CASINO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola, ya he enviado algunos relatos previos de mis experiencias homosexuales, como podrán darse cuenta soy activo 100% , y me encantan los culos nuevos. Este relato sucedió hace quince días.
Mi esposa y yo acostumbramos ir a los casinos de vez en cuando, nos entrenemos por un tiempo y nos regresamos a casa. En varias ocasiones pude observar a un asistente del casino, moreno, joven, 1.70 m , delgado, muy atento con nosotros, yo no le día importancia porque es parte de su trabajo, pero después del atorón que tuvimos, y me di cuenta que él pudo sentir mi paquete dormido en todo su esplendor en su trasero, su trato hacia mi cambió. Me buscaba para preguntarme si se me ofrecía algo, etc, siempre cuando mi esposa no estaba conmigo, una noche que gané, al hacer fila para cobrar el estaba delante mío, seguramente para cobrar la ganancia de algún cliente, comentó a un compañero de trabajo: pues esta noche estoy, solo en casa, mi mamá esta de vacaciones, a ver que hago, yo sin comentarios. Así pasaron noches, que me buscaba cuando me veía que llegaba al casino, le agradecí la atención personalizada me daba y que me dijera quien era su jefe para felicitarlos por como trabajaba él.
Me dijo se llamaba Felipe, 21 años, soltero y que estaba a mis ordenes, así fuimos entablando un puente de comunicación, hasta que le pedí su celular para hablarle cuando llegáramos al casino y nos pudiera atendiera él. Le marque, y así automaticamente quedo mi número de cel en su teléfono, el cual grabó. Seguimos en contacto, yo entre broma y broma le pedía información sobre muchachas que trabajaban en el casino que quisieran tener una aventura aunque hubiera que pagarles- claro siempre que no estuviera mi esposa presente, me dijo que ninguna. Así un viernes en la noche que no fuimos al casino me envió un mensaje, preguntándome su iriámos r al casino, le dije que no, que mi esposa no estaba que pasaría el fin de semana en la casa de la playa con su familia porque había un festejo familiar y que yo por mi trabajo no pude acompañarla. Me respondió que salía a las tres de la mañana, que si podía pasar por él, porque quería platicar conmigo.
Le pregunté si tenía un problema familiar o económico, de que se trataba porque a esas horas era seguro salir,´´el solo me pidió: ven por favor, quedamos en que lo recogería a una cuadra del casino y así fué. Pasé por él y ahí estaba con su uniforme esperándome. Se subió a la camionta, lo noté nervioso, le pregunté que pasaba y me comentó, señor usted me llama mucho la atención, mi mamá no está en caso, solo somos ella y yo, por cuestiones de trabajo la mayor parte del tiempo estoy solo, creo que me gustan los hombres y cuando usted rozó su pene en mi trasero me impactó mucho, porque sentí muy rico y no se si usted esté dispuesto a ir a mi casa y que me haga lo que usted me quiera hacer. Mira Felipe, yo soy un hombre casado, tengo familia, mi mujer es de armas tomar, que ni se entere de tus sentimientos hacia mi persona, yo iría contigo solo si me prometes que no comentarás nada, no evidenciarás nada y si nos econtramos amigos como siempre, que dices?. él comenta claro, a mi no me conviene que en mi trabajo se enteren, mucho menos mi familia.
De esta manera llegamos a su casa, en un fraccionamiento popular, casi las 3:30 am, nadie en la calle. Entramos, cerró la puerta, se giró y me abrazó, yo lo abracé, vi su cara joven, unos ojos expresivos, acaricié su espalda, le agarré las nalgas, duras, rendondas, suaves, se me quedó mirando fijamente a los ojos y me dijo: desde que soy niño me gustan los hombres, pero jamás lo he manifestado por temor, tengo novia, pero no sabes lo que deseaba estar así, con un hombre mayor, masculino, abrazandome, y deseando que me tomaran de mi trasero como lo acabas de hacer. Sin más lo abracé más, pegué su cuerpo al mio y le besé los labios, le dí un beso suave, tierno, que fué subiendo de intensidad, así que se separó de mí por falta de aire, me dijo me doy un baño y estoy contigo, me paso a su recamara.
Regresó solo envuelto en una toalla a la cintura, lo llevé a la cama , lo acosté y empecé nuevamente a besarlo, suspiraba, bajé su cuello, con suaves lamidas, le besé los pezones, casi grita del placer, lo viré boca abajo, le retiré la toalla y pude ver en todo su esplendor un cuerpo masculino, joven,fornido, espalda ancha, cintura breve, pero resaltaba un trasero espectacular, moreno claro, redondo, duro parado, me desvestí y me recosté sobre él, le besé la cabeza, la nuca, el cuello, la espalda, pase la punta de mi lengua por su columna vertebral por partes, balando poco a poco, el institivamente subía sus nalgas, se las besé, lamí, mordí y él gemía, suspiraba, le separé las nalgas y pude apreciar un ano como asterisco rosita, que palpitaba, lo olí, sui generis, le puse la punta de mi lengua y él respingó, murmurando, así papi!, se empecé un beso negro de pelicula, yo no lo podía creer, tener en mis manos ese culo tan precioso, me bajé a sus muslos , piernas, le besé los pies para subir nuevamente a un beso negro, gritaba de placer. Me pidió que lo penetrara y yo ni tardo ni perezoso, su culo estaba con mucha saliva, mi pene con bastante precum, que se lo puse en su entrada, presioné y no entraba, le dije que se pusiera en cuatro, como perrito y le entró la cabeza, pegó un grito, le pregunté me detengo o sigo, el me dijo, espera un momento por favor, así fué, hasta que me dijo, mételo más, así estuve, poco a poco se la fuí ensartando hasta que él con sus manos tocó mis huevos que pegaban a su trasero
se recostó, y empecé el mete y saca, Felipe gritaba, aullaba de placer, así por favor más, más hasta que sentí las contracciones de su esfinter anal, que parecía me cortarían la verga, de lo apretado que estaba, me pidió me detuviera, le pregunté que pasaba, me dijo que casi perdía el conocimiento del placer que había sentido, me daba las gracias, reinicié el mete y saca y nuevamente sentí sus contracciones del esfinter, así estuvimos por tres veces más, lo giré para que quedara frente a mí, sin sacarle la verga de su culo, coloqué sus piernas en mis hombros, podía ver sus ojos, su expresión, mientras se la dejaba ir toda, le besaba los los labios,el cuello, empecé a arremeter más fuerte, le dije me vengo mi niño, y él me decía, Sí, papi, vente por favor, y le disparé toda la leche dentro de su culo y él se vino nuevamente
fué una satisfacción indescriptible, creo que solo los que hayan experimentado una situación como esta lo comprenderían, me quede exausto sobre él, hasta que mi pene flácido abandonó el sitió que había invadido, dormité un rato, creo que dejé su casa como a las seis de la mañana, me abrazó, besó y dió las gracias. Yo le agradecí el regalo que me había dado: su culo sin estrenar, que lo invitaba a que buscara jóvenes de su edad, que seguririamos siendo amigos y que quizás de acuerdo a la situación podríamos repetir esta historia. Este jóven es de mi ciudad, sabe quien soy, por lo tanto la discresión es muy importante, y aunque lo disfruté, esto no se debe de repetir para evitar dependencia…saludos a todos los lectores de esta página de internet y gracias a sexosintabues que permite que podamos compartir en forma anónima nuestras experiencias…si sucede algo nuevo lo publicaré…suerte amigos
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