CARLITOS
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Contare mi historia en estilo indirecto para separarme de los acontecimientos y para dar voz a las actitudes de mis tios.
Carlitos contaba con 9 años cuando llego al pueblo de su madre.
Ella lo envio con los abuelos porque decicio emigrar una vez mas para buscarse un futuro mejor.
La casa de sus abuelos estaba situada a las afueras de un pequeño pueblo, era una antigua casa de labradores algo acomodados en sus inicios.
Ahora estaba algo destartalada pero mantenia su aspecto fortificado.
Se accedia por un amplio porton que permitia el paso de los carros, dando acceso a un patio interior flanqueado de dependencias para el almacenaje, un pequeño establo y un baño exterior.
Al frente estaba la vivienda, grande pero mal distribuida.
La planta baja consistia en la habitacion de los abuelos, una amplia entrada, la gran cocina y un cuartito de estar.
En el primer piso mas salas de almacenaje y 4 dormitorios.
Desde el primer momento se encontro muy a gusto.
No tenia contacto con el pueblo, porque llego al terminar las clases.
Pasaba el dia ayudando a su abuela en la casa, fisgoneando por las dependencias y observando a sus tios Mario y Alberto.
Mario era el mayor, tenia 37 años y se dedicaba a trabajar en el campo junto con su hermano y a llevar una pequeña carpinteria en la misma casa.
Era un poco gruñon y bastante desaliñado.
Alberto era algo mas joven y mas agraciado de cara, aunque fisicamente se parecian bastante.
Los dos se pasaban todo el dia entre los campos y cuidando de los animales que tenian.
Al atardecer antes de entrar en la casa los dos solian refrescarse en la alberca y fue alli viendo como a sus tios mojados se les marcaba sus pollas bajo la fina tela de sus calzoncillos cuando recordo las mañanas en que su vecino de la ciudad lo ponia a mamar y mas tarde lo follaba despacito para no despertar sospechas.
Carlitos desde pequeño iba a la casa de unos vecinos temprano, por la mañana, mientras su madre iba al trabajo.
Una vez alli la señora Ana lo metia en su cama para que terminara de dormir mientras ella se dedicaba a las tareas de la casa, en ir a la compra y cosas asi.
En la cama siempre encontraba al marido de la señora Ana que trabajaba de noche.
Jaime, asi se llamaba su marido se habia dado cuanta de que Carlitos no se separaba de el cuando se le arrimaba y con paciencia consiguio que el niño se la chupara antes de quedarse dormido.
A Carlitos no le disgustaba meterse bajo las sabanas y chupar la polla del señor Jaime, que aunque pequeña, a el le parecia bien grande.
Cuando Jaime decidio dar el paso de encularlo el niño ya estaba enviciado y si no iba bien sabia que seguiria chupandosela en silencio.
Esa mañana aprovechando que su esposa salia de compras le puso crema en el ojete y con movimientos suaves consiguió meterla, encontro poca resistencia debido al tamaño de su polla y las quejas de carlitos fueron acalladas con su mano sobre su boca y palabras que le hacian entender que era lo que hacian los padres con sus hijos para enseñarles.
Carlitos, se conformo y aprendio a aguantar aquello en silencio.
El señor Jaime no era ningun sadico, solo se resarcia de las negativas de su mujer a la hora de follar.
Asi pues Carlitos ya estaba algo enseñado cuando llego al pueblo y aunque lo habia olvidado por no tener deseos sexuales todavia recordo esos momentos al ver a sus tios.
Una noche mientras dormia en su cuarto que estaba alejado del de sus tios, noto que uno de ellos se metia en su cama.
Era Mario que cansado de oir a su hermano roncar decidio acostarse con el niño para no oir los ronquidos de su hermano menor.
Cuando estaba cayendo en el sueño y entresueños noto que le tocaban la polla y como torpemente se la sacaban por la apertura del calzoncillo, despues noto el calor humedo de una boca que le estaba chupando la polla, una polla muy poco acostumbrada a las mamadas o a aliviarse en el coño de alguna mujer.
Ya no sabia si era un sueño o no, pero decidio dejar que aquello continuara hasta que de pronto estallo y su abundante semen atraganto a Carlitos e hizo despertar de su ensueño a Mario.
Carlitos trago todo lo que pudo y se recosto en silencio como de costumbre.
Se sintio feliz de haber aliviado a su tio.
Se sentia maravillado de haber podido con aquella polla,verdaderamente mas grande de la del señor Jaime y se entrego al sueño con la sensacion de haber hecho un buen trabajo, como le habian enseñado.
Mario por su parte se sintio perplejo por la situacion, pero al poco rato recordando la mamada volvio a empalmarse.
No sabia muy bien que hacer, pero penso que podia repetirse la experiencia asi que empujo la cabeza del niño hacia su polla despertandolo.
Carlitos se la chupo un poco pero sentia su boca cansada de abrirla tanto y pronto se canso.
Se recosto al lado se su tio y le ofrecio su culo, como habia aprendido.
No le gustaba tanto cuando el señor Jaime lo follaba, pero era menos cansado, solo tenia que aguantar un poco hasta que se corria.
Mario entendio la situacion y se escupio en la polla, apunto al ojete y empujo.
Tuvo que hacerlo unas cuantas veces hasta que cedio el culo de Carlitos que no pudo aguantar y se quejo con un grito.
Mario ya no podia dar marcha atras y con su mano tapo la boca del niño mientras le ordenaba callar, pero no era tan facil.
Carlitos no estaba acostumbrado a tremendo palo y aunque lo intentaba n podia acallar sus quejas apagadas por la mano de su tio.
Mario no aflojo, ya estaba metido en la historia y aunque hubiese querido no podia parar al notar el tremendo placer que sentia al rozar las paredes humedas del ano de su sobrino, un placer que casi no recordaba.
Asi que haciendo oidos sordos a las quejas de Carlitos siguio metiendo su polla hasta donde pudo.
Sabia que le estaba haciendo daño al niño pero simplemente no podia parar.
Sus arremetidas no eran muy duras, sabia que estaban lejos de la habitacion de su hermano dormido, pero aun asi no queria follarselo como le hubiera apetecido por no pasar el bochorno si les descubrian.
Iba haciendo paradas para dejar que el niño se acostumbrara y cuando lo notaba relajado volvia con el baiben.
Carlitosse acostumbro y se dejo hacer.
Mario lo noto y al librar su mano ocupada con la boca de su sobrino, le levanto la pierna para facilitar la follada y asi lo tuvo hasta que se volvio a derramar.
Carlitos noto alibiado como su tio terminaba dentro de el y dio por bueno el dolor que habia sentido cuando escucho a su tio decirle gracias sobrino.
Mario empezo a visitar a su sobrino por las noches y el niño cada vez ponia menos resistencia a los deseos de su tio.
Mario se sentia en la gloria cada vez que entraba en su sobrino, sabia que no estaba bien lo que hacia, pero se sentia con el derecho de recobrar todo el tiempo perdido sin follar.
Ademas el niño habia empezado y el ya no podia parar.
Todo eran ventajas para el.
NO tenia que pagar por sexo, lo tenia en casa a su disposicion, no corria peligro de dejar embarazada a una mujer y aunque Carlitos no quisiera recibir su polla sabia como someterlo sin muchos remordimientos.
Una noche mientras Mario satisfacia sus necesidades su hermano Alberto se desperto con ganas de orinar.
Salio de la casa para ir al baño y pudo ver una tenue luz que salia por la ventana del niño.
Cuando volvio a subir se dirigio a la habitacion de su sobrino para ver que pasaba.
Cuando iba a abrir la puerta escucho ruidos ritmicos y unos jadeos apagados.
Cogio una silla y se asomo por el cristal de la parte superior de la puerta y bajo la tenue luz de una vela pudo ver el culo peludo de su hermano subiendo y bajando.
Estaba apoyado sobre sus manos y abajo estaba Carlitos con las piernas abiertas inmobil.
Solo los gestos de su cara le permitian ver que estaba despierto haciendo esfuerzos para aguantar la polla de su hermano.
Al ver que Carlitos se dejaba follar su polla se endurecio tanto que la perplejidad del principio se transformo en ganas de hacer lo mismo
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