Carlos y Rodrigo – 2da. parte
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por luispdalone.
Esa semana se me hizo eterna quería que ya fuese sábado para poder volver a ver a Rodrigo y repetir todas esas sensaciones que me provoco ese sábado anterior, siempre me había fijado en la niñas bonitas de mi colegio, pero ahora solo me fijaba en los chicos y hombres, no los niños de mi salón, si no ya hombres de 17 hacia adelante, me fijaba en sus bultos, en sus manos, comenzaba imaginar cómo sería estar con ellos, que me estuvieran tocando, era todo un cumulo de sensaciones, no entendía muy bien porque pero nunca he sido mucho de pensar en las cosas, así que solo me dejaba llevar.
Finalmente llego ese sábado yo estaba súper feliz de ir con mamá al trabajo y ahí estaba mi primo también súper listo para irnos, a los dos se nos notaba muy emocionados, a lo que mi mamá lo noto y nos preguntó que porque muy felices y mi primo solo le dijo que ya quería ir jugar conmigo y correr por todas partes del terreno de la empresa que eso nos hacía muy feliz, si claro dije no es porque queríamos “jugar” otra vez con Carlos y Rodrigo nuevamente.
Llegamos al terreno y luego de desayunar ya ansiosos ambos, salimos corriendo hacia el bote para esperar que llegaran ellos, nos quedamos afuera para que nos pudieran ver, y así fue, en cuantos nos vieron fueron directos hacia nosotros, y nosotros entramos para esperar a que llegaran, cuando entraron solo nos preguntaron si no habíamos dicho nada, claro, si hubiéramos dicho algo no estuviéramos ahí ni ellos tampoco, mi primo solo dijo – Claro que no, como van a creer – a lo que Rodrigo que contesto – Ve, que putitas salieron estas dos – y Carlos le limito a decir – vaya si no -.
Carlos y Rodrigo no querían perder el tiempo así que ambos bajaron sus pantalones y sacaron sus penes poniéndolos enfrente de nosotros, así como la primera vez Carlos fue con mi primo y ahí tenía yo a Rodrigo enfrente de mi con su pene, a lo que luego me dice – Vamos putita chúpalo como aquel día – yo nada lerdo y perezoso me meto su pene a mi boquita de 9 años, yo ya estaba excitado de buenas a primeras, me sentía increíble volver a sentir su pene dentro de mi boquita, yo ya con más confianza que la primera vez, tomo su pene con mi mano y mientras lo tengo en mi boquita y lo comienzo a masturbar mientras se la estaba chupando, recordando como mi primo se lo hacía a Carlos, solo oía gemir a Rodrigo y diciéndome – Vaya que aprende rápido esta putita, que rico lo haces, que boquita más rica tienes, si sigue así mi putita – yo ya más suelto ya lo masturbaba más rápido y chupaba con más ímpetu su pene, me lo tragaba hasta que topara mi garganta, su pene escurría por toda la saliva que producía mi boquita, de las pequeñas comisuras de mi boquita salía saliva que hacía que goteara su pene de la mamada que le estaba haciendo, Rodrigo seguía gimiendo de puro placer mientras acariciaba mi cara, mi pelo y me daba leves apretones cada vez que me metía su pene hasta la garganta, me toma del pelo y comienza a mover mi cabeza para que lo masturbara con mi boquita, ya volvía a sentir dentro de mi boquita su liquido pre-seminal, el cual se mezclaba con mi saliva y lo cual me terminaba tragando, para nada me disgustaba su sabor, para ese entonces no sabía porque pero todo eso me excitaba me ponía a mil, ahora sé que sentir el sabor hasta ese momento solo de su líquido pre-seminal me encantaba, por ello me lo terminaba tragando, me gustaba ese sabor en mi boquita, el sabor de su pene me excitaba, no quería dejar de chuparle su pene, yo solo volteaba a ver como gemía y hacía gestos de placer mientras tenía sus ojos cerrados, ahí seguía yo con mi faena en un mete y saca de su pene en mi boquita, de repente saca su pene todo ensalivado por mi boquita y agarra sus huevos y me dice – Chúpalos, métetelos en tu boquita hermosa – a lo que obediente proseguí a meterlos en mi boquita y sentir sus huevos ahí en mi boquita, se sentían muy ricos, eran grandes, podía sentir como su huevo se movía en mi boquita cuando los lamia con mi lengua, eso me excito más, alcance oír entre sus gemidos decirme – Te estas volviendo en toda una putita experta en chupar – no sé porque cuando me hablaba y me decía putita me excitaba más, era extraño, me gustaba, yo solo pensaba en que podía ser su putita todo el tiempo que él quisiera.
Luego de estar chupando sus huevos un rato, me dice que lama su pene como de si una paleta de helado se tratara, así que muy obediente a sus instrucciones comencé a lamer su pene, lo lamia desde el tronco hasta su cabeza, ahí fue cuando me di cuenta como le salía su liquido de la cabeza y yo lo lamia todo, y lo saboreaba en mi boquita para luego tragármelo, me gustaba mucho, le dejaba limpio su pene, solo esperando a que le saliera más para volver a tomarlo con mi lengua y saborearlo en mi boquita, me excitaba tanto hacer eso, me sentía como loco, no sé cómo con 9 años fui a sentir tanto, a disfrutar tanto de esos momentos, siempre me pone muy caliente recordar todo aquello, y continuando, así estuve un buen rato chupando, lamiendo el pene de Rodrigo, sintiendo sus caricias, apretones, jalones de pelo, que no eran fuertes si no con delicadeza, ya hasta se me había olvidado que en eso bote a la par mía estaba mi primo disfrutando igual o más que yo.
Cuando reaccione que mi primo estaba con Carlos, volteo a verlos y veo a mi primo ya desnudo, Carlos sentado y mi primo doblado en su pierna mientras le chupaba su pene y Carlos jugaba con el culito de él, y fue cuando vi como Carlos mojaba su dedo con su boca y luego prosiguió a meterlo en el culito de mi primo, yo me sorprendí tanto que se dejara hacer lo que él le estaba haciendo, y me quede inmóvil viendo esa escena, dirigí mi mirada hacia la cara de mi primo y él estaba ahí tan tranquilo chupando el pene de Carlos mientras este le metía el dedo dentro de su culito y solo podía oír como gemía de placer con el pene metido en su boca, le metía con más fuerza y rapidez el dedo, mi primo muy excitado movía su culito, comportándose como toda una putita, se oían los gemidos tan excitados, estaba disfrutando que Carlos le metiera el dedo.
Como había parado de chuparle el pene a Rodrigo por ver la escena de mi primo con Carlos, Rodrigo me habla al oído muy suave y me dice – quieres que te haga lo mismo – yo muy tímidamente solo alcance a decir – no sé – y él me toma y me comienza a sacar la playera y luego desabrocha mi pantalón para luego bajarlo con todo y mi ropa interior para dejarme desnudo completamente, el estar desnudo completamente ahí enfrente de Rodrigo me excito mucho, mucho más, luego me dice mientras acariciaba todo mi cuerpo – que lindo cuerpo tienes mi putita hermosa – dándome un beso, topón, en la boca, yo me sonroje, me encanto su beso, él lo noto y solo esbozo una sonrisa, para que luego el venga y me comience a besar con pasión mi boquita, me comenzó a meter la lengua, yo no sabía muy bien que hacer ya que era el primer beso que me daban, pero por puro instinto comencé a besarlo de las misma forma que él lo hacía, he decir que aprendo rápido, ya nuestras lenguas se enlazaban rítmicamente, yo estaba a mil, ahí estaba un chico de 18 años besándome a mis 9 años, me sentía extasiado, era todo un cumulo de sensaciones diferentes, el seguía besándome y yo ya lo toma con mis brazos alrededor de su cuello mientras él me abrazaba y me acariciaba, sus caricias eran increíbles, me iba acariciando desde la espalda hasta mis nalguitas, la cuales cuando llegaba, me las apretaba muy delicadamente y a veces fuertemente, su pene me tocaba en mi panza y me la dejaba húmeda por el líquido que derramaba, metía sus dedos entre mis nalguitas para luego jugar con mi culito, lo masajeaba, recorría todo su dedo entre mis nalguitas, tal era la excitación de todo eso que seguramente si para ese entonces ya hubiese podido eyacular ya lo hubiese hecho solo con todas las sensaciones que me hacía sentir.
Así estuvo por un buen tiempo, hasta que se separó, y me tomo de la cintura e hizo que me doblara, dejando mi culito en su cara, ahí vuelve a meter su cara, como la anterior vez, a comenzar a lamer mi culito, volver a sentir eso me excitaba tanto, inconscientemente o consiente quien sabe, comencé a mover mi culito mientras él me lo lamia, él se dio cuenta y me dice – Ve, le gusta a la putita que le lama el culo – sin pensarlo se me escapo un – ¡Sí! – el solo rio levemente y me dice – Pues ya verás que te va encantar cuando te la meta – eso me dejo pensando, si se refería a lo que le estaban haciendo a mi primo, la verdad no sabía si me iba a “encantar” como él decía, eso me puso muy nervioso, pero que tonto de mí, no solo me iba a encantar, pero continuando, ahí seguía yo disfrutando las lamidas y las tan increíbles mordidas que Rodrigo le hacía a mis nalguitas, eso me encantaba tanto, ya tenía todas húmedas mis nalguitas y mi culito el cual lo lamia tan bien, intentaba meter su lengua en mi culito, y como la vez anterior, lo cerraba por puro instinto, pero ahí seguía el intentando meterla, tal vez a eso se refería a su lengua pensé yo, si claro, cuando de repente me dice, algo calmado – solo relájate, si, te voy a meter el dedo como mi hermano lo hacía con tu primo – yo me espante, si cuando vi que a mi primo le hacían eso no sabía que se podía hacer eso y ahora que me lo iban hacer a mí no sabía que iba a sentir, me aterre, me comenzaron a sudar las manos, lo volteo a ver, no sé porque pero no quería que lo hiciera, le quería decir que no pero no me salieron las palabras y solo veo como se mete su dedo a la boca y lo ensalivaba todo, y él entonces comienza a intentar meter su dedo dentro de mi culito virgen apretadito, se sentía muy raro, y lo cerraba de la misma forma cuando intentaba meter su lengua en mi culito, a lo que me dice – Vamos relájate, vas a ver que te va gustar, quizá te duela un poco al principio pero después lo vas a disfrutar – mientras decía eso me acariciaba mis nalguitas con esas manos grandes y fuertes que tenía, hice caso a su comentario y trate de relajarme, y así intentaba meter su dedo, hasta que lo logro, metió una parte de su dedo, a lo que me dolió un poco y sentía bien raro tener su dedo ahí metido en mi culito, poco a poco se me fue quitando la sensación rara que sentía tener metido su dedo y Rodrigo comenzó a meter y sacar su dedo de mi culito, a lo que comencé a sentir muy rico cuando hacia eso, ya estaba disfrutando que el metería y sacara su dedo, no podía creer la sensación que me producía eso, una sensación indescriptible, recorría como un escalofrió por todo mi cuerpo, que me estaba excitando demasiado, tenía una erección inigualable, mi cuerpo se estremecía, gemía de puro placer, él escucho como gemía cada vez que metía y sacaba su dedo así que acelero y ya lo metía y sacaba más rápido y yo lo disfrutaba tanto, que me dijo – Ves mi putita hermosa, te dije que te iba a gustar, espera que te meta mi verga – yo al oír eso, me quede espantado nuevamente, solo pensé como iba hacer para meter su pene en mi culito no va a caber todo eso, que equivocado estaba.
Reaccione nuevamente que mi primo estaba ahí también y este ya estaba siendo penetrado por el pene de Carlos, me quede sorprendido, veía como el pene de Carlos salía y entraba del culito de mi primo, no sabía cómo había logrado que entrara, ya estaba sudando nuevamente de los nervios, porque ya sabía que Rodrigo me iba a hacer los mismo, pude ver la cara de mi primo y lo primero que pensé fue que le estaba doliendo ya que hacía gestos de dolor, pero fue cuando me di cuenta que era todo lo contrario, mi primo gemía de puro placer, abría su boca respirando muy fuerte, era evidente como las piernas de él temblaban, eso no lo comprendí en su momento, claro tenía 9 años no comprendía mucho de lo que hacíamos, pero como siempre me dejaba llevar porque no me disgustaba nada de lo me hacían, alcance oír como primo decía – Que rico, sigue así – mientras daba pausas para gemir y pequeños gritos de puro placer, ahí estaba ese niño de 12 años pidiendo que se lo cogieran más y más, no podía creer que mi primo disfrutara tener todo ese pene adentro de él, se veía como Carlos metía hasta el fondo dentro de ese culito todo su pene hasta que las nalguitas de mi primo chocaban con su cuerpo, y ahí estaban los huevos, grandes, de Carlos chocando cada vez que la metía toda, chocando con las nalguitas de mi primo, produciendo ese sonido tan característico cuando dos cuerpos chocan, mi primo ya no podía más, estaba súper extasiado, disfrutaba aquella cogida que el chico de 17 años le estaba dando, y este se notaba como disfrutaba estar cogiendo aquel culito paradito, disfrutaba meter todo su pene en ese culito y mi primo disfrutaba tener todo ese pene dentro de él.
Rodrigo seguía en su faena de meter y sacar su dedo dentro de mi culito, yo disfrutando aquello, cuando me dice susurrándome al oído – Ahora sí, te la voy a meter putita –, yo estaba muy nervioso, no sabía si su pene iba a caber, si solo su dedo me había dolido un poco, ya me imaginaba su pene, así que viene Rodrigo y me explica cómo ponerme en cuatro y toma su pene y comienza a restregarlo en mis nalguitas para luego meterlo entre ellas y comenzar a empujar en mi culito, yo apretaba, pero él seguía intentando meterlo, notaba que su pene estaba mojado, supongo que era su liquido pre-seminal que untaba en mi culito para que pudiera entrar, veo como ensaliva todo su pene, claro preparándolo para meter, así que comienza a empujar más fuerte, ahí estaba mi culito abriéndose poco o poco, hasta que logro meter su cabeza, yo pegue un grito ahogado mezclado con un gemido, el me acariciaba para calmarme, me estaba doliendo tener su cabeza dentro de mi culito, quise retirarme pero él me volvió a jalar hacia él, ahí es cuando sentí como entraba un poco más de su pene, ya me estaba doliendo mucho, a lo que me pegue un grito, y él me dijo – Calma, espera ya se va ir el dolor –
ya no me estaba gustando, ya no quería seguir, pero Rodrigo se quedó inmóvil unos momentos, sosteniéndome, supongo para que mi culito se acostumbrara a tener su pene dentro de mí, luego de un rato comenzó a moverse levemente, sacando y metiendo despacio su pene, ya el dolor que sentía se estaba desapareciendo, ya me sentía mejor, y él lo pudo notar, así que aumento la velocidad, ya metía su pene y lo sacaba con más ímpetu, mi culito ahora ya no virgen, se había acostumbrado, y yo ya lo disfrutaba, que rico se sentía tener su pene dentro de mí, me gustaba mucho esa sensación, sensación indescriptible, mi cuerpo temblaba, daba respiraciones fuertes, gemía de puro placer, daba pequeños gritos, de repente sentí como su cuerpo chocaba contra el mío, era obvio que ya tenía todo aquel pene dentro de mí, no lo podía creer que todo aquello cupiera dentro de mi culito pequeñito de 9 años, me tomaba de la cintura con fuerza, mientras el metía y sacaba su pene, lo oigo decir – Que culito mas apretadito, tiene mi putita hermosa, que rico se siente -, no logre decir nada, mis gemidos y respiraciones ondas no me dejaban hablar, le quería decir lo rico que sentía que él me estuviera penetrando, podía sentir toda la extensión de su pene entrar en mí, sentía cada centímetro, como rozaba todo dentro de mí, yo inconsciente, aunque creo que a estas alturas ya todo era consiente, yo apretaba mi culito cuando lo metía para sentir mucho mejor su pene dentro de mí, me gustaba apretar porque sentía como empujaba con más fuerza para poder meterla y sacarla y apretando podía sentir muy rico su pene, mi culito estaba disfrutando sentir ese pene caliente, grueso dentro de él, las piernas me temblaban yo las sostenía con mis manos, sentía no poder más, pero no quería parar, no quería dejar de sentir su pene dentro de mí, tenía escalofríos en todo mi cuerpo, por el placer que estaba sintiendo, estaba sintiendo tantas emociones, siento como Rodrigo aumenta más el mente y saca, su cuerpo chocaba con el mío, podía sentir su piel y vellos pegar contra mis nalguitas, me estaba excitando a mas no poder, sentir eso por primera vez es inigualable, esa sensación que no sabía que podía a sentir que alguien me penetrara, sentir su huevos chocando contra mí, el bajo el ritmo, supongo por el cansancio, así que yo comencé a moverme para que su pene saliera y entrara dentro de mí, porque que quería que siguiera cogiéndome, el por supuesto se dio cuenta y me dijo – Si ya ves mi putita que te iba encantar, ya te mueves como toda una putita, mi niña linda – sin darme cuenta otra vez se me salió un -¡Sí! – entre gemidos, mientras seguía sacándome y metiéndome su pene, estaba gimiendo como nunca, ese placer de ser penetrado, que delicia sentía, el comenzó a moverse nuevamente y meterla hasta que su cuerpo chocara con mis nalguitas, yo tome su cintura para sentir su cuerpo, para sentir su movimientos, lo apretaba con mis manitas cada vez que la metía, eso lo debió excitar más, porque aumento su fuerza, y yo muy satisfecho que él lo hiciera, quería que me cogiera cada vez más duro, yo seguía apretando mi culito para sentirla, sentir su carne penetrándome, sentir su carne caliente recorriendo cada centímetro dentro de mí, me excitaba tanto sentir y oír como su cuerpo chocaba contra el mío, sentir a la vez en mis nalguitas sus vellos y piel chocando y su pene entrando hasta el fondo, yo quería más y más, ahora sabia porque mi primo lo estaba disfrutando tanto, porque yo también lo estaba haciendo igual o más que él, me toma de mi cuerpo y lo pega al suyo, me excito sentir en mi espalda su cuerpo, sin sacármela me comenzó a besar el cuello, que rico se sentía, y volvió al mete y saca, no podía parar de gemir
ya lo sacaba y metía un poco más suave mientras seguía besándome el cuello y podía oír sus respiraciones fuertes y gemidos de placer en mi oído y me susurraba – Que rica putita, que rico culito, no quiero parar de cogerlo – y claro yo no quería que lo dejara de hacer, me vuelve a poner en cuatro, y me aprieta fuertemente mi cintura, seguidamente me dice – ahora si vas a sentir toda mi lechita en tu culo mi putita – no se ha que se refería con eso, comenzó a sacar y meter muy fuertemente su pene dentro de mi culito, cogiéndome mucho más duro de lo que lo había hecho, yo lo disfrutaba como nunca, ya daba gritos de puro placer con esa vocecita de 9 años, parecía toda una putita, disfrutando aquel pene rico del chico de 18 años, yo disfrutaba como me cogía así duro, se oía mas ese choque con mis nalguitas, me apretó más fuerte de mi cintura, yo apreté mas mi culito, quería sentir su pene que se había calentado mucho más, como rozaba las paredes de ni ano caliente por su pene, cuando de repente siento como comienza a gemir muy fuerte, y pude sentir como un líquido caliente inundaba mi culito por dentro, el gritaba de placer, sentía como su pene temblaba dentro de mí, porque yo seguía apretando para sentirla, bajo su ritmo, y podía como sentir como todo dentro de mi culito estaba mojado, con un líquido caliente, y él ya había parado totalmente y la saca dentro de mí, y yo volteo a ver y su pene estaba mojado de un líquido blanco a lo que supuse era su semen, ya sabía algo de eso como les había explicado, supuse que a eso se refería con su “leche”, luego de esto me dice – Que rica mi putita, me vine como nunca, que apretadita estas –.
Luego de esto veo que mi primo y Carlos nos estaban observando quienes ya estaban vestidos nuevamente, mi primo solo me miraba sonriente, y yo estaba algo apenado porque supongo que observo lo putita que era su primo igual que él, Rodrigo se vistió al igual que yo, que busque mi ropa que ni sabía dónde había quedado, me vestí y luego Rodrigo me soba el pelo y me dio un beso tierno en mi boca y me dijo que podíamos venir a “jugar” aquí las veces que quisiéramos y que iba ser nuestro juego secreto, yo cabizbajo solo asentí con la cabeza, y se salieron, nosotros solo nos quedamos sentados ahí sin hacer nada, solo recuerdo que sentía como el semen restante de Rodrigo salía de mi culito ahí sentado, claro tenía 9 años no sabía que debía hacer que saliera y limpiarme cuando me dejaban semen por dentro, solo sentía como mi ropa interior se mojaba y cuando fui al baño me di cuenta que mi ropa interior quedo manchada por el semen de él, la cual tuve que lavar yo mismo sin que se dieran cuenta, luego no comentamos nunca nada con mi primo, yo no decía nada, porque supongo que algo dentro de mí me decía que no estaba bien lo que habíamos hecho, culpa que no duro mucho, porque así fue cada sábado, por los próximos 9 o 10 siguientes sábados a este, íbamos, nos cogían, disfrutábamos y seguíamos jugando, hasta que mi madre dejo de llevarnos lo cual nos dejó muy tristes a mi primo y a mí, ya nos quedábamos con la abuela, y me quede deseoso muchos meses de volver a estar con otro hombre, luego se dio otra oportunidad con un chico pero ese es otro relato.
Y así fue como me desvirgaron mi culito por primera vez a mis 9 años, creo que escribiré una tercera parte de esos sábados, que no fueron muy distintos entre sí, pero hay uno en el cual no fue mi primo así que yo los tuve que atender, así que todo fue diferente y creo meceré ser contado.
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