Cogido por mi alumno Parte 1 de 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Era viernes por la tarde, las clases acababan de finalizar, y los alumnos comenzaron a salir rápidamente del aula.
Comencé a guardar mi material hasta que me di cuenta que solo quedaba un alumno.
(No diré su nombre, así que para referirme a él será como "Alumno")
Yo: ¿Qué sucede alumno? ¿Necesitas algo?
Me parecía un poco raro que se quedara, ya que es un chico bastante popular entre sus compañeros y siempre sale con su grupo de amigos, y tampoco era un muy buen estudiante como para querer quedarse a resolver dudas.
Mucho menos un fin de semana, y siendo sincero yo tampoco, y menos hoy, que tenía que prepararme para salir con el moreno que conocí el fin de semana pasado.
Me cogió tan rico que de solo recordarlo se me para.
Alumno: No, no necesito nada.
Yo: ¿Entonces?
Esperaba una respuesta pero esa no llegó.
Me di cuenta que el pizarrón aún estaba lleno de todo lo que escribí, así que comencé a borrarlo.
Seguía esperando su respuesta así que giré un poco mi cabeza y pude ver que tenía su celular fuera, como si estuviera tomando fotografías.
Yo: ¿Qué estás haciendo?
Alumno: Tomando una foto de recuerdo de ese culazo de mi profesor.
Eso me sorprendió, no esperaba esa respuesta.
Para mi buena suerte tengo buen culo, con todos los que he estado me lo han dicho, pero no esperaba que un alumno me dijera tal cosa.
O mejor dicho, un alumno no tenía por qué decirme eso, a pesar de que me lo dicen muchos hombres no podía dejar que un alumno lo hiciera, de lo contrario comenzarían a tomar mas confianza, y si saben que soy gay, tal vez no pueda controlarlos.
Yo: Mira Alumno, no se que te pasa pero te pido respeto si no quieres tener problemas.
Alumno: No se enoje profe, si eso es la verdad.
Cada que escribe y se voltea, su culo me para la verga.
No tiene idea de que haría porque me dejara cogermelo como ese moreno con el que estaba en el bar.
Yo: ¿Tu como.
?
Alumno: Cumplí los 18 hace un mes y ya puedo entrar, sabe cuantas personas hay para coger, pero ninguno como usted.
De todo este tiempo que lo conozco me imaginaba poner mi cara entre sus nalgas, morderlas, chuparlas, y pasar mi lengua poco a poco por su agujerito hasta que se dilate y entonces si, meterle esta verga hasta el fondo y comience a gemir.
Claro que pensé que eso nunca podía pasar porque usted se veía muy macho, hasta que lo vi como estaba en las piernas de ese moreno, como le metía mano y como se fueron a la camioneta, donde seguro se lo cogieron.
Eso me calentó mucho.
Lo que dijo me levantó la verga.
No sabía que algún alumno pudiera verme, la mayoría aquí rondará entre los 15 y 17 años pero si, supongo que algunos tendrán la mayoría de edad.
Alumno: Lo ve maestro, usted también lo quisiera, se le nota.
Lo puedo ayudar con eso.
Se levantó y comenzó a avanzar hacia el frente.
Yo me dirigí a tomar mis cosas para salir rápidamente del salon de clases.
Pero el chico se dirigió a la puerta y la cerró.
Yo: Alumno, haga el favor de abrir la puerta.
Alumno: Vamos maestro, usted también quiere.
Yo: Te dije que te apartes.
Necesito irme ahora.
Alumno: Bien, váyase.
Yo:Gracias
Alumno: Pero para distraerme un rato, tendré que enviar estas fotos a mis compañeros, creo que será un buen tema de conversación.
Mostró la imagen de su celular y era mia con el moreno, no muy comprometedora, pero si lo suficiente como para armar un escándalo.
Este chico me estaba chantajeando y no por calificación como cualquiera lo haría, sino por que le entregue el culo, cosa que normalmente no me molestaría pero mi etica profesional se interponía, además esto pondría en juego mi trabajo.
Aunque la fotografía también lo pondría así que podía arriesgarme.
Alumno: ¿Entonces lo envió?
Yo: Guarda eso, tu ganas.
Pero rápido porque podrían vernos.
Y dicho eso se me lanzó encima acorralandome contra la pared.
Comenzó a besarme salvajemente, mientras con sus manos tomaba mi culo sobre mi pantalon.
A los pocos segundos estaba quitándome el cinturon y bajándome el pantalón junto con los boxers, dejándome desnudo de la cintura para abajo.
Continuaba basándome, pasó a mi cuello, lamiendo y dejando chupetones, miestras con sus manos seguía tomando mis nalgas, y algunas veces llevaba su dedo a mi orificio.
Mee encontraba muy caliente, este chico se notaba que tenía experiencia, pero también se hacía presente su desesperación.
Me soltó y se quitó los pantalones.
Era una gran verga, medía tal vez 20 centímetros y era gruesa.
¿Quién iba a decir que este chico tendría semejante manjar entre sus piernas? Me dispuse a agacharme para llevarmela a la boca pero él me detuvo.
Alumno: ¿Qué crees que haces?
Yo: Pues un oral, que mas.
Alumno: No, yo no quiero eso, bocas como la tuya hay muchas, yo lo que quiero es este culo.
Me dio una nalgada y le hice caso.
Me encontraba dándole la espalda, me quitó la camisa dejándome completamente desnudo y comenzó a besarme en el cuello por detrás, mientras sentía su erección en mi trasero y fue bajando poco a poco dejando besos por mi espalda hasta que llegó a mi culo.
Ahí dejé de sentir besos para comenzar a sentir su lengua, comenzó a pasarla entre mis nalgas hasta llegar a mi orificio y comenzaba a lamer, mientras que con sus manos las separaba para adentrarse cada vez mas.
Sentí como dejaba mi ano y se ponía a jugar con mis gluteos, me daba nalgadas, y las recorría con su boca dejando chupetones y dando ligeras mordidas que no hacían mas que excitarme mas.
Y después su lengua volvió a centrarse en mi ano, sentía su lengua, subir y bajar, hacer presión en mi ano y realizar toda clase de movimientos que solamente me dejaban extasiado, quería gritar, gemir, porque este chico hacía maravillas, pero me resistía.
Se separó de mi y me hizo subirme al escritorio y ponerme en cuatro.
Me introdujo un dedo en el culo y con su mano libre comenzó a darme nalgadas.
Me encantaba, estaba muy excitado y en poco tiempo ya estaba muy dilatado con sus dos dedos dentro de mi.
Quién iba a decir que este chico sabría como ponerme tan cachondo.
Alumno: ¿Ya está listo?
Yo: Métemela hasta el fondo.
Se rió por mi comentario y sacó sus dedos de mi, se dirigió a su mochila y sacó un condón y lubricante.
Al parecer venía bien preparado.
Se colocó el condón mientras yo admiraba ese trozo de carne que tendría dentro de mi en un momento.
Me acosté de espaldas en mi escritorio, el joven se acercó, me abrió las piernas y embarró lubricante en mi culo.
Colocó su pene en mi entrada y comenzó a hacer ligera presión sin introducirlo.
Alumno: Listo para saber lo que es ser cogido profe.
Yo: Cállate y cógeme como a una puta.
Alumno: Usted es el maestro y lo obedeceré.
Después me la metió con fuerza hasta el fondo, haciéndome soltar un ligero grito de dolor.
Estaba acostumbrado a ser cogido, que me la metan completa, pero no había estado con uno de una verga tan grande.
Alumno: Ninguno la aguanta, ni siquiera una putita como usted, pero en un momento lo tendré pidiendo mas.
No se movió por un momento y comenzó a besarme, a besarme con lujuria y deseo y yo se lo respondía igual.
Necesitaba mas.
Yo: Comienza a moverte.
Alumno: Si comienzo no voy a parar aunque me diga.
Yo: Hazlo, quiero que me partas en dos.
Y eso pareció haberle vuelto loco porque comenzó a moverse, no lentamente, sino con velocidad y fuerza.
Me estaba doliendo y mucho, y eso se notaba.
Alumno: Tu querías que te partiera el culo y eso hago.
No dije nada, apreté mis dientes con fuerza resistiendo el dolor, y en cada comento que pasaba el dolor comenzaba a hacerse mas soportable y el placer comenzaba a aumentar.
Comencé a gemir, gemía como una vil puta por el placer, hasta que recordé que estaba en la escuela y podían oirme, así que apreté mis labios para no hacerlo.
Alumno: Oh, no.
No hagas eso.
Quieres que te trate como a una puta, pues quiero que seas una.
Me sacó la verga, me bajó del escritorio y me puso en cuatro.
Comenzó a penetrarme con fuerza y me daba nalgadas.
Alumno: ¿Quién es mi puta? ¿Aquien le encanta mi verga?
Yo: Yo papi, yo soy tu putita.
Dame duro.
Y eso lo volvió loco, me daba estocadas como un salvajes, como si se hubiera olvidado de si y solo lo controlara el placer, y a mi también, porque dejé de preocuparme si alguien ne descubría, bien habría valido la pena.
Comencé a gemir como la puta que era, gritaba cuando me daba nalgadas, y le suplicaba que me cogiera.
Me llevé mi mano a mi verga y comencé a masturbarme, para venirme.
Alumno: Oh no, perra.
Me quitó mi mano de mi verga y me volvió a voltear boca arriba, pero ahora en el suelo.
Alumno: Te vas a venir sin tocarte.
Volvió a introducirmela y a cogerme ferozmente.
Perdí la noción del tiempo, estaba en un éxtasis por tanto placer, no aguantaba, me dolía la verga y de pronto exploté, chorros de semen cayeron sobre mi abdomen.
El chico sacó su verga, se quitó el condón y comenzó a masturbarse.
Alumno: Volteese, quiero terminar sobre su culo.
Lo obedecí y me puse en cuatro, segundos después escuché como gemía y sentí como su semen daba contra mis nalgas.
Con sus manos, lo embarró bien en ambas y me dio una nalgada.
Alumno: Desde ahora este culo será solo mio ¿Lo entiende?
Yo solo asentí.
Después nos vestimos, salió primero él y después yo.
Ahora sería la puta de mi alumno, no me quejaba porque era una de las mejores vergas que había probado.
En la escuela no volvimos a hacer nada, nos veíamos en el antro y de ahí nos ibamos a algún lugar a coger.
No volvimos a relacionar nuestro sexo con la escuela hasta que fue la fiesta de graduación, cuando fui cogido no solo por él sino por otros cinco chicos.
Pero eso será la parte 2
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