Capitulo 1: Todo sea por un detalle
Soy hombre, lo que he vivido lo he gozado en su momento, y me ha nacido el deseo por compartirles mis experiencias, algunas sorprendentes y otras muy comunes, he decidido hacerlo por capítulos y en cada uno de ellos contarles cada uno de mis momentos, al mismo tiempo en el que rememoró cada caso..
Siempre he sido un chico no muy sociable, soy muy tímido y me es muy difícil generar y tomar confianza, la mayoría de veces jugaba solo, mis hermanos ya eran mayores a mi y decidían no pasar tiempo conmigo. En algún momento conocí a un niño de 8 años, similar a mi, se hizo mi amigo, pero tenía una característica diferente a mi, se comportaba como niña, era delicado y mimado, sus padres eran de dinero y lo consentían con todo lo que él pidiera. Su madre estudio enfermería, y por ende sabía inyectar, siempre padecí de los bronquios, y cada rato mi mamá se decidía por inyectarme. Cada que me inyectan acudía solo, pues vivía a solo unos cuantos metros, cuando la señora me pedía que me bajara el shorts para aplicarme la inyección siempre notaba a su hijo asomándose por una puerta, se quedaba mirando todo el tiempo, no lo tome a mal, puesto a qué yo también era muy curioso, sin embargo todo se torno raro, cuando en una ocasión me invitó a su casa, dónde no había nadie, solo sus abuelos a cargo de él, me invitó a jugar, estuvimos mucho tiempo conviviendo. De la nada me pregunta si deseaba algún hotwheels en especial, de esos con los que estábamos jugando, a lo que respondí con un «Sí» y al mismo tiempo tomando un trailer que me parecía de los más increíble me pidió que hiciéramos algo y que seguro ese carrito era mío, un obsequio de él para mí.
Me llevo a lo que era la sala de su casa, mi inocencia no me alertó de nada, al parecer el ya era experimentado en el tema al que me llevaría, quizá él ya había probado lo que estaba a punto de hacer conmigo.
Me pidió que me acostara en el piso boca arriba, yo accedí, mantenía mi mirada al techo, sentí como el se encimaba en mi, para posteriormente besarme la boca. En su momento sentía el latir de mi corazón muy acelerado, sin duda estaba espantado, no sabía que hacer, pero tenía seguro que yo quería ese carrito, y que a toda costa sería mío…
Poco a poco fue frotando sus manos sobre mi rostro, y bajo lentamente.
-¿Qué quieres que te haga?- preguntó
Mi inocencia era pura, no sabía a lo que se refería, mi respuesta solo fue: -lo que tú quieras-.
Bajo lentamente, se sentó a mis pies y sus manos estaban puestas sobre mi cintura, buscando el resorte de mis shorts. Incrustó sus dedos para separar mi shorts de mi cuerpo y poco a poco comenzó a bajarlos. Realmente no sabía lo que me hacía. Era un niño de hogar, muy pocas veces salía de casa y siempre prefería jugar con mis Max Steel.
Mientras lentamente bajaba mi shorts mi truza quedaba expuesta, se levantó y se bajó también sus shorts, ambos en calzoncillos se encimó en mi, haciendo que nuestros bultos se rozaran entre si, volvió a besarme y continuaba yo sintiendo miedo.
Pasaron 3 o 4 besos en la boca, el niño era experimentado en esa situación, puesto a qué lo hacía con lengua, a diferencia de mi que solo estaba congelado, y más después de lo que pasó.
Volvío a colocar sus manos en mi cintura y ahora se disponía a bajarme mis calzoncillos, dejando expuesto mi miembro de niño de 8 años. Lo mismo hizo el, y volvió a colocarse encima de mi, en esta ocasión nuestros penes se rozaban uno con el otro, pasamos un buen rato asi, cuando de pronto lo llamaron, ambos nos subimos nuestra ropa y salimos, el se excuso diciendo que habíamos entrado por más juguetes, y al parecer la mentira funcionó. Ahora era momento de obtener mi recompensa, el anhelado tráiler que siempre me gustó.
Pasó tiempo de ese momento, aún seguíamos teniendo 8 años, en una ocasión que había ido a la tienda él me llamo y me invitó a jugar, yo accedí, subimos a su terraza y me volvió a ofrecer lo mismo que la vez anterior, podía elegir otro juguete y él me lo obsequiaría, pero a cambio tenía que hacer algo similar a lo anterior.
Nos fuimos a esconder, yo ya sabía lo que iba a suceder, ya no tenía miedo, al final estaba seguro que el juguete que elegiría iba a ser mío, puesto a qué ya lo habíamos hecho anteriormente.
Una vez en su azotea me pidió que hiciéramos lo mismo que la vez anterior, y yo accedí, ya experimentado yo me baje el shorts dejando expuesto mi pene, él hizo lo mismo, se acercó a mi y comenzó a besarme rozando nuestro penes, a diferencia de él, mi pene no se paraba, yo no sentía excitación como él.
Mientras yo mantenía la calma y dejaba que él me guiará, notó que yo no tenía el pene parado como él.
-Voy hacer algo para que tú pipi se ponga como la mia- dijo.
Sin más yo respondí que «sí». Con su mano derecha y frente a mi tomó mi pene, comenzó hacerlo para adelante y para atrás, al tiempo en el que yo sentía placer, sentía como iniciaba una erección.
-Asi quédate- dijo.
Se dio la vuelta. Con sus dos manos y dándome la espalda tomo mi cintura y comenzó a restregar su culo en mi pene, eso no me causaba ningún placer, hasta que me soltó, y llevándose sus dos manos a sus nalgas procedió a separárselas, buscando la manera de que mi pequeño pene se introdujera en su ano, y así paso.
-Muévete para adelante y para atrás- me solicitó.
Yo sin decir nada obedecía lo que me pedía, me movía y al mismo tiempo sentía placer, me gustaba, sentía sus nalguitas calientitas, comencé a tener gusto por hacer eso que me había enseñado, pasamos más de 2 minutos haciendo eso hasta que su papá nos habló que nos bajáramos a jugar a la cochera.
Posteriormente tuve otra situación similar, pero esa ya no fue por querer obtener un hotwheels sino lo hice por gusto y placer.
En una ocasión ya con 9 años, platicando me dijo que le gustaban los hombres y que lo que más le gustaba es que se la metieran, me confesó quien le gustaría que se lo cogiera y al mismo tiempo me confesó que un primo mío lo penetró en los vestidores de un balneario, ya que su mamá convivía mucho con mi tía y coincidía mi primo y él. Me dijo que le había salido algo blanco que, para mi edad y en el lugar que me crié no imaginaria que se trataba de semen.
El mismo primo que tiempo después abusaría de mi …
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