Capitulo 4 (Ayuda)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Andy03.
Hola a todos, soy Andy y tal vez me recuerden por mis relatos pasados en los cuales les narro los fragmentos esenciales de mi vida con un poco de buen sexo.
A continuación les contare esto que sucedió cuando tenía alrededores 14 años, bueno casi 15.
Aún recuerdo aquel día, era un viernes del mes de diciembre, un viernes demasiado frió a decir verdad, el mes estaba por terminar al igual que las vacaciones. Fueron unas vacaciones muy tristes para mí, pues mi padres no pudieron soportar la dicha de llevar la fiesta en paz, comenzaron a pelear y se fueron a lo legal intentando ponerme en el medio, claro que en ese entonces mi única amiga era la depresión, pero jamás me permití quedarme tirado cada que tenía la oportunidad de levantarme.
Ese día una amiga de la secundaria me invito a su fiesta de 15 años, y pues viendo la situación en la que estaba no me pude negar a una distracción y diversión de ese tipo, así que tome mi abrigo y asistí a la dicha fiesta. Bailes, brindis y mariachis fueron algo de lo que recuerdo esa noche, pero no solo eso, también recuerdo haber estado conviviendo con mis amigos y tomando uno que otro trago de wiski a escondidas. Me sentía algo mareado, mientras que justo frente a mí, del otro lado de la pista de baila, se encontraba un tipo muy apuesto, de unos 30 años, alto, castaño y con barba, cada que volteaba a verlo me sonreía y no podía evitar responderle de igual manera.
Dando las 10:30 pm. Me despedí y como pude Salí a tratar de tomar un taxi, me postura no era muy buena, tambaleaba al caminar simulando caerme de frente, y cuando estuvo a punto de suceder sentí como alguien me tomaba del brazo y me preguntaba: “¿estás bien?”, le respondí que sí, que esperaría un taxi y que sin problema podría regresar a la fiesta, él se negó e insistió en quedarse a esperar a que yo subiera a un taxi, pero paso un buen rato sin que consiguiera que un taxi me llevara a casa, así que me dijo:
R: ¿Quieres que te lleve? ¿Mi coche está aquí cerca?
Yo: Estoy bien, gracias. No quiero causarte molestias.
R: No es molestia, de hecho lo igual tenía pensado ir a casa.
Yo: ¿Entonces me quieres llevar a tu casa?
R: Jajaja… pues no es lo que tenía en mente, pero si tú quieres…?
Yo: De acuerdo grandulón, solo sácame de aquí.
Sin darme cuenta y por divagar, me estaba yendo a casa de un desconocido, pero claro en que podía pensar si no en mis padres y sus problemas, a pesar de intentar no hacerlo. Me recosté subiendo las piernas en el asiento delantero del auto, y este tipo me puso el abrigo que traía puesto, pues estaba temblando de frió. De pronto es cucho que me dice:
R: ¿Cómo te llamas?
Yo: Andy
R: mucho gusto Andy, Mi nombre es Raúl
Yo: Mucho gusto
Un par de minutos después llegamos a su casa, me ayudo a bajar del auto y me llevo a dentro, la casa era enorme y por dentro muy hermosa, lo muebles parecían estar intactos y no tenía mascotas. Le pregunte cosas para cerciorarme de que no me fuese a pasar algo malo estando bajo su cuidado, pues seguía siendo un desconocido para mí. Pero al contrario, se portó tan atento conmigo, me preparo un café para que se me bajara lo alcoholizado que estaba, aunque no me lo bajo del todo.
“¿Y ahora qué quieres hacer?”, me dijo, y sin pensarlo y teniéndolo frente a mí me fui sobre el besándolo insaciablemente, mientras el me frenaba para llevar la situación más lenta, me tomo de la cintura, me cargo llevándome a su habitación, la cual era aún más lujosa, y lentamente comenzó a desvestirme dándome besos después de quitarme una prenda, era tan bueno besando que solo me deje llevar, me quito la ropa por completo y se quedó parado frente a mí, mirándome fijamente y acariciando mis mejillas mientras me decía lo lindo que le parecía, y yo solo me sonrojaba. De pronto comenzó a desvestirse frente a mí, su físico era impresionante, estaba muy bien ejercitado y tenía unos brazos de ensueño, me cargo de nuevo pero esta vez hacia la cama, me recostó boca abajo comenzó a besarme desde el cuello, bajando lentamente por mi espalda, llegando a mis glúteos se detuvo y solo se quedó observándolos, me beso las piernas y después me puso boca arriba para besar mis labios nuevamente, entendí que él era diferente, el no buscaba solo sexo como los otros, solo lo hacía porque yo lo había incitado.
Entonces apareció, llámese conciencia, culpa o remordimiento, algo en mi me decía que yo no merecía esto, que después de lo que había hecho no podía merecer a un hombre como el, me levante de la cama lo más rápido que pude, tome una playera de él que me había prestado como pijama, me puse mis boxers y Salí corriendo, fue tras de mí y me pregunto ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué huyes de mí? , llorando le dije que quería irme a casa, que no me sentía bien y que si no me llevaba de todas formas me iría, así que se vistió nos subimos al auto y me llevo, en el camino a casa me miraba con interrogantes, pues veía lo mucho que sufría en el interior, pero cuando preguntaba algo yo no le decía nada. Llegamos a casa y me despedí, le dije que lo sentía y le agradecí por su amabilidad, solo se acercó a mí, me beso la frente y me dijo “cuídate” y entonces reafirme lo diferente que él era a los otros tipos.
Al llegar a casa me encontré con los amigos de papa, algo ebrios y mi padre durmiendo en su habitación, pues ya había bebido demasiado. Así que me dirigí a la cocina con lágrimas en los ojos, alcance una botella de wiski y me encerré en mi habitación bebiendo de la botella como si fuese agua, y en unos minutos comenzó a marearme. De repente uno de los amigos de papa entra a la habitación, con el cierre abajo, me mira y me pregunta: “¿Por qué tan solo?”, solo ignore su pregunta, pero cuando volteo a verlo, noto que sostiene su verga con una mano y me dice: “Mejor hay que divertirnos”, se acercó a mí y sin importarme comencé a masturbarlo, ese pedazo de carne era grande, venas por todas partes, una cabeza grande, algo normal para un señor de 36 años, me la metí a la boca y como una zorra hambrienta se la mame como nunca, el solo cerraba los ojos y gemía de placer, de repente frente a mi aparecen otras dos verga, pues eran los otros amigos de papa que me habían visto hincado haciendo aquello que más les gusta a los hombres, sin pensarlo me las arregle para mamar las tres enromes verga por turnos, los tres amigos de mi padre tenían entre 36-38 años, todos divorciados pero con hijos.
Mientras me metía dos vergas a la boca al mismo tiempo, uno de ellos comenzó a desvestirme, dejándome completamente desnudo, comenzó a jugar con mi ano y me mordía las nalgas queriéndome arrancar la piel y metiendo unos dedos para dilatar mi ano, de repente siento como comienza a introducirme su verga dentro de mí, sentí algo de dolor pero seguía concentrado en comerme aquellas vergas jugosas. Me penetraba tan fuerte y rico que lo disfrute sin importarme que, jamás había estado con tres hombres a la vez; se turnaban para penetrarme y sentía que mi ano se expandía, las dos vergas que tenía en la boca terminaron eyaculando en mi cara, parecía que me había hecho una mascarilla de semen, mientras que el otro me lleno el ano de semen en grandes cantidades, algo agotados paramos un rato, y cuando pensé que esto había terminado uno de ellos me tomo de la cintura y me tiro a la cama, me penetro poniéndome sobre su pecho y levantando mis piernas, mientras le decía a uno de sus amigos que me penetrara de igual forma, estaba a punto de experimentar una doble penetración. Cuando de repente uno de ellos recibe un golpe en el rostros y entonces escucho la voz de mi padre gritando como nunca.
No podía creer lo que acababa de suceder, mi padre encontrándome con tres de sus mejores amigos, no sabía qué hacer, llorar, correr, morir. Me sostuvo fuertemente del brazo y me hiso vestirme, me sentó justo frente a él y me miró fijamente esperando una disculpa o lagrimas salir de mis ojos, pero no fue así, se acercó a mí y me abrazo, comenzó a llorar y finalmente como yo había esperado lo admitió, admitió que lo que había sucedido fue por culpa del divorcio, no tuvo problema alguno en cuanto a mi orientación sexual, pues él ya sabía de ello y no le importaba porque me amaba de igual manera.
Al día siguiente mis padres hablaron, hablaron y decidieron hacer las paces por mi bien estar, yo acudí a un psicólogo por algún tiempo y mi padre jamás comento lo que aquel día presencio. Busque a Raúl y le explique todo, el solo me abrazo y me pidió una oportunidad para conocernos, le dije que sí pero que no podíamos llegar a más puesto que aún era menor de edad y podía ser mal visto. Así que tres años después los bus que y decidí que sería para mí, ahora vivo con él en el DF y aunque digan que parece mi padre, para mí la edad no importa, pues lo amo y eh decidido pasar el resto de mi vida con él.
Jamás me permití arrepentirme de todo lo que hice, pues todo eso me ayudo a aprender de la vida y sé que aun cuando este solo en este mundo, siempre te tienes a ti mismo y con eso basta. Estas son las memorias de un chico desolado, agobiado por la vida y pisoteado por el amor.
Espero les guste y dejen sus comentarios, pues me encanta leer sus opiniones o puntos de vista. Saludos.
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