Chico de Barrio V
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Bueno, amaneció el domingo, yo me había quedado dormido con la verga de mi profesor dentro de mi culo, poco a poco fui abriendo los ojos con los primeros rayos de sol del día, al abrirlos bien vi delante de la cama a Raúl Y Miki, estaban mirando asombrados como su padrastro y yo dormíamos placenteramente ensartados por el sexo, abrí bien mis ojos, me los frote y supe que no era un sueño, asustado me senté rápido y me tape como pude, el profe se despertó ante la salida brusca de su pene de mi culito, él también se asombró al ver a sus hijastros frente a él, el principio hubo silencio sepulcral, luego vendrían las preguntas inquisidoras de los chicos hacia el padrastro, el suelto de huesos dijo a haber sido seducido por mi cosa que afirme y no desmentí, una vez más calmados los ánimos, todos se calmaron, nadie podía reclamar nada porque todos fueron felices conmigo, yo quería romper el hielo, ese halo de malestar y cólera que había en el ambiente, así que instintivamente, como un gatito me fui aproximando a los chicos que estaban parados frente a la cama, descalzos, solo en short y sin polos, dejando ver esos hermosos cuerpos juveniles, una vez cerca de ellos fui acariciando sobre los short sus penes, desnudo como estaba solo me faltaba ronronear, Miki empezó a acariciar mi cabello,
Raúl se bajó el short invitándome a engullir ese hermoso miembro, no me hice de rogar, ese pedazo de carne pedía a gritos mis cualidades mamatorias, como un becerrito empecé a chupar esa verga, que crecía dentro del calor de mi boca, mi atención estaba en hacerlo feliz, pero no descuide por un minuto a Miki, mis manitas seguían acariciando su pieza, que ya estaba poniéndose dura, muy dura; ese espectáculo estaba poniendo duro al padrastro que pude ver de reojo, se estaba masturbando viendo esa escena pornográfica juvenil, mi culito miraba su rostro, y lo invitaba a unirse al grupo. La verdad iba a hacer una tarea dura, pero tenía un deber que cumplir, acallar esas calenturas y salvar mi pellejo; tenía mi culito lleno de semen que horas antes mi profesor había dejado dentro de mí, irritado por toda la acción de la noche anterior con sus hijastros, pero aun así quería más, esto era la gloria, con sus pies mi profe acariciaba mi culo, lo pasaba por mi raja, el dedo gordo buscaba mi entrada, el otro pie lo pasaba por mis huevitos y mi penecito, en un instante ya tenía dos vergas en mi boca, que sensación tan maravillosa, ambos muchachos pugnaban por que entraran las dos a la vez, yo no me negaba, hacia mi mayor esfuerzo, me daban arcadas, sudaba me dolía las comisuras de mis labios pero eso no tenía mayor importancia para mí, la cosa es que era feliz, y mis amantes también, se arqueaban de placer, gemían, decían cosas ricas y obscenas, me acariciaban por momentos me jalaban el cabello obligándome a hundirme esas vergas hasta el esófago, el placer era inexplicable, mi profesor por su lado se empezó a acercar, y hundió su rostro en mi culo, ese culo que horas antes el lleno de semen, empezó mordiendo mis nalgas blancas, y lampiñas, busco mi botón que estaba rojito, irritado por la batalla librada horas antes, su lengua jugaba con mi anito, se movía como la mueve la víbora, que delicia, me comía todo, soplaba, me escupía y seguía chupando, paraba bien mi culito para facilitar su trabajo, luego sentí como hundía dentro de mí su dedo medio, era como un pene entrando en mi cuevita, que delicia, tenía las sensaciones a flor de piel, me lo hundía todo, daba círculos, lo sacaba y me volvía a chupar el culo, me lo palmeaba, me lo amasaba y seguía haciéndome feliz.
Mi profesor dejo por un rato mi cuevita y se unió al grupo, por fin tenia las tres vergas juntas, si bien es cierto que la de él era la más grande, eso no me amilano, al contrario chupe como poseído, una y otra y otra, sin para , me dolía la mandíbula pero no me importo, era feliz, estaba en mi gloria, esas vergas pasaron por mis oídos, por mi cuello, por mis mejillas, el líquido pre seminal que asomaba en cantidades abundantes chorreaban por mi piel, de repente los tres estaban sobre la cama, desnudos y con sus mazos enhiestos, me pusieron en perrito y Miki entro en mi culo, después de que degusto mi anito, chupo rico mis nalgas y las preparo para la primera envestida, que rico, esa verga era rica y no me dolía, me dio despacio al principio pero luego me empezó a coger duro, me cogió de las caderas y me jalaba hacia él, cada vez más adentro, la saco por un momento y se paró a ambos lados de mi cadera, y se inclinó un poco y en es posición me volvió a penetrar, que rico se sentía, tenía una sensación como de querer orinar, ahí me dio duro,
empujaba fuerte y sentí que ese pedazo se ponía duro y más duro, hasta que me lleno de leche, esa leche era caliente y abundante, me la dejo su pieza dentro por un rato, sacudía su cabeza de placer, luego la fue sacando poco a poco, yo tenía la boca llena no podía ni quejarme, al salir ese miembro sentí alivio, pero por poco rato, Raúl con una habilidad increíble me puso sobre mi espalda, le levanto las piernas las puso sobre sus hombros y en una me clavo su verga, wow que rico, sentí como ese grosor de pene me abría más, se acercó a mí y me beso profundamente, sin dejar de metérmela, me daba duro, era implacable conmigo, me mordía los labios, se pegó a mi como una lapa, lo abrace y cruce mis piernas por su cintura, el me la metía toda, me daba de alma, su hermano y padrastro quedaron por un rato fuera de juego, solo se masturbaban viendo esa escena tan rica, así por varios minutos me bombeo, después nos soltamos un poco y con ayuda de sus partenaires me levantaron bien las piernas, mi culo casi apuntaba al techo, él se levantó y me la metió toditita, casi me toca el corazón, otra vez mi boca se llenó de carne,. Tenía una verga con sabor a semen y culo, pero limpio y otra que aún no me había gozado en lo que iba del día, Miki empezó a cachetear mis nalgas, y me agarro de la cintura ayudando la perforación de mi huequito, se puso rojo, gemía, gruñía, pero no paraba, el sudor corría por su frente, su pecho, y se ponía rígido hasta que reventó dentro de mí, más semen entraba dentro de mí, saco su miembro y dejo caer las últimas gotas de ese manjar sobre mi rostro, todo su cuerpo estaba rígido, una vez deslechado, me metió la verga a la boca y me obligo a limpiarlo bien, mi profe fue el siguiente, se echó a la cama me sentó sobre el y me dejo caer sobre su verga, al entrar dentro de mi salía leche de mi culito, lo cabalgue, me atrajo hacia él y me beso,
me abrazo muy fuerte y mis nalgas quedaron a su merced, como un pistón me hundía esa descomunal verga, sentía como me empujaba los intestinos, él era tosco, pero aun así me gustaba, duro por mucho rato, chupaba la verga de Raúl, mientras Miki intento meterla junto con la de mi profesor, agitaba mi cabeza, me negaba, gritaba de dolor, la verdad desistió, luego y sin sacarla mi profe me giro sobre su miembro, me apoye sobre mis brazos y dejando espacio mi profesor tuvo libertad de movimiento, me estaba penetrando rápido y profundo, yo sentía como me ardía mi cuito, ya no podía más, de repente, me cargo, me hizo apoyarme contra la pared y con mis piernas circundando su cintura me cogió duro, era increíble la fuerza que tenía mi profesor, esas piernas era duras, recias, no por nada era profesor de gimnasia, yo me agarraba de la pared apoyaba mi rostro , sobre ella y quería llorar no sé si de dolor o placer, sin soltarme me tumbo a la cama, me dio la vuelta, y otra vez me cargo, esta vez mirándolo, pego mi espalda a la pared y empezó otra vez el bombeo, me daba duro, durísimo, mi profesor estaba empapado de sudor, y así fue que empezó a gemir y me lleno el culo de leche, se quedó quieto y pude sentir como latía su verga dentro de mí, me devolvió a la cama y me puso al filo del colchón, parado y despacio me la fue sacando del anito, quedo un agujero enorme, era prácticamente un forado, sentí un vacío cuando salió, me agarro de los pelos y me obligo a chupar hasta la última gota de semen que aún quedaba en su verga, mis piernitas colgaban de la cama, tenía la boca repleta de carne, cuando de repente, Miki levanto mis piernas y me hundió su verga, me empezó a dar duro, parecía poseído, me la hundía muy fuerte, cada vez más adentro, cada vez más fuerte, me cargo y se sentó al borde de la cama conmigo sobre él, y empezó el mete y saca, nos besábamos profundamente, me acariciaba mi culo y lo abría con sus manos grandes y dedos largos, su padrastro se paró sobre la cama y me ofreció su verga, por un lado del hombro de Miki, con mi boquita llena de sexo y el culo también sentí algo raro, la presencia de Raúl detrás mío, había una sensación de movimiento detrás mío, sentía el entrar y salir de la verga de Miki, además sentía los labios de Raúl cerca de mi anito, caricias a cuatro manos, de repente una pausa en el ritmo de Miki y entonces un calor intenso, una presión en mi huequito, la verga de Raúl pugnaba por entrar en mi botón invadido por otro miembro, hasta que cedió, las dos vergas estaban entrando en mi huequito, quise zafarme, quería gritar pero tenía la verga de mi profesor en lo más hondo de mi garganta, oía como el azuzaba la acción, hacia barra para que sus hijastros me terminaran de reventar el culo,
no voy a negar que me dolía, pero no tanto como imagine, sentí una llenura increíble, el bombeo se tornó pausado, rítmico, poco a poco fue cediendo el dolor, y empezó el ritmo, como en una coreografía, todo tomaba forma, las embestidas se tornaron más rápidas y profundas, lo mismo que las de mi profesor en mi boca, poco a poco la furia de los hermanos se hizo sentir, me perforaron en culo duro y parejo,, ya no quedaba ningún pliegue sano, todos habían sido rotos, reventados, todo mi cuerpo me temblaba, sudaba como loco, ellos también, me jalaban el pelo, por momentos me ahorcaban, me decían cosas sucias pero ricas, las vergas las sentían cada vez más cerca de mi estómago, de repente todos gemían gritaban, pensé que me estaba orinando, pero no, tuve mi primera eyaculación, el placer es indescriptible, de repente la rigidez de los cuerpos me aviso que todos mis huequitos estaban siendo llenados de semen, los chicos reventaron juntos, el latir de los miembros era alucinante, exquisito y mi profesor me cogió de los pelos y me hundió su verga hasta el esófago, y sentí como latía su miembro en mi garganta, las lágrimas corrían por mi rostro, por la comisura de mis labios chorreaba el semen que no alcance a tragar, jamás pensé que un pene podría entrar tan adentro, quedamos muertos, poco a poco fueron saliendo de mis huecos violados, uno por uno dejo mi culito, despacio, la leche corría por mis piernas, una vez vacío mi culo, por más que lo cerraba o intentaba cerrarlo el semen salía despacio a poquitos, terminamos tirados en la cama, nos quedamos como dormidos, de repente Raúl dijo, que su madre y mi mama estaban por llegar, rápidamente, recogimos sabanas, los chicos fueron a bañarse, mi profesor tendió la cama y yo me fui a bañar a mi casa, me metí a la ducha caliente, sentía en mi piel cosas raras, estaba cansado pero pensaba en lo sucedido y mi penecito me hormigueaba se ponía durito; al jabonarme mi colita, casi que me asuste, tenía un hueco enorme, al terminar de ducharme, estaba un poquito más cerrado, me vestí y me tire en mi cama a dormir hasta que llegara mi mama del famoso retiro. Jamás olvidare esa noche ni ese día, a partir de esa fecha nos juntábamos de vez en cuando para pasarla rico los cuatro, pero aún faltaba una persona, a la que aún no había probado, Willy.
Espero sus comentarios, ya les contare como Willy, el menor de los hermanos me hizo suyo.
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