Cartas a Lucas 1
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por juanitocaminador.
Hola primote:
Sabés que siempre fui directo, entonces te lo tengo que decir de entrada: qué culo tenés Lucas!!! Desde pendejos que siempre me encantaron tus nalgas de gordito puto, redonditas, duras, pero ahora las tenés 10 veces mejor, y tan cerradito como cuando éramos pendejos.
El otro día yo estaba re-nervioso, pensaba a mil por hora, mirá si éste me dice que no?, qué hago?, me la corto y me la pierdo en el orto para no desearlo por ninguno de los dos lados? Pero no me fallaste primito.
No me podías fallar primo.
Tu pija y mi culo están marcados, yo tengo el lunarcito en mi nalga derecha y tu pija tiene el lunarcito en el prepucio.
Mi culo es Sauron, tu pija es el anillo, se perdieron un tiempo pero se tenían que reunir sí o sí, por la atracción de los lunares, jajaaa!
Mirá que encontrarte el miércoles en el gimnasio!, nunca voy al gym, nunca, y cuando elijo uno para nadar un rato, justo te encuentro a vos.
Y no te encontré en la recepción o en la pileta, te encontré en el vestuario! Decime si no parece que todo estaba marcado para que pasara así!
Entré al vestuario después de la pileta, no había nadie, mientras preparaba las cosas para ducharme, escuché una voz que canturreaba desde la ducha, me resultó familiar.
Me desnudé para bañarme, agarré la toalla y encaré para las regaderas.
Pasé frente al box del cantante, vos estabas de espaldas, pensé "ese culo lo conozco", la pija se me empezó a parar.
Te diste vuelta, me viste, tus ojos fueron de inmediato a mi pija, mis ojos a la tuya que ante mi vista comenzó a crecer a velocidad supersónica.
Me sonreiste, balbuceaste un hola Dami, tanto tiempo.
Hola Lucas como andás.
No pude más, te abracé y mi mano fue derecho a tu verga, te quedaste helado, pero en instantes mi verga sintió tu mano, ahí nomás te quise dar vuelta.
-Acá no, vamos al fondo.
Corrimos al box de letrina más alejado de todos.
Te salió el puto, apoyaste las manos sobre la pared y quebraste la cadera, te la clavé en seco, nos dolió a los dos pero no importó.
Estaba tan caliente que en 5 minutos te llené de leche, te la saqué y te ofrecí mi culo, al menos vos ya tenías mucho preseminal, pero igual me hiciste ver las estrellas.
Nos vestimos, nos abrazamos, conversamos dos boludeces, pero ya mi mujer me estaba esperando abajo, chau, chau, ni siquiera nos dimos los celus.
Iba a ser un polvo al paso y nada más.
Y decime, no es loco que el sábado yo estuviera con mi familia en el patio de comidas del shopping X, lejos de tu casa, sin concertar nada y de pronto te vea aparecer entre las mesas? Te llamé, te presenté a mi mujer y mi nena y te invité a sentarte.
Y qué querés?, tenía que provocar algo.
Mientras mi mujer estaba ocupada dándole de comer a mi bebota, te dije "che, Lucas, tengo que comprarme un jean, me acompañás?".
Al baño directo, los dos la teníamos clara, esta vez yo fui primero a la pared y de nuevo me la clavaste en seco, creí que me ibas a dejar sangrando, pero mi culo se la bancó bien.
Menos mal que tuviste onda con mi mujer, no siempre mis amigos le caen bien.
Las casualidades no existen primo, el lunar de mi nalga llamaba al lunar de tu pija y nos tuvimos que encontrar, creer o reventar primo.
Yo tampoco lo logré Lucas.
Fue distinto, pero el resultado fue el mismo.
Mientras estaba de novio con Claudia seguí volteando muñecos, más de un hetero hecho y derecho después de probar mi culo empezó a pensar diferente.
Cuando Claudia quedó embarazada y me fui a vivir con ella me dije chau machos, ya hacía más de dos años que no me encamaba con ninguno, pero mirá lo que pasó, fue verte y volverme loco, probar tu culo y darme cuenta que soy el trolo que siempre fui, comerme tu pija y asumir que de la pija no se vuelve, que no puedo vivir sin tenerte en mi culito.
Mirá vos mi cuñadito!, con razón mi hermana tiene cada vez más cara de orto, se nota que está mal cogida.
Lo de Ernestito sí, lo supe y más que bien.
A vos te levantó el padre, a mi le levantó el hijo.
No, no pienses que soy un degenerado que viola pendejos, pero tampoco soy de fierro, además ya tenía 12.
Un verano se fueron de vacaciones a la costa y cuando volvieron, mi hermana y mi cuña tenían que ir a Córdoba, Ernes no podía ir porque ya comenzaban las clases y lo dejaron en casa para que lo cuidara la abuela.
Yo siempre tuve buena onda con el pibe, era su tío favorito, así que lo acomodamos en mi cuarto, para que durmiera en la cama que fue de mi hermana.
Además mi vieja me había regalado una pantalla enorme, así que planeamos noches de play y de películas a morir.
La primera noche jugamos en la play hasta casi las 12, después puse algo en la tele.
Me senté en la cama, con la espalda contra el respaldo y Ernestito enseguida se acomodó entre mis piernas abiertas, lo rodeé con mis brazos, le di un beso en la cabeza y nos quedamos en silencio mirando la peli.
El nene enseguida se aburrió, creía yo, porque se empezó a mover de un lado a otro, como si tuviera hormigas en el culo.
El roce de sus movimientos me hizo parar la pija, como me pasa en el colectivo, eso me puso incómodo, así que cuando se levantó sentí un gran alivio.
Fue al baño, volvió y se acostó a mi lado, con su mejilla sobre mi muslo.
Le acaricié la cabeza y seguí mirando la tele.
Ernestito seguía inquieto.
De pronto giré mis ojos hacia él y me di cuenta que no miraba la tele, me miraba el bulto y después la cara, volvía al bulto y a la cara.
Lo miré.
-Que te pasa Ernes?
– Lo sentí tio.
-Qué?
-Nada, nada-, dijo medio como amoscado.
Se volvió a levantar e ir al baño.
Regresó con un frasco de crema para la piel.
-Tío, en la playa me quemé mucho y me arde, me ponés cremita?-.
Ufa, pensé, qué hincha pelotas este pendejo! Dejé de mirar la película y le recibí la crema.
– Bueno, vení-.
Me senté en el borde de la cama, le saqué la remera y lo hice parar entre mis piernas.
Le pasé crema por la frente, la nariz y las mejillas, con una suavidad casi maricona, estaba demasiado afectuoso esa noche.
Mientras lo encremaba Ernes me miraba con una dulzura que despertaba todo mi amor filial y me sonreía con una inocencia como para comerlo a besos.
Le pasé crema por el pecho donde ya comenzaban a nacerle los primeros vellos, jugué con sus pezoncitos parados y él retrucó timbreando los míos, ring, ring, con sonrisas cómplices.
Bajé a su pancita y luego recorrí sus costados.
-Date vuelta nene.
– Comencé por sus hombros despacito.
-Uy!, que lindo!, qué fresquito que se siente!- Faltaba poco, lo puse de costado y fui bajando por su espalda hasta llegar al elástico del short.
-Listo Ernes.
– No tío, un poquito más abajo que me arde.
– Metí mi mano húmeda en crema por debajo de su short y le esparcí crema en el comienzo de las nalgas.
Cuando pasé por el inicio de su raya, Ernes me regaló un "mmm".
-Qué le pasa a éste?-, pensé
-Ahora si?-, no tío más abajo.
-Qué?, tomaste sol desnudo?, -si-, -tu vieja te dejó????-, sonrió y no dijo nada.
Me contó que había tomado sol en bolas en la terraza de la casa de un amigo.
Le hice bajar el short.
En lugar de bajárselo directamente se lo quitó, y me di cuenta que en una de sus idas al baño se había sacado el calzoncillito, tal vez le molestaba por el quemado.
El culito era precioso, redondito como era el tuyo cuando cogíamos de pendejos, absolutamente bronceado.
Uno no es de fierro, pero respiré hondo y comencé a pasarle crema por las nalgas, tratando de evitar la rajita.
El muy puto comenzó a gemir de manera apenas perceptible, pero en el silencio de esa hora de la noche, sus gemiditos me estallaban en la cabeza.
No pude evitarlo, mi pija se empezó a parar, mi cabeza a dar vueltas, mis demonios a discutir entre ellos, que si, que no, que no, que no, que no.
Casi por descuido le miré la pija, sus 10 cm estaban paradísimos.
El demonio del "no" tiró la toalla, bajé con mi dedo encremado a su perineo, donde terminaban sus huevitos y despacito lo fui llevando para atrás hasta llegar al borde de su esfinter.
Ernes me regaló su primer "ay".
Corrí mi dedo unos milímetros más y la fresca cremita y la tibieza de la yema de mi índice acariciaron su esfínter.
Ernestito quebró la cadera, sacando sus nalguitas hacia afuera, casi sin quererlo la punta de mi dedo entró apenas en su esfínter.
Me regaló un "ay, tío, que lindo!".
Le metí el dedo despacito hasta el fondo.
"te gusta Ernes?","sí, tío, me encanta".
Es loco lo que te voy a decir, pero aunque no me creas, el pendejo ya estaba dilatado y mojado.
Mientras jugaba con su colita, mi mano izquierda fue desatando mi cinturón y bajando mi ropa, me la quité.
Mis 18 cm estaban duros como nunca.
Los ojos de Ernestito iban de su pija a la mía, de su pubis casi lampiño a mi maraña oscura de pendejos, "uy tío, qué grande".
Me la comenzó a acariciar con su manito.
Le saqué el dedo del culito y puse a Ernestito frente a mi.
Mirándolo serio a los ojos le dije "la querés en el culito?".
No dijo nada, sólo sonrió, se dio vuelta y quebró la cadera.
Le abrí las nalguitas, y con la punta le esparcí mi abundante preseminal.
Esto lo tengo que ver, me dije.
Yo seguía sentado en la cama y él entre mis piernas.
Lo di vuelta, lo levanté y pasé sus piernas al costado de mi cuerpo, su espalda sobre mis muslos.
Su pijita dura, su mirada ansiosa, lo fui arrimando y le clavé el glande, gritó despacito, le dije "shh, Ernes, que se va a despertar la abuela", asintió con la cabeza.
Me puse en el palo la misma crema que le estaba poniendo en la espalda y seguí avanzando, su culito estaba súper suave y no mostraba resistencia, su dilatación era aún mejor que la tuya cuando te echaba el tercer polvo, pero por las dudas seguí bien bien despacito hasta que Ernes la tuvo toda adentro.
Él bajó sus manos a mi pubis y me lo comenzó a acariciar con una sonrisa.
Lo tomé de la caderita y comencé a bombearlo, Ernes, con los ojos cerrados comenzó a gemir "ay tío cogeme, cogeme".
Aceleré, le sacaba la pija casi entera y lo bajaba para que le entraran de nuevo, me maravillaba de que un culito tan chiquito se pudiera comer toda mi verga, por momentos pensaba en vos y en mi, que a los 12 hacía rato que nos dábamos pija a full, pero los dos éramos pendejos, la teníamos como Ernes, pero mi sobrinito, con su culito que me cabía en una palma extendida se estaba tragando 18 cm con una sonrisa!
Sus gemidos se convirtieron en grititos agudos y comenzó a subir y bajar la cadera como un adulto.
Su pijita estalló y me llenó de su dulce y delicado semen toda la panza.
Me enloqueció, me paré y caminando por el cuarto lo emperné furiosamente.
Al final apoyé su espalda contra la pared, le dí una estocada como para que le entraran los huevos y me vacié entre estertores y gemidos en su culito.
Lo llevé a la cama, me senté contra el repaldo, lo puse entre mis piernas y lo abracé, él me abrazó con fuerza, levanté su cabeza de mi pecho y le di un beso en los labios mientras le acariciaba el pelo.
Su pijita, luego del orgasmo, se había convertido en un manicito, casi un clítoris grande, mi semen tibio salía de su agujero abierto, su carita era de total felicidad.
Alguna culpa pasó por mi mente, pero el bienestar que subía desde mi pubis y sobre todo el bienestar que emanaba Ernes no dejaban lugar para la culpa.
Te la hago corta, esa semana me lo culié de todas las formas que se te ocurran, le enseñé a chupar bien una pija, gozó de su primer mamada de culo y también, jeje, estrené su pijita.
Sí, primo, el sobrinito se cogió al tío Dami, el tío Dami desvirgó a su sobrino (su verga, porque su culito estaba mucho más que estrenado, o que te creés que le hacían en la terraza donde se bronceó las nalguitas?).
Bueno, me puse demasiado marica contándote esto, y acá la dulzura la ponés vos, pero qué querés que te diga, primo? Ernestito me shockeó.
Hace mucho que no lo vés? Ahora está hecho una nena, fue creciendo y se fue afeminando.
Mi hermana no dice nada, pero el putazo se le huele a 1 Km.
El otro día me acordé de los tríos que hacíamos con Luisito y pensé, por qué no con Ernestito?, te gustaría? Además ya cumplió 18, no hay excusas.
Te espero el sábado en casa, primo, y preparate el culo porque te lo voy a partir al medio.
Te quiero mucho putita
Dami
PD.
– cuidame el anillo que Sauron lo necesita este sábado.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!