CASADO Y CON HIJOS, PERO SIGUE COGIENDO COMO SIEMPRE
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Sus ojos almendrados y el buen bulto que tiene, sus pelo rizado y lo duro de sus nalgas, son cosas que no se pueden olvidar.
En mi mente conservo los recuerdos de cuando su verga rompió mi culo varias veces.
Hace 2 años se fue a Monterrey y aunque de vez en cuando nos escribíamos, siempre había alguna referencia a lo que había sucedido y el deseo de hacerlo otra vez, el problema es que su esposa los cuida demasiado.
Hace tres días la empresa para la que trabajo me convocó a una reunión de urgencia a esa ciudad, los vuelos estaban muy distantes de la hora de la reunión, así que opté por dejar un mensaje de que estaría un día en la ciudad.
Para mi sorpresa contestó y se alistó, me dio la dirección de su trabajo y de su casa.
El asunto era como zafarlo de la vigilancia de su mujer, pues tienen los tiempos medidos para el cuidado de sus hijos.
Nos vimos en su casa con pretexto de conocer a sus hijos.
Estuvimos en la sala y de inmediato vi que su paquete estaba muy marcado, estaba con una erección y apenas nos habíamos saludado.
Inventamos el cuento de que iríamos a comer y luego me llevaría al hotel donde sería la reunión.
Salimos en su auto y fuimos a una plaza comercial, nadie tocó el tema detener un bues acostón.
Comimos algo y le pedí que me llevara al hotel donde sería la reunión,
Ya en la habitación inmediatamente fui a baño, mientras él cerró ventanas y bajó la intensidad de la luz.
Cuando salí estaba recostado en la cama y con poca luz.
Así nos gustaba hacerlo, a media luz.
Entendí la indirecta.
Me recosté junto a él, acaricié su pecho, nos hundimos en un beso de pasión como nunca nos lo habíamos dado.
Puse mi mano sobre su paquete, estaba super excitado.
Teníamos prisa por dejar correr el instinto.
Se quitó el pantalón, su pene parecía reventar su bóxer.
También se quitó el bóxer.
Otra vez estaba allí esa verga venuda, ancha.
Su cabeza estaba reluciente.
Así lo recordaba.
Alguna vez en el face me había dicho que extrañaba un mensaje especial, le pregunté si lo quería ahora.
Dijo que sí.
Esa verga me había dado muchos momentos de placer, chuparla después de tanto tiempo sería una fantasía.
La mamada que le hice lo hizo retorcerse de placer, me gustaba esa cabeza suave.
Pasaron los minutos y empecé a percibir un sabor salado, su liquido preseminal estaba brotando.
Lo volví a besar y me dijo: "quiero metértela, me has puesto muy caliente".
Me puse de espalda, se puso saliva y empezó a meterla.
Hacía semanas que no tenía una verga entrando en el trasero fue genial
Luego me puso de espalda y volvió a hundirme esa verga buenísima.
Sonó el teléfono, no hizo caso, solo me dijo, es mi mujer, a ella ya le ha tocado.
Luego me puso boca abajo y hundió su pene.
Me volvieron muchos recuerdos de cuando lo hacíamos en diversos lugares de estado ene l que vivíamos.
Me encantaba el sonido de sus huevos chocando con mis nalgas.
Pedí que me dejara montarlo, fue genial.
Lo empujaba con fuerza.
Se notaba que no había agarrado un culo hace tiempo.
Tomamos un descanso, recordamos lo que habíamos hecho en otros lugares-
Su pene volvió a ponerse duro, me puse a decirle que me gustaba mucho esa verga, que era lo mejor que había tenido.
Se sintió halagado.
Me besó con pasión de nuevo y le correspondí con una mamaba de lujo.
Se retorció ara venirse, su semen era un poco salado.
Fue poco.
Le pregunté porque no era tanto su semen, pues recordaba los super chorros que me dejaba en el culo.
Me dijo que hacía dos días había tenido relaciones con su mujer y estaba exprimido.
Otra llamada lo hizo volver a la realidad.
Está casado y con hijos.
Quedamos que para la próxima reunión me guardaría más semen.
Eso espero.
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