Capitulo 3 (Paternidad)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Andy03.
Hola de nuevo. Mi nombre es Andy y esta vez les contare un relato que probablemente me convirtió en la persona más desagradable del mundo.
Esto me sucedió a los 13 y como les comente en mi relato anterior, mis padres estaban divorciados y tenía que pasar los fines de semana con mi padre y el resto de la semana con mi madre. Mi madre en ese entonces era una mujer de 35 años, muy hermosa, algo seria y estricta pero se portaba de lo mejor conmigo. Ella conoció a un tipo con el cual ya llevaba casi un año, se veía que ella lo quería mucho pero el tipo me daba mala espina y por eso casi no nos dirigíamos la palabra. Él era un hombre alto, piel blanca, cabello claro, ojos grises y con rasgos finos en el rostro, debo admitir que su voz era sensual y su mirada demasiado penetrante. Se ganaba la vida siendo profesor en una universidad.
Recuerdo que mi madre había tomado un puesto importante en un hospital de la ciudad, pues ella era una doctora y por ello casi no estaba en casa. En aquel entonces mis padres habían discutido fuertemente y pues mi madre no me dejo visitar a mi padre por un buen tiempo, así que tenía que pasar los fines de semana también con mi madre, lo cual no me animaba porque nunca está en casa. Recuerdo que la mañana del viernes mi madre se sentó a desayunar conmigo y platicamos por un buen rato hasta que se fue al trabajo, me puse algo triste pero trate de olvidarlo y como era de esperarse Sebastián (su novio) tenía que llevarme a la escuela, así que desganado me vestí y me aliste para ir a la escuela y lo espere para que me llevara. Subimos al auto y se quedó mirándome por unos largos segundos, al voltear mi mirada hacia el me sonrió y yo le respondí de igual manera.
Durante el camino a la escuela casi no hablamos y de repente me pregunto “como vas en la escuela” y yo le conteste a secas “bien” y de nuevo hubo otro largo silencio hasta que llegue a la escuela, me despedí de él y me dijo:
S: ¿A qué hora paso por ti?
Yo: Se supone que mi madre vendrá por mí.
S: Si, pero se quedara en el hospital hasta la noche.
Yo: Mmm… Está bien, Salgo a las 2 pm.
Al terminar las clases él estaba ahí puntual, me apure porque pensé que tendría que regresar a la universidad, y entonces me dijo:
S: A dónde quieres ir a comer?
Yo: No lo sé, pero casi no como carne
S: Esta bien. Entonces comeremos algo sano
Yo: ok
Se la pasó casi toda la tarde distrayéndome y tratando caerme bien, y así fue. El tipo se había ganado mi confianza. Llegamos a casa como a las 6 pm y yo corrí a mi habitación a quitarme el uniforme porque moría de calor, mientras él se fue a la suya a hacer lo mismo, Salí de mi habitación para tomar una ducha al mismo tiempo que el Salía y entonces chocamos, recuerdo muy bien a aquel tipo sin camiseta con la toalla en los hombros, no estaba tan ejercitado pues sus pechos eran lo único que sobresalían ya que su abdomen era plano pero no marcado y su cuerpo era totalmente lampiño, me quede mirándole de los pies hasta la cabeza y entonces me guiño el ojo y me dijo “ve a bañarte” así que me metí a bañar.
Intentaba sacar la figura de ese hombre tan guapo de mi mente, pues sentía culpa por lo que había hecho el año pasado, pero no podía. Al salir del baño fui a mi habitación, me puse mis boxers y una camiseta holgada y me acosté a escuchar música boca abajo por unos minutos, y entonces sentí que alguien me observaba, logre ver la sombra de Sebastián y como no quería levantarme lo ignore, pero me di cuenta que no se iba y esto me estaba conmocionando, así que volteé para preguntar que se le ofrecía, y entonces lo vi, me miraba fijamente con una mirada muy picara y me pregunto “ ¿Quieres ver una película conmigo?”, yo accedí puesto que no tenía nada que hacer.
Mientras veíamos la película él se acercó a mí y puso su brazo sobre mis hombros abrazándome y acercándome hacia él, yo no me negaba pues ya me caía bien y por supuesto su cuerpo caliente me ponía tan excitado. Antes de terminar la película me quede dormido recargado en su pecho, él se dio cuenta y me cargo hasta su habitación, lo cual se me hiso raro pero por el sueño que tenía no le tome importancia. Me acostó, encendió el aire acondicionado y se acostó a mi lado, me acomode de lado dándole la espalda esperando que algo pasara, y durante un buen rato no paso nada y mientras el sueño regresaba a mí, sentí una mano en mi cintura pues Sebastián me abrazaba.
No sabía cómo reaccionar, sentía algo de miedo y también me ponía a pensar en que el era el novio de mi madre, así que decidí voltear para asegurarme de que estuviese dormido y por eso me abrazaba, pero en cuanto gire mi cabeza hacia el, me dio un beso que duro tanto que aun recuerdo que no podía respirar, comenso a acariciar mi cintura y mis piernas con desesperación, mientras en mi mente luchaba con el hecho de querer para lo que estaba pasando por que estaba mal, pero aquella parte de mi no me dejo.
Me desvistió en segundos y besaba mi abdomen mientras me decía:
S: ¿Te gusta que sea tu nuevo papi?
Yo: Si
S: ¿Le vas a dar esas nalgas a papi?
Yo: serán tuyas de ahora en adelante
Me puso boca abajo y comenzó a besar mis nalgas y morderlas seguido de fuertes nalgadas que me dejaron marcas, por alguna razón eso me excitaba pues no había tenido sexo en un buen tiempo y parecía que el tampoco, pues al terminar con mis nalgas se dirigió a mi ano y comenzó a comérselo como nunca antes me lo habían hecho, parecía un experto en eso que no podía evitar retorcerme de placer y gemir de placer, volvió a besarme y me dijo “quiero que me la mames” así que me arrodille, le baje los boxers y pude ver aquella verga de buen tamaño que al igual que él era hermosa, el glande era totalmente rosa, sus testículos no lucían inmensos y podía ver algunas venas en el resto de su pene, rápidamente se me hacía agua la boca, así que me la metí y comencé a mamar esa verga, el empujaba mi cabeza para que pudiese meter su verga hasta mi garganta pero era muy difícil para mí y durante unos minutos lo intentamos sin tener éxito.
Me puso de pie nuevamente, me beso y me cargo hacia la cama, saco un condón de un cajón y se propuso penetrarme como nunca, puso mis pies en sus hombros y metió su verga en mi pequeño ano lentamente, recuerdo haber sentido algo de dolor pues aun no me acostumbraba a tener vergas grandes en el culo. Poco a poco fue acelerando el ritmo y yo gemía como nunca mientras él me miraba fijamente y me excitaba aún más, después de un rato me puso de a cuatro y comenzó a penetrarme aún más rápido dejando ir toda su verga en mi ano y yo me volvía loco de placer al igual que él, hasta que saca su verga, se quita el condón y derrama toda su leche en mis espalda acompañado de un suspiro enorme de placer.
Me limpio y nos acostamos desnudos en la cama donde el dormía con mi madre, me besaba y me decía “De haber sabido que esto te gustaba, nos hubiésemos llevado bien mucho antes”. Me vestí y me fui a mi habitación cuando él me dijo “descansa que mañana repetiremos esto”. Y así fue.
Mi madre llego casi a la media noche y por la mañana del sábado se fue. Sebastián solo me miraba y ya sabía lo que quería, lo hicimos como tres veces en todo el día, hasta que el domingo me prohibió salir con mis amigos y comenzó a comportarse con autoridad hasta el punto de querer golpearme, claro que jamás dejaría que alguien me pusiera un dedo encima. Así que ese día le dije que era la última vez que intentaba golpearme o le diría a mi madre que él había abusado de mí. Y fue entonces cuando aquel baso apareció, algo dentro de mí no estaba bien, sentía como moría lentamente por dentro y lloraba sin derramar lágrimas. Me había convertido en la peor persona por lo que le había hecho a mi madre.
En la tarde del lunes, un compañero de la escuela me enseño una foto de su hermana con Sebastián, ellos estaban besándose y entendí que el engañaba a mi madre desde hace tiempo. Así que decidí hablar con él, y le dije que se alejara de mi madre o le contaría lo que hacía con sus alumnas de la universidad, así que esa noche invento que ya no estaba feliz con mi madre y que por eso se iría de la casa para no volver y así fue.
Creo que fue lo peor que alguna vez eh hecho, pero es algo que escondía en mi interior. Y aún faltan más erros cometidos por contar.
Porfavor no dejen de leer mis relatos y no olviden dejar sus comentarios 😉
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