Cazador cazado.
Me di cuenta que ese hombre cincuenton Motorman queria seducirme..
La primera vez que lo vi, yo tenia diez años, me llamo la atencion lo alto y corpulento que era, tenia la mano grande y suave y un bulto indisimulable bajo su pantalon gris. Tenia pìnta de buen tipo. una sonrisa calida y mucha educacion.
Algo que a mis padres les interesaba muchisimo, sobre todo porque a la mañana bien temprano me quedaba solo atendiendo el kiosco, mientras el hacia el reparto de diarios y logicamente recurria a los trabajadores de la estacion para que me echen un vistazo cada tanto. Asi fue que aparecio este hombre en mi vida, estaba encargado de cambiar los trenes de anden, de mañana y de tarde en turnos rotativos.
Cuando me lo presento mi padre, no pude contenerme de mirarle el bulto y cuando me toco la mejilla y me dio un beso de saludo me estremeci. Percibi deseo y excitacion en el brillo de su mirada. Esa semana tenia turno de mañana asi que se quedaba conmigo en el kiosco cuidandome desde las seis hasta las ocho y cuando volvia mi padre me iba al colegio.
Esa primer semana fuimos conociendonos, charlabamos de todo y me encantaban sus historias ferroviarias, creo que varias veces se dio cuenta que le miraba el bulto y varias veces lo vi mirandome el culo desvergonzadamente.
La otra semana tenia turno tarde de catorce a ventidos, yo salia del colegio y volvia al kiosco y pasaba la tarde con el hasta las veinte, hora en que mi padre cerraba. Y asi paso un mes, hasta que una de esas tardes otoñales me invito a tomar mate al pequeño galpon de la estacion donde se cambiaba, descansaba y guardaba sus pertenencias.
Durante ese mes un par de veces me vio entrar o salir del baño, pero nunca me pregunto nada, aunque suponia que sospechaba o que otro ferroviario le habia contado de mis andanzas.
El asunto es que nos pusimos a tomar mate y cada vez que me lo daba, retenia mi mano en la suya y era una caricia explicita y amorosa. Luego posaba las dos manotas en mis rodillas y me hacia temblar. Me excito tanto que no pude contener ni disimular la ereccion y el tampoco,
Cuando parecia estar resuelto a avanzar, un timbre lo llamo al trabajo y se fue, pidiendome que lo espere.
Me quede sentado sobre una caja de madera deseando conocer la pìja de un hombre mayor que sin decir nada habia despertado una tremenda calentura en mi.
Volvio y fue instanteaneo al verme su verga se paro nuevamente me miro tocandose provocativamente y me dijo: Ando caliente, mi mujer no quiere saber nada, ¿entendes? te lo cuento por que sos mi amiguito. Ojala no te pase nunca.
Lo mire abri las piernas y le hice señas que me abrazara.
Se acerco se puso entre mis piernas y me abrazo, era un abrazo de oso, toda su humanidad, hasta la erecta la senti en su totalidad. Baje mi mano hasta su miembro y lo acaricie sobre el pantalon suavemente, cerro los ojos y gimio avergonzado. Me beso temerosamente y bajo sus manos hasta mi culo, mirandome como pidiendo permiso comenzo a bajarme los pantalones y yo comence a desabrocharle el cinto. De inmediato con una mano bajo el cierre de la bragueta y saco la verga y la puso en mi mano susurrando: sabes cuantas noches soñe con esto, las pajas que me hice pensandote. Ahhh, pero la tenes muy grande y gorda le dije con calentura y admiracion. Te pido que me dejes hacerme una paja mientra te miro y acaricio el culo, con eso por hoy me conformo. ¿No me dejas que te la chupe un poquito? Pero ni preguntes.
Me baje de la caja y me arrodille realmente hasta ese dia era la verga mas grande larga y gruesa que habia conocido, me bastaron tres lenguetazos para que le brotara el precun como un llanto, Me tomo de lo hombros y me hizo subir nuevamente a la caja y me puso en cuatro y comezo a lamerme el culo como nadie lo habia hecho nunca, luego me dijo que no daba mas que tenia que acabar y comenzo a masturbarse furiosamente contra la entrada de mi culo hasta que se descargo con tal fuerza que sus lechazos entraron en mi tunel inundandome de placer.
Ajjjj, Que hermosa acabada y se la trago toda ese culito, casi me muero. Me refrego la verga varias veces por el ojete hasta que al final se limpio y me limpio con un trapo, me dio un beso me ayudo a vestirme y me pidio que no le cuente nada a nadie y que si me habia gustado lo podiamos hacer nuevamente, lo mire sonriendo y le dije: Mañana.
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