CAMINO DE SANGRE
La saga que se presenta a continuación, es un relato de ficción y homo erotismo dentro de la categoría relato fantástico, el personaje central es el Principe Vladislav Dracul. Espero logre atraparlos..
Hoy comienzo otra serie de relatos, quizás para soltar un poco la saga de “Los Heraldos de la Lujuría”, hay veces en que el proceso creativo hay que dejarlo respirar y oxigenar en otro espacio, pues sí, comienzo una nueva serie la cual iré en paralelo con la actual, espero poder lidiar con los dos relatos. Espero sea de su agrado.
Rondaba el año 1534, en la Rumania de aquel entonces, la “Orden del Dragón”, esta orden estaba compuesta por caballeros de alto linaje y moral intachable quienes realizaban las cruzadas con miras a extender la creencia cristiana en todo el territorio. La selección de los caballeros de la orden era rigurosa, no sólo debía contar con la prominencia de una familia de linaje y nobleza sino también, tener arrojo, valentía, y sobre todo inquebrantable fe cristiana.
Vladislav Dracul, era un destacado integrante de la Orden del Dragón, su linaje era impecable ya que al ser el hijo único del gran Soberano Samir Dracul, lo convertía automáticamente en Príncipe de la Gran Rumanía y todos los territorios conquistados. Vladislav era un joven fastuoso, de cabellera negra y larga por debajo de sus hombros, piel blanca y ojos verdes intensos, rondaba el 1.85 mts de estatura de cuerpo atlético y escultural, era un guerrero indómito, cruel y salvaje como su padre, tenía la condición de dar el todo por el todo en el campo de batalla, pero a su vez poseía una profunda fe cristiana, lo cual lo hacía un miembro de gran valor dentro de la orden. El joven príncipe como todos los seres humanos, poseía un secreto que no se atrevía ni a decírselo a sí mismo en voz alta, y era el profundo amor que sentía por su compañero Ivan, ambos eran inseparables no sólo en la vida cotidiana sino en el campo de batalla, al estar juntos en batalla más que defender la causa Vladislav lo que hacía era defender a Iván, para él era impensable que algo le pudiera suceder a Iván. En secreto se amaban, ya habían trasgredido algunos espacios donde se habían hecho presente caricias, besos y toques indebidos a sus virilidades y protuberancias que los habían llevado casi al borde del orgasmo, pero más de allí no había pasado ya que la culpa y el miedo los había orillado a la desesperación y las lágrimas, es así como hicieron un pacto de amarse hasta el fin de sus días de manera célibe, sus profundas creencias religiosas no les permitía avanzar a más.
Iván Petroskil, era hijo de una noble familia, quizás no tan de linaje como Vladislav, sin embargo eran considerados personas de bien, por su descendencia nórdica era rubio, sus cabellos dorados brillaban al sol, su estatura rondaba el 1.78 mts, su cuerpo era esbelto de músculos marcados y sus movimientos eran gráciles y ágiles. Sus ojos eran azul cielo intenso y su boca roja como la cereza madura, la mayor belleza que poseía Iván era su carácter, el cual era alegre y suave en contraposición al de Vladislav que era recio, ceñudo y temperamental. Sin embargo la menor sonrisa de Ivan hacía que Vlad (así le decía Ivan), se derritiera como mantequilla en horno, no tenía voluntad para negarle nada a su amado Iván y aunque en el campo de batalla Iván era tan fiero como el que más, en condiciones normales era un ser dulce y agradable que a todo el mundo sacaba una sonrisa.
Pero donde hay belleza y pureza siempre aparece una sombra, un halo de oscuridad que no soporta la luz de lo bello y su deseo para sí lo lleva a destruirla. El gran Maestre de la Orden del Dragón, era el Duque Simonovich, hombre duro, seco y cristiano línea dura, era amargado y estricto con la norma, en su interior tenía el gusto por los hombres jóvenes, pero nunca se permitió un acercamiento de este tipo, castró este sentimiento a punta de oración y autoflagelación para sacar el demonio de su cuerpo, si alguien llegaba a llamar su atención, sin explicación alguna este joven era el objeto de los peores tratos por parte del gran maestre, pero éste no era el caso con Iván, el gran maestre estaba cautivado con la belleza y gentiliza y suavidad de carácter de Iván, sin quererlo se había enamorado como un adolescente de este joven y su amor lo convertía en una debilidad para él, al punto de no tener voluntad para mal tratarlo o negarle nada que le pidiera el dulce joven.
Sin embargo el gran maestre notó algo, y fue la cercanía que existía entre Iván y Vladislav, los veía andar juntos de arriba abajo, ir juntos al campo de batalla, cabalgar juntos, reir y una tarde se asomó a la ventana de su despacho y vio como debajo de un gran árbol los dos jóvenes conversaban de manera distendida y reían y en momento dado se miraron y allí el gran maestre lo vio, se amaban, vio el amor entre ellos y una punzada en su abdomen casi le hace caer al piso del dolor, eran los celos haciendo presencia física, en ese momento juró: “Nunca van a estar juntos, nunca se van a disfrutar, así sea con la intervención de la muerte…no lo voy a permitir” y el rencor y la mala hiel se hizo presente.
El día de batalla con los turcos ya de madrugada estaban las compañías listas, por supuesto Vladislav montaba caballo y armadura y su lado su amado Iván valiente y seguro al lado de su amado. En ese momento se acercó a caballo el gran maestre y al verlos juntos, una punzada de odio atravezó sus entrañas y en voz alta dijó:
GM: Iván únete a la primera compañía que irá al otro extremo.
En ese instante Iván y Vladislav se vieron a los ojos con desespero, en ese momento Vladislav protestó:
VL: gran maestre con todo respeto Iván y yo somos compañeros de batalla no nos separe…
GM: pues hoy no será (dijo casí sin ver a Vladislav)… Iván ve a donde te dije…
Y allí Iván si más remedio partió hacia la compañía que le indicaban. Vladislav
Solo pudo decir:
VL: cuídate nos veremos al final de la batalla…
Pero un mal presagio oprimió su corazón y la desesperación y el mal presentimiento se apoderaron de él, ese día Vladislav peleó con furia, con desespero, nunca se había comportado con tal espíritu en el campo de batalla era de verdad imparable y temible, fue víctima de su espada todo aquello vivo que se le atravesó, pensaba que mientras más mataba, más rápido concluiría la batalla y podría volver para encontrarse con Iván, pero el destino cruel y más que el destino el Gran Maestre tenía otros planes, ya la suerte estaba echada, el gran maestre ubicó a Iván en la línea frontal de ataque y como era de esperarse fue abatido, con dolor en su corazón el Gran Maestre vió caer a ese hermoso joven que amaba en silencio pero prefirió verlo muerto que feliz al lado de Vladislav, de alguna forma, él lo asesinó al ponerlo de carne de cañón en el campo de batalla.
La batalla terminó y Vladislav corrió al salón de la orden a verse con Iván ya que todos se dirigían allí al terminar el combate, al entrar muchos hermanos lo felicitaron por su éxito en el campo de batalla, definitivamente era el mejor, él hizo poco caso a esos halagos y buscó con desespero a Iván al no verlo preguntó por él y sólo hubo silencio. Con horror vio como tres hermanos traían cargado el ensangrentado cadáver de Iván, lo colocaron en el pie del altar donde se encontraba erigida la reliquia divina que consistía en la cruz que nuestro señor Jesucristo llevó a cuestas en su calvario allí se encontraba la cruz en medio del salón y a sus pies colocaron el cadáver de Iván. Vladislav no podía creerlo que sus ojos veían, se acercó al cuerpo de su amado y lo tomó entre sus brazos y lloró, gritó con desesperación el dolor brotaba por sus poros, el gran salón de la orden era todo silencio sólo se escuchaban los gritos y lamentos de Vladislav.
La envidia brotó con fuerza en el Gran Maestre, envidiaba el hecho de no poder o no atreverse a expresar el dolor que sentía por la muerte de Iván, y ver a Vladislav expresar su amor cual viuda, fue más de lo que pudo soportar y se abrió paso entre la multitud y se paró frente al caído Vladislav quien aún sostenía en brazos a Iván y con odio le dijo:
GM: suéltalo…déjalo ir…fue la voluntad de Dios.
Vladislav, levanto la cara y su irá se volcó al Gran Maestre
VL: tuuuuuuuuuuuuuu es tu culpa, tú lo apartaste de mi lado y no pude defenderlo como siempre lo hacía.
GM: fue la voluntad de Dios
VL: de Dios? Qué Dios es ese que aparta de esta forma a un ser amado, porque sí, lo amo y lo amaré siempre, que clase de Dios va en contra del amor. Entonces reniego de ese Dios, le doy la espalda, de ahora en adelante estaré del lado opuesto a él. MALDIGO ESE DIOS.
GM: cállate Dios te perdone eres un blasfemo…
En ese momento Vadislav se puso de pie, desenfundo su espada y se dirigió a la reliquia y con un movimiento limpio de su hoja cercenó en diagonal la cruz de madera, cayendo al piso la parte superior y uno de sus brazos. Todo el mundo se quedó pasmado ante tal acción, los que más reaccionaron lo que hicieron fue persignarse tratando de protegerse de las consecuencias de tal agravio a lo sagrado.
El gran maestre solo atinó a decir
GM: herejeeeeeeeeee y se fue encima de Vladslav a agredirlo y éste sólo dio vuelta con su espada y atravesó limpiamente al gran maestre quien luego se desplomaba muerto en el piso del gran salón de la orden. Todo fue silencio, de la parte rota de la cruz ante el asombro de todos empezó a brotar un hilo de sangre que recorrió el piso del gran salón. De pronto se escuchó un trueno y luego de éste una voz profunda de barítono resonó por toda la instancia dirigiéndose a Vladislav, y la misma dijo:
“POR ESAS PALABRAS VIVIRÁS HASTA MI REGRESO, Y TU ALIMENTO SERÁ LA SANGRE DE VARÓN EXALTADO”
Y eso fue todo, Vladislav, había sido maldito, estaba condenado a vivir eternamente hasta la venida de Dios y sólo se podría alimentar de sangre de varón pero en estado de excitación, todo ello con miras a hacerlo pecar una y otra vez.
Vladislav escuchó y entendió perfectamente las palabras que escuchó, sabía que su vida había cambiado para siempre, y con este conocimiento tomó su caballo y galopó sin descanso dejándolo todo atrás.
CONTINUARA…
Me encanto este nuevo relato! No puedo aguantar las ganas de leer la continuacion! Saludos!
hola que bueno que te gusto estoy en produccion de ambas