y sacaba su tranca a placer y con un ritmo acompasado,
después de unos minutos Richard me dice que me va llenar el culo de leche y yo aprieto mi culo para darle mayor placer, al momento siento los chorros de leche muy caliente que entran en mis tripas, Richard no se movió más durante un buen rato, lo único que hacía era besarme los hombros, el cuello y la espalda. Ya cuando su mástil estaba flácido me dijo que fuéramos a bañarnos para regresar a casa. Ya en el baño yo aún tenía una erección muy grande y Richard me dice mientras vez la revista hazte la paja y yo te vuelvo a meter la verga, tomé posición recostado sobre un pipote de agua, que tenía una tapa y allí coloqué la revista, puse una pierna sobre un tobo pequeño, para facilitar el trabajo a Richard y fui penetrado otra vez, mientras mi amante tomaba lo que restaba de mis entrañas yo veía las fotos de la revista y me masturbaba, cuando estuve a punto de llegar Richard sintió que apreté mi culo y agiliza su movimiento y los dos llegamos al unísono.
Después de esta tarde, logramos tener contactos sexuales por una tres veces más, luego él se fue a la universidad y ya nos vimos muchos años después, él ya casado y divorciado, para ese entonces aún soltero……
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