Chocolate oscuro
La buena obra del día y sus recompensas.
Andrajoso y sucio es un tipo de hombre que me pone.
Estaba circulando por las calles de mi ciudad cuando en un tope me encontré a un chido andrajoso y sucio, centro americano, era de tez oscura como él ébano, alto de 1.90, cabello cortito rizado, cuerpo delgado y fibrado, facciones toscas que le daban aire de malo (aunque resultó que es muy amable), un rico hombre.
Tenía cosas que hacer así que solo saque la mano por la ventanilla y le di 5 pesos que me agradeció con su acento tan rico.
Hice mis diligencias y al volver ya era de noche, no era tarde pero por las fechas oscurece temprano, él estaba aún ahí, pero ahora sentado en la banqueta echo bolita, no hacía tanto frío, pero supongo que no está acostumbrado al clima.
Me detuve un poco más adelante y bajé, le hice plática y me dijo que había juntado solo un poco de dinero y que ese día había llegado a mi ciudad (es de paso para muchos indocumentados que pasan por el centro de México ).
-hola, no tienes frío?
-si, pero que se le hace?
-comiste ya?
-no jefe
-tengo algo de ropa para que puedas usar y si quieres puedo darte algo de comer
Se me quedó viendo desconfiado, pero supongo que el hambre y el frío pudieron más. Subió a mi camioneta y lo llevé a casa, de camino me dijo que era del salvador y que llevaba dos días sin comer, que tenía 23 años y que se había venido porque sus papás no tenían para seguirlo apoyando a estudiar y quería ayudarlos.
En casa lo senté a la mesa y le servi un plato muy lleno, mientras fui a buscar una chamarra y más ropa para que usará.
-mira, está es la ropa, no está nueva pero si en buena condición, báñate y te la pones.
Ya había acabado con todo en su plato y lo llevé al baño, al salir era un cambio drástico, parecía otro, muy galán.
-gracias jefe, bueno, de aquí me puedo ir caminando para que no se apure.
– dónde te estás quedando?
-ahi por las vías hay un puente, ahí me quedo.
-asi lloviendo?
-si, pasa un poco de agua pero me hago a la orilla.
-mira, no acostumbro esto, pero quédate hoy, por lo menos no pasarías frío está noche.
-no sé jefe, no quiero molestar
-no te preocupes, mira, ahorita te traigo algo para que te tapes y aquí en el sillón te puedes quedar.
-gracias jefe
A penas eran las 8 de la noche y yo saqué una cerveza del refri, cuando me vio le ofrecí una que con gusto aceptó.
– y dejaste esposa allá?
-no, pero si un enamorado
-oooh ya veo, llevan mucho?
-unos dos años, pero nadie sabe, es un vecino y pues siempre fuimos amigos
-ya veo, pero en este mes que llevas de viaje no has contactado?
-si, cuando me sobran unos pesos voy a las computadoras y hablamos
Una plática muy buena, era buen conversador, me contaba de todo y yo atento lo escuchaba hasta que su mano grande la colocó en mi pierna, me veía directo a los ojos y nos quedamos en silencio, seguido nos empezamos a besar, la ropa fue desapareciendo y era mi primera vez con un chico de color, así que me tomé el tiempo de admirar su desnudes, un pene sin circuncidar, largo de unos 19, grueso como desodorante de aerosol, con una cabeza del mismo grosor en forma de flecha, unos huevos grandes que colgaban como a 1/4 de sus piernas largas, el vello muy rizado.
Nos seguimos besando y frotando nuestros cuerpos en el sofá, pero era incómodo, así que lo llevé a mi cama, la sesión de sexo era digna de ser grabada, pero no lo hice, solo pensé en eso ya mucho después.
Lamí, chupe, ensalivé toda su entrepierna, solo levantaba la cadera y se estremecía mientras daba gruesos gemidos, mi boca se llenaba de su pene, sus huevos fueron succionados también, me colocó de modo que ahora en un 69 podía lamer y dilatar mi ano, su lengua larga y húmeda me causaba placer, metía su lengua como si de un pequeño pene se tratara y al rito de una penetración logro aflojarlo lo suficiente para meter 3 gruesos dedos en mi.
Ahora me pedía que me fuera sentando en él para controlar la penetración, me decía que su novio la primera vez salió lastimado por no hacerlo con cuidado.
Del buró de al lado saqué un condón, un lubricante y lo unté en su pene, el condón era de los grandes, así que no le quedó ajustado y que bueno que siempre tengo de esos porque los normales se hubieran roto. Comencé el descenso después de también untar mucho lubricante en mi entrada; aaaaah el calor que sentí al percibir su pene entrando en mi, no mentire, me he comido penes más grandes en mi vida, pero hacia años que no me encontraba uno de esas dimensiones.
Cuando su pubis y mis nalgas se tocaron descansé un poco, me acostumbré y empecé con leves saltos sobre él, me tocaba las nalgas que parecían diminutas bajo esas enormes manos, me pedía que me inclinara para lamer mis pezones que dejó enrojecidos al final.
Estuvimos cerca de 15 minutos en eso y por fin alcanzó el climax, tuvo espasmos que lo hicieron gemir fuertemente y yo me tiré sobre su cuerpo, su pene que en reposo era de unos 14 centímetros no salió, se quedó dentro y así con su pene dentro nos quedamos dormidos, por la mañana nos levantamos, almorzamos y me dijo que se iba, que necesitaba pedir algo de dinero porque el lunes salía el próximo tren en el que se iría, me sentí triste, pero también entendía que pues no era el punto una relación ni matrimonio, jajajaja pa’loques
Por la noche yo le contaba a mis amigos lo sucedido, me regalaron por el peligro que supone y también me envidiaron al describirles el acto. Eran tipo 2 de la mañana cuando regresé a casa que lo encontré afuera, echo bolita, me estaba esperando, lo hice pasar y le di comida, algo caliente y de nuevo estábamos desnudos en mi cama, ahora con más confianza me penetraban en cuatro, me daba la vuelta y aún hincado y yo de lado me penetraban, también de cucharita, piernas al hombro, de todo un poco hubo, se vino mientras me cargaba y así me puso en la cama, con mis piernas abrazaba su torso y de nuevo nos quedamos dormidos después de 40 minutos de rico sexo.
Nuevamente en la mañana se fue después del almuerzo, nuevamente el domingo por la noche volvió, se iba ese lunes, el tren partía a las 4 y como despedida me volvió a penetrar, ya mi culo estaba amoldado, durante casi una hora hicimos un acto de tanto placer que me dijo que ni su novio había logrado hacerle sentir así.
En la madrugada lo fui a dejar, ví como en la semi oscuridad se subía al tren junto con muchos otros, se llevó anotado mi número en un papel, me dijo que cuando estuviera del otro lado se contactaría, no sé si lo haga, pero es pero que si, por lo menos para saber que llegó con bien, no creo volverlo a ver, pues el día que vuelva será directo a su país y sin vuelta a EU.
Así es a veces esto, espero que le vaya bien y logre lo que desea. Mi primer chocolatito oscuro.
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