CARLITOS 6
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Después de aquella experiencia que Carlitos medio recordaba volvió a su rutina en el colegio y en la granja.
Sus tíos seguían alimentándolo con sus leches y gozaban aunque no tan menudo de el.
Carlitos prefería que fuera Mario quien le visitara, encontraba en su boca una sensación que le agradaba.
La lengua de su tío invadía su boca mientras el se estremecía, su tío se había vuelto mas complaciente y le dejaba chupar su polla hasta que se cansara o hasta que se desechaba.
Mario ya no iba tan directo al culo del niño y dejaba que el también disfrutara.
Pasado un tiempo mientras estaba en la plaza del pueblo un hombre le llamo por su nombre y le hizo recobrar la memoria.
Carlitos se sintió avergonzado y editado a la vez y dejo como siempre que el adulto tomara la iniciativa.
Ese hombre debía ser algo mayor que sus tíos.
Le pareció atractivo y fuerte.
Dejo que lo llevara a una casa en ruinas a pocas calles de distancia, entraron por la parte trasera y ya dentro vio como el hombre se bajaba el pantalón y dejaba al descubierto un miembro que llamo la atención del niño porque era mas oscuro que el resto de su cuerpo, se agacho un poco y empezó a lamer aquella polla que tenia un sabor diferente a la de sus tíos.
Cuando su nariz se acercaba al vello pubico del mayor le invadía un olor a sudor que le resulto agradable.
Se metía la polla en la boca todo lo que podía por poder oler de cerca aquel aroma que sin saber lo evitaba.
De repente lo detuvo y le dijo que no tenían mucho tiempo y que quería follarselo.
Le apoyo las manos en la pared y le bajo su ropa dejando una pierna libre.
Se escupir la mano y le embadurno su bonito llegando a meter un dedo.
Entro con tanta facilidad que se animo a apoyarle la punta y empezó a empujar.
La polla fue entrando a medida que empujaba y Carlitos relajaba el culo para dejar que el roce lo llenara de placer, de algo le había servido aquel año y medio recibiendo verga.
A Carlitos le encanto oir que le gustaba mucho porque se dejaba hacer lo que mas le gustaba.
Sentía la polla que entraba y salía de su ano mientras lo abrazaba.
Cuando aquel hombre jadeaba junto a su cabeza noto el olor a alcohol y tabaco y recordó los besos de su tío y cuanto le gustaban.
Se dejo llevar y su cabeza se enseño, oía música al tiempo que recibía las arremetidas de aquel hombre que satisfacía sus instintos de hombre casado disfrutando de un hoyo diferente donde dejar su leche.
Cuando se corrio en su culo y le dejo libre noto como sus piernas temblaban por el esfuerzo de haber estado en la misma posición todo aquel tiempo.
Sintio vergüenza una vez mas y mantuvo la cabeza baja hasta que aquel hombre se marcho.
Aunque sus tios seguiam descargandose en el y se sentía satisfecho recordaba a aquel hombre.
Empezó a frecuentar mas la plaza, se dejaba ver por el bar donde le vio e incluso se acercaba y entraba en la casa en ruinas con la esperanza de volverle a encontrar hasta que un día le vio desde lejos en el bar.
Se acerco muy nervioso para dejarse ver.
Noto que le había visto y se puso mas nervioso.
El tiempo transcurrió lentamente hasta que al fin aquel hombre se despidió de sus acompañantes.
Vio que se alejaba y a unos metros de distancia le siguió hasta la casa.
Cuando vio que entraba su corazón se le acelero y salir corriendo para llegar lo antes posible.
Una vez dentro espero a que el hombre le hablara; – Hola Carlitos, chupamela un poquito.
Le abrió la cremallera y saco su miembro con dificultad y empezó a lamer su polla babeante y odio aquel aroma a sudor que tanto le gusto.
Chupo por un rato el jugoso falo hasta que lo aparto y le bajo la ropa como aquella vez.
Se escupir y se la metió a la velocidad que permitía su esfínter y empezó a recibir aquella polla que lo llenaba por completo pero que no lo lastimaba.
-Te acuerdas de mis amigos? ellos también quieren follarte.
En la calentura del momento y la insistencia de aquel hombre, Carlitos cedio y después de que se desechara en su interior recibio la orden de esperar.
Uno tras otro entraron en su culo los dos amigos que no supo reconocer y aguanto hasta que también lo llenaron de leche.
Cuando todo termino se sintió extraño.
Carlitos empezó a ser popular y empezó a ser llevado a distintos lugares con el único propósito de deslechar con la boca o con el culo por un numero de hombres que tenían otra manera de deslecharse.
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