Casi Angelitos – Mi Primo M De12 Parte 3
Las cosas comenzaron a darse con fluidez, M se quedó en mi cama por primera vez..
A partir de ese día nuestra relación familiar mejoró bastante, lo incluía considerablemente más en los juegos, travesuras y conversaciones con mis otros primos pero sin ser demasiado obvio, claro que seguíamos tomándolo a broma aunque de una manera más juguetona y menos de “bullying”, lo usábamos para hacer las cosas que no queríamos hacer, para mandar a los mas pequeños y a cambio le prestábamos nuestros juguetes y lo invitábamos a participar en nuestras travesuras etc.
En términos generales mi comportamiento con M entre semana cuando no estaban mis otros primos era completamente diferente, estaba conmigo en todas partes, me buscaba donde quiera que estuviera, hablábamos de comics, de películas, hacíamos las tareas juntos y ahí descubrí de una manera más directa el trato y las presiones a las que mi tía lo tenía sometido pues M tenía la OBLIGACIÓN de cuidar de su hermano en todos los sentidos, M cuidaba que se cambiase el uniforme, que hiciera la tarea, que comiera temprano y en general era como el guardian de su hermano menor a pesar de que se llevaban solamente por un año, y cuidado si M no cumplía con los encargos de su madre porque le daba tremendas reprimendas.
Cuando terminábamos nuestros labores académicos lo invitaba a jugar conmigo Xbox cosa que con ninguno de mis otros primos menores pasaba pues en ese entonces amaba por sobre todas las cosas materiales mi consola y la pasábamos relativamente bien.
Y si hablamos sobre el otro tema, ¿qué les puedo decir? Estaba desarrollando un tremendo vicio a estirar el cuello al ganso y rogaba porque hubiera un momento donde pudiéra estar a solas con M, los momentos eran contados porque por lo general siempre había gente en la casa de mis abuelos, pero la casa de M estaba siempre vacía pues sus dos padres trabajan pero su hermano, mi hermano y mi primo S siempre estaban detrás de nosotros, realmente eran pocos los momentos para nosotros pero los que teníamos los usábamos al máximo, nuestros encuentros se resumían prácticamente a sexo oral y a protopenetraciones, pues el sexo anal aún no me atraía mucho por cuestiones higiénicas ademas en ese entonces solo me satisfacía de la manera en la que mi cuerpo lo pedía, tenía Internet en casa pero no podía ver porno…
Éramos adolescentes inexpertos pero si hay algo que hacen bien los adolescenteses es aprender y puedo decir que en un par de meses, a base de practica y mucha experimentación se hizo bastante bueno en lo que hacía, si alguien es de México y ha visto club de cuervos en netflix, supongo que conocerán a Hugo sanchez jajaja, pues M tenia ese nivel de obediencia, atención y dedicación conmigo, si sabía que nos iban a dejar solos desaparecía un rato y después regresaba con un short de futbol, y en ocasiones me sorprendía porque debajo no llevaba ropa interior, comenzamos a «jugar» aún cuando había riesgo de ser descubiertos y eso se volvió una constante en nuestros momentos de intimidad porque teníamos un gusto compartido por la exitación de ser descubiertos.
La primera vez que se quedó en mi casa después de los anteriores encuentros yo estaba como loco pues sabía lo que podía pasar en la noche…
-¿Hiciste la tarea?.
-Si.
-¿Tu hermano hizo todas sus tareas?.
-Si.
¿Seguro que pediste permiso?.
-Si, pero necesito que también tu le pidas permiso y que deje venir a mi hermano o no podré quedarme…
-Si, ya lo tenía contemplado…
Respondía M algo nervioso, arqueaba sus cejas y con los dedos contaba en voz baja una lista mental de las tareas que debía tener en orden para que su estadía en mi casa fuera un hecho. Estábamos afuera de la iglesia esperando a la madre de M para pedir su permiso y como habíamos hecho nuestras tareas y los méritos suficientes M obtuvo el permiso de quedarse en mi casa…
Durante todo el camino estuve muy exitado tratando de ocultar la emoción que sentía en mi interior, M estaba sentado a mi lado, colocaba mi mano sobre su verga esperando con ansias a que ese momento llegase y cuando llegó no perdí mi tiempo, subimos y preparé el terreno, en ese entonces yo tenía una cama japonesa al borde del piso, era redonda y bastante grande, lo recosté, lo arrope y yo me recosté a su lado, estaba temblando de la emoción no quería que nada saliera mal y por «precaución» me quedé despierto hasta que consideré que todos estuvieron dormidos y cuando me cercioré de esto retiré la cobija que cubría a M de la cintura para abajo, y con cuidado de no despertarlo puse mi mano en su zona intima y la dejé ahí un buen rato, hasta que sentí ese calor que me decía que no había marcha atrás, con mucho tacto comencé a bajar el cierre de su pantalón y a desabrocharlo, y con aún mas cuidado tiraba despacio de su pantalón intentando bajarlo hasta que en un momento él se movió, yo me detuve en seco con mis manos en sus pantalones a medio bajar, cuando él levantó su cintura para facilitar mi trabajo, estuve como 10 minutos de pelotudo cuidando que no se despertara y nunca estuvo dormido, lo miré a la cara y tenía los ojos cerrados, fingía dormir, ya con su aprobación moral lo despojé de su ropa interior y lo dejé con las prendas superiores, abrió sus piernas al máximo, sabía que me gustaba mirarlo y comencé a hacerlo de nuevo.
Me coloqué entre sus piernas y las levanté para mirar un poco, bese sus muslos y me acerqué a su sexo. Comencé a hundir mi boca en esas pelotas que tanto me gustaban, M ya no se reía había aprendido a darle ese toque de seriedad al momento, no tengo que decir lo atascado que era con eso, me tomaba con mucha seriedad lo que hacía, degustaba de todas las maneras en las que podía de su intimidad, succionaba sus bolas con fuerza, aveces con algo de rudeza y desesperación, mis labios las estiraban y después las besaban, M gemia despacito y yo sonreía, aparté mi rostro de ahí, pasé a su palpitante pene y lo introduje a mi boca.
Con los labios jugaba con la piel de su prepucio, la estiraba con delicadeza y después lo introducía completamente en mi boca y pensaba, «ojala crezca más y ojalá crezca bastante». Lo saqué de mi boca, tomé su pene con mi mano, con mucho cuidado bajé toda su piel y con mi lengua comencé a lamer su frenillo, M dejó escapar de su voz un discreto jadeo, sin duda ese era el lugar indicado a tratar… concentré mi energía en chupar y lamer ese lugar, los testículos de M se habían contraído, su cuerpo se sentía bastante duro y de su cabeza brotaban unas pequeñas gotas de líquido preseminal.
Sabía que M estaba cerca de su punto de retorno y me aparté no sin antes darle un beso en la punta, un pequeño hilo de liquido precum se trazó en mis labios… Me levanté, me retiré la ropa de la cintura para abajo y me subi casi encima de él, tomé mi pene descubrí la piel de mi glande y uni mi pene ajunto al suyo, ese primer contacto para mi fue electrizante, el calor que emanaban las dos barras de carne palpipantes era una nueva sensación descubierta, mire a M que seguía en el papel del chico dormido, pero se mordía los labios con los ojos cerrados, sonreí, me gustaba jugar a eso, entonces me recosté sobre él sin dejar caer todo mi peso y comencé a frotarnos, yo hundí mi cabeza en su cuello mientras nuestros penes se rozaban, me gustaba sentir los pujidos de M y a mi me gustaba gemir en su iodo mientas le comía el lóbulo.
M abrió sus piernas y me rodeó con ellas, yo dejé caer todo mi peso sobre él, y comencé a moverme con mas fuerza y velocidad. Estábamos bastante pegajosos, eso me gustaba y no podía detenerme hasta que sentí como sus piernas me presionaron con mucha fuerza y su pene comenzó a vibrar espasmódicamente, esto no hizo mas que motivarme más y seguí moviéndome a toda velocidad hasta que termine con bastante fuerza, mi primer disparo salió disparado hasta su cuello y el resto quedó en su abdomen y pecho, me sentía bastante cansado, M dejó caer sus piernas de mi cintura y respiró profundamente, yo me quedé ahí encima de él, dejando pasar los últimos espasmos de mi orgasmo, levanté mi rostro y M seguía con sus ojos cerrados, en ese momento lo vi tan hermoso que no me resistí a besarlo en la comisura de sus labios pues en ese momento no me atreví a más.
Me retiré despacio, bajé y comencé a trazar un camino de besos que inicio en uno de sus abdominales, luego hasta su ombligo, después la punta de su rendida barra de carne y después le di una lamida a esos testículos que tanto me gustaban, y los despedí con un beso a cada uno.
Me levante, busque una camisa sucia, la humedecí un poco con agua que había en una botella y comencé a limpiarlo. Le puese solo su ropa interior, me puse la mía y me quedé dormido junto a él abrazado al menos por un rato porque después te da mucho calor, sudas y ya no es tan cómodo y romantico como se ve en la tv.
A partir de ese momento buscábamos la manera para que se fuera a mi casa cada sábado, incluso hacíamos merito yendo a las misas con mis tíos y M procuraba tener todas sus tareas listas para que su mamá no armara lio.
Como dije, con M nos llegó un mutuo gusto al experimentar el ser casi descubiertos, una vez en una de esas que se quedó a dormir en mi casa, durante la noche lo desnudé completamente y ya me preparaba para jugar, cuando escuché la voz de mi papá, me levanté rápido y caminé hasta él, abrió la puerta y preguntó si no nos hacían falta más cobijas, yo estaba cagadisimo de miedo esperaba que mi papá me matara, pero voltee y M estaba cubierto hasta el cuello y parecía estar genuinamente dormido, le dije que estábamos bien, mi papá nos dio las buenas noches y se fue. Consejo, nunca dejen la puerta sin seguro.
Respiré con alivió, cerré con llave y puse una silla, me quite la ropa hasta quedar en interiores, me iba a recostar junto a M para dormir, se me habían quitado las ganas de “jugar” por el tremendo susto, le quite la cobija y cuando se la retiré, aún con la luz apagada miré su cuerpo desnudo y vi que tenía su pene bien duro golpeando su vientre y estaba bastante baboso de la punta, las situaciones de peligro le gustaban, lo giré con violencia, y esta vez no me importo como estuviera o a que oliera, le abrí ese par de bolsas carnosas y hundí mi cara en ellas, al principio las tensó, me aparte y le di un fuerte pellizco en una nalga, M tan intuitivo como siempre, sabía lo que tenía que hacer, liberó esa tensión y abrió sus piernas para mi.
Amaba el nivel de obediencia de ese chico, comencé a chupar cada una de sus blancas y suaves nalgas e imité lo que en una ocasión vi en un video xxx, donde un hombre ponía su rostro en medio de unas tetas y comenzaba a mover su cabeza a los lados, puse en practica ese conocimiento y me coloqué en medio donde estaba su rajadura y comencé a mover la cabeza y lengua, me aparte, abrí mi boca grande y le di una tremenda mordida en el culo, M se quejó pero en ningún momento se apartó ni tenso su trasero, aguató como un valiente y eso me gustó, pasé a la otra nalga y le di el mismo trato, después las sobe, chupe, apretujé y lamí, me aparte un momento me hinqué entre sus piernas y con mis manos abrí sus nalgas a un costado y ahí estaba ese culito arrugado, rosado y apretujado.
Tomé las manos de M “el dormido” y las puse sobre sus nalgas, las movi a los lados indicando lo que tenía que hacer y rápidamente él solito las abrió para mi, tomé mi pene, no le quite la piel, solamente lo dirigí a su destino, lo coloqué en la entrada de M, empuje con fuerza y sin consideración, en ese instante M se quejo, quitó las manos de sus nalgas y se quizo girar para retirarse pero yo era más pesado y fuerte, pero M no solo fue el único afectado, ese ataque tan imprudente de mi parte me dolió bastante pues de golpe sentí como mi piel se fue tan atrás que casi sentí razgar mi frenillo.
Eso fue muy doloroso, me retiré un poco para revisarme, el intento de averiguar algo fue fallido pues había poca luz y a simple vista pero no había sangre, bese el cuello de M y le dije al oído.
– perdón.
Puse sus manos atrás una vez más pero él no las movía, hasta que después de unos segundos las abrió despacio con algo de inseguridad, acerque mi pene, él se movió pero le dije que seria gentil, le retire las manos, y sus nalgas se cerraron y apretujaron mi miembro, comencé a moverme despacio, cuidando mis embestidas pues el trasero de M era grande y abarcaba perfectamente mi verga pero si presionaba con mas fuerza mi cabeza rozaba su entrada, y había quedado claro que de momento esa no era una opción.
Me dejé caer despacio y comencé a moverme, había experimentado cosas muy deliciosas con él pero ninguna se le parecía a esto, su trasero presionaba mi verga, yo buscando no ser egoísta y comencé a buscar su pene con mi mano, pero el estar recostado boca abajo y yo encima de él hacía la tarea algo complicada, entonces me separé un poco y meti mi mano hasta alcanzar sus testículos y posteriormente comencé a bombear.
M jadeaba un poco pero creo que era mas porque le impedia respirar adecuadamente pues yo estaba ecima de él y sumado a esto no paraba de empujar, mientras me movía sobre él con mi mano apretujaba sus bolas, depues quise meter mis dedos pero no quería lastimar a M, y me conforme con masajear la zona entre sus huevos y su ano, y al mismo tiempo empujaba.
Mi pene golpeaba su entrada sin llegar a entrar, en momentos mi cabecita lograba ser besada por su ano y esto me hacía sentir enloquecer, el contacto, calor y humedad de sus primeros pliegues anales rozando las terminales nerviosas de mi frenillo me hacían querer empujar hasta adentro y estuve muy cerca de perder él control pero cuando comenzaba a cruzar esa barrera tan delicada M comenzaba a poner fuerte resistencia, hacía gestos de dolor y su cuerpo amenazaba con retirarse, y de momento eso me ayudaba a guardar un poco de distancia, pues lo que yo quería en ese momento era terminar…
Mis dedos se movían entre sus bolas y culo en círculos, yo estaba al limite de mi capacidad y ya sin importarme demaciado empujé hasta meter una octava parte de mi pene en su interior y simplemente fue delicioso, M se sobresaltó con fuerza, sin duda debió doler pero yo no paraba de empujar hasta que sentí como vibraba ese espacio entre los huevos y ano de M, y ese vibrar lo podía sentir en la punta de mi pene, era como si su ano se moviera y a pretujara la punta de mi verga, lo que no hizo mas que hacerme terminar en su interior, se escucho un splat y algo de mi leche se escapó de su ano, ya que al no penetrar a fondo y disparar con tanta potencia, mi leche salió por los lados.
Como era costumbre después de perder mi erección me retire de él, tome unos calcetines para limpiarlo, lo tomé de la cintura para que se pusiera en cuatro y obedeció, limpie todo con cuidado, hasta que en un momento se tiró una especie de gas y con el salieron los restantes de semen que había en su interior, no mentiré mentir me sentí muy orgulloso de ver eso, era como si lo hubiera marcado para mi, con mis manos abrí sus nalgas mejor y después de un rato lo termine de mirar, lo dejé dormir desnudo y yo junto a el, con mi mano en sus genitales y mi pene pegado a su trasero…
Parte 4