Cierra los ojos y abre la boca
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Cuando era niño tuve la suerte de tener muchos primos con los cuales jugar, y ya era costumbre que estuviéramos siempre en la casa de mis abuelos, donde todos los fines de semana había reunión familiar, y además eventualmente nos llevaban de paseo.
Entre mis primos, el mayor era José Manuel, que aunque no jugaba tanto con nosotros era un muchacho muy inmaduro y mala conducta, que no era ni es el hombre más agraciado del mundo, es del tipo normal, estatura media (calculo que 1,73), cabello negro de corte muy bajo, delgado, y con mirada perdida y sonrisa maliciosa.
Era de esos que siempre quería diseccionar lagartijas, matar insectos, hacerles maldad a los gatos, perros y hasta a nosotros, como el niño malo de Toy Story II jej.
Un día estando en la casa de mis abuelos (viven a dos casas de la mía, así que casi siempre estaba allí) llegaron mis tíos porque íbamos a la playa al día siguiente, pero debían buscar en el aeropuerto a unos familiares que viven en el interior, así que pretendían dejar a José Manuel y a José Luis (su hermano menor) con mis abuelos, pero José Luis prefirió ir con ellos (a ver aviones- pendejo), así que se quedó sólo José Manuel.
En vista de que mi abuelo siempre dormía dos horas en las tardes y mi abuela por lo general estaba visitando a los vecinos (por no decir de chismosa jeje), José Manuel y yo nos quedamos solos, y aunque no era la primera vez que eso ocurría, esta ocasión fue distinta.
Me dijo que quería jugar conmigo (lo cual me extrañó porque siempre me pedía el Play Station y jugaba solo) a un juego que él y otro primo jugaban, yo como estaba aburrido le dije que sí y ni importancia le di, después de todo no me podía hacer nada malo porque aunque yo nunca he sido chismoso, por lo menos a mi hermano sí le podía decir para que me defendiera. En fin… comenzó el juego, y para variar me quería hacer maldades como siempre hacía con todos, esta vez con el juego de “cierra los ojos y abre la boca” con los ojos vendados, aunque suene tonto yo era de los que lo jugaba pero siempre la idea era colocar comidas picantes o asquerosas, y efectivamente José Manuel me colocó un montón de sal en la boca la cual escupí, luego chocolate, y siempre se alternaba entre algo desagradable y alguna chuchería (para mantener mi interés supongo).
En una de esas me mete el dedo en la boca con chocolate, yo le seguía el juego porque de verdad que estaba comiendo bastantes dulces, y siguió con los dedos ofreciéndome cosas, luego me hizo lamer de su codo y hasta de su pie y debía adivinar que estaba comiendo y de que parte del cuerpo, y reconozco que el juego era bastante interesante, para variar un poco el juego del escondite jeje.
En una de esas ya se imaginarán lo que me metió en la boca, y esa fue la razón por la cual seguí jugando con él, porque imaginé que en algún momento haría eso. Yo ya había tenido relaciones (si es que recostarle el pipi a unos primitos de mi edad podía considerarse como tal), pero mi anhelo más grande era ver a un hombre desnudo y tener relaciones con él, ese fue el sueño de mi niñez.
Volviendo a la historia, José Manuel me metió el guebo en la boca cubierto de chocolate (la punta solamente), me hice el tonto para poder mamárselo, así que no lo agarré con las manos y me limité a lamer todo el chocolate, él ni corto ni perezoso al ver que no decía nada al sentir su guebo (porque era obvio que yo sabía lo que era), volvió a colocarle chocolate y así lo hizo como tres veces más, y asumo que se le acabó el chocolate (pero no las ganas).
Hasta ahora habían sido puros lengüetazos, no me lo había metido en la boca completo, pero me moría de ganas por quitarme la venda, porque sólo había visto el pene erecto de dos primitos, y había una gran diferencia, porque José Manuel era muy masculino y sobre todo muy peludo además tenía 16 años, casi un hombre y me imaginaba que lo tenía un poco más grande y muy peludo.
Lo siguiente que hizo fue colocarse un M&M en la punta de la lengua y me lo dio en la boca, uffffff yo estaba en el cielo, luego siguió el procedimiento hasta que supongo que también se le acabaron porque fue bastante rato, luego lo hizo con un caramelo, pero esta vez me dijo que se lo devolviese, así que se acercó como si fuera algo muy normal y me metió la lengua "buscando el caramelo", era la primera vez que yo besaba a alguien.
Ya en ese punto, no había que seguir con el juego porque yo sabía que él sabía que yo sabía jej, pero no sé si fue porque él se excitaba más seguimos como si aún estuviéramos jugando, pero esta vez me metió toda la cabeza del guebo en boca DIOSSS sentí que ni el helado más grande del mundo era tan sabroso como el guebo de José Manuel, sí me entró la cabeza completa en la boca, pero por lo visto era muy grueso para mí, estuvo un rato con un mete y saca hasta que puso mis manos en su palo y sentí que estaba en el paraíso, tener el guebo de un chamo de 16 años y tan peludo fue la mejor experiencia hasta ese momento… Ojalá hubiese acabado, pero se escuchó llegar la camioneta de mis tíos, así que él se lo guardó antes de que me quitara la venda e hizo como si nada hubiese pasado y se fue al baño.
Pero ese fue el principio, ya él se dio cuenta de que me gustaba el guebo, y yo comprendí que siempre iba a ser un juego. La siguiente vez fuimos más lejos, pero siempre "jugando".
Como ya estaba muy largo, voy a colocar el resto en otro relato… Espero les guste… Saludos.
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