CASI SOBRINOS. (12)
Graciela y Ale me siguen “moviendo el piso”. La amiga de Gabriela resulta ser muy querendona y aparece Marietta, cada vez estoy mejor, aunque se me ocurren ideas trasnochadas….
FREYA – MARIETTA – CAMBIOS. (12).
Me sentí de maravilla cuando llegué a casa y me recibió Graciela con un abrazo, me contó rápido sin que le preguntara que Elizabeth se había ido a la casa porque le había salido un viaje y tenía cosas que debía hacer allí. Me extrañó que Ale no hubiera salido a recibirme y ella me contó que estaba en la cabaña y andaba medio cabizbajo, “a mí no me dijo nada, pero, seguramente, algo le afectó lo del padre”, -me dijo-. Luego de esto se me arrimó de espaldas, apoyó sus nalgas en mí y me pidió que le reventara el culito.
- Estoy muy caliente amor, solucionaste mi vida y la de mi hijo, los dos te pertenecemos.
- Ya lo sé, pero si te cojo ahora me mostraría muy perverso y te dejaría el culo morado a chirlos, tuve un día fatal en la tienda, además tengo que trabajar, hoy no hay verga para ninguno de los dos, -se me escapó porque estaba pensando en otra cosa y enojado por los problemas que me dejaba Jacinto-.
- No importa mi vida, castigame, atame y usa mi culo para descargarte, pero… ¿Escuché bien?, ¿ya te lo cogiste a Ale?, ¿es tan putito como decía el padre?, -preguntó algo sorprendida-.
- Sí, es muy putito y le encanta que le rompa el culo, pero lo que busca es que le den cariño, ¿te molesta?
- No, viniendo de vos no me molesta, sé que no lo harías sufrir, ya estaba pensando en cómo hacer para preguntarle si le gustaría que vos lo cogieras y decirle que yo sabía lo del padre, ¿querés que compartamos la cama?, sólo tenés que pedirlo.
- Por ahora no, quiero que el mantenga esa incógnita y la idea de que está haciendo algo oculto a tus ojos sin saber nada.
- ¿Te aguanta bien?
- Sí, se aguanta todo, al igual que a vos, lo acostumbraron a recibir con violencia y a aguantar, pero yo no lo trato igual, él se ponía muy mal cuando los espiaba y veía que te maltrataban.
- Bien muerto que está ese hijo de puta, me hubiera gustado hacerlo sufrir con mis manos, que haya hecho sufrir a mi hijo no se lo voy a perdonar nunca, -expresó con furia-.
- Bueno, ya está bien, olvidate de ese tipo y dedíquense a tenerme satisfecho a mí, -le dije tomándola del cabello y estirándoselo hacia atrás para darle un beso de lengua que la hizo gemir y demostrarse totalmente entregada-. Voy a ver como está, poné la cena que tengo hambre.
- Si mi hombre, -respondió sin siquiera pensarlo y sus nalgas parecieron moverse danzando cuando se dirigió a la cocina a cumplir con lo pedido-.
Me fui para la cabaña a verlo a Ale y me lo encontré a mitad de camino, apenas me vio, corrió para abrazarme y lo alcé apretándole las nalgas que ya me parecían más rellenitas. Nos sentamos en un banco que había cerca de un árbol grande y le pregunté cómo andaba…
- ¿Qué te pasa mi cielo?, ¿estás triste por lo de tu papá?
- No tío, es mejor porque ahora te puedo llamar papá, estoy enojado con Felipe porque me dijo que a vos te gusta más el culito de él.
- No es así, yo te quiero más a vos, pero tampoco me gusta que anden con diferencias o celos, eso me disgusta mucho, -le expresé con gesto de enojo y acusó mi mirada-.
- No te enojes tío, te prometo que nunca más me voy a enojar, me gusta mucho que me digas que me querés.
- Bueno, vamos a cenar porque después tengo que trabajar y hoy no va a haber mimos, -le dije y lo besé profundo, al igual que con la madre, lo sentí totalmente entregado-.
Luego de la cena yo me fui al escritorio a trabajar y Graciela se sentó en el sofá del living para hablar con el hijo. No, no sé qué hablaron ni quise preguntar, lo que hablaron debía ser algo muy íntimo de ellos dos y del mismo modo en que acontecía conmigo, como no me gustaba que me preguntaran, yo tampoco era de inmiscuirme a menos que fuera necesario. Me rondaba en la cabeza el tema de la Dirección de Informática y no sabía a quién recurrir, pero se me cruzó Gabriela por la cabeza y la llamé.
- Ah, bueno, parece que mi amante pijudo se dignó a aparecer, te extraño mucho mi vida, -dijo apenas atendió la llamada, pero su voz se notaba un tanto alcoholizada, escuché una risa femenina a su alrededor y música de fondo-.
- Hola Gabi, desconozco tu tono de voz, ¿estás bien?, mejor te llamo en otro momento.
- No, no, mi vida, disculpame, estoy festejando en una confitería con una amiga y creo que tomé de más, se acaba de divorciar y bueno, ya sabés…, -su voz se escuchó mejor-.
- ¿Estás sola?
- Sí, mi adorado cornudo debe andar en las suyas y esta es una salida de “chicas veteranas”, ¿me vas a venir a buscar?, por un rato de tu verga dejo a cualquiera de lado, – “yo también quiero, no me vendría nada mal, jajaja”, se escuchó decir a su lado-.
- Gabi, me estás tomando para la joda y yo sólo quería hacerte una consulta sobre trabajo, lo dejamos acá y te llamo mañana.
Corté la comunicación cruzando los dedos, si un poco la conocía, Gabriela se despabilaría de inmediato y me volvería a llamar y si no, bueno, podría esperar hasta la mañana siguiente. De lo que sí estaba seguro es de que ella tenía conocimientos sobre curriculum presentados por egresados de la carrera de Informática, había recordado que ingresaban de tres a cuatro por día en RR.HH. de la empresa y alguno de ellos podría serme útil. Mi premonición resultó, tres o cuatro minutos después vibró mi celular.
- Disculpame José Luis, no me cortes, estuve un poco desubicada, ¿qué es lo que necesitás?, -por el silencio del entorno parecía hablar desde el baño de la confitería-.
- Necesito a alguien que sepa de Informática y que me pueda armar a la brevedad una oficina para que toda la empresa trabaje en Red, pensé que vos sabrías de alguno que no pudo entrar a trabajar en la multinacional.
- Hay una chica que es amiga y que casualmente renunció a la empresa hace unos diez días por diferencias con la Directora de su sector, te aseguro que sabe muchísimo de su trabajo, pero, por favor José Luis, decime que no estás enojado conmigo.
- Nada que no solucione una buena rotura de culito, ¿dónde estás ahora?
- En la confitería del hotel Libertador y para vos, siempre dispuesta, si me vas a venir a buscar me deshago de mi amiga y alquilo una habitación.
- Si de verdad anda necesitada decile que se quede, jajaja, lo de la habitación dejalo por mi cuenta, así no te queda registrado el gasto en la tarjeta.
- Dale, yo te espero seguro, ya estoy en el aire y con más ganas que nunca.
Escucharla a Gabriela, recordar su culo parado y receptivo tal como me lo entregó sin tapujos en Maceió disipó mis broncas y si, además se “prendía” su amiga divorciada, pasaría una noche divertida. Por otro lado, la posibilidad de acceder a los datos de la Informática era bien concreto, Gabriela no me hubiese hablado bien de ella si hubiese resultado una trabajadora mediocre.
Me di una ducha rápida y me cambié de ropa, iba sencillo, pantalón, camisa blanca de manga larga y zapatos italianos, no era necesario emperifollarme, de todas maneras, era toda ropa de marca y la diferencia se notaba. La llamé a Graciela para decirle que saldría y no volvería hasta la madrugada, le pedí que no me esperara despierta y ni siquiera amagó con preguntar, sólo me devolvió el beso que le di.
Al llegar ingresé con paso seguro y Gabriela me saludó desde una mesa cercana a la barra de la confitería, estaba acompañada de una MILF tan bien puesta como ella de cabello castaño claro y unos hermosos ojos verdes que, seguramente eran lentes de color, me acerqué a saludarlas y me presentó a la amiga. Resultó llamarse Freya y me saludó con un beso en la mejilla, las dos vestían de minifaldas a medio muslo y su altura se equiparaba con la mía por sus tacos.
- Hermoso nombre el tuyo, es netamente escandinavo o noruego y le pertenece a la Diosa del amor, la belleza y la fertilidad, tus padres tenían claro lo que resultaría cierto luego de algunos años.
- Es el primer hombre que sabe el significado de mi nombre, ya me enamoré, -le dijo a Gabriela-.
- Lo debés haber impactado, a mí nunca me dijo el significado de mi nombre, -acotó la rubia infartante-.
- No seas celosa, el tuyo es hebraico y significa algo así como “La Fuerza de Dios” y ya me has demostrado la fuerza que tenés, aunque a veces te caigan mal algunas comidas, jajaja, -le dije haciendo alusión al desayuno que le había caído mal en Brasil-.
- Sos muy malo, menos mal que te pude demostrar lo contrario cuando me hiciste morder las almohadas, jajaja.
- Se va a poner colorada tu amiga.
- Para nada, ya me estuvo contando y no te imaginás la envidia que le tuve, aunque yo no sé si podría aguantar el calibre mentado, jajaja.
- Si ninguna lo toma a mal, hay un solo modo de averiguarlo, ¿pido una habitación?
- Sí, yo no me lo pierdo, siempre firme al pie de “tu” cañón, jajaja, -acotó Gabriela sin ningún pudor-.
- Pero amiga, ¡que puta que sos!, -le dijo Freya a Gabriela cuando yo me dirigía al mostrador de recepción-.
- De él querida, sólo de él, ya te enterarás…
Me encantaban ese tipo de mujeres que, sin mostrarse chabacanas, hablaban sin tapujos ni pruritos, conocedoras de su cuerpo y seguras de lo que querían. Luego de tomar la habitación me acerqué a la mesa, les di el número y subí yo primero, difícil engañar a nadie allí adentro, pero guardar las formas no estaba de más. Ellas subieron en el siguiente ascensor y entraron directamente a la habitación que tenía la puerta entornada.
Freya se acercó a mí porque la amiga se había girado para cerrar la puerta y la abracé para comerle la boca sin más, respondió enseguida y apoyó todo su cuerpo al mío, su pelvis parecía hervir y se refregó contra mi bulto, “Me dijo Gabi que tenés una buena verga y se nota por el bulto”, -me dijo, a lo que Gabriela acotó-, “ahora lo beso yo y lo desnudamos”. Se desesperaba besándome porque Freya le había agarrado las tetas desde atrás y le apretaba los pezones acariciando y llenándose las manos de las “mellizas” de su amiga, “¡qué hermosas tetas que tenés!, te las voy a secar”, -le decía empujándonos a los dos hacia la cama.
Me dejé caer y mientras Gabriela me desnudaba de forma acelerada, Freya se puso en pelotas en un parpadeo, sus tetas estaban un poco caídas, nada que ver con las de mi amiga, pero tampoco eran, ni en forma ni en tamaño, para despreciar, todo lo demás era muy apetecible y pensé que gritaría hasta quedar disfónica. Enseguida le tocó el turno a Gabriela para sacarse la ropa y la recién divorciada se arrojó sobre mi verga para darme una mamada. “Siempre soñé con un “calibre” semejante y debí conformarme con poco, pero estoy segura que me la podré tragar”, -dijo poniendo manos a la obra o verga a la boca-. No se anduvo con preliminares y, con arcadas, gimiendo fuerte y contorsionándose por los dedos de Gabriela que hurgaban en sus huecos, se la tragó toda y casi me hace acabar como un chico adolescente.
“No lo vas a poder hacer acabar así, ponete en cuatro que cuando te entra es maravillosa”, -le pidió, casi le exigió Gabriela-. Yo sabía que la esposa de uno de mis Abogados buscaba una buena mamada y cuando Freya se colocó en cuatro, ella no perdió tiempo en poner su entrepierna al alcance de la boca de su amiga. El culo de la castaña era espectacular y su vagina estaba empapada, así que, con el glande lubricado no tuve problemas en comenzar a entrar. El problema lo tuvo Gabriela para sostener la cabeza de la amiga y que la boca permaneciera en su concha porque ésta amagó con gritar cuando sus carnes comenzaron a abrirse dejando paso al ariete. Entré relativamente despacio, logrando con esto que la sintiera de principio a fin y cupo todo el miembro en su interior, después de esperar unos segundos y cuando ella sola comenzaba a moverse, mirando la cara de goce de Gabriela con la mamada que recibía, le di para que tuviera y guardara.
Alterné dureza con delicadeza dándole sumo placer a Freya que se había logrado zafar de las manos de Gabriela cuando ésta gritó y se tiró hacia atrás por el orgasmo que experimentó. Yo había notado un par de orgasmos cortos de la amiga de Gabriela y su conducto ya no era tan estrecho, por eso aproveché cuando la escuché decir: “Sííí, ¡qué verga Señor, que verga!, rompeme toda, haceme mierda, jamás me sentí tan llena”. Indudablemente y ante mis ojos se erguía un culo usado, pero muy deseable y no tardé en sacar mi verga para apoyar el glande en el orificio palpitante. “Noooo”, -alcanzó a decir-, no me importó su grito como de ruego, ya tenía medio falo en su interior mucho más estrecho y de allí no me sacaban ni con una grúa. Gabriela acariciaba las tetas de la amiga que colgaban y le decía que a ella también le había dolido, pero que le encantaba que yo le rompiera el culo a pijazos.
Se me hacía que estaba gozando de la rotura de culo de la amiga porque me miraba con una especie de sonrisa sarcástica, me lo corroboró porque cuando entré hasta que mi pelvis chocó con sus nalgas y Freya se desgañitó gritando contra la almohada, se acercó a su oído y le preguntó sobradora: “¿No era que yo debía ser una principiante que no se aguantaba una buena verga en el culo?”. “Es enorme Gabi, creo que me desvirgó el culo de nuevo”, -le contestó apretando los dientes, pero fue todo lo que duró su lamento, pronto comenzó a mover las caderas y a gozar.
Gabriela se acercó a mi oído y me pidió en voz baja pero cargada de sensualidad: “No le acabes a ella, mi culo te está necesitando mi vida, quiero que me lo rompas sin contemplaciones”. Se me pararon los pelos de la nuca y no tuve que esperar demasiado para cumplir con mi compañera de vacaciones, el orgasmo de Freya fue tremendo, gritó, empujó sus caderas buscando más penetración y quedó tirada boca abajo como fulminada.
La verga hizo un “plop” cuando salió de la recién cogida y Gabi se hizo dueña de ella, la limpió un poco con la sábana y se la tragó haciendo sólo una pequeña escala, la mojó bien un par de veces y se tiró boca abajo abriéndose las nalgas, “así la voy a sentir más, pero voy a tratar de aguantarla”, -expresó torciendo su cara y me pareció que estaban como jugando una especie de competencia porque la amiga se incorporó un poco para mirar prestando atención-.
Eso de “está acostumbrado” casi nunca contaba cuando el glande penetraba, podía doler más o menos, pero siempre se sentía, después había tiempo para hacerlo más llevadero o para dilatarse a gusto o manejar los músculos del esfínter o para moverse despacio o utilizar un poco más de dureza en las penetraciones, como fuere, ese primer vergazo a mí me encantaba por lo que provocaba y, aunque Gabriela sabía lo que venía detrás, no pudo evitar gritar hundiendo la cabeza en la almohada.
- Es como digo, sos tremenda puta, yo lo cornamenté varias veces a mi ex, pero no te tenía en esa faceta, -le dijo Freya acariciando su espalda-.
- Es con él, ayyy, es sólo con él, me puede, me encanta todo lo que me hace en una cama, mi culo está enviciado con esta verga, -le contestó Gabriela con la voz entrecortada debido a que trataba de acoplarse a mis movimientos olvidándose ya del dolor inicial-.
La seguidilla de orgasmos cortos no se hizo esperar, mi amante ocasional ya había descubierto que era multiorgásmica, pero sólo cuando era penetrada por el ano y su amiga se pudo dar cuenta de ello. Yo sabía lo que pasaría, Gabriela quedaría desmadejada y antes de que eso sucediera, la penetré profundo y la llené de leche incentivando con eso sus movimientos y sus temblores y contorsiones.
La almohada ahogó sus gritos de placer en el orgasmo y yo me reí íntimamente por eso, se había dado cuenta cuando estábamos en Brasil de que, si dejaba salir su grito, éste se escucharía en todo el hotel y su único modo de atemperar la manifestación placentera era con la almohada o con las sábanas hechas un bollo como había hecho en Maceió. Luego de eso descansamos un poco y nos restablecimos tomando una copa y llegó el momento en que deberíamos bañarnos.
Allí se destaparon y se soltaron un poco más, bastante más diría porque, en un primer momento me ignoraron y se “mataron” con besos, caricias y un “69” raro practicado en el piso de la bañera. Claro que todo esto volvió a actuar en mi verga como si tuviera un resorte y bastó con que la viera erecta y erguida para ponerse a competir para ver quien la tragaba más, hubo un solo ganador en esto, para ella fue un empate, pero yo acabé como un descocido llenándoles la cara con mi simiente caliente. Antes de dejar la habitación le pregunté a Gabriela sobre la persona que me recomendaba para hacer el trabajo de Informática, “qué hora es ahora”, -me preguntó de forma sorpresiva-. Le dije que recién había pasado de la una de la mañana y buscó el celular en su cartera para llamarla a la amiga desocupada.
- Marietta, hola amiga, por lo rápido que atendiste me imagino que estarás sentada ante el monitor de la compu. Estoy tomando una copa con amigos y uno de ellos, el dueño de una empresa muy importante anda buscando un Directora para una futura Dirección de Informática, lógicamente, me acordé de vos. Esperá, esperá no cortes… ¿José Luis, te animás a llevarme hasta la casa de Marietta así le explicás a ella?
- Animar me animo, mientras no nos saque corriendo, jajaja, decile que ya estamos saliendo y que no hay problemas si está de entrecasa.
- Vamos para tu casa, nena, hacé un poco de café, no creo que te vayas a arrepentir, te estoy hablando de las grandes tiendas “xxxx”.
- ¿Vos sos el dueño de esas tiendas?, -preguntó Freya visiblemente sorprendida-. ¿No me habías dicho que era un Ayudante de Contador en la empresa en la que trabajás?
- Sí, era, renunció hace poco para dedicarse por entero a su propia empresa, pero antes me llevó de vacaciones a Maceió, jajaja.
- Hija de mil… ya me parecía que no habías ido sola, te envidio, no me contés más.
Llegar hasta la casa de la tal Marietta nos llevó unos veinte minutos y en todos esos minutos, mientras trataba de contarle a Gabriela lo que quería hacer con la modernización de la empresa, Freya aprovechó para hacerme un par de preguntas relacionadas con la venta de bijouterie de alto nivel pues a eso se dedicaba la recientemente divorciada. Le contesté que se podría ver de poner un local de ventas dentro de la propia tienda, pero que teníamos que hablarlo bien porque yo era muy exigente con la calidad de los productos que se ofrecían.
La morocha de cabello largo y lacio que nos abrió la puerta era un poco más baja que Gabriela y el primer pantallazo me provocó un conflicto con lo que tenía que mirar, el rostro oval de labios llenos y ojos verdes que se me antojaron naturales se contraponía con mis deseos de fijar la vista en sus tetas duras y paradas que ocultaba una remera blanca o en el shorcito de jeans que tapaba sus caderas y dejaba ver sus muslos y piernas bien formadas, aunque, claro está, no demostré nada.
Su ascendencia itálica era bien marcada, su físico remarcaba lo del nombre derivado del tan famoso y común “María”. Gabriela nos presentó y Marietta nos hizo pasar a la casa, un chalecito, chico, pero muy coqueto y bien puesto que denunciaba el orden en que se movía la dueña. Nos ofreció un café y le pedí si no tenía un chorrito de leche para cortarlo, “como no, ya le alcanzo”, me contestó mostrándose un tanto cohibida aun cuando parecía tener mi misma edad.
- Por mí está bien si me tuteas, -le dije y me devolvió una sonrisa de aceptación-.
- ¿Qué andarán haciendo los tres a estas horas de la madrugada?, -preguntó risueña al dejarnos el café y sentarse frente a nosotros en un sillón-.
- José Luis nos invitó a tomar algo en la confitería del Hotel Libertador y la pasamos muy bien, fantástico diría, -respondió Gabriela con los ojos brillantes-.
- ¿Se conocían de antes?
- Yo no, me lo presentó Gabriela, creo que trabajaban juntos, -expresó Freya-.
- No entiendo, ¿no me dijiste que era el dueño de …?, -preguntó Marietta con cierta intriga-.
- Te dije bien, sucede que este loco trabajaba como Ayudante de Contador en la misma empresa en que estoy yo. Me lo presentó mi marido en una reunión de Empresarios diciendo que era uno de los mejores clientes del Estudio Jurídico, que estaba forrado en dinero y yo tampoco entendía nada, -acotó Gabriela-.
- Marietta tampoco va a entender nada, pasa que siempre estuve muy bien económicamente, pero trabajaba en la empresa para independizarme de mi padre, el caso es que él falleció y tuve que renunciar y hacerme cargo de todas sus cosas, entre ellas las grandes tiendas y ahora quiero modernizarlas, -le aclaré-.
- ¿Y para eso querés a alguien que sepa de Informática?
- Un poco más que eso, las tiendas tienen Departamentos por rubros, los ingresos de mercaderías son disímiles, lo mismo que las salidas por ventas en salón, por repartos a tiendas de clientes en la Capital o en las Provincias, amén de todo el personal que hay en cada puesto o categoría, pues bien, yo quiero controlar todo desde mi oficina y que esté todo centralizado desde una Dirección de Informática, esa es la idea, si te animás, la Dirección es tuya.
- ¡A la pelota, esa tienda es enorme!, para eso se necesita un trabajo de un par de meses o más para hacerlo todo operativo y se necesitarán equipos nuevos y personal capacitado, ¡ufff!, ¿alguien quiere tomar algo?, me hiciste transpirar, –Gabriela y Freya sirvieron las copas porque Marietta me miraba y pensaba-.
- Me faltó decirte que nadie sabe nada de computación y habrá que brindar Cursos sin que se resienta el trabajo diario.
- Eso no sería mayor problema, se puede poner un Informático en cada Sector supervisado por la Dirección y éstos, además de hacer más fácil el trabajo, pueden capacitar a uno o dos empleados por Sección, siempre hay alguien que conoce de computación, con eso te ahorrarías el tema de los Cursos, sobrecarga de horarios y horas extras.
- Es muy buena idea, “el que sabe, sabe y el que no… es jefe”, bien, ¿te animás o no?
- ¿Así de una, sin curriculum y sin conocerme?
- No me hace falta, si Gabriela te recomienda, para mí es suficiente, eso sí, vos te vas a tener que encargar de la compra de equipos y de reclutar a la gente que trabajaría a tus órdenes, te dejo mi tarjeta y al dorso voy a escribir el importe que cobrarías, -anoté y le extendí la tarjeta personal que miró abriendo los ojos asombrada-.
- ¡Me estás jodiendo!, esto es el sueldo de un Director en una Multinacional.
- Yo no jodo con el tema del trabajo, soy muy exigente y exijo lealtad, capacidad de trabajo e idoneidad, la idea es que cobres bien porque tu trabajo será full-time y los francos son rotativos, las órdenes sólo las recibirás de mí, serás mi mano derecha y los sueldos del personal a tu cargo los podemos ver después.
- ¿Hay algún límite de gastos para la adquisición de los equipos?
- Ninguno, si sirven para tu trabajo y para la empresa se compran, sólo necesito que me hagas un presupuesto estimado.
- ¡Ayyy, por Dios Gabriela, esto no lo esperaba!, me salvaste la vida, José Luis, ¿Cuándo querés que empiece?
- Ayer, esto me urge, yo no llego hasta media mañana, pero vos presentate ante mi Secretaría, se llama Anabela y dale esta tarjeta, -en ella puse que Marietta sería la nueva Directora de Informática y que la llevara a recorrer las instalaciones-. Comenzá a preparar un detalle de lo que necesitaría y luego vemos de buscarte un lugar.
No tardamos mucho en la casa de la itálica y mientras las llevaba a cada una de las casas, Freya me volvió a preguntar sobre la posibilidad del stand para vender la bijouterie, “date una vuelta por la tienda mañana a eso de las tres de la tarde y traeme las muestras, allí vemos si eso puede andar”. De último la llevé a Gabriela y en el viaje hasta su domicilio le dije:
- La voy a recibir a tu amiga porque me interesa el tema de la bijouterie de calidad, pero me parece que se quedó un tanto caliente conmigo.
- ¿Caliente decís?, si no hubiera estado yo te mete en la casa de prepo, jajaja.
- Hablá mañana con ella, una copa, una noche y un “polvo” está genial, pero para repetir más o menos seguido existís vos, hacele el favor y avisale que una cosa es el tuteo y la jarana al salir, pero en la empresa actúo a “cara de perro” y no quiero que entre perdiendo de entrada.
- Perdé cuidado, la voy a poner al tanto y espero que no actúe como una pendeja irresponsable. Gracias por lo de hoy amor, la pasé genial y en cualquier momento paso a saludarte en la tienda.
- Dale, nos estamos viendo.
La despedida fue muy formal, con un beso en la mejilla y cuando descendió me saludó con la mano en alto. Yo llegué a casa como a las cuatro de la mañana y me gustó ver que mi habitación no estaba ocupada, no estando yo Graciela usaba la que tenía asignada y me pareció una forma correcta de proceder. Me desnudé poniéndome cómodo y fui hasta su cuarto, mi verga comenzó a reaccionar pensando en su culito, cualquiera de los dos que tenía en la casa me provocaba eso con sólo pensarlos.
Graciela dormía plácidamente y estaba colocada en una posición semi fetal casi al borde de la cama, pero prácticamente boca abajo y su culo entangado parecía brillar con la luz de la luna que entraba por el ventanal de cortinas corridas. Me hubiese bastado un pequeño piquete en su boca para que reaccionara y me diera una mamada, pero recordé que tenía que levantarse temprano para ir a la incineración de los restos de su marido y desistí de la idea.
Tan sigilosamente como había ingresado y con la verga erecta, dejé la habitación de Graciela y me acerqué a la de Alejandrito. El nene dormía igual que la madre, pero girado hacia el otro costado, su respiración era profunda y tranquila cuando me senté en la cama y allí no me aguanté, mi mano abarcó casi sus dos nalgas y las acaricié con delicadeza, pero tampoco quise despertarlo. Finalmente, ya con la verga algo morcillona y mirando el techo de mi cuarto me fui quedando dormido.
Me di cuenta que Graciela se acercó a mi cama en la mañana y me acarició el miembro dormido, pero no abrí los ojos y se retiró sin despertarme. Dormí un rato más y cuando, ya bañado y cambiado, me senté a tomar mi primer mate eran pasadas las nueve de la mañana, de buena gana hubiese comenzado el día recibiendo una buena mamada, pero madre e hijo se habían ido a cumplir con lo último que los unía a su otrora opresor y decidí irme para la tienda.
Jacinto y Esmeralda ya habían arreglado todo lo suyo y me esperaban para despedirse, era como una jubilación anticipada y él no tendría problemas por sus ingresos, además, seguiría cobrando su porcentual de acciones de la empresa. Me evitó problemas que ya tuviera ganas de dejar el trabajo y dedicarse junto a su futura esposa de disfrutar lo que les quedaba por vivir. Hubo un montón de abrazos y algunas lágrimas se escaparon, pero se fueron contentos, ya nos veríamos en su fiesta de casamiento.
Anabela no estaba e imaginé que andaría recorriendo los sectores de la tienda con Marietta. La ubiqué por teléfono y regresaron ambas a mi oficina. Las dos, una rubia y otra morocha, tenían polleras con unos quince centímetros por encima de sus rodillas, no eran propiamente una minifalda, pero dejaban traslucir unas piernas dignas de admiración, las de Marietta un poco más gruesas, más eso era lo que menos importaba. Luego de saludarlas a ambas, le pedí que me contara que es lo que había sacado en conclusiones, a Anabela, le di amablemente las gracias por atenderla, le pedí un café cortado y solicité que llamara al Jefe de Mantenimiento porque había que ordenar y adecentar la oficina adjunta a la mía pues mi idea era instalar allí la Dirección de Informática.
- Bien, contame lo que pudiste ver y si se puede meter mano rápido a todo esto.
- Para mí es fundamental comenzar con los ingresos de mercaderías y los Inventarios, esto en conjunto con los listados de personal, pero antes habría que comprar toda esta serie de equipos nuevos, -me dijo dándome un listado enorme-.
- Bueno, hacé de cuenta que ya está todo comprado y prefiero que lo hagas en una empresa reconocida legalmente, no importa si sale más caro, si pretendo transparencia debo ser el primero en brindarla, de eso te ocupás vos, hacés el pedido y hago el cheque contra entrega, ¿puede ser así?
- Sí, no va a haber inconvenientes, aunque algunas cosas tendré que conseguirlas “por izquierda”, pero serán las menos.
- Bueno, ya veremos cómo se cargan esos gastos, ¿qué hay con el personal que necesitarás?
- Necesitaré unos diez de ellos y tampoco tendré problemas en conseguirlos, me paro frente a la Universidad, ofrezco el trabajo y tendré un montón de aspirantes que quieren trabajar.
- Cinco o seis en blanco, los demás figurarán como gastos de Honorarios y la elección seguirá siendo tu decisión, luego me decís los importes de los sueldos y lo que cobrarán por día.
- Perfecto, elegiré a los mejores, de esos habrá que hacer dos turnos de trabajo de ocho horas para que carguen rápido todos los datos, eso es lo más engorroso porque mientras se hace la modernización, lo otro deberá seguir operando como hasta ahora para no hacer superposición de tareas y no encarajinar todo. Creo que, una vez instalados los equipos que llevará unos ocho o diez días, lo demás se puede hacer en otros diez días más, mientras tanto necesito copia de todo lo actuado hasta ahora.
- Me parece bien, digamos un mes y cada uno de los turnos podrá hacer sus comidas en el comedor de la empresa, esto será sin cargo hasta que esté todo computarizado, luego cada cual hará como todo el personal que aquí come mucho más barato que en cualquier otro lado.
- Genial, me encanta lo resolutivo que sos, no es fácil encontrar tanta disposición en un Jefe, va a ser buenísimo trabajar con vos.
- Creo que todo debe ser así, el empleado debe estar bien atendido y protegido para que rinda en todo su potencial, pero, por otro lado, debe responder a full, no soy de dar muchas oportunidades cuando me fallan o se “tiran a chanta” o pretenden tomarme de tonto.
- Es un “toma y daca” que muchos no entienden o se tergiversa todo en virtud de “relatos” para combatir al capitalismo, ¿no?
- Todos los idiotas que defienden eso, jamás entienden o no les conviene entender que es “Mí” capital y “Mí” dinero lo que pongo en riesgo, pago buenos sueldos, les doy todos los beneficios y no ando con un látigo en la mano, si aun así están en desacuerdo que despotriquen desde la calle, yo no los quiero a mi lado.
- Desgraciadamente hay muchos que no lo entienden y tiran siempre en contra o viven poniendo “palos en la rueda”.
- Es verdad, ellos, con sus ideas arcaicas, actúan como gusanos en la manzana, pretenden hacer que las empresas cierren y, si lo logran con su estupidez de la “Justicia Social”, apañados muchas veces por Políticos corruptos, quedan sin trabajo montones de empleados de la empresa y montones de empleados de empresas subsidiarias que suelen ser muchos más.
- Sí y, normalmente, no se tiene en cuenta que esas empresas subsidiarias que también van a la quiebra, dejan en la calle a muchos que tampoco cobrarán ni tendrán ingresos.
- Que se caguen de hambre o pasen necesidades esas familias no les importa tres carajos, ellos habrán volteado al “Capitalista”. Son tan estúpidos que tampoco tienen en cuenta que el Estado que dicen defender no podrá cobrar los impuestos que esas empresas abonan para mantenerlos, son una resta constante en la que sólo viven bien y muy bien algunos pocos de ellos.
- Lo fundamental de la iniciativa privada, ¿no?
- Lógico, las empresas privadas son las únicas que pagan impuestos y generan ingresos de todo su personal que también paga impuestos sobre el consumo, todo el Estado depende de los ingresos y los impuestos de los Privados, si no hay impuestos, no hay Estado, no hay subsidios, no hay sueldos de Políticos, Asesores, teléfonos, combustibles para sus autos, es un “efecto dominó” en contra, no hay para sueldos de maestros, médicos, enfermeros, fuerzas de seguridad, y sin ingresos no hay para gastar, ergo: todas las demás empresas comienzan a desaparecer, ¡que no me jodan!, ¿cuándo empezarán a pensar con una cabeza bien puesta sobre los hombros y se pondrán a hacer Leyes que ayuden a todos?
Me empezaba a calentar con esto que pensaba y me sacó de eso Anabela avisándome que había llegado el Jefe de Mantenimiento para ver que quería con la oficina adjunta. Lo hice pasar, le presenté a Marietta y le dije que fuera con ella a ver las modificaciones que quería hacer o no en el lugar. Me quedé solo cuando se fueron y caliente, sí, estaba caliente y no era por enojo. La llamé a Anabela a la oficina y la miré bien antes de comenzar a hablar, la rubia grandota estaba más que bien, para mejor, entró como sacando pecho y tenía tetas para repartir, además exhibía una hermosa sonrisa y no me pude contener.
- Antes de preguntarte por las novedades, dejame decirte que hoy estás más linda que nunca, ¿hay algo especial dando vueltas por tu vida? y, ¡por favor!, no me salgas con el tema del Patriarcado o el Feminismo, es sólo una consulta, podés contestarla o no.
- No, nada que ver, esas mujeres no me representan, yo soy bien dueña de mi vida sin que ninguno de esos esperpentos me venga a decir cómo debo vivirla o que debo hacer con ella. Respecto a lo de alguien “especial”, pues sí, hay alguien.
- Bueno, me alegro por vos y por él o ella que disfrutará de tu presencia.
- Es “él” y es mi Jefe, mi idea es estar siempre hermosa y dispuesta para él porque me equivoqué feo y me dio otra oportunidad, este puesto y este sueldo significa mucho para mí y para mi madre.
- Se agradece lo que decís, pero yo exijo capacidad de trabajo y lealtad, vos reunís las condiciones y no suelo pedir nada a cambio de agradecimientos “extras”.
- Permítame aplicar mi propia forma de pensar, yo soy divorciada y tuve un matrimonio horrible, bien podría ser una militante del Feminismo, pero eso no me interesa, aprendí que parte de la culpa era mía por no saber decir que no o elegir bien, hoy por hoy sé cómo quiero ser, como me doy o como ser agradecida, eso es algo muy mío.
- Está bien, es respetable y me halaga, por lo menos veré algo hermoso siempre que aparezcas y es preferible que me tutees, me siento más cómodo. Vos vivís con tu madre y sos el único sostén, ¿no?, algo así me dijo tu tío, ¿puede ser?
- Así es, mi madre tiene un problema en las caderas que le impide caminar, esto implica gastos de medicamentos y de una persona que la ayude durante el día.
- Disculpá la pregunta, pero, ¿es algo terminal o sin solución?, sentate, olvidate del trabajo y contame.
- Tiene solución con una operación y una prótesis, pero no puedo costearla, hablamos de un costo en dólares y es imposible para mí.
- Tu tío gana muy bien, no pudo o puede él ayudar a tu madre.
- A mi tío no le alcanza lo que gana ni para él, bueno, sí, le alcanza, pero lo gasta rápido, es más, nosotros vivimos en la casa paterna que era de mis abuelos y él quiere venderla, no le importa que no tengamos dónde vivir, esa fue una de las causas por las que accedió a hablar con el señor Jacinto y conseguirme este trabajo. Él dice que si yo trabajo puedo alquilar algo para las dos y la casa se puede vender, pero mi madre no quiere eso y ahí están.
- En temas familiares no me meto a opinar, pero vamos a hacer algo que nos beneficie a los dos, averiguá bien lo que necesita tu madre y cuánto será el costo de la prótesis y dónde la pueden operar, yo voy a tratar de conseguir un crédito para sortear ese problema.
- Es que yo no puedo pedir ningún crédito, no tengo propiedades ni garantías.
- Vos no, pero yo sí y si te consigo un crédito vas a estar muy agradecida conmigo y me vas a responder al 100%, ¿qué opinás?
- Eso no es necesario, podés estar seguro que te voy a responder sin necesidad de la ayuda.
- Eso lo doy por descontado, pero a cambio te puedo pedir algunas otras cosas, por ejemplo, que me ayudes a llevar a cabo una venganza contra mi “ex”, no, no me mires con esa cara, no la quiero matar ni nada por el estilo, puede parecerte una chiquilinada, pero sólo quiero que se mastique sus propias tripas, la pasé muy mal por culpa de lo que me hizo y enterarse de lo que tengo o dejo de tener le va a provocar úlceras, no es tan complicado.
- Yo pensaba dejar de hablarle porque me había engañado con lo suyo y me comí un “paquete” enorme que casi me cuesta el trabajo y vos querés que la contacte nuevamente y le cuente cosas de tu buen pasar. De hecho, te cuento que casi llora cuando le dije que eras el dueño de estas tiendas, no la está pasando bien y por lo que ahora sé, lo debe estar pagando.
- Ves, eso es lo que pretendo, que se retuerza por lo que podía haber tenido, ella me conoce bien y sabe que jamás podría perdonarla, pero, por lo menos le devolvería algo del daño mental que me provocó, ¿vive en la Capital?
- Hoy por hoy trabaja como dependienta en una tienda de una conocida de antaño, alquila una casita en una localidad de la Provincia cercana a la Capital Federal y está sola.
- Pensé que estaría casada o juntada con algún tipo con dinero, “habilidades” tenía para eso.
- Yo la había perdido de vista cuando dejé de ir al gimnasio, ¿sabes dónde la volví a encontrar?
- Ni idea, ¿en alguna confitería de las que sabía frecuentar?
- No, en la Sala de Espera de una Psicóloga que atendía a víctimas de Violencia de Género en un Organismo estatal, mi marido me golpeaba feo y luego de que me separé tuve que ir allí para recuperar un poco de mi autoestima y perder mis miedos, ella iba por lo mismo debido a la pareja que tenía antes.
- ¡Mierda, eso no lo esperaba!, creo que va a ser mejor que lo deje todo acá, suficiente castigo debe haber tenido entonces.
- Como gustes, aunque, si querés lo podemos hacer con un guión, a mí también me engañó cuando me habló de tu persona, mucho no debe haber cambiado y eso que no te cuento lo que me contó sobre la intimidad de la pareja, pero ahora que te conozco personalmente dudo mucho de sus “cuentos”.
- Jajaja, no te digo que soy un semental, pero… digamos que me defiendo bastante bien y hasta ahí llego. Mejor dejamos el tema de mi “ex” en stand bay, igual averiguá lo que te pedí sobre tu madre y vení vamos a ir al comedor, “picamos” algo y hablo con el Encargado por el tema del futuro personal de Informática.
Nos fuimos para el lado del comedor del personal y, de pasada le avisé a Marietta para que nos acompañara, la itálica estaba entusiasmada con la futura oficina y hablaba hasta por los codos contando lo que pretendía hacer, de hecho, tampoco se quedaba quieta con eso sólo, ya había llamado por teléfono a dos conocidos suyos que tenían vastos conocimientos del tema y esperaba ponerlos como dependientes directos de la Dirección…
- Repartí los sectores de la empresa y ponelos como Jefes de Sectores, el sueldo podrá ser de un 60% del tuyo, creo que estarán bien pagos, -le dije cuando Anabela se había ido al baño-.
- ¿Bien pagos, decís?, por ese sueldo te hackean hasta la CIA.
- La CIA no creo, pero después podemos hablar de otros tipos de trabajos, teléfonos, computadoras, etc., no serán muy legales, pero sabré perfectamente con los “bueyes que aro”, estoy en bolas con muchas cosas.
- Eso es mejor que no se sepa, tendría que hacerlo directamente yo y no trascenderá de nosotros dos.
- ¡Marietta, sos terrible!, tendré que tener cuidado con mis celulares, jajaja.
- No lo digas ni en broma, vos confiaste en mí para el trabajo y yo nunca te voy a jugar sucio.
Me apuré a hablar lo que tenía que hablar con el Encargado, las dejé a las dos chicas charlando, pero les dije que en media hora las quería en la oficina y me volví solo hacia allí, ya era la hora en que debía venir Freya y, por un lado, las chicas me ayudarían con la evaluación de la bijouterie, por el otro, aunque tenía ganas de “ponerla”, no quería hacerlo con la “veterana”.
GUILLEOS1 – Continuará… Se agradecen comentarios y valoraciones.
realmente un lujo disfrutar estos relatos….no solo por la fantasías de tipo sexual seria como el porno italeano donde la acción tiene un sustentando el esto del relato. se disfruta y se agradece… una creación exquisita.-
Excelente muy excitante y la historia se pone interesante.