Carlos y Rodrigo- 1ra. parte
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por luispdalone.
Yo era para ese entonces un niño moreno, colocho, delgado, pelo negro, en ese tiempo yo iba a la empresa de mi madre cada sábado a “pasar el tiempo”, a mi primo y a mí nos gustaba ir, mi primo, Luis, en ese entonces tenía 12 años, un niño llenito sin ser gordo, moreno claro, pelo negro liso, más o menos guapo, he decir que él es gay, se le notaba desde muy pequeño ya que tenía ademanes femeninos pero solo los tenía cuando estábamos solos ya que me tenía mucha confianza ya que nos criamos juntos.
Para ese tiempo mi madre tenía un trabajador que de igual manera llevaba a sus hijos el sábado ya que no tenía con quien dejarlos, eran ya algo grandes pero supongo que era más como un castigo para ellos que otra cosa, donde la empresa estaba era en un terreno muy grande así que solo una parte estaba construida, por ello una parte se usaba de parqueo, y había una persona que había dejado su bote estacionado en esa parte, un bote más o menos grande, así que a mi primo y a mí nos gustaba ir a jugar al bote e imaginar estar en el mar.
Un día de esos sábados, los hijos del trabajador de mi madre se nos acercaron cuando estábamos en el bote, eran dos chicos de 17 y 18 años llamados Carlos y Rodrigo respectivamente, ambos eran chicos guapos, morenos, pelo negro y liso, y nos comenzaron a platicar, preguntándonos nuestros nombres, que edad teníamos y que hacíamos ahí, mi primo les respondió, ya que yo era muy tímido, y nos preguntaron si queríamos jugar, y mi primo les dijo que – si – y entonces nos dijeron que entráramos al bote y luego ya adentro nos comenzaron a hacer cosquillas a los dos y aprovechando el juego de cosquillas, comenzaron a manosearnos, a mí me hacía cosquillas y manoseaba el chico de 18 años, Rodrigo, y a mi primo era Carlos el chico de 17 años, la verdad no le puse mucha importancia al manoseo, pensé que era parte del juego, así estuvieron un rato, los manoseos ya eran más evidentes, Rodrigo pasaba sus manos por mis nalguitas, las apretaba mientras me seguía haciendo cosquillas, las cuales terminaron siendo más caricias, la verdad sentir aquellas caricias y apretones en mis nalguitas no me disgusto para nada, la verdad me gustaban mucho, volteo a ver a primo y lo veo ya más suelto con sus ademanes femeninos básicamente coqueteándole a Carlos, mi primo estaba parado enfrente de Carlos y este estaba sentado y muy gustoso pasándole las manos por sus piernas, ya que ese día mi primo llevaba una pantaloneta, y metía sus manos debajo de la pantaloneta para luego llegar a sus nalguitas paradas que tenía, mi primo le acariciaba el cuerpo debajo de la playera de este, yo observaba esa escena, distraído en lo que veía, ya que ver esa escena me daba curiosidad y me estaba haciendo sentir cosas que no había sentido, estaba extasiado por la situación en la que me encontraba.
Rodrigo a quien tenía detrás de mí, sentado, ya que yo estaba viendo la escena que mi primo y Carlos me daban, Rodrigo, sin darme cuenta ya me acariciaba debajo de mi playera, sus manos recorrían mi delgado cuerpo dando apretones suaves a mi cuerpo, en eso baja sus manos hacia el broche de mi pantalón y lo desabrocha y con delicadeza baja mi pantalón hacia mis rodillas y con una mano en mi espalda y la otra en mi cintura me dobla hacia adelante para que mi culo quedara en frente de él, y con sus dos manos acariciaba encima de mi ropa interior y luego metía sus dedos adentro de ella para tocar mis nalguitas, yo me sentía muy extasiado, daba respiraciones rápidas y a la vez profundas, las caricias que Rodrigo me daba me estaban elevando hasta el cielo, me sentía entre las nubes, sentir sus manos grandes recorrer mi cuerpo, mis piernas y mis nalguitas me estaban haciendo sentir tantas cosas, que no comprendía en ese momento, pero que no quería dejar de sentir, y con ello hacia que diera gemidos muy bajos de puro placer.
Volteo a ver a mi primo, y Carlos ya le había bajado su pantaloneta y le apretaba sus nalguitas paradas entre debajo y encima de su ropa interior y mientras estaba en ello, lo besaba en la boca con una pasión a la cual mi primo correspondía con esa misma pasión, se notaba en la cara de mi primo que se sentía en la gloria y estaba igual o más extasiado que yo, Carlos le baja la ropa interior a mi primo para luego sentarlo en la pierna de él, recuerdo ver a mi primo con su pene erecto, yo para ese entonces ya sabía que eran las erecciones y semen porque mi madre solía comprarme enciclopedias y siempre fui muy curioso, así que leía de todo un poco, así que termine dándome una auto lección de educación sexual, en fin esa es otra historia, siguiendo, Carlos seguía besándole para luego tomar el pene erecto de mi primo y este comenzó a darle pequeños movimientos de arriba a abajo, masturbarlo suavemente, podía oír a mi primo gemir entre los besos que le daba Carlos en la boca.
Rodrigo seguía concentrado en darme caricias por todo mi cuerpo y yo ahí seguía doblado con mis manos en la rodilla, ya que me había cansado de estar en esa posición y opte por colocar mis manos así, porque no quiera moverme, no quería dejar de sentir todo aquello que Rodrigo me estaba haciendo sentir, pero tonto de mí, no sabía que lo que vendría después me haría sentir mil veces mejor.
Rodrigo, comienza a bajar mi ropa interior, y mientras sus manos bajaban iban acariciando mis caderas y piernas hasta llegar a la rodilla, luego sus dos manos toman mi cadera y estas empujan mi delgadito cuerpo hacia atrás, para que el con delicadeza muerda una de mis nalguitas, no podía creer lo excitante que se sentía eso, yo ya tenía mi pene erecto, bueno desde que comenzaron las caricias, , estaba súper excitado, y ahora mucho más con los mordiscos excitantes que Rodrigo le daba a mis nalguitas, luego siento como con sus dos manos comienzan a abrir mis nalguitas para dejar en descubierto mi culito, para luego sentir algo húmedo en mi culito, volteo a ver qué es lo estaba humedeciendo mi culito, y lo veo ahí con su cara entre mis nalguitas, lamiendo mi culito, siento su lengua húmeda tocar mi culito y como iba lamiendo de arriba a abajo entre mis nalguitas, yo seguía sin poder creer lo excitante que se sentía que hiciera eso, yo ya gemía de placer, y creo que eso lo excito más porque comenzó a lamer con más ímpetu mi culito, podía sentir como intentaba meter su lengua en mi culito y yo apretaba por puro reflejo, ya que sentía raro cuando lo intentaba hacer, podía sentir como entre mis nalguitas y mi culito estaba todo húmedo por las tan increíblemente ricas lamidas que le estaba dando Rodrigo a mi culito virgen.
Ahí seguía yo un niño de 9 años sintiendo unas de las mejores experiencias de su vida de un chico de 18 años, en medio del placer que estaba sintiendo, ya que inconscientemente había cerrado mis ojos para poder sentir todo lo que me estaban haciendo, gemía y respiraba aceleradamente, abrí mis ojos y vi a mi primo, el cual ya estaba de rodillas desnudo, y Carlos había bajado su pantalón y sacado su pene el cual quizá media unos 15-16cm, deduciendo ahora, pero para ese entonces me parecía enorme, comparado al de mi primo y mío que todavía éramos unos niños hasta ahora, me quede observando, mientras Rodrigo seguía en su faena de chupar mi culito, que mi primo se llevó a la boca el pene de Carlos y comenzó a chuparlo como de si un bombón se tratara, tomaba el pene y le daba leves movimientos, mientras que con su boca chupaba llegando a la mitad, se notaba que Carlos estaba disfrutando la chupada que mi primo le estaba dando, gemía de placer mientras le decía –Así putita chúpalo, métetela toda – ya mi primo estaba perdido, extasiado hasta más no poder, se movía como toda una putita chupándole el pene, disfrutando cada centímetro, disfrutando el momento.
Rodrigo me voltea y me dice que le haga lo mismo que mi primo le estaba haciendo a su hermano, y yo muy apenado le digo – Yo nunca he hecho eso, no sé cómo hacerlo – a lo que me dice – solo ve lo que hace la putita de tu prima y hazlo -, Rodrigo se baja su pantalón y saca su pene el cual cuando lo vi, lo veía enorme a poco centímetros de mi cara, seguro por mi edad lo veía así, debería de ser de unos 15-16 cm igual que su hermano, el me dice – ¡Vamos putita chúpalo! – yo con un poco de pena de no saber qué hacer, abro mi boca y meto su pene en mi boca, comienzo a chupar su cabeza, tenía un sabor raro, pero no me disgustaba, el empujo mi cabeza hasta que la mitad de su pene lo tenía metido en mi boca y luego mas hasta que sentía como llegaba a mi garganta a lo que me provoco arcadas y lo intente sacar pero él no me dejaba que lo sacara de mi boca, mi garganta se fue acostumbrando y ya con más confianza ya movía un poco mi cabeza para masturbarlo con mi boca y él me dice – Así mi putita, así chúpala, que rica esa boquita, me quiero coger esa boquita – tomó mi cabeza y comenzó a meter y sacar su pene de mi boca con más rapidez y fuerza, yo solo sentía como su pene tocaba mi garganta cada vez que la metía y como mi lengua rozaba su pene cada vez que sacaba y volvía a meter su pene, y comencé a sentir un sabor agrio en mi boca, que ahora sé que era su liquido pre-seminal que estaba goteando toda mi boca, solo recuerdo que me lo terminaba tragando todo porque él no dejaba de sacar y meter su pene de mi boca, no comprendía porque chuparle su pene me excito hasta más no poder, pero yo ya no quería que lo sacara, quería seguir sintiendo como su pene se adentraba en mi boquita, tocaba mi garganta y mi lengua rozaba su pene caliente, húmedo por su liquido pre-seminal mezclado con mi saliva y seguir tragando ese liquido caliente que me termino gustando cuando pasaba mi garganta.
Ahí seguía yo con mi pantalón a las rodillas chupándole el pene a un chico de 18 años a mis 9 años de edad, no sé cómo me deje llevar hasta esa situación, sin siquiera quejarme, solo me deje llevar por lo que sentía, supongo que ahí descubrí mi gusto hacia los hombres, en fin, yo seguía chupando el pene de Rodrigo que ahora me parecía delicioso no quería dejar de chupar ese delicioso pene que tenía en mi boca, pero tuvimos que parar, porque oímos como mi madre nos llamo a mi primo y a mí, los cuatro nos asustamos tremendamente yo me subí rápidamente mi pantalón y Rodrigo también, y él con su playera me limpio la boca, a lo que mi primo y Carlos se vistieron también y cuando íbamos a salir solo nos dicen que no dijéramos nada que iba ser nuestro secreto a lo que mi primo pícaramente dijo que jamás diría algo y que no se preocuparan que yo no iba a decir nada, claro que no iba a decir nada yo quería seguir siendo la putita de Rodrigo pero debíamos ir con mi madre que íbamos a almorzar y ellos ya se tenían que ir con su padre porque el sábado la jornada terminaba al mediodía.
Esta fue la primera parte, en la segunda les estaré contando que sucedió el sábado siguiente a este, sábado el cual esperaba impacientemente para que pudiéramos hacer otra vez todo lo que hicimos ese día.
Esta fue mi primera experiencia sexual y gay, les iré contando poco a poco las diversas experiencias que he tenido en mi vida.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!