Carlos y Rodrigo – 3ra. parte (final)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por luispdalone.
Como todos los sábados, desde que comenzamos a tener sexo esos días con Carlos y Rodrigo en el bote estacionado en el terreno de la empresa de mi madre, estaba ansioso por ir, ya quería pasar la mañana con Rodrigo, pero ese sábado mi primo no iría porque tenía clases extraordinarias en el colegio al que iba, luego de llegar y terminar de desayunar, me entraron nervios de si ir o no, la verdad me daba pena ir sin mi primo, no era lo mismo ir acompañado porque siempre fui un niño muy tímido y él siempre me alentaba, pero podían más mis ganas de estar con Rodrigo que mi timidez, así que fui hacia el bote.
Como me había tardado un poco ellos ya estaban ahí, al entrar de inmediato Carlos me pregunta donde estaba mi primo a lo que le conteste que ese día no iba a llegar, se notó la cara de decepción al responderle, a lo que Rodrigo le dijo – Que pena hermano, hoy te quedaras con las ganas – luego de eso Rodrigo bajo su pantalón y yo ya estaba listo y dispuesto a comenzar a chuparle su pene otra vez, el cual me encantaba hacerlo, así que metí su pene a mi boquita y así comencé a chupar de nuevo, como todos los sábados, ahí estaba yo chupando ese rico pene de Rodrigo, me lo metía hasta la garganta, lo ensalivaba todo, le lamia su cabeza, me encantaba oír como gemía cuando le chupaba su pene, recogía con mi lengua su liquido pre-seminal, al cual le agarre un gusto enorme, el cual lo lamia para luego tragármelo, ahí estaba en mi faena nuevamente de chuparle el pene cuando de repente sentí que unas manos tocaban el costado y espalda de mi cuerpo, ahí estaba Carlos acariciando mi pequeño cuerpo, por lo visto no quería quedarse con las ganas, menos viendo como le chupaba el pene a su hermano, así que mientas estaba chupando, el me acariciaba, ya me había metido sus manos debajo de mi playera, sus manos eran muy suaves, Rodrigo las tenía más rústicas, así que me excito mucho sentir esa suavidad de sus manos recorrer mi delgado y pequeño cuerpo, el cual por mi edad de 9 años tenía una piel muy suave, me quito la playera y yo seguía ahí chupando el pene de Rodrigo, y Carlos seguía acariciando y ya me daba besos en el cuello, besos que me ponían a mil, gemía solo con aquellos besos, ya pasaba sus manos por todo el torso de mi cuerpo, luego siento como desabrocha mi pantalón y me lo baja con todo y ropa interior, ya tenía una erección mi pequeño pene de niño, comienza a acariciar mis nalguitas, lo que sentí muy excitante, por la suavidad de sus manos, que rico se sentían esas manos delicadas recorrerlas, así estuvimos un rato.
Yo ya me sentía muy excitado por la situación, ahí estaba yo, un niño comenzando a tener sexo con dos chicos, no lo podía creer, estar con dos chicos a la vez, en eso Carlos le dice a Rodrigo – Hermano deja que me la chupe un rato esta putita, si – Rodrigo no muy convencido, pero Carlos ya había sacado su pene y la había puesto cerca de mí, no sabía qué hacer, la verdad si quería probar otro pene distinto, porque hasta ahora solo se la había chupado a Rodrigo, voltee a ver a Rodrigo pidiéndole permiso con la mirada y este solo se hizo a un lado y ya tenía enfrente a Carlos con su pene, así que me lo metí a la boca, tenía un sabor diferente al de Rodrigo, pero me gustaba igual, así que comencé a chuparlo de la misma forma que se lo hacía a su hermano, me sentía realizado tener otro pene en mi boca, que rico se sentía, oigo decir a Carlos – Hermano que bien chupa esta putita, ahora sé porque te gusta tanto que te la chupe, que rica se siente esa boquita– y Rodrigo solo respondió – Va que si -, Rodrigo solo se masturba viendo la escena que Carlos y yo le patrocinábamos, así estuve un rato, lamiendo desde su tronco a su cabeza, lamiendo el líquido que ya le salía por mi chupada, a lo que también me di cuenta que tenía un sabor diferente, que igual me gusto, le chupaba sus huevos, sentir sus huevos en mi boca se sentía tan excitante, me gustaba mover con mi lengua su huevo dentro de mi boca, ahí estaba yo como toda una puta, bueno como siempre en esas sesiones de sexo con ellos, Rodrigo ya había comenzado a recorrer mi cuerpo con su manos, para luego meter su cara en mis nalguitas, mientras yo chupaba el pene de Carlos, Rodrigo me metía su lengua en mi culito, que rico era sentir su lengua mojada en mi pequeño ano, la movía de arriba abajo, en círculos, todo una delicia, no podía creer la excitación que tenía, esa sensación de chupársela a Carlos mientras Rodrigo me chupaba mi culito, que rico era todo aquello.
Yo ya deseando que Rodrigo me la volviera a meter, pero Carlos se le anticipo, este me agarro y me dijo que me pusiera en cuatro, los tamaños de sus penes no eran muy distintos entre sí (15-16 cm), ligeramente más grande la de Rodrigo, así que no iba sentir mucho la diferencia de tamaños.
Carlos comienza a empujar para penetrarme, mi culito ya estaba mojado por la lamida que le había dado Rodrigo, así que sin mucho esfuerzo me la metió, que rico se sentía que me volvieran a penetrar, era algo que esperaba siempre cada sábado, era la mejor parte, me gustaba mucho que me penetraran; Rodrigo se puso de rodillas y como pudo metió su pene en mi boca, ahí estaba yo un niño ya teniendo sexo con dos chicos, uno me la metía y otro hacia que se la chupara, esto era mejor que hacerlo solo con Rodrigo, era una sensación diferente, no sabía a qué poner atención, siempre que me penetraban ponía énfasis en mi ano, sentir como salía y entraba el pene, pero ahora tenía uno en mi boca, mis gemidos y gritos se ahogaban en el pene de Rodrigo, y creo que eso lo excitaba mucho ya que comenzó a sacar y meter su pene de mi boca, se la estaba cogiendo, me sentía muy excitado, sensación indescriptible, Carlos ya había agarrado más ritmo, su cuerpo chocaba con el mío, podía sentir sus huevos chocando entre mis muslos, eran de esos que cuelgan bastante, lo cuales me excitan mucho ahora, porque será, podía sentirlos chocar con mis piernas, podía sentir sus vellos rozando mis nalguitas, oír sus gemidos de placer por estar penetrándome, ya mi cuerpo se movía al compás de las arremetidas de Carlos, cuando él la sacaba yo movía mi cuerpo para volver a metérmela, así que cuando él la volvía a meter la podía sentir entrar y golpearme con más fuerza al hacer mi cuerpo hacia atrás, el pene de Rodrigo seguía saliendo y entrado de mi boca, inundándola de su líquido, el cual le salía bastante, y me lo tragaba intencionadamente, me excitaba sentir recorrer su liquido por mi boca y garganta, creo que Rodrigo le estaba excitando mucho esa situación porque él podía sentir con su pene las respiraciones fuertes que estaba dando, como mis gritos se ahogaban, yo estaba con las manos apoyadas en el piso del bote, así que no podía impedir que Rodrigo metiera fuertemente su pene en mi boca, el cual terminaba pegando hasta mi garganta, me terminaba produciendo arcadas, que hacían que produjera mucha saliva, su pene estaba muy mojado, de este escurría mi saliva que caía al suelo, igual si lo hubiese querido detener no hubiese podido, que iba poder mi fuerza de 9 años detener el cuerpo de un chico de 18 años.
Ahí estaban ambos, Carlos y Rodrigo, cogiéndome uno por el culo y el otro por la boca, a pesar de tan corta edad lo estaba disfrutando mucho, yo apretaba mi ano para sentir cada centímetro del pene de Carlos que recorrería cada espacio dentro de mí, sentía su pene muy caliente, entrando y saliendo, rozando las paredes de toda mi cavidad, mi ano palpitaba caliente, excitado, ya estaba tan dilato que él la sacaba completamente para metérmela de un solo, yo gritaba, grito que se perdía en el pene de Rodrigo, gemía de puro placer, cuando la sacaba toda yo apretaba mi culito, intencionalmente, para que al entrar pudiera sentir como su pene entraba en mi ano apretadito y se abría tan fuertemente por la arremetida que me daba, llenando todo ese espacio, y sentir ese pene tan adentro de mí, entrando tan rápido, fuerte, me ponía a mil, en eso al fin logre alejarme lo suficiente para sacar por un momento el pene de Rodrigo de mi boca, ya me estaba ahogando, agache un momento mi cabeza para poder observar entre mi piernas, como mi pene aún de “niño” estaba erecto y como los huevos de Carlos se balanceaban cada vez que su pene entraba y salía de mí, me fascinaban los huevos de Carlos más aún que ahora él me estaba cogiendo a mí y se movían chocando contra mí, Rodrigo me levanto la cara para volver a meter su pene a mi boquita, yo intente cerrar un poco mi boca tratando de no lastimarlo con mi dientes, para que con mis labios pudiera sentir su pene, así que cada vez que entraba y salía su pene podía sentir en mi labios su pene caliente resbalando por ellos, me excitaba mucho esa sensación en mis labios que se producía al sentir con ellos la textura de su pene, sus venas, lo caliente y mojado que estaba por mi saliva, mis labios se movían al ritmo de su mete y saca, sentir como me cogían el culo y la boca a la vez es de las mejores experiencias que puede tener uno.
Seguían cogiéndome los dos hermanos, Carlos y Rodrigo, el primero cogiendo mi culito y el segundo cogiendo mi boquita de 9 años, siguieron así por un rato, la verdad estando con ellos siempre volaba el tiempo.
De repente siento como Carlos comienza a apretar fuertemente con sus manos mi cuerpo, toma mis nalguitas y las apretaba con bastante fuerza y comenzó a arremeter con más fuerza, tomándome con más fuerza para que mi cuerpo se balanceara más velozmente al ritmo de él, su pene entraba y salía rápidamente de mí, sabía que ya iba a terminar, después de tantas sesiones de sexo como no iba a saber, seguía penetrándome fuerte, hasta que siento como deja salir todo su semen dentro de mí, inundando todo dentro de mí, se sentía muy caliente, podía sentir como temblaba su pene ahí adentro, el gemía de puro placer, cuando saca su pene, él jadiando le dice a su hermano –Vos, que rica es esta putita, que rico se mueve, vaya que te das gusto- pude levantar un momento mi vista para ver que Rodrigo solo sonrió y rio levemente, mi ano palpitaba de la cogida que me acaba de dar Carlos, yo lo apretaba por instinto, y podía sentir como el semen de Carlos salía por mi ano bastante abierto por él y comenzaba a escurrir por mis piernas, iba a levantarme cuando Rodrigo me detuvo y me dijo – Ahora me toca a mí –; Como tantas veces ya, cada vez que ambos terminaban, solo que Carlos con mi primo y Rodrigo conmigo, nos vestíamos y nos íbamos, pero en mi excitación había olvidado que Rodrigo no había terminado, así que él se coloca detrás de mí, yo seguía en cuatro, y me la mete de un solo, claro el semen de Carlos le había servido de lubricante, así que no tuvo que hacer nada más, pude sentir como sin nada de esfuerzo entro, resbalaba tan fácilmente dentro de mí, ahí estaba Rodrigo penetrándome usando de lubricante el semen de Carlos, su hermano, comenzó a metérmela fuertemente entraba y salía, lo hacía más rápido más fuerte que su hermano, tome con mis pequeñas manos su cadera, me gustaba sentir el vaivén de su cuerpo mientras me cogía, sentir sus caderas de hombre moverse para penetrarme, me levante para pegar mi cuerpo hacia el de él mientras seguía cogiéndome, me gustaba sentir su pecho respirando aceleradamente, que me besara el cuello, que tomara con su manos mi cuerpo, lo agarrara con fuerza, mientras cogía mi pequeño culo con fuerza, haciendo que mis nalguitas sonaran cada vez que su cuerpo chocaban con ellas, como disfrutaba que me cogiera duro.
Carlos nos observaba, veía la cara de puta perdida que ponía cuando me cogían, creo que lo excito mucho ya que se acercó y me jalo para que me pusiera otra vez en cuatro, quería que le chupara el pene, el cual ya se había parado otra vez, se debió haber calentado mucho viendo aquella escena, a lo que lo hice, ahí estaba nuevamente en la misma posición solo que ellos cambiados de lado, el pene de Carlos tenía un sabor diferente al de hace un rato, que no tome en consideración en su momento por la excitación, al rato de estar chupando recordé y supuse que tenía sabor diferente por haber estado dentro de mí, por la situación en la que me encontraba en vez de darme asco me excito más estar chupando el pene de Carlos que hace momentos estaba dentro de mi ano, que rico se sentía, no tenía mal sabor, lo chupaba con gusto, quizá era la excitación del momento, no sé, lamia desde su tronco a la cabeza, lamia su cabeza, su hendidura, metía su cabeza a mi boca y la succionaba, muy rico todo.
Deje de chupar un momento el pene de Carlos para concentrarme en sentir el pene de Rodrigo entrando en mí, lo disfrutaba mucho, como me encantaba que me cogiera así de fuerte, ya daba gritos de placer con esa voz de niño, gemía, mi cuerpo se erizaba con cada arremetida, mis manos apretaban el suelo, me movía al ritmo de su mete y saca, yo movía mi pequeño cuerpo hacia atrás para sentir más fuerte sus arremetidas, apretaba mi ano para sentir su pene, aun apretando resbalaba tan bien por el semen de Carlos, se sentía muy rico, como me gustaba apretar, esa sensación en el estómago al entrar su pene hasta el fondo mi cavidad, pude sentir como sus gotas de sudor caían en mi espalda, yo ya sudaba de todo mi cuerpo, nuestros sudores y pudores se mezclaban, yo quería más y más, lo quería sentir muy adentro, me gustaba que la metiera toda, sentí en mis piernas como resbalaba más semen de Carlos, salía por el mete y saca que tenía Rodrigo, escurría saliendo de mi ano, ahí estaba él en esa faena en la que me había concentrado tanto que olvidé que había dejado de chupar el pene de mi otro amante de ese día, cuando levante la vista, Carlos se masturbaba muy fuertemente enfrente de mi carita, como pude levante la vista y pude ver como él observaba la cogida que Rodrigo me daba, y se seguía masturbando con ello, lo excitaba demasiado que luego de un rato me toma de la cara y me dice – Haber abre la boca, nena- y yo no reaccione para que la quería abierta, solo atine a abrirla cuando siento como un chorro entra en mi boca, llega hasta mi garganta, y el mete su pene a mi boca, con mi lengua pude sentir como palpitaba caliente mientras expulsaba todo su semen en mi boca, llenándola, casi ahogándome, me agarro la cabeza para que no la pudiera sacar, ni quería que lo sacara, ahora no entiendo cómo podía tener tanto todavía luego de haberme llenado el culo, pero ahí estaba mi boca llena de su semen, el cual saboree gustosamente, era la primera vez que probaba semen en abundancia ya que solo había probado un poco del pre-seminal de ambos, , tenía un sabor agridulce, se sentía muy rico, algo espeso, caliente, que se mezclaba con mi saliva, para luego tragarme cada gota de semen que expulso y pude sentir como resbalaba en mi garganta dejándola con una sensación extraña, pero gustosa, que excitado me sentía que acabaran en mi boca, oír decir a Carlos – Ve a la putita le gusta la leche, se la trago toda – vaya si no le agarre el gusto a eso.
Luego del deleite de comerme todo el semen de la segunda venida de Carlos, Rodrigo ya me la metía más duro, que rico sentir como entraba su pene así de duro, rápido, podía sentir que llegaba al climax, me toma de los hombros y acelera mucho más, ya sonaba muy duro el choque de su cuerpo con el mío, ya me estaban doliendo mis nalguitas, mi cuerpo, y claro mi culo, ya que estaba recibiendo ya la segunda cogida seguida, ahora por Rodrigo, que lo hacía mucho mejor que su hermano, lo hacía con más fuerza, más ímpetu, mis gritos y gemidos se mezclaban con el sonido de nuestros cuerpos chocando, quería que no acabara, yo temblaba demasiado, excitación máxima, estaba bañado en sudor, podía ver como mi cuerpo estilaba, caían gotas de sudor de mi cuerpo al suelo el cual estaba mojado por los fluidos de los tres, no había sudado tanto antes, sentía desfallecer, me estaba quedando sin respiración, mi estómago me dolía por las respiraciones tan ondas que daba, pero todo aquel dolor y cansancio no me hacían querer parar quería que siguiera que me siguiera cogiendo por un buen rato, no sé pero Rodrigo no me había cogido así antes, quizá le había excitado mucho la situación, estar con su hermano y ambos cogiendo a un niño de 9 años.
Seguía en mi excitación de sentir el pene de Rodrigo salir y entrar de mi ano, cuando sentí como este acelero mucho más y me comenzó a apretar los hombros, sabía que estaba por terminar, ya no aguantaba más quería sentir otra vez como dejaban lleno mi culo de semen otra vez, y Rodrigo la metió con mucha fuerza para luego terminar dentro de mí nuevamente, como todo esos sábados desde que iniciaron aquellos encuentros, podía sentir dentro mí su semen llenando cada rincón, su pene temblaba tanto dentro de mí, sentía que no terminaba de salir semen de él, si sentí que saco mucho más que Carlos, todo dentro de mi hervía, estaba muy caliente, que rica sensación, me la sacó y me quede un rato así en cuatro, tratando de recobrar el aliento, mis respiraciones eran muy ondas, me sentía como cuando corres una larga distancia y tu cuerpo siente que ya no puede respirar más, de mi ano comenzaba a salir el semen de Rodrigo todavía con los pocos restantes de Carlos, ahí estaban los semen de ambos que se mezclaban con mi sudor escurriendo por mis piernas llegando hasta el suelo, me puse en cuclillas, las piernas me temblaban, y todo el semen termino de salir de mí cayendo al suelo, me senté, me sentía débil, jadeando todavía, estaba ido, solo reaccione que ambos salieron del bote, y solo escuche oír a Carlos decir –Ojala nos la podamos coger otra vez así- y solo atine a pensar que ojala lo volvieran hacer.
Estuve un rato ahí sentado, desnudo, hasta que logre incorporarme, me vestí y me fui a jugar al terreno un rato para luego llegar con madre, madre la cual no sabía qué su niño había perdido cualquier inocencia en él desde que conoció a Carlos y Rodrigo.
Buenos esa fue la última parte de como esos dos chicos nos dieron nuestras primeras experiencias sexuales y nos dieron unas muy buenas cogidas para recordar y que les comparto ahora.
Como adelanto la próxima historia será como me cogió el primo de mi primo no mucho tiempo después.
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