Casual en un Mall
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Esto me paso hace unos 6 años….
Tenía unos 14 años si mal no recuerdo, y me había escapado al mall de mi ciudad. Después de unas horas de estar viendo ropa en tiendas me entraron ganas de ir al baño. Cuando entro al baño del mall, estaban todos los urinarios ocupados, por lo que no me quedó más remedio que meterme a un cubículo, miré a ambos lados por si venía alguien (no me gusta entrar a cubículos cuando alguien me mira… es una manía) y entré. Me bajé la cremallera, me desabotoné el jeans que llevaba y me lo bajé hasta la mitad de los muslos, luego me bajé el boxer negro que llevaba hasta la misma altura, y empiezo a orinar. Estaba en pleno trabajo cuando me doy cuenta que había un pequeño agujero en la pared de la derecha, no le di importancia, pero miré otra vez. Para mi sorpresa había un ojo que me estaba mirando, me asusté e instintivamente me tapé mis genitales. La persona al otro lado me dijo: "Porqué te tapas?, si quieres, te hago un trabajito rápido". Yo quedé pensativo un momento y luego me descubrí los genitales. Mi pene lacio quedó a la vista (Medía unos 9 cm lacio con 3 de ancho, y mis huevos, casi sin vellos, estaban rosados y gordos), el hombre al otro lado acercó su boca al agujero, yo acerque mi pene al agujero. Luego el empezó a mamar mi pene como un lunático, mientras yo me retorcía de placer. Se detuvo y me dijo: "Tienes una gran herramienta… quiero que la ocupes conmigo… te estaré esperando en la salida sur, estoy vestido con una camisa rosa y unos jeans" y acto seguido se marchó, no me dio tiempo de ver quien era.
Salí del baño y me dirigí a la salida sur y lo vi, un hombre de unos 55 años; 1.60 de estatura (yo medía en ese tiempo 1.70, ahora mido 1.87); Bastante gordo para su estatura (Yo en ese tiempo era delgado, unos 65 kg), unos 85-90 kilos. Me dijo: "Que bien que viniste, me llamo Carlos tengo 62, sígueme, nos vamos a un Hotel, si preguntan… tu eres mi sobrino"
Nos dirigimos al hotel y pasamos a una habitación bastante grande. Yo me senté en la cama (con sabanas blancas y grandes almohadas) mientras Carlos se dirigía al baño, al parecer se manejaba con la habitación (luego me enteraría porque) ya que se acercó a un estante y sacó una bolsa negra. Me dijo: "Ven, que vamos a jugar" me acerqué y me empezó a besar, mientras me sacaba la remera que llevaba y me desabotonaba el jeans, cuando estuve con el torso descubierto y solo en boxers se arrodilló frente a mi, me empezó a besar el paquete vestido, pero no se resistió mucho, ya que lo sacó y se lo metió en la boca (era de unos 17 cm y 4.5 de ancho) volví a sentir el placer de mi primera mamada y con mis manos le aprisione, ya que le empujaba la cabeza hacia mi pelvis.
Mientras me estaba haciendo la mamada se empezó a desvestir, primero la camisa, luego se quitó el jeans y quedó con unos calzoncillos de esos que tienen un agujero para sacar el pene de color azul marino.
Le solté la cabeza y le empujé hasta la cama, se recostó u yo me dirigí al su paquete, mientras mi pene quedaba a la altura de su boca. Empecé a sobarle por encima del calzoncillo y luego lo saqué de su prisión, saltó un pene lacio de 4-5 cm y 2-3 de grueso, lo empecé a estimular hasta que su pene alcanzó su apogeo de 11 cm y 3 de grueso. Me dijo: "Si no quieres, no me lo tienes que chupar" y no lo hice, él se puso al borde de la cama, con el pecho sobre esta. Me dejó ver su culo al descubierto, lleno de pelos y con unos glúteos grandes. Me dijo: "Dale, ya sabes que hacer" y al decir esto levantó más el culo. Yo ya había visto en algunas películas porno como los hombres se la metían a las mujeres, por lo que supuse que esto era lo mismo. Me escupí en la mano y me la pasé por la pinga, luego me escupí otra vez y se la pasé por encima del ano.
Me preparé, puse la cabeza de mi pene en la entrada de su ano. Me gritó: "Dale de una vez carajo!!! que quiero ser empalado!!" le agarré la pinga y sin pensarlo dos veces le metí todo mi pene. Apenas estuvo todo mi pene dentro de él, sentí como su pene convulsionaba, y de un momento a otro me eyaculó en mi mano. Su cara de excitación me excitó más, le dirigí mi mano a su boca y empezó a tragarse toda su leche. Empecé a moverme mientras lo empecé a masturbar, su pene revivió. Le di vuelta y puse sus piernas en mis hombros. Mis movimientos eran frenéticos (los de mi pelvis y los de mi mano), a tal punto que empezó a eyacular otra vez, pero esta vez, su semen llegó hasta su pecho, lo recogió con una mano y se lo llevó otra vez a su boca. Le grite gimiendo: "Me vengo!! Me vengo!!!!" y en ese instante me empujó, mi pene se salió de su ano y se lo llevó a su boca (mi pene estaba con restos de eses) y me lo empezó a mamar de nuevo y empecé a eyacular, nunca en mis cortos 14 años había eyaculado tanto, creo que fueron 4 chorros, ya que mi leche se empezó a caer de su boca, pero lo agarraba todo con sus manos. Cuando terminó se desplomó en la cama.
Yo me fui a ver que traía en la bolsa, habían muchos juguetes sexuales y un álbum.
Abrí el álbum y quede sorprendido. En ella había fotos de niños de entre 11 a 17 años, hombres de entre 22 a 85 años. Todos ellos penetrando a Carlos. En ese momento sonó el timbre de la habitación. Carlos se levantó y miró por la rendija. Sonrió y abrió la puerta. Entró un niño que reconocí, puesto que lo vi en el álbum. Era Cristián y tenía 11 años. Le dijo: "Hola Carlitos, vengo a jugar el juego de siempre… Quien es él?" preguntó apuntándome, él contestó "Cristián el es uno de mis nuevos amigos, estábamos jugando"-"Y porque no me invitaron?" protestó el niño. "Juguemos de nuevo" propuso Carlos.
Cristián se desnudó, se sacó la remerita y el pantalón corto, quedando solo con un calzoncillo tipo tanga de color blanco. Carlos lo levantó y le sacó el calzoncillo, dejándome ver el penecito de 6 cm erecto de Cristián. Carlos se tendió nuevamente en la cama y yo me puse detrás, le levanté una pierna y se lo metí otra vez, Cristián se sentó en el pecho y Carlos se lo empezó a chupar. Estábamos en pleno acto cuando Cristián nos dijo: "Carlos, quiero probar algo nuevo, quiero que tu me lo metas y que él también, al mismo tiempo" yo quedé impactado, el pequeñito ya era un experto en todo, hasta quería una doble penetración anal!
Carlos asintió y me dijo: "Tu primero, que la tienes más grande" yo me escupí la mano nuevamente y me la pesé por la pinga. Luego empecé a penetrarlo de a poco, pero el se sentó de una vez, sentí mis huevos tocando sus glúteos, mientras él pegaba un gemido feroz. Luego Carlos se acercó y empezó a meter su pene en el agujerito de Cristián, mientras este estaba abrazado del cuello de Carlos. Cuando Carlos pudo meter todo su pene (yo me tuve que agachar un poco porque a Carlos le quedaba muy alto), empezamos a movernos intercalados, primero yo, luego él, primero yo, luego él. Estábamos cerca de la mesa donde estaba la bolsa, saqué un pene de goma muy grueso, de unos 6 cm. Y de largo era de unos 22 cm. Era de color negro. Lo ensalivé y se lo puse en la entrada del ano a Carlos, él me miró y solo sonrió.
Empecé a empujar el dildo por su ano, este no oponía resistencia. Lo empuje hasta que entró completamente y Carlos dejó escapar un suspiro. Llevó una mano hacia su culo y presionó la base del dildo. Escuché la vibración. Carlos empezó a gemir como desesperado, mientras que Cristián gemía como un gatito.
Mi pene se hinchó, mis huevos subieron, mi ano se apretó. Era el clímax de mi excitación, empecé a eyacular, uno, dos, tres, seis.
Fueron muchos chorros, tantos que mi semen empezó a escaparse del ano de Cristián, y empezó a escurrir por mis piernas y por las de Carlos. Apenas terminé de eyacular, Carlos se tendió en la cama, se dobló en una pose extraña, dejando su pene a la altura de su boca, Cristián se le acercó y lo empezó a masturbar, mientras que con la otra mano se tocaba el ano y se la llevaba a la boca (se estaba tragando mi semen que estaba en su esfinter). Carlos empezó a gemir más fuerte y empezó a tener convulsiones. Su pene empezó a dar descargas de semen en su boca, la cual se la tragó toda.
Nos empezamos a vestir, y yo me agaché para poder alcanzar mis boxers, en ese instante Carlos me empezó a mamar el culo. Se detuvo y me dijo: "Cuando quieras vienes a esta suite, es mía, ya que el Hotel es mio… Pregunta en la recepción por mi… Recuerda que eres mi Sobrino"
Me vestí y me fui…
Esa fue la primera de muchas de mis aventuras con Carlos….
Pero eso es para otros relatos….
Espero les halla gustado…. Comenten!
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