Camping
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por didormeta.
Eduardo tenía 13 años, lo conocí en un camping, era alto, delgadito, de piel morena, pelo largo y negro, con facciones muy finas y un culito delicioso, delgado y apretadito, yo tenía 15 años era mayor que él, pero eso no nos detuvo para follar por la noche…
La verdad siempre he sido un poco payaso con las personas, sobre todo cuando no eran de mi color, sé que tal vez pueda parecer racista y de hecho yo me consideraba ello, pero en verdad no era así, soy alto, delgado, pelo claro y de ojos claros, siempre me llamó la atención mucho los chicos del colegio, aunque no decía nada, un día asistí a un camping , allí conocí a muchos chicos que poseían facciones que me gustaban, los chavales eran güeritos de ojos claros y ummm delgaditos muy finos, me encendían al 100% , aunque traté de hacer amistad con ellos, no llegábamos a nada, de pronto miré que llegaba un chico, delgado, de piel morena y me llamó la atención, de la nada despertó un sentimiento en mi de deseo, al verlo pasar vi como su pelo algo largo hacía perfecto tono con su cara, que para colmo era preciosa con labios pequeños y nariz finita, miré más abajo y vi sus jeans y auuuuu , por la parte de enfrente se le notaba su pequeño bulto y por la parte de atrás un culito de ensueño…
Comencé la plática con él en la cena, era muy callado y reservado con aire de presunción pero también de inocencia, cada vez me excitaba más, pues veía como se metía el bocado de salchicha que nos sirvieron y obvio que imaginaba que era mi verga, no hablamos más, solo descubrí que se llamaba Eduardo y tenía un apellido extranjero, al salir del comedor todos los chicos se juntaban en la puerta, algunos empujando, avancé entre ellos y me puse tras Eduardo, con mi mano derecha le tomé de la cadera y lo empujé un poco hacia el frente diciendo:- avanza o no saldremos-, volteó y me quedó mirando y le sonreí, él dijo como obediente: -si si ya voy-, en eso un chaval pasó corriendo, era la oportunidad, me pegué detrás de Eduardo y rocé mi verga que estaba algo parada contra su culito, sentí como sus nalguitas entre abiertas se cerraban y apretaban, de inmediato salió de prisa y se formó en la fila ya para ir a los dormitorios…
Ammmm yo estaba al 1000 ahora, sólo lo veía caminar y subir las escaleras, para colmo se metía las manos en las bolsas del jeans y apretaba más su culito virgen, yo detrás de él viendo el espectáculo estaba casi a punto de correrme de sólo ir pensando lo que podíamos hacer en un momento a solas…
Por la noche no pude dormir sin pensar en él, quería saber en qué cama estaba, bajé al baño pues lo único que quería era pajearme y acabar con tanto deseo, de pronto lo vi fuera de la puerta del único baño, por lo que noté traía sandalias, sus mismos jeans y una playerita negra delgada, ya no traía sudadera, volteó y me quedó mirando como asustado, la puerta se abrió y salió otro chaval del baño, se metió y salió rápido al parecer había bajado a lavarse los dientes, cosa que me pareció extraña pues si bien no era muy noche tampoco era tiempo de aseo, al salir, noté que su jeans estaba un poco abajo, sólo por debajo de la cadera, mmmm pensé, me quedé parado, estático, él se acercó a mí y como si algo le impidiera pasar hacia la escalera libremente, pasó haciendo rosar su culito contra mi verga, se detuvo justo enfrente de mí, me preguntó que si lo acompañaba fuera de los dormitorios a buscar su gorra que se había perdido, pues le daba un poco de miedo ir solo, no me negué, salimos él por frente y yo detrás de él, de pronto al llegar a la parte trasera de los dormitorios se detuvo, yo sólo veía su culito, al notar su repentina parada pregunté que qué pasaba , él volteó y quedó frente de mí , me dijo a manera de arrogancia: quiero que me la metas!!! Mi reacción fue la parecida a quien le regalan una maleta con dinero, lo agarré de la costura del cinto de los jeans lo jalé hacia mi bruscamente, yo estaba sonriendo como jugando en parte excitado y en parte nervioso y le dije de manera amenazadora: quieres sentirla nena o qué? bajé una de mis manos hasta sus nalguitas mientras la otra lo jalaba del jeans de tal manera que su verguita quedara en frente de la mía, empecé a notar algo que me hizo suspirar del asombro, al querer meter mi mano en su culito noté que no traía bóxer , era sólo sus jeans y debajo su culito, le metí la mano en medio de sus nalguitas y el dedo de en medio empecé a tratar de metérselo en medio de su delicioso anito, él empezó a gemir, le puse la otra mano en su espalda, mientas que con la otra ya le había metido casi la mitad de mi dedo en su anito, lo empecé a besar en la boca, cambié mi mano de su espalda a su cuello, por la parte detrás de su cabeza, mientras que mi dedo fuertemente empezaba a recorrerle su rayita tal y como si le tratara de limpiar su trasero… él gemía y lo agarre fuertemente tirándolo contra mí mientras que sentía su verguita pararse al 100, gemía y gemía mientras mi dedo se volvía meter en su anito…
De pronto no aguante más, lo giré bruscamente y le bajé todo el jeans salvajemente con una sola mano, agarré mi verga y se la clave… le gustaba pues empezó a gemir de una forma más excitante diciendo: aaa aaaa aaaa aaa… metía y sacaba mientras le agarraba la cadera con las 2 manos, él empezó a acostarse y yo seguía dándole fuerte, como si tratará de atravesarlo, ya en el suelo empezó a alzar su culito yo le tapé la boca con mi mano mientras el trataba de gritar, empezó a lamer mi mano, gemía y alzaba la cabeza como cuando uno hace lagartijas al mismo tiempo que ves un video, lo besaba en la mejilla y le decía en el oído: te gusta? Esto es lo que quieres nene? De pronto me corrí, había terminado… saqué mi verga de su culito, seguía palpitando, por lo que noté él también se había corrido, se giró, todavía en el suelo, mientras se subía sus jeans, su cierre y se abrochaba el cinto, me jaló hacía él y me beso en la boca mientras con sus manos me acariciaba el culo, bastante apretadito y firme, siempre lo he tenido, seguido a eso me besó en la mejilla y se fue…
Al otro día, todo el grupo fuimos al rio a bañarse, yo no me metí, desde una orilla donde estaba sentado yo miraba al chaval, como se metía con su bañador ajustadito y como me sonreía a lo lejos… las cosas no cambiaron mucho desde esa vez, sólo que ahora me gustan también los morenitos…
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