Capítulo 2. Miguelito, esta vez con Ponchito y su maestro.
Un colegio con un secreto oscuro..
Por LZ
(Olvidé dar crédito al autor en el capítulo pasado)
NOTA DEL AUTOR:
Antes que nada, quiero agradecer a todos los que reaccionaron al capítulo anterior y a los que comentaron también. Todas las críticas e ideas son bienvenidas para mejorar esta saga. Ahora sí, que comience el capítulo.
Era la hora del recreo, todos los niños se encontraban en el patio del colegio. Unos se encontraban jugando futbol, otros más atrapadas, por ahí algunos desayunando, otros más jugando cartas de Pokémon y algunos más comprando en la tiendita escolar. Entre los maestros se habían designado los roles de guardia, para poder vigilar a los alumnos y estos no se lastimarán entre ellos. Todos los niños afuera… Menos dos: Miguelito y Ponchito, ambos de ocho años.
Ellos se encontraban dentro de su salón, tercer año “B”, bien acompañados por su querido profesor quien se encontraba sentado en su cómoda silla con su verga de 17 centímetros de fuera recibiendo ricas mamadas por parte de los chiquillos. Ambos niños se habían quitado sus pantalones y ropa interior, dejando una linda vista de sus tiernos culitos.
– ¡Ooh, niños! Que rico maman. – dijo el maestro.
– ¿Quién lo hace mejor, profe? – preguntó Miguelito.
– Los dos, bebé. Los dos lo hacen muy rico. – contestó.
– ¡Aash! Siempre es lo mismo con ustedes los profes. – replicó con algo de molestia el niño. – ¿Acaso Ponchito le ha hecho esto?
En ese momento, Miguelito apartó a ponchito y se metió la verga de su profe a la boca, introduciéndola lentamente lo más profundo que podía.
– ¡OH CIELOS! – gritó el profesor al sentir su verga llegar hasta la garganta del chiquillo.
El niño hizo un gran esfuerzo, logrando meterse catorce centímetros de verga, sintiéndola en su garganta. Hizo un leve bombeo aguantando la respiración y luego se la sacó tosiendo un poco.
– Cof, cof, cof. ¿Vio, profe? ¿Quién es mejor? – dijo el niño con una sonrisa pícara en su rostro.
– Ay, Miguel. Siempre competitivo. – le contestó.
Después de esa leve demostración ambos chiquillos siguieron mamando la verga del profesor, hasta que Miguelito, como casi siempre, tomó la iniciativa levantándose y yendo hasta su pequeño casillero, sacando de este un tubito rosa de 12 centímetros de largo y dos de ancho. Lo metió a su boca y comenzó a meterlo y sacarlo, dejando mucha saliva en éste. Regresó a toda prisa, se arrodillo detrás de ponchito, abrió sus nalgas escupió en su huequito y sin demora insertó el tubito ahí.
– ¡Aaaahh! – gimió Ponchito. – ¡Miguel! ¡Noo! ¡Ay! Despacio.
– Tranquilo, bebé. Tú sigue chupando y deja que Miguel prepare tu culito. – le dijo el profesor tomando su cabecita y guiándola de nueva cuenta a su dura verga.
Miguelito siguió penetrando el culito de su amiguito con el tubito rosa hasta que creyó estaba listo. Luego se lo llevó a su boca sin asco alguno y chupó bien, ensalivándolo, se agachó y lo sujeto a ras de suelo y sentándose sobre este lo introdujo a su culito sin problema alguno.
– ¡Aaahh! Profe, mire. ¡Aaahh, aaahh, aaahh! – gemía Miguelito como la zorrita en celo que era.
Esto hizo que el profe se calentara más, tomando con su mano derecha la cabeza de Ponchito para así hacerlo mamar más rápido.
– ¡Ya profe! ¡Ya no aguanto! ¡Cójanos ya! Ya queremos sentir su verga. – dijo con lujuria Miguel.
El profeso sacó su verga de la boca de ponchito y lo hizo ponerse en cuatro sobre los tapetes de colores que había en el salón, pidiéndole lo mismo a Miguelito.
Ambos niños se colocaron como dijo su profesor, pero Miguel, siendo la puta que es, colocó su cabeza sobe el tapete haciendo que su colita se parara más y permitirle al hombre una mejor penetración.
El maestro se colocó primero detrás de Miguel, escupió en su mano y embarró su verga con más saliva de la que ya tenía y sin perder más el tiempo le dejó ir al niño la verga hasta la mitad.
– ¡AAAHH! – gritó de placer Miguelito.
– Este es tu castigo perrita. Te has portado mal y debo castigarte. – dijo el hombre lleno de lujuria.
– ¡Castígueme, profe! ¡Aaaahh! – gemía Miguel.
El hombre bombeo unos veinte segundos en el culito del niño y luego se pasó al de Ponchito, dejándole ir una tercera parte de su verga, pues a diferencia de Miguelito, él estaba más apretado.
– ¡Aaay! ¡Profe! Despacio por favor. – suplicó el niño.
– ¡Cállate! A las putitas como tú se les debe enseñar a no reclamarle a sus machos. ¡ZAS! – dijo el hombre al tiempo que le daba una nalgada al niño.
– ¡AAYY! ¡Profe no! – dijo volteando a ver al hombre con algunas lágrimas en los ojos.
– ¡Que te calles! ¡ZAS! – otra más.
– ¡AAAYYY!
El profesor comenzó a bombear duro, haciendo que su verga fuera introduciéndose poco a poco en lo profundo del niño, pero treinta segundos después se salió de él y regresó al culo de Miguelito, quien lo esperaba ansioso y con una sonrisa en su rostro.
– ¡Aaaah, profe! ¡Así, así! – gemía la zorrita una vez que el hombre comenzaba a embestir nuevamente.
– ¡Ooohh! ¡Me encanta cómo aprietas! Eres una zorrita bien entrenada.
El hombre estuvo alternando entre las dos zorritas que tenía a su disposición, disfrutando todo lo que podía hasta que…
– ¡OOHH! ¡SI! – gritó el hombre viniéndose dentro del culito de Ponchito.
– ¡AAAHH! – gimió Ponchito al venirse en seco por sentir el semen de su profesor llenando sus entrañas.
– ¡PROFE! – gritó Miguelito. – ¡Yo quería que me llenara mi culito!
El hombre embistió hasta que sintió que ya no eyaculaba, tomó de la cabeza a Miguel y la dirigió hasta el culito de su compañerito.
– Cállate y bebe mis jugos.
Miguelito hizo lo que le pidieron un poco de mala gana, pero cumpliendo la orden.
– Vístanse ya que no tarda en terminar el recreo. – dijo el hombre.
– Está bien profe, pero la próxima vez quiero su leche en mi culito.
Y así el recreo terminó y las clases continuaron, pasando otro día en aquel Colegio Perverso.
De verdad que dan muchas ganas de ir a un colegio así. Jejeje.
Espero les haya gustado. Olvidé ponerle el nombre completo: «Colegio Perverso Capítulo 2: Miguelito, esta vez con Ponchito y su maestro».
Cualquier opinión o sugerencia es bien recibida.
como sigue
Que buena está el relato sigue con más
excelente serie de relatos me quede con la duda como sigue esta historia….